Indice : Capítulos I - II- III - IV

CAMINO DE SANTIAGO: --Ruta MOZÁRABE--

SEVILLA—SANTIAGO por la VÍA DE LA PLATA y la Variante Sanabresa


por Antonio García Márquez


Capítulo I
PRÓLOGO GENERAL DEL CAMINO MOZÁRABE (Sevilla-Santiago)  y PRÓLOGO del Tramo SEVILLA-MÉRIDA


      En el año 2004 habíamos hecho junto a los colegas Juan Luis y Francesc nuestra primera incursión en al Vía de la Plata, realizando el tramo Salamanca- Astorga. En aquella época ya había finalizado este cronista varias veces el clásico recorrido “francés” del Camino, atravesando la meseta castellano-leonesa en sentido Este-Oeste desde las tierras navarras hasta Astorga, para girar en esta bonita ciudad ligeramente hacia el Norte recto en dirección Santiago... Es precisamente este último tramo del “Camino Francés” el que encarna en mi opinión la quintaesencia del Camino: lo he recorrido de un tirón 5 veces..., y pienso repetirlo en el futuro… Pero en la vida hay que cambiar para experimentar nuevas sensaciones. 
 
    Nuestra experiencia del 2004 por la venerable calzada imperial romana nos gustó mucho, y junto con Francesc Colomer decidimos entonces continuar esta ruta jacobea hasta finalizarla si Dios nos otorgara tiempo y salud para ello. La haríamos arrancando desde la ciudad de Sevilla, punto de encuentro natural de las comunidades cristianas del extenso Sur ibérico. El Camino de Santiago que recorreremos desde Sevilla es el tronco principal de las rutas mozárabes, que en todo el sur y centro peninsular convergían en la gran Vía de la Plata desde la primera época de las peregrinaciones (s. XI). En los siguientes apartados de este Prólogo analizaremos con la atención que merece esta importante ruta jacobea, tanto en cuanto a su significado como en el detalle del contexto geográfico de sus recorridos. La excelente Guía editada por El País-Aguilar nos ha permitido prever el Plan de Etapas, y planificar detalladamente el itinerario.
 
 2- El “Camino Mozárabe a Santiago”  y la “Vía de la Plata”
 
    Conviene en este punto hacer una profunda retrospectiva histórica. Las peregrinaciones a la tumba del apóstol Santiago se iniciaron en la Alta Edad Media (mediado el siglo X); existiendo dataciones precisas del recorrido que durante el s. XI realizaron algunos personajes famosos por la vieja ruta norteña, conocida actualmente como “Camino Primitivo”, o bien por su variante “Camino del Norte” . Discurrían estas rutas entre el mar y la cordillera cantábrica hasta Villaviciosa y, desviándose luego la primera de ellas por Oviedo y Tineo, cruzaba la tierra gallega por el corazón de la provincia de de Lugo... Hay datos evidenciando que en ese mismo siglo empezó a utilizarse también la segunda variante, la cual continúa paralela al mar hasta Ribadeo, para internarse desde aquí en Galicia por Mondoñedo y Villalba. A esa variante se la conoce en la actualidad como “Camino del Norte”. 

     Está asimismo documentado, y hay trazas arqueológicas, que en el mismo siglo XI se inician igualmente las peregrinaciones jacobeas desde el sur de la península ibérica, aunque la información sobre las mismas es menos abundante. No debemos extrañarnos de la escasez de reseñas escritas, por tratarse de peregrinos menos relevantes que los procedentes de Italia ó centroeuropa... Según los citados testimonios, eran muy numerosos los cristianos que acudían a Santiago procedentes de los extensos y muy poblados territorios  andaluces, y también de las comarcas extremeñas  y portuguesas; territorios integrados en esa época en la inmensa Al Andalus. La mayoría de estos peregrinos peninsulares, denominados “mozárabes” por ser cristianos sometidos al dominio musulmán, buscaban en el tramo central de su largo recorrido la seguridad de la principal vía de comunicación sur-norte de aquella época, conocida en el argot popular como “Vía de la Plata”.


3- La “Via de la Plata”
 
   -Iter ab Emèrita Asturicam- , que en latín significa: El camino entre Mérida y Astorga . Esta fue una de las más importantes vías de comunicación romanas en la Península Ibérica, citada en el “Itinerario de Antonino” como  calzada imperial XXIV. La gran calzada fue construida en el s.II/a.C. sobre unos itinerarios utilizados desde la prehistoria por los pastores ibéricos, que conducían sus rebaños desde los secos territorios del centro y sur peninsular hasta los frescos pastos norteños. Después de los romanos, la actualmente llamada “Calzada”, ó “Vía de la Plata”, sirvió como principal vía de penetración para la invasión árabe de Hispania en el s. VIII. Fueron precisamente los árabes los que dieron lugar al equívoco calificativo “de la Plata” , porque ellos la llamaban -balata-, que significa literalmente: camino empedrado. La fonética castellana asimiló el sonido balata a plata, ya que por entonces era bien sabido que en la antigüedad se habían transportado desde el norte de España cantidad de minerales (oro, hierro, cinc, etc.) por esta vía, si bien nunca plata.
   Como explicábamos antes, durante la edad media, aún en tiempos de predominio musulmán en el centro y sur de la península, la Calzada Imperial nº XXIV era la principal ruta de peregrinación para los cristianos de estas zonas peninsulares que acudían a visitar la tumba de Santiago el Mayor. Por eso es también conocida desde antiguo como “Camino Mozárabe a Santiago de Compostela”; aunque el recorrido más utilizado por los peregrinos solo coincide con la antigua vía romana hasta los alrededores de Benavente, girando aquí la mayoría hacia el Oeste en dirección a Puebla de Sanabria.
 
  Entre los siglos X y XIII, la misma vía que construyeron los romanos fue utilizada por los reinos cristianos de León y Castilla para avanzar hacia el Sur durante la Reconquista. Una vez consolidada esta en las riberas atlánticas andaluzas, las viejas y nobles piedras de la antigua vía romana fueron arrancadas para construir castillos, monasterios y catedrales. De manera que, hoy en día apenas quedan restos de esta importante obra. Entre las infraestructuras romanas conservadas a lo largo de la Vía, hay que destacar una respetable cantidad de puentes originales de diverso porte e infinidad de “miliarios” (poste de granito señalando el paso de cada milla romana: aprox. 1.4 km.). También encontraremos algunas fuentes originales de la época y otros vestigios.


 
MÉRIDA, puente romano

4- Otras consideraciones sobre el “Camino Mozárabe”.Análisis y justificación de sus variantes a partir del río Esla
 
   Como decíamos, el término “mozárabe” se aplicaba, y aún hoy se aplica, a los cristianos que convivían sin ningún tipo de problema con los invasores árabes durante el largo período de dominio musulmán en la península ibérica. Estos cristianos mantenían sin apenas limitaciones sus ritos y costumbres, algo que debe destacarse para subrayar la tolerancia que el mundo árabe de entonces tenía con quienes profesaban otras religiones. A partir del siglo XI, teniéndose conocimiento del hallazgo milagroso de la tumba del apóstol Santiago en tierras gallegas, los cristianos del Sur se encaminaban hacia Compostela utilizando las viejas rutas de la trashumancia y algunas calzadas romanas de diversa importancia, todavía en muy buen estado de conservación en esa época. Por ese motivo se aplica también el término mozárabe a esos itinerarios (Véase también la Nota 1 al final de este PRÓLOGO).
    Estos peregrinos cristianos, provenientes en su mayor parte de las muy pobladas comarcas del este y sur andaluz, se dirigían en un principio hacia el oeste; tratando de alcanzar cuanto antes la importantísima calzada imperial XXIV, que enlazaba Mérida con Astorga. A lo largo de esa calzada era relativamente fácil encontrar servicios y abastecimiento para afrontar las duras jornadas de la  meseta, cubierta en su mayor parte por una espesa dehesa. Pero el recorrido por ese itinerario tropezaba en tierras zamoranas con el considerable obstáculo del caudaloso río Esla, en las inmediaciones de Benavente, y antes de vadearlo había que tomar una importante decisión sobre la orientación del camino a seguir tras cruzar el río; porque no sería nada fácil dar marcha atrás en las jornadas sucesivas, si la elección no hubiera sido la más aconsejable.
 
      Solo se disponía entonces, y se dispone en la actualidad, de dos opciones: a) realizar el cruce del Esla por el estratégico Puente de Quintos, obra romana situada entre las poblaciones de Granja de Moreruela y Santovenia (del cual aún quedan notorios vestigios), para girar hacia el oeste en dirección al Valle de Tera y la comarca de Sanabria. Por esta variante se encontrará en la primera jornada la emblemática villa de Tábara, sede de un importantísimo monasterio que dispensaba antaño excelente acogida a los peregrinos; b) cruzar el río un poco más arriba por un puente muy cercano a Benavente (hoy desaparecido), para alcanzar de inmediato esa notable población y seguir luego en dirección norte hacia Astorga por la misma calzada imperial.

    Al parecer, la mayoría de peregrinos optaban por la variante (IIa), pese a ser  unos 50 km más larga, para eludir el riesgo que suponía entonces la incursión por la variante (IIb) al atravesar las ricas y pobladas comarcas leonesas. Esta última, que prosigue recto hacia el norte a partir de Benavente, tenía que cruzar un territorio que en pleno siglo XI sufría frecuentemente las expediciones guerreras y el saqueo de los musulmanes cordobeses; cabe pensar que a causa de su rica economía. Lamentablemente, se daba la desfavorable circunstancia para la peregrinación de que precisamente en ese período el Califato de Córdoba estaba en su  momento de mayor esplendor…
         
5- Desglose de la Ruta Mozárabe y sus variantes. Principales poblaciones de paso y datos de kilometraje
 
  Teniendo en cuenta su origen y la totalidad del trazado (que luego desglosaremos) hay que resaltar que esta es entre las rutas clásicas, la única 100% española, además de poder ser considerada una de las mas antiguas junto con la ruta primitiva norteña, por remontarse las peregrinaciones a los albores del siglo XI .

     La Ruta Mozárabe principal, cuyo origen mas meridional podemos fijar en  la ciudad de Sevilla, la podemos dividir en tres grandes tramos: uno común (I) hasta Granja de Moreruela (Zamora), y dos ramales divergentes (IIa, IIb) a partir del río Esla, que se dirigen a Santiago por territorios geográfica e históricamente muy diferenciados. El tronco principal de esta Ruta (I) discurre en neta dirección Sur-Norte entre la capital hispalense y Granja de Moreruela, o bién Santovenia; ambas en la provincia de Zamora y muy cercanas a la ribera del Esla. Desde cualquiera de estas dos poblaciones tenemos actualmente la opción de encaminarnos a Santiago: girando hacia el Oeste para seguir el ramal izquierdo (IIa) hacia Tábara y las tierras orensanas, o bién continuar inicialmente en dirección Norte por el (IIb), para girar bruscamente al Oeste a partir de Astorga.
    
     Un detalle a subrayar: desde Mérida el Camino Jacobeo Mozárabe discurre íntegramente por la famosa Via de la Plata.  Si a partir del Esla optamos por seguir la variante IIb hasta Astorga, habremos completado el recorrido de la mas famosa Vía Imperial de Hispania, construida por el emperador Octavio Augusto en el s. II antes de Cristo.
       
Veamos los kilometrajes y principales sitios de paso de esos tres tramos principales:
 

       Tramo (I) : Sevilla-Granja de Moreruela -616km-, pasando por Santiponce, El Real de la Jara, Monesterio, Zafra,
Mérida, Cáceres, Galisteo, Baños de Montemayor,Valdelacasa,  Fuenterroble de S., Salamanca y Zamora

       Tramo (IIa) : Gr.de Moreruela-Santiago -396km-, pasando por Tábara, Rionegro P. (Valle del Tera), Puebla de
(por Ourense) Sanabria, A Gudiña, Verin, Allariz, Ourense, Cea, Lalín y Silleda
                            
       Tramo (IIb) : Gr.de Moreruela-Santiago -349km-, pasando por Benavente, Álija del Infantado, Astorga, Ponferrada,(por Astorga)  Villafranca del Bierzo, O Cebreiro, Sarria, Portomarín y Melide
 
      Totalizándose 1012 km por la variante orensana y 965 por la leonesa.  Es decir, estamos hablando de una ruta bastante más larga (unos 200 km) que el archiconocido Camino Francés. Por cualquiera de sus variantes el recorrido es demasiado largo como para acometerlo de una ‘tacada’;  por lo que este cronista lo fraccionaría en sub-tramos de 6-8 jornadas. De esta forma, el tramo I de 616km acabará por realizarlo en 4 salidas: I.1 (Sevilla-Mérida / 216 km); II.2 (Mérida-Galisteo / 150 km); II.3 (Galisteo-Salamanca / 144 km) y II.4 (Salamanca-Granja Moreruela / 106 km), etc. 
 
-Nota 1-  La Liturgia y el lenguaje “Mozárabe”;  su pervivencia centenaria en la Península Ibérica :   
 
      A los cristianos que procedentes del Califato accedían a los reinos del norte se les conocía de antiguo (y se les denomina aún hoy) como “mozárabes”.  Algunos, como los peregrinos, hacían viajes de ida y vuelta. Otros podían optar por quedarse definitivamente en el norte, pero seguían siendo llamados “mozárabes” entre sus correligionarios, porque durante mucho tiempo mantuvieron la liturgia “filobizantina” y el lenguaje visigótico que habían conservado, reminiscentes del antiguo reino visigótico hispano. De hecho, aún hoy día es posible asistir a misa en Toledo siguiendo la liturgia “bizantino-mozárabe”…

    Podemos explicar fácilmente el porqué de esta separación de los ritos y lenguaje cristianos en territorio ibérico. Cuando se consolida la reconquista cristiana en el norte peninsular, Roma reemprende los contactos con la jerarquía eclesiástica de estos nacientes reinos. Los legados de la jerarquía católica romana podían venir directamente de la metrópoli (los conocidos “nuncios” y sus adláteres) o bien a través de las sucesivas órdenes religiosas que bajo la ortodoxia romana se fueron implantando desde el siglo XI, como El Cluny, El Cister,
Dominicos, etc.. Por todas estas vías fueron evolucionando las formas de los ritos católicos y su lenguaje asociado (con masivo uso del latín) en los nuevos territorios cristianos, mientras las comunidades confesionales del centro y sur peninsular seguirían aún durante siglos ancladas en las viejas usanzas y lenguaje. Tampoco debemos desdeñar la enorme influencia que ejercieron las frecuentes repoblaciones (con comunidades francas especialmente) y la masiva afluencia de peregrinos procedentes de muy diversos puntos de Europa. Todos estos flujos humanos inyectaron en los reinos cristianos del  norte peninsular nuevas  tendencias artísticas y costumbres, y enriquecieron de manera decisiva  las nacientes lenguas romances ibéricas.
 
PROLOGO DEL TRAMO (I.1) SEVILLA-MÉRIDA
 
1- Introducción y Generalidades
 
      Este primer tramo de la VÍA DE LA PLATA no discurre precisamente por el trazado de la calzada imperial XXIV; la cual tuvo su origen en Emérita Augusta, punto final de nuestro recorrido de este año; aunque está perfectamente establecido desde fuentes romanas que Emérita Augusta estaba conectada con Hispalis (actual Sevilla) por otra calzada de primer orden.

     Podríamos decir que el tramo que acometemos desde Sevilla era un enlace obligado desde los puertos del Sur; porque la evacuación de los preciados cargamentos de mineral, procedentes de las cuencas norteñas, debía realizarse forzosamente por vía marítima; para ser transportados hacia la metrópoli romana ú otros lugares del imperio desde puertos como: Gades, Hasta ó Carteia.. Por eso hay  itinerarios de esta zona que están bien documentado por los autores romanos, como las calzadas secundarias que enlazaban Hispalis con los asentamientos costeros de: Onuba (Huelva), Gades (Cádiz) y Carteia (San Roque).  
     
    Dicho todo lo que antecede, debo confesar que en nuestra elección de la capital hispalense como punto de partida pesó más el instinto que las razones históricas. Un viaje tan  largo e importante como este merecía ese punto de partida: ¡qué demonios!, salir de Sevilla no requiere una justificación… En definitiva …, ¡que salimos de Sevilla porque nos lo pedía el cuerpo!...
  
   Del recorrido por este tramo nos atraían en particular dos escenarios de diversa índole: a) el recorrido por la Sierra Norte Sevillana, un interesantísimo parque natural muy bien conservado y b) la visita a la ciudad de ZAFRA, que no conocíamos. En total han supuesto 216 km; en buena parte (5 etapas) atravesando el singular ecosistema de la dehesa. A lo largo de las 10 jornadas invertidas han surgido muchas sorpresas agradables, que no estaban en la agenda, las cuales iremos  desvelando en su momento.

    El recorrido no nos ha defraudado en absoluto; valía la pena hacerlo, y lo recomendamos como inicio del Camino Mozárabe a quienes se decidan a emprender esta ruta de peregrinación.


 
CASTILBLANCO de los Azores, dehesas

   En la travesía de la dehesa, pudimos disfrutar de unos espacios escasamente alterados por la actividad humana, por los que casi siempre caminamos en la más absoluta soledad, únicamente interrumpida al llegar a las poblaciones. Esta vía aún no es suficientemente conocida, y la escasa concurrencia de peregrinos nos permite saborear intensamente lo autóctono en todos sus ámbitos.
 
    En general nos encontraremos con poblaciones relativamente grandes, bastante distanciadas entre sí. Es una característica típica del gran sur español; particularmente acusada en la mayor parte de Andalucía y Extremadura; un aspecto radicalmente diferente a lo que predomina en las comunidades norteñas del Cantábrico, e incluso en Castilla-León.
   En los recorridos por estos antiguos reinos norteños es frecuente atravesar pequeñas poblaciones o aldeas durante la etapa, en las cuales abundan lugares adaptados a los peregrinos donde pernoctar o comer a precios módicos. En Andalucía y Extremadura no es así: encontraremos pocos pueblos a nuestro paso, grandes habitualmente, pero distantes entre sí 20 o más km. Es muy importante tener esto presente al planificar las etapas, porque no tendremos opciones de cambiar nuestro destino sobre la marcha en función del cansancio o la climatología; aquí hay que llegar al objetivo planificado a toda costa, porque no encontraremos absolutamente ningún otro refugio por el camino.
  
 2- Arquitectura urbana y ambiente
 
     El talante de la gente que nos encontramos en los pueblos es habitualmente abierto, lo que me causa especial satisfacción, por hacer honor a la fama que tenemos en el exterior los andaluces; sin percibirse apenas diferencias en el trato con los vecinos según vamos progresando hacia el norte...Es decir, el carácter franco y espontáneo del andaluz clásico se respira en todo el recorrido, trascendiendo la frontera regional entre las comunidades andaluza y extremeña.
    
      En cuanto al aspecto de las poblaciones lo calificaría como sobresaliente, pudiendo extenderse a la arquitectura popular lo que hemos dicho antes sobre el talante: entre Extremadura y Andalucía no se aprecian diferencias. Las casas se alinean armoniosamente en calles de buen pasear, abundando las enrejadas ventanas a baja altura y las puertas-cancela, cuyos postigos están frecuentemente entreabiertos, permitiendo atisbar el primoroso interior de estancias y patios.

       Predomina en el conjunto urbano el color blanco de las fachadas, cuyas puertas, ventanas y balcones están realzadas por castizos ribetes ocres, verdes y morados. Es admirable el ensamblaje entre las antiguas casas blasonadas con otras de nuevo cuño. Las viviendas suelen estar cubiertas con la clásica teja árabe, intercalándose las habituales terrazas de estas latitudes sureñas. Alzando la vista fachada arriba es muy frecuente el uso de mosaicos en los voladizos del tejado y balcones; así como la inserción de plafones y capillitas, siempre ricamente coloreados, donde se representan las advocaciones religiosas de Semana Santa. Finalmente, aquí y allá nos tropezaremos en el entramado urbano con alegres plazas, sabiamente intercaladas, que siempre  te ofrecen algún agradable rincón donde descansar un rato ante una buena jarra de cerveza…
     
     No me cansaré de destacar el buen aspecto que presentan en la actualidad todas las poblaciones andaluzas y extremeñas de este recorrido, muy mejoradas respecto a lo que recordaba de estas comarcas tras 25 años desde mi última estancia por la zona. Es de justicia destacarlo y felicitar a quienes han logrado esa notable mejora. En cuanto al carácter de la gente, insisto en que hasta nuestro destino en Mérida no se detecta cambio alguno en su excelente trato: el talante andaluz se transmuta en extremeño de manera imperceptible, sin solución de continuidad… El paradigma de lo anteriormente expresado se concreta admirablemente en la maravillosa ciudad de ZAFRA, justamente denominada “La Sevilla Chica”.
 
3- Planeamiento del recorrido y etapas
 
     Mi intención inicial era completar el recorrido en 8 etapas, con un promedio de 27 que sería adecuado para un tramo donde no se dan grandes subidas. Pero en esta zona no se pueden ajustar a nuestro gusto las etapas, porque ya hemos dicho que escasean los pueblos y no hay más remedio que adaptarse a la realidad, siempre partiendo de la base de nuestras intenciones y posibilidades físicas, cifrado en el ‘standard’ kilométrico previsto…De las 8 etapas previstas sobre el plano, me tuve que ajustar a 9 tras analizar detenidamente la “Guía El Pais-Aguilar”; para finalmente resignarme a conceder una jornada más por imprevistos, y realizar el tramo en 10 etapas.
 
     Las etapas 7ª y 8ª se podrían hacer en una sola jornada de 31,6 km, pero mi devoción por Zafra me exigía acortar el recorrido de la 7ª que se inicia en Calzadilla de los Barros para dejarla en 18,5 km, restando una minietapa de sólo 13,1 que no podía juntar con la penúltima de final en Torremejía, ya bastante larga de por sí (33,9 km). Es un dato a tener en cuenta para alguien que disponga de menos tiempo y no priorice Zafra como final de etapa.
 
  Finalmente, con la imprescindible ayuda de la Guía anteriormente citada y el auxilio de varios mapas, pude concretar el tramo previsto en las10 etapas siguientes:
 
               fecha                      etapa                                     recorrido                                km.
 
29 Set. Martes     PRIMERA       SEVILLA - GUILLENA                                                    22,0
30 Set. Mierc.      SEGUNDA     GUILLENA- CASTILBLANCO de los Arroyos                18,0
 1 Oct. Jueves      TERCERA      CASTILBLANCO - ALMADÉN de la Plata                      29,5
 2 Oct. Viernes    CUARTA        ALMADÉN de la Plata - EL REAL DE LA JARA           16,0
 3 Oct. Sábado     QUINTA         EL REAL DE LA JARA - MONESTERIO                         20,5
 4 Oct. Domingo  SEXTA           MONESTERIO - CALZADILLA de     los Barros            27,8
 5 Oct. Lunes       SÉPTIMA       CALZADILLA de      los Barros – ZAFRA                     18,5
 6 Oct. Martes      OCTAVA        ZAFRA - LA ALMAZARA (Villafranca Barros)            13,1
 7 Oct. Mierc.       NOVENA       LA ALMAZARA (Villafranca) - TORREMEJÍA              33,9
 8 Oct. Jueves       DÉCIMA        TORREMEJÍA – MÉRIDA                                            16,5 
 
 
4- Alojamientos
 
         En nuestro recorrido por tierras salmantinas y zamoranas del año 2004 la calidad de los refugios públicos del Camino era bastante dispar, tirando la mayoría de ellos a deficientes; incluso teniendo que sufrir algunos con un estado de abandono casi total. Era aquella nuestra primera incursión en la ruta de La Plata, y en esa época apenas circulaban peregrinos por ella; pero como estábamos informados de las carencias ya íbamos mentalizados para afrontarlas. Hay que tener en cuenta que justamente entonces empezaba a hablarse de esta interesante ruta, y no era apenas conocida ni en España ni en el exterior… En esta ocasión la cosa ha cambiado a mejor notoriamente. Salvo el Refugio de Guillena que se ha tenido que improvisar en un barracón del polideportivo municipal, por estar en construcción un nuevo equipamiento, en el resto de casos hemos disfrutado de unas instalaciones más que dignas. La mayoría de ellas con capacidad sobrada para la concurrencia de peregrinos en estas fechas.

     En nuestro recorrido solíamos juntarnos al final de cada jornada un promedio de 10-12 personas en el albergue. Y cuando digo ‘albergue’ me refiero a una única instalación, que bajo esta etiqueta, hemos hallado invariablemente en cada final de etapa... Naturalmente, hay que tener en cuenta que en esta época de inicios del Otoño el flujo suele bajar al menos un 50% respecto a temporada alta, pero estoy seguro de que los que vengan en Verano también podrán alojarse sin problemas en la mayoría de casos. Por otro lado, no hay que olvidar que en esta zona, como decíamos antes, los pueblos suelen ser grandes y siempre disponen de otros alojamientos en hostales privados, por lo que no hay que descartar que en ellos haya podido alojarse alguien más que venga haciendo la peregrinación de una u otra manera..... En cuanto al coste, en los refugios públicos, ó asimilados,  nos han pedido una contribución económica de entre 5 y 7  € por la pernocta.  

5- Planeamiento de la 1ª etapa (Sevilla-Guillena) y su desenlace 

        La llegada a Sevilla a media jornada (14,00 hh) nos había permitido plantear, como opción preferente,  una primera etapa vespertina hasta Guillena, separada de la urbe hispalense solo 22 km. Esta distancia se puede cubrir en condiciones normales en unas 4,30 horas, dado que el recorrido es llano… Finalmente adoptamos esa posibilidad, al comprobar que encajaba con los finales de etapa previstos para días sucesivos... Naturalmente, para tomar esa decisión valoramos el hecho de que Sevilla es una ciudad sobradamente conocida, tanto para Francesc como para mí; por lo que podíamos ahorrarnos una visita que en cualquier caso sería poco provechosa, por no ser la tarde el mejor momento para recorrer sus monumentos y grandes espacios públicos.  

        El único escollo a salvar era la elección del itinerario por el centro urbano de la ciudad: partiendo de la estación de tren de Santa Justa hasta la periferia de la urbe, para atravesar luego la barriada de Camas; un lugar este por el que es preciso pasar para dirigirnos al primer pueblo de la ruta : Santiponce. Para nuestra desgracia todos los mapas de la ciudad de que disponíamos eran parciales, faltando la suficiente perspectiva que nos detallase el entorno fluvial de la urbe. Porque el río Guadalquivir se bifurca en dos brazos dentro de Sevilla, y hay que elegir correctamente el puente o puentes precisos para cruzarlo, ya que nuestra estación está situada en el lado sur de la ciudad y debíamos caminar hacia el norte…

      A falta de mejor información, fue una temeridad por mi parte salir de la estación buscando la línea mas corta hacia Santiponce, sin tener un itinerario urbano claro y confiándome exclusivamente en las indicaciones de los vecinos. 



SEVILLA -puente Alamillos, saliendo

     Como detallo más concretamente en el relato de la etapa, nuestra salida de Sevilla fue un gran desastre. En lugar de ganar tiempo con la búsqueda de la perpendicular de Santiponce…, acabamos perdiendo 2 horas, y tuvimos un enorme desgaste físico por tener que superar los pasos por autovías y desmontes. Deberíamos haber seguido la ruta señalizada en nuestro libro-guía de referencia; una ruta que se inicia desde la mismísima Giralda, aunque esta quede un poco apartada de la estación. Eso hubiera sido lo más prudente, y es lo que hay que hacer siempre cuando queremos ganar tiempo y los posibles atajos no están perfectamente claros. En esta ocasión el veterano peregrino que suscribe ha fracasado estrepitosamente. Como es natural tomo buena nota y me servirá de lección para el futuro.

    Lo lamento especialmente por haber arrastrado a mi compañero hacia una desagradable aventura, sin tener ni siquiera el consuelo de gozar  con buenos paisajes o entornos naturales de especial encanto…  

Antonio Garcia Marquez 

Indice : Capítulos I - II- III - IV

 

PORTAL EL ALMANAQUE  -  DIARIO, EL ALMANAQUE  -   REVISTA EL ALMANAQUE