CAMINO DE SANTIAGO: --Ruta MOZÁRABE--

SEVILLA—SANTIAGO por la VÍA DE LA PLATA y la Variante Sanabresa


por Antonio García Márquez

Indice : Capítulos I - II- III - IV - V - VI - VII - VIII - IX - X - XI - XII- XIII - XIV - XV

XVI
- XVII  - XVIII - IXX - XX - XXI -
XXII - XXIII - XXIV - XXV


 
Cap.XXIV/(21ªEt.=28,6Km)FUENTERROBLE de Salvatierra-SAN PEDRO de Rozados (3Oct., Lunes) 

      Tras dormir de un tirón hasta las 5 de la mañana, luego tendría que hacer un par de viajes al lavabo por imperativo fisiológico y aseo personal… Había cometido un error eligiendo la litera al fondo del larguísimo dormitorio, de manera que tendría que cruzarlo casi a oscuras y resultaba casi imposible no hacer ruidos al pasar. Eso es algo que me fastidia un montón, no soporto despertar a los colegas que aún duermen a estas horas...; pero aunque en esta ocasión solo había cuatro por enmedio, resultaba prácticamente inevitable algún tropiezo con botas y otros enseres, que suelen rodear las literas... En el segundo viaje decidí sacar ya parte del bagaje, junto con el “kit” de aseo personal, para empezar a preparar la madrugadora salida. Eran las 6,45  y aproveché la ocasión para afeitarme a fondo; ya no volvería a hacerlo hasta regresar a casa.

    Hago seguidamente el último viaje a la litera, para retirar ya  el resto de cosas, tras lo cual utilizo la linternita para echar un postrero vistazo bajo el somier; es un control muy necesario, más de una vez he repescado alguna cosa de difícil reposición por estos andurriales...

    A las 7.30 ya estaba en el saloncito de recepción preparando mis tostadas con ‘sardinillas’, en esta ocasión con el añadido de un tomate que había sobrado de la cena. En pleno yantar, se incorporan los alemanes y me hacen el inmenso favor de preparar el café para todos; por lo visto ya se habían aprendido la logística de la cocina, algo de lo que yo no me había preocupado. Comemos los cuatro en silencio, ya que la etapa tiene poco que comentar; todos hemos de ir a parar a San Pedro de Rozados, no hay otras opción.  

<foto 1: (Fuenterroble de S.- Pico de la Dueña) solo en la madrugada (8.17h)> 

    Salgo el primero, exactamente a las 7.58 h. Siendo la oscuridad casi absoluta, debo concentrarme mucho durante los primeros kilómetros, resultando vital no cometer errores en los tres primeros, en los que hay varios cruces . De salida debo progresar por una carretera local que se dirige a Casafranca, desde la que pasados 1.300 metros hay que tomar una pista de tierra por el lado derecho...; esa anotación la tenía subrayada en mis apuntes de la etapa, por remarcada así en la guía de “El Pais”. Este sería en efecto el punto más complicado, ya que cuando lo alcanzo a las  8.15 apenas se ve la flecha amarilla de la derivación. Los dos cruces posteriores no lo serían tanto, por estar ya clareando el día y tratarse de pequeñas pistas perpendiculares a la que llevo, que no pueden inducir a confusión…A partir de ahí deberemos mantener neta dirección Norte durante 12 kilómetros….     

En esta jornada pasaremos desde la comarca salmantina de Salvatierra (correspondiente a Fuenterroble) hasta la del Campo Charro, que iniciaremos en las llanuras situadas al norte del Pico dela Dueña, a la que pertenece San Pedro de Rozados, nuestro destino. Durante los diez primeros kilómetros de la etapa, el recorrido atraviesa una planicie cubierta por claras dehesas, densamente explotadas para el ganado vacuno. Solo finalizadoese tramo encontraría una piara de cerdos ibéricos. En estas dehesas predominan sobremanera los grandes pastizales, salpicados por manchas de encinar de poco porte, que ocupan generalmente pequeñas elevaciones del terreno, precisamente donde suelen darse en mayor medida los afloramientos del subsuelo rocoso. Es probable que en entre las vastas extensiones carentes de arbolado hayaalgunos campos de cereal intercalados, algo difícil de confirmar a simple vista, ya que en esta época los rastrojos se confundirían  fácilmente con los agostados pastos de la ganadería.  

<foto2: (Fuenterroble de S.- Pico de la Dueña) clara dehesa con vacas retintas (8.41H)> 

Es aún temprano, y el sol sesgado de estas horas enciende el pelaje retinto de las vacas, que relucen sobre el uniforme color pajizo del suelo como breves llamaradas. Ante este panorama decido darle al disparador de mi cámara con frecuencia; debo confesar que es, en mi opinión, un gran momento del día para cazar buenas fotos.Pero no han de ser esasvacas retintas, ni las extensas dehesas, las que dejen la imagen sustancial de esta etapa en mis retinas o mi mente, sino la clarísima impronta de la calzada romana  

<foto3: (Fuenterroble de S.- Pico de la Dueña) tramo de la via romana XXIV 
(con miliario CLIII), y calzada de ‘La Vizana’(8.44h)>
 

En ningún lugar de su trazado, entre Mérida y Astorga, resulta tan patente la vía XXIV como en estos 10 kilómetros de la comarca salmantina de Salvatierra. No se ven muchas losas del pavimentum, ni puentes espectaculares…; pero se nota el emplazamiento de la calzada por las nítidas elevaciones de su trazado durante largos intervalos. Evidentemente los constructores romanos se vieron obligados a  elevarlo más de un metro sobre el lecho natural de un vasto terreno inundable... También se conserva un canal de drenaje para evacuación de las aguas en ocasiones de extrema pluviometría, probablemente originario de la época romana, que sin duda ya fue labrado entonces sobre el duro terreno calcáreo.... En cuanto a testigos palpables pétreos podemos admirar ‘in situ’ un magnífico miliario, perfectamente conservado, con su grafía nítidamente legible (ver foto miliario CLIII). 

<foto 4: (Fuenterroble de S.- Pico de la Dueña) tierras de Guijuelo, paraíso del cerdo ibérico (9.20h)> 

    A las 9.20 hh llego ante un bosquecillo de robles, junto al cual una manada de cerdos ibéricos se levanta ante mi paso para correr hacia el lindero del bosque, levantando una gran polvareda. Esto me demuestra que soy el primero en pasar por aquí en esta jornada; les he pillado por sorpresa a una hora relativamente temprana. No me extraña la aparición de los marranos, estamos en la comarca de Guijuelo (sub-comarca de Salvatierra) el paraíso del cerdo ibérico

    La pista sigue aún recta durante otros 1.500 metros, cruzando una zona con manchas de robledal salpicando la llanura. Luego, sobre las 10 de la mañana me interno en una mágica dehesa semi-salvaje, parecida a la que vimos en la 1ª etapa a partir de Carcaboso. Será la última hasta la meta de Salamanca. El Camino se pierde ahora fácilmente entre las grandes encinas, dividiéndose a veces en diferentes senderos, abiertos seguramente por los peregrinos ciclistas…

    Cuando los ciclistas pedalean ‘campo a través’ suelen utilizar diferentes criterios al elegir sus senderos en lugares accidentados; algunos optan por los caminos fáciles, aunque estén muy trillados, en tanto los más aventureros eligen los difíciles, quizás por considerarlos más ‘deportivos’. Ellos no suelen pararse a pensarlo demasiado, salvo en contadas ocasiones. A quienes les gusta el ciclo-cross les encanta tomar decisiones rápidas, eligiendo normalmente dar pequeños rodeos ante cualquier resalte o desnivel del terreno. En cambio, los caminantes acostumbramos a elegir siempre el camino fácil, que habitualmente suele ser el más corto…   

Sin proponérmelo, quizás por un pequeño despiste a la entrada del cerrado bosque, en esta ocasión me he dejado llevar por las rodadas ciclistas, penetrando profundamente en ella; desviándome un tanto hacia la derecha respecto al eje de la calzada romana, que debe continuar más o menos en la dirección Norte todavía, discurriendo a unos 50 ó 60 metros de distancia de mi ondulante itinerario… El terreno es muy plano y por lo tanto ofrece múltiples alternativas en una amplia banda de unos 50 metros, limitada a la derecha por un alambrada. Las rodadas de las bicis hacen suaves surcos en la alfombra de hojas secas de la dehesa, dejando apenas aflorar el amarillo terreno arcilloso en contadas ocasiones. Siendo un terreno muy llano, aunque boscoso, no me inquieta en absoluto haber salido del recto trazado de la pista, que estoy seguro de encontrar a no tardar mucho, y por lo tanto no atajo hacia ella abandonando esas ‘rodadas’. 

<foto5: (Fuenterroble de S.- Pico de la Dueña) atravesando la última dehesa de este viaje, con algunas encinas centenarias (10.14h)> 

A las 10.20 se acaba la travesía de nuestra última dehesa en este viaje, de la que disfrutamos a lo largo de un Km. aproximadamente; ha valido la pena dar esos rodeos en zigzag entre las grandes encinas, porque en lo que me queda de jornada solo veré ese maravilloso ecosistema ibérico desde lejos, y en terrenos mucho más abiertos.Este ‘mágico bosque’ termina bruscamente en el cauce seco de un torrente, el cual tendré que cruzar 40 metrosmás a la izquierda por un vado de grandes piedras, justamentea la altura delcamino señalizado…  A lo lejos me parece distinguir un par de grandes charcas, que deben ser naturales y probablemente se utilizan como abrevaderos. Poco después llega la pronunciada subida de una colina, casi completamente desprovista de vegetación. Mediada la ascensión decido par un rato para descansar los pies, aprovechando para beber agua. A los pocos minutos veo venir a uno de los alemanes, el más atlético del trío. Nos saludamos, pero no se detiene, perdiéndose por el cambio de rasante treinta segundos después…Por su ritmo de marcha, deduzco que debe ser practicante habitual del “trekking”; aunque su atuendo es el clásico en un ‘safari africano’...: sombrero de ala ancha, pantalón corto y camisa arremangada de color caqui. Por lo que parece viajasolo; ha debido conocer a sus compatriotas casualmente durante la etapa anterior.  

Reanudo la marcha y pronto me desvían las señas hacia la izquierda por pista abierta en el desmonte de una ladera. El terreno es de color rojizo, probablemente con alto contenido en óxidos ferrosos. Según el mapa esto se corresponde seguramente con las estribaciones de la Sierra de Frades. Son las 10.33 y nos estamos acercando, según veo en mis notas al punto donde hay una bifurcación clave para el futuro desarrollo de la etapa… Efectivamente, a las 10.40 llegamos a un muro donde se exhibe un cartel que nos ofrece varias alternativas: a) giro a la izquierda para subir alpico de la Dueñay continuar hasta San Pedro de Rozados por la carretera CV-14, b) seguir de frente, atravesando un paso canadiense  para cruzar la finca Morucha, eludiendo la subida y atajando camino hacia la citada CV-14, o bien c) optar por el itinerario de Pedrosillo de los Aires y Morille, en cuyo supuesto podríamos elegir como final de etapa cualquiera de esos dos últimos pueblos... 

    Ya tenía decidido de antemano el recorrido por el pico de la Dueña, para ver de cerca esa realización del cura Blas y sus amigos. Por otro lado, el ascenso a esta pequeña elevación (130 metros de desnivel respecto a su base) y el pequeño rodeo subsiguiente no me iba a suponer más de 20 minutos de retraso respecto al segundo itinerario…. En cuanto a la opción c) no llego a considerarla, porque me alejaría del Camino tradicional de la calzada romana durante el resto de la etapa. 

<foto 6: (Fuenterroble de  S.- San Pedro d Rozados Pico de la Dueña(1.169mt), hilera de aerogeneradoresy Cruz de Santiago(11.30h)> 

    Durante el ascenso me mantengo junto al muro que circunvala la finca Morucha, dedicada como otras muchas de la zona a la cría de ganadería brava. Tras remontar las fuertes rampas iniciales durante diez minutos, pronto se distinguen entre las escuetas encinas del cerro las elevadas siluetas de una docena de aerogeneradores, los cuales se alinean en el vértice de la sierra. A las 11.30h llego a la altura del pico, pero no me acerco al escarpado promontorio rocoso que soporta la esbelta cruz de Santiago; eso queda para excursionistas y escaladores, y yo vengo aquí como peregrino.... Examinando con cuidado su entorno, distingo un estrecho sedero que serpenteas entre las formaciones rocosas, circunvalando la base de la cruz a una distancia aproximada de unos 30 metros. Siguiendo ese sendero veo que los peregrinos han ido acumulando piedras en algunas de las grandes rocas del contorno, y yo deposito la mía en uno de esos túmulos.  

    El lugar es muy sugerente, bastante más hermoso que el emplazamiento de la célebre cruz de ferro gallega, aunque las sensaciones son distintas: aquella es una etapa mucho más dura y, aunque el entorno de la cruz no es tan bello como este, las panorámicas de la montaña leonesa son impactantes…. Me quedo unos momentos contemplando la descarnada escarpadura  de rocas y carrascas, coronadas por la esbelta cruz, y saco una buena foto del conjunto. Ni siquiera descargo la mochila; pienso hacerlo en algún otro lugar más apropiado, durante el descenso en busca de la carretera local CV-14. He visto en mis notas que el resto de la etapa, unos 13 Km. hasta San Pedro de Rozados, se podrán hacer por esa carretera local, a la que encaja mejor el rango de pista asfaltada... En cualquier caso, como veremos más adelante, no soporta prácticamente tráfico rodado. 

<foto 7: (Pico de la Dueña.- San Pedro d Rozados
 áspero descenso a la carretera CV-14 entre robles y carrascas (11.50h)>
 

       La bajada no es muy larga, pero sí bastante pronunciada; discurriendo entre un áspero y tupido bosquecillo de robles y carrascas de poca envergadura. A medio camino encuentro un lugar apropiado donde sentarme 10 minutos; para relajar mi espalda, airear nuevamente los piesy beber varios tragos de agua... Aún queda casi media etapa y, siendo ya las 11.50hh, tenemos el sol en su cenit, lo que acelera notablemente la deshidratación. Por cierto, palpando en busca del botellín de agua me llevo una grata sorpresa: quedaban dos naranjas en uno de los bolsillos del macuto; me sientan de maravilla. 

    La antigua carretera local CV-14 enlaza Frades de la Sierra con Salamanca, ensartando una serie de pequeños lugares en su recorrido. No llegaré a cruzar ninguno de ellos, aunque quedan cerca de esta calzada. Cuando accedo a ella debo estar aproximadamente en el Km. 6-8 desde Frades. Siguiendo la estrecha cinta de asfalto, que no merece ser designada como carretera, encontraré varias veces la opción de caminar por pistas de tierra paralelas a ella, cosa que haría en cada ocasión. En este trayecto y a estas horas del día, esas pistas alternativas resultan la solución más adecuada por su ‘buen caminar’; con suelo firme y poco pedregoso,  y encontrando regularmente la sombra de grandes encinas o robles.

Cruzamos ahora la comarca denominada el Campo Charro, territorio que ofrece vastas panorámicas de dehesas escasamente arboladas. Solo a lo lejos pueden observarse algunas manchas de encinar, coronando los pequeños cerros; y en alguna ocasión grandes rebaños de vacas coloradas, pastando en las inmensas llanuras. 

<foto8: (Pico de la Dueña.- San Pedro d Rozados el Campo Charro,  una comarca ganadera por excelencia(13.10h)> 

Intercalados con los pastos destacan sobremanera  espectaculares encinas o robles, cuya utilidad  en estas dehesas hay que atribuirla más a su protectora sombra que a las propias bellotas. Al cruzarme con alguno de estos ‘monumentos vivientes de la naturaleza’, varias veces centenarios, no olvido mi hobby de obtener fotos representativas de la flora ibérica en pleno Camino.  

<foto9: (Pico de la Dueña.- San Pedro d Rozados)  el Campo Charro
solitarias parejas de baile en la estepa: robles y encinas (13.00h)>
 

    A las 13.10h alcanzo el arroyo Mendigos, completamente seco hace meses, cuyo cauce lo salva la CV-14 por un breve pontón. Por el lado izquierdo, paralela a la carretera y como a 20 metros de distancia, discurre desde hace varios km. el vallado de una enorme finca pecuaria, donde  pastan infinidad de vacas; las cuales vengo viendo hace un buen rato a una distancia de casi 1 km. Aunque las distancias son agrandes saco un par de imágenes representativas.

   Justo tras remontar la ladera norte del arroyo Mendigos,se ven una serie de grandes establos y otros edificios, que se supone deben pertenecer a la gran hacienda mencionada… A partir del arroyose inicia un tramo con6km de suave y persistente subida, que se hace duro por el calor reinante y la absoluta carencia de arbolado donde protegerse.  

<foto 10:

Será en ese tramo donde toparé con la imagen la original de la jornada, y seguramente del viaje. Me la proporciona una sorprendente taza de W.C. plantada en mitad de la estepa, no lejos de la calzada. Y digo sorprendente porque durante todo el recorrido no había llegado a ver basuras, cascotes de obras, ni  residuos de plástico u otros en ningún momento. De ninguna manera cabía esperarse una cosa así por esta zona; en un solitariolugar de la Vía de la Plata y completamente al descubierto... De las entrañas del excusado atisbo que surge un ramillete de espinosos cardos secos, y de inmediato se enciende la lámpara de fotógrafo oportunista que llevo dentro… Ha sido sin duda un golpe de suerte, ¡pero había que ver eso!. Me encuentro cansado en estos momentos, ya a punto de arribar a la meta; pero no dejaría escapar esta oportunidad, y disparo un par de fotosal cachivache. Luego, tras comprobar en el visor de la cámara que las imágenes son o.k., continúo mi marcha caminando unos minutos sin dejar de pensar en el pié de foto que pondría a esas instantáneas, para mandarlas a algunos familiares y amigos. Finalmente salió la invitación que muestro en el pié de foto...

Luego iría riéndome por el descampado durante un buen rato, imaginando el impacto que esa imageny el texto alumbrado iban a causar a más de uno/a... 

<foto 11: (San Pedro de Rozados)(13.50h) últimos 4Km porcampos cerealistas y cartel en el cruce(14.39h)> 

    En los últimos 4 Km. de la etapa la dehesa ha dado paso a extensos campos de cereal, ralos ahora tras la siega y posiblemente ramoneados también por la ganadería. Coronado el persistente ascenso que me ha llevado casi una hora, a las 14.39h alcanzo el cruce que me llevará a San Pedro de Rozados. En ese punto me encuentro con  un interesante cartel informativo, donde se ve el trazado de las distintas cañadas ganaderas que cruzan la provincia de Salamanca. La Cañada de la Plata por la que venimos, coincidente en los últimos 10 km. con la carretera CV-14, sigue desde aquí en dirección Norte hacia Salamanca; mientras nosotros debemos desviarnos hacia la izquierda, para alcanzar San Pedro de Rozados tras recorrer 1,5 kilómetros. Si llego a prever lo que podía ocurrirme en ese pueblo con el alojamiento,sin duda habría continuado recto hacia Morille, no muy lejano… Y sin embargo no reniego de ninguna experiencia en mi Camino, por negativa que sea, porque esto sería muy aburrido si lo supiéramos todo a priori. Ahora bien, creo que no repetiría esta opción si vuelvo otra vez por aquí.  

      Alegre ante el inminente final de la etapa, y con ganas de sentarme en el primer bar o mesón que encuentre, me dirijo hacia el pueblo; el cual se divisa perfectamente desde la encrucijada, con la prominente torre de su iglesia en el centro. Finalmente hago mi entrada en San Pedro de Rozados a las tres de la tarde. Es una hora un poco tardía para comer, pero sabemos por experiencia que en este país no suele haber problemas para que te atiendan a estas horas. Naturalmente lo primero que hago es tratar de localizar donde hacerlo, y siguiendo las indicaciones de un vecino solo tardo 3 minutos en dar con elbar –restauranteVII Carreras(ver nota 10 abajo). Al entrar en el edifico me encuentro una pequeña estancia con dos diminutas mesitas de plástico y a la derecha la pequeña barra del bar, tras la cual se mueve un señor que no acaba de caerme bien a las primeras de cambio… Más o menos la secuencia de mi primer contacto con el ‘negocio’ es la siguiente: 1) le pregunto a mi interlocutor si estamos a tiempo de comer algo en el restaurante 2) el dependiente, casi sin dejarme terminar la pregunta, me informa que tienen habitaciones libres, muy bien equipadas para los peregrinos, y muestra cierta impaciencia por saber si le puedo confirmar que me quedaré… 3) yo le insisto en que mi prioridad ahora mismo es sentarme a comer en alguna parte…, y luego intentaría alojarme en el albergue público antes que valorar otras opciones… 4) noto claramente que esta respuesta le hace torcer un poquito el gesto; es entonces cuando me dice que debe consultar a la “jefa” a ver si puede servirme de comer alguna cosa…  

<foto 12: (San Pedro de Rozados)“Centro de Turismo rural VII Carreras
puerta acceso a Recepción
y Restaurante (15.05h)>

 

(*)-Nota 10.- Mi encuentro con el “Centro de Turismo rural VII Carreras” y su dueña: El mesón restaurante donde entré a comer tiene el pomposo nombre del epígrafe, estando ubicada su entrada en la calle Rodera. No obtuve buenas imágenes de su fachada en directo, pero al ver su  foto en la red lo he recordado perfectamente... Luego he conseguido completar mi información sobre este completo negocio a través de Internet. De hecho, el patio que divisaba desde mi mesa, en el salón comedor, es el de la Casa rural VII Carreras, a la que se accede por la calle de atrás. El conjunto edificado es una antigua casa del pueblo bastante grande, muy bien rehabilitada.

   Mi charla con la Sra. Mari Carmen me permitió conocer de cerca a la inspiradora y ‘factotum’ de este complejo hostelero. De ella puedo afirmar sin temor a equivocarme, que viendo su empuje y capacidad no dudo en que, si tiene la paciencia suficiente, acabará triunfando con esta empresa. Pero insisto,  eso solo lo logrará si tiene la paciencia suficiente, porque este lugar es muy pequeño y por el momento poco concurrido por los peregrinos. 

    Poco hay que añadir en esta breve nota a lo apuntado en la redacción principal de la memoria de la etapa, solo confirmar que se trata de un negocio bien montado en todos los sentidos de la palabra, sin ánimo peyorativo. Bajo el epígrafe común “VII Carreras” se incluye: confortable alojamiento en una Casa Rural, local de recepción y barra de bar con varias mesas, amplio restaurante bien decorado como bodega clásica

  Repito que merece una nota alta el establecimiento; hasta me permito recomendar  a quien desee una cómoda y gratificante estancia en San Pedro de Rozados que acuda a esta instalación modélica. Mi queja está en la mala gestión de albergue público del pueblo, como describiré más abajo, cuya tutela ha recaído en manos de la misma propietaria de este negocio. Si ella no es capaz de compatibilizar correctamente ambas  gestiones debe dejar el albergue; y si no lo hace de grado deberían obligarla las autoridades competentes, empezando por el alcalde...¿o estamos ante la alcaldesa Mari Carmen?
 

      (*)(por omisión de la nota 8 al final de la etapa 19ª (incluida como 7b al final de esta) nos vemos obligados a incrementar un dígito) 

    Tras unos minutos de espera aparece la jefa (Mari Carmen), que luego resultaría ser la señora del ‘recepcionista’… En otras circunstancias, viendo la frialdad de mi interlocutor me habría marchado sin esperar, pero era improbable encontrar otro sitio donde comer; siendo más de las tres de la tarde tenía que agotar las posibilidades aquí. La señora, bastante más despierta que su ‘barman’, me invita a pasar al comedor, adelantándome que tendría que aceptar una limitada oferta de platos a estas horas…. Afortunadamente el ambiente es bastante más agradable en el  salón comedor que el anodino bar. El local tiene un aire moderno y acogedor, y está muy bien iluminado por un par de grandes ventanas que lindan con un jardín interior de la casa. Las mesas están bien equipadas, con manteles de tela y servicio de cubertería impecables. Me acomodo en mi mesa y, tras examinar brevemente el menú del peregrino, le indico a la señora que puede traerme lo que quiera…. 

     Tras una etapa larga y cómodamente sentado ya en mi mesa, con una jarra de cerveza delante, la verdad es que cualquiera de las opciones del menú me parecían buenas a estas horas... Ni siquiera me preocupé más tarde en anotar los platos que me sirvieron, y tampoco consigo recordarlo ahora, cuando me pongo a redactar la memoria del último tramo de mi viaje; solo recuerdo que la comida no estuvo mal, pese al mal rollo inicial. También recuerdo que estuve unos minutos bastante enfadado, el tiempo que tardó la anfitriona en traerme la comida. Luego, tras unas aclaraciones con la ‘jefa’ se me iría pasando el enfado. Cuando la señora me sirvió el postre le confirmé lo que ya había anticipado a su marido, el camarero del bar, es decir que deseaba acercarme a ver el albergue público…  Ella, con bastantes más tablas que su hombre, me dijo que no tendría problemas ya que hasta el momento no se había incorporado ningún peregrino al albergue. A renglón seguido mi aclara que son ellos los hospitaleros del mismo… Menos mal que no me dio por pegar el portazo no más llegar, habría tenido que volver aquí con el “rabo entre piernas”... 

Satisfecho el apetito, entramos unos minutos en materia con la buena señora. Ella me ponderó con vehemencia el gran esfuerzo que habían hecho para tener este negocio familiar; con miras a proporcionar un digno restaurante a los peregrinos, a precios asequibles, etc., etc…. Por si fuera poco, como complemento a este negocio habían arriesgado todo el patrimonio en un albergue privado, poniendo disposición de los peregrinos y visitantes un alojamiento con servicios de calidad, a la altura de los tiempos, etc., etc…

    Yo esperé pacientemente a que la señora se desahogara... Pero cuando llegó el momento de hacer mi apunte sobre la cuestión, le aclaré que como peregrino vocacional, con 20 años en el Camino, tenía por norma alojarme en los refugios públicos. Luego le dije que había conocido muchos pueblos y ciudades donde convivían perfectamente buenos refugios públicos con variados albergues privados, siempre con la modalidad de alojamiento y precios ajustados a la esencia de la peregrinación. Para terminar mi discursole reiteré a mi interlocutora que, para atraer muchos peregrinos a la localidad es preciso disponer de un buen albergue público; porque solo de esta forma se da una buena publicidad del lugar a través de las numerosas guías, que se editan y actualizan continuamente, y muy especialmente por las numerosas redes sociales en Internet… Estoy seguro de que doña Mari Carmen, que ha mostrado en la conversación gran inteligencia y sensatez, no echará en saco roto mis comentarios. 

    Cuando termino esta charla con la dueña del local, percibo que ha bajado bastante la tensión inicial, aunque al oír mis últimos razonamientos noto en la cara de la mujer un leve gesto de intranquilidad… La jefa se excusa porque debe atender a no sé quién y sale disparada, no sin antes indicarme que su marido me entregará la llave del albergue cuando pase por la barra a pagar.  Termino tranquilamente el café y reflexiono sobre lo poco que me queda para alcanzar el objetivo. Empiezo a sentirme ahora más que contento: había cumplido a la perfección con el programa previsto antes de salir de casa, y ya tenía a tiro el final del 3er. tramo del camino Mozárabe. Si no ocurre ningún imprevisto excepcional, al día siguiente (Martes 4 Junio, 2011) lograría cerrar mi inolvidable periplopor estos solitarios parajes peninsulares, llegando a la meta de Salamanca.  

   Antes de levantarme de la mesa(16.45h) reflexiono un poco sobre la reciente conversa con la anfitriona. Mi enfado venía del acusado mercantilismo puesto de manifiesto por algunos hospitaleros, como al parecer es el caso de este pueblo. Es algo que se da con demasiada frecuencia en buena parte de esta Ruta, concretamente a lo largo de la comunidad extremeña o en sus inmediatos aledaños, siempre dentro de la Vía de La Plata. A una jornada de finalizar este maravilloso recorrido mozárabe, no puedo obviar esa lamentable realidad. Creo que, por desgracia, en estas maravillosas tierras del centro-oeste español los estamentos públicos no han logrado asimilar el espíritu del Camino. He citado en diferentes ocasiones las magníficas acogidas dispensadas en muchos de los alojamientos, pero si repasamos esta memoria, veremos que eso sucedió casi siempre en albergues particulares o  instituciones religiosas.  Lo de San Pedro de Rozados es un contrasentido, un absurdo que solo puede dar lugar a problemas: hay un albergue público, que supongo de titularidad municipal, cuya dirección y control está a cargo precisamente de la familia que explota este bar-restaurante. Esto no tendría nada de particular, si no mediaran otros intereses. Pero se da la circunstancia de que esta familia dispone a su vez de un par de albergues privados en la localidad... Luego veremos que la calidad del alojamiento en el albergue público deja bastante que desear… (ver Nota 11 al final capítulo).  

<foto 13: (San Pedro de Rozados)vista exterior y dormitoriodel Albergue público(17.00h)> 

    Siguiendo las indicaciones del ‘teórico hospitalero’ no tardo en localizar el “albergue”, que curiosamente no tiene ningún otro título distintivo o epígrafe salvo ese estricto título; penetrando en él sobre las 17,0h.Ocupa la esquina de una manzana; figurando en ambas caras de la fachada esa escueta denominación, inscrita en unos rótulos adosados tras  acristaladas ventanas (véase imagen adjunta). Tras atravesar el solitario recibidor, ingreso a la amplia sala dormitorio por una puerta situada en el lado opuesto a la entrada principal. Cuando accedo no encuentro tampoco a nadie en el la habitación, aunque alcanzo a ver varias prendas de ropa ocupando un par de colchonetas. Literalmente puedo afirmar que esto no me huele nada bien de principio, y al decir ‘literalmente’ lo hago en todos los sentidos de la palabra.... Para ser más precisos: noafirmaría tajantemente que al entrar el dormitorio y anexos oliesen mal, pero desde luego tampoco olían bien... Eso puede significar dos cosas: o no se limpia la casa con suficiente asiduidad, o bien no ha sido correctamente ventilada desde hace días.

    Siguiendo con mi inspección, en el fondo de la sala distingo dos aseos; rotulados para damas y caballeros respectivamente, a los que me dirijo para inspeccionar su estado. Pues bien, en ninguno de ellos logré encontrar papel higiénico, y en el de hombres la ducha carece de difusor... 

      Vuelvo a mi litera y recojo los trastos para ducharme, algo que deberé hacer obviamente en el aseo de señoras…Tras finalizar la ducha, me encuentro con que han llegado a sus literas los dos compañeros que inicialmente iban a compartir el albergue conmigo…Y digo “iban a compartir” porque en ese momento estaban recogiendo sus bártulos. Apenas puedo intercambiar cuatro palabreas con ellos, porque tienen prisa en marchar; solo me aclararan que han decidido cambiarse a otro albergue mejor equipado.., denominado “el Miliario”…. En apariencia son franceses, y a la chica me parece entenderle por los ademanes  que ha debido encontrar  pulgas en la colchoneta…

      Tras ver el expresivo gesto de la francesa, rascándose un brazo, decido examinar con cuidado mi litera… No encuentro nada raro, pero debo tomar precauciones… Luego recorro detenidamente con la vista las paredes y techo del dormitorio, en busca de intrusos indeseados. Finalmente, encuentro los posibles atacantes de la francesa: enganchados al techo he logrado detectar 8 o 10 mosquitos…, que deben esperar su momento para lanzar su ataque.  Rápidamente me pongo  en pié de guerra: en un rincón del aseo había visto un bote de insecticida y voy raudo a por él. Luego lo aplico detenidamente por todos los rincones de la sala y hacia el techo. Finalmente, me centro en aplicar concienzudamente el spray a las dos colchonetas de mi litera.

     Finalizado el zafarrancho de combate, salgo a escape de la habitación dejando atrás un ambiente irrespirable por la saturación de insecticida; cerrando tras de mí la puerta única que conecta sala dormitorio y recibidor. Hoy me quedarésin siesta; en su defecto tendría que adelantar el habitual paseo por el pueblo. Daba por seguro que a mi regreso estarían liquidados los insectos. 

<foto 14: (San Pedro de Rozados)Iglesia homónima ( 9.20h)> 

San Pedro de Rozados no tiene mucho que ver; me limito a dar un tranquilo paseo por sus solitarias y limpias calles, hasta llegar a la iglesia. Es este templo la principal seña de identidad del pueblo, destacando su notable espadaña-campanario. De su advocación a San Pedro toma la localidad su nombre. Dando una vuelta completa alrededor del edificio, comprobaría el sitio preciso por el que tendría que saliral día siguiente en dirección Salamanca; porque ya estoy decidido a realizar la etapa por la recta carretera local que une el pueblo con la capital, aunque hay otra alternativa de la que hablaremos más abajo. El punto de salida está muy bien señalado, con una visible flecha amarilla en el muro de la calle Mayor, frente a la iglesia.

    En cuanto al itinerario que me espera al día siguiente: la carretera local CM-512 sale desde el pueblo en dirección Noreste, para encontrarse 2,5 Km. después con la antigua CV-14 por la que hemos llegado a este lugar, la cual continúa recta desde ahí en dirección Salamanca.  

    Visto el entorno de la iglesia, prosigo luego mi paseo hacia el lado Este del pueblo, del que sale un camino que lleva a Morille y Miranda de Azán, ruta recomendada por las guías, pero que supone 4 Km más. La he descartado porque no ofrece ningún atractivo especial para mí; si acaso únicamente serviría para tomar café en Morille, donde por cierto también disponen de  albergue de peregrinos.  Al regreso de mi periplo logro comprar un poco de fruta, la sempiterna lata de sardinas, una barra de pan y el botellón de agua. He tenido suerte con ello, porque podría haber sido peor la jornada si no encuentro abierta esa única tienda; me hubiera tocado volver a la barra-bar del mesón VII Carreras..., y no quiero darles ese gusto tras ‘la faena’ del albergue…Cubierta la provisión de alimentos,  huelga comentar que se termina mi excursión vespertina, y regreso al refugio sobre las 20.45. 

      Tras la visita al pueblo y la cena, me pongo a  pasar en borrador el resumen de incidencias de la jornada, revisando simultáneamente las fotos realizadas en este día. Estoy en la mesa del recibidor, a la vista de cualquier viandante que pase por la calle, ya que es un habitáculo acristalado por todas partes; pero el albergue está en una zona escasamente transitada, prácticamente no pasa nadie. Finalmente a las 21.15hh, cuando ya me disponía a retirarme a dormir aparece por fin una hija de los hospitaleros, con el encargo de cobrarme la cuota de alojamiento. La chica nota enseguida el olor a insecticida, pese a que han transcurrido casi cuatro horas desde la fumigación. Como es lógico he tenido que ventilar un poco el dormitorio, dejando varios minutos ambas puertas abiertas. Aunque yo no le digo nada expresamente, la muchacha saca el tema de las “supuestas pulgas”, en tono quejoso; supongo que para oír mi reacción ante esa incidencia, que al parecer ha corrido por el pueblo. Le comento que no he visto las pulgas, pero si bastantes mosquitos, y también le notifico que falta papel higiénico, etc. Todo eso lo manifiesto sin acritud, conteniendo en lo posible mi enfado; se trata de una chica muy joven, quizás de 17 años, y viene aquí solo a cumplimentar el encargo de sus padres. Le rogué que le comentara todo lo dicho a su madre. Por cierto, me aseguró que esta se mostraba muy enfadada por los rumores.   

     Marcha la chavala y hago la última reflexión del día.Probablemente no me habría obstinado en quedarme en este antro si no hubiese mediado el equívoco recibimiento del consorte de la hospitalera, un hombre que podría valer para todo excepto para “vender” algo… Su enfoque y la subsiguiente componenda de la ‘jefa’, me condujeron sin duda a cerrarme en banda, y a sacar de mis adentros mi clásica cabezonería: tenía que alojarme ‘necesariamente’ en este albergue. Pero en esta ocasión creo que me equivoqué, yahora reconozco mi error;debería haberme marchado de esa pocilga cuando lo hicieron los franceses, sin que ello fuera óbice para soltar ahora este mismo repertorio de quejas. Una vez más he aprendido algo del Camino: en ocasiones hay que diluir la obstinación y ser más flexible; por eso prometo no volver verme en otra como esta…  

   Durante el resto de la jornada no había ingresado nadie más en el alberguepúblico, de manera que de nuevo sería esta noche un inquilino solitario. Me retiré a dormir a las 21.30hh.

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-Nota 11.-San Pedro de Rozados, albergue municipal.-Ocupa la planta baja de un edificio relativamente moderno, muy bien iluminada con luz natural, tanto en el vestíbulo de entrada  como en el dormitorio. El primero por tener una puerta de acceso acristalada, así como un par de  ventanales, abiertos a las dos calles adyacentes. En esta sala hay una mesa con varias sillas, una estantería lateral y creo recordar que también  una máquina expendedora de bebidas. Este recibidor conecta con el amplio dormitorio, donde disponen de 5 literas, aunque se podrían habilitar más plazas con facilidad. En el testero opuesto a la puerta de entrada se han equipado dos servicios completos, para mujeres y hombres respectivamente. La sala puede ser fácilmente ventilada e iluminada gracias a 3 grandes ventanas que se alinean en la pared lindante con el exterior del edificio. Teniendo en cuenta que se han habilitado únicamente 10 plazas, el inmueble reúne condiciones sobradas para que este sea un buen albergue. Pero por desgracia no es así, ya que está literalmente abandonado por la familia que ejerce la función de ‘hospitaleros’, pese a que tienen fijada una tasa de alojamiento de 6 €. 

     Ya he descrito en el relato del capítulo el olor a rancio que se percibe no más ingresar en el inmueble, muestra de su evidente abandono; también el lamentable estado de los aseos. Teniendo en cuenta que sus mentores son del ramo de hostelería y viven muy cerca, no comprendo la negligencia de estoshospitaleros.  No logro  entender cómo esta familia mantiene la tutela de un albergue público, desatendiéndolo absolutamente, mientras se esmeran en la buena calidad que, según he podido observar, ofrecen en el su negocio privado. Ya de regreso, mirándolo por Internet, averiguo que en el albergue privado “El Miliario” cobran 9€ por la estancia, es decir solo 3 euros más de lo que nos hacen pagar a quienes elegimos esta opción; esto aún me resulta más absurdo. Tampoco me entra en la cabeza que no haya ninguna autoridad local que supervise la nefasta gestión del albergue público del pueblo y la corrija, cuando está en juego la buena imagen de la localidad.

    En definitiva, no puedo comprender que se mantenga abierto ese lamentable albergue en San Pedro de Rozados: que lo clausuren o que cedan su tutela a un auténtico hospitalero/a.
 

 
 
*   (omitida por error en el final de etapa 19ª)

 

* -Nota 7b.- (Baños de Montemayor), Albergue y Centro de Interpretación “Via de la Plata” 

1) Promoción y Justificación .- Este centro de doble uso (albergue de peregrinos y centro de estudios y divulgación de la Vía de La Plata), forma parte del  Proyecto ALBA PLATA, promovido en 1996 por instituciones extremeñas y financiado íntegramente por la Comunidad Europea. De su gestación, desarrollo y repercusiones se habla más detalladamente en el libro II1 de la presente Memoria del Camino Mozárabe , concretamente en la (Nota 7) -13ª etapa / (Alcuéscar-Valdesalor).  No obstante, recordaremos abreviadamente que se trataba de impulsar la rehabilitación material y la memoria histórica de la Vía de La Plata(via XXIV), en su recorrido por Extremadura a lo largo de unos 300Km, concretamente entre Monesterio y Baños de Montemayor.

   Siendo esta última localidad el punto final de las actuaciones de esa importante iniciativa, resulta lógica la instalación de este centro cultural, divulgador de la que fué y es todavía una de las principales arterias de comunicación de la Hispania romana y la España moderna. 

2) Descripción del inmueble y usos .- Un antiguo caserón, cuya datación original y usos anteriores desconozco, de forma oblonga-rectangular, con semisótano y dos plantas. No lo he examinado completamente por fuera, pero es evidente que se abre a dos calles paralelas en desnivel, teniendo la primera planta (más bien semisótano) puerta de acceso a la calle inferior por la pared opuesta a la entrada principal; una puerta que veo desde dentro cuando visito el salón comedor, aunque no me permito abrirla. Por la entrada principal, única que conozco y de la cual tengo llaves, se accede al edificio desde la calle alta (c./Castañar) a la planta intermedia, donde como sabemos están situados la recepción del Albergue y el Centro de Interpretación. Finalmente, es sobre esta planta principal donde han construido el tercer nivel del inmueble, aprovechando la excepcional altura del antiguo caserón original (ver fotos). Ese tercer nivel ha sido habilitado  únicamente en su periferia, ya que han dejado en el centro un vano cuadrangular por el que se divisa toda la exposición. Los dos niveles superiores están conectados por una escalera vista cuyos peldaños de madera se apoyan sobre estructura de acero. Es en el tercer nivel donde se han instalado las  tres habitaciones y los servicios del albergue, alineados en la pared lindante con  la calle inferior... En el lado opuesto, al otro lado del hueco de escalera y justamente frente a los dormitorios, es donde se ha montado la sala de conferencias y estudio en la que pasé mis notas la noche precedente. Esta sala multiusos cubre todo el lateral del edificio que linda con la calle Castañar.
 

  

   Antonio Garcia Marquez 

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GUIA DEL CAMINO DE SANTIAGO A PIE (En papel)
JOSE M. SOMAVILLA , TUTOR, 2009
Desde la primera edición de esta Guía del Camino de Santiago a pie han transcurrido más de diez años, y veinte desde que su autor, José Manuel Somavilla, descubriese la Ruta Jacobea en 1989 y quedase enamorado de ella. Desde entonces ha recorrido el Camino de Santiago a pie año tras año. Fruto de esa experiencia contrastada que muchos lectores y peregrinos han disfrutado en sus anteriores ediciones, ahora, para esta nueva edición actualizada en 2009 y ampliada, el autor ha elaborado nuevos y detallados mapas de cada una de las 26 etapas del Camino Francés que separan los 750 kilómetros que hay entre Roncesvalles y Santiago de Compostela. A esto ha añadido la variante del Camino Aragonés, con 5 nuevas etapas desde Somport hasta Puente la Reina, punto en el que se une con la otra vía del Camino Francés

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