A las 7.30 ya he terminado mi aseo y enciendo las luces
del sótano, planta donde están ubicados la cocina y el salón
comedor del Albergue, cuya instalación a partir de una
antigua casa solariega del pueblo vale la pena describir en nota
aparte
(ver Nota 7 al final del capítulo
anterior).
Bajo pues a la cocina por una escalerita de servicio que parte
del recibidor y, a medida que voy encendiendo luces, descubro la
parte de la casa que no me habían mostrado los anfitriones...
En primer lugar su moderna cocina, equipada con impecables
instalaciones donde brilla por doquier el acero inoxidable; y
conectada con ella una amplia barra de bar. Tras esta un enorme
salón, que voy descubriendo a medida que se intensifica la
iluminación del mismo. En esta gran sala hay en su zona central
numerosas mesas y sillas de madera, mientras que en su periferia
distingo también algunas cómodas butacas...Termino de abrir el
resto de interruptores y puedo distinguir finalmente la
totalidad de la sala y su contenido: junto al largo muro lateral
y los dos testeros hay en efecto cómodos sofás, con mesitas
intercaladas, y cerca de uno de las ángulos una magnífica
chimenea con signos de haberse encendido recientemente. Me
imagino que aquí se deben dar otros usos sociales de la ciudad,
cuyo alcance ignoro, pero en cualquier caso durante la jornada
diurna hasta es posible que tengan acceso a este local los
peregrinos.
<foto
1: (Baños de Montemayor) salón multiusos
en semisótano (a la derecha se ve un extremo de la
barra del bar (7.50h)>
En los frigoríficos de la cocina, que como antes apuntaba
parece bastante moderna, me encuentro con todo lo necesario
para prepararme un completo desayuno… Pero hoy ya no prescindiré
de mi habitual desayuno, dando buena cuenta del pan (en buen
estado aún) y la sardinillascomprados al empezar mi
viaje,enGalisteo y Carcabosorespectivamente.... Al
faltar el vino, perfecto ‘compañero de viaje’ de las sardinas,
decido servirme un par de vasos con zumos, con lo que podré
tragar mejor mi tradicional ágape matinal. Finalmente caliento
el café, que nuestro hospitalero ha dejado preparado en la
nevera, al que acompaño con unos “sobaos”. No se presenta mal el
abastecimiento matinal en este viaje, por segundo día
consecutivo arrancaremos la jornada con un gran desayuno….
No acaba de despuntar el día, cuando al salir del albergue
pregunto a un vecino madrugador por dónde se puede llegar a la
calzada romana… El buen hombre me da un montón de
explicaciones, que por desgracia no sirven más que para
complicarme la vida. Una vez más, debo lamentarme por la nula (o
invisible) señalización que hay en las inmediaciones de algunosalbergues.
Me ha sucedido en incontables ocasiones, tanto en esta Ruta
mozárabe como en el Camino francés. Pero además, en
esta ocasión me enfado especialmente conmigo mismo, ya que
durante el paseo vespertino de ayer me dirigí a la calzada más
o menos desde esta zona, y solo tardé 5 minutos en llegar a
ella…
El error en la salida me costará hoy perder un cuarto de
hora, invertido en un “tour” turístico que se inicia con el
durísimo ascenso de un cerro por la denominada “Cuesta del
Cerezo”. Al final de esta calle hay una tortuosa pista que
circunvala el pueblo por su lado Este. No tardaré mucho en
percatarme de que estoy subiendo demasiado, pero prefiero no dar
marcha atrás. Tras la inútil ascensión, y aún sin ver la
incipiente melena del astro rey, la pista inicia su descenso
girando a poniente en la inmediaciones de un bonito puente, por
el que cruzaremos, para ir a desembocar en el punto de partida
del tramo original de la viaromana recientemente
recuperado, justamente el lugar donde estuve haciendo unas fotos
la tarde anterior…
A las 8.24 inicio el ascenso de nuestra vieja conocidavia
XXIV, de la que apenas nos hemos apartado en las 9 etapas
precedentes; concretamente desde nuestra partida en Méridaal
inicio de la 11ªetapa. Ascendemos por la ladera izquierda de
una montaña, prosiguiendo una pendiente prácticamente recta y
constante de unos 20º. El “pavimentum” de esta via
romana fue reconstruido de una forma más que discutible en
los años 70. Lo constituyen en un 95% unas losas de granito cuyo
acabado no ha sido bien resuelto en mi opinión: 1) las losas
tienen unas medidas excesivamente uniformes, 2) están cortadas
en ángulo recto cuya arista carece de radio, y 3) por si fuera
poco, la excesiva rugosidad de la superficie vista no da la
apariencia de las técnicas de corte romanas. Supongo que los
responsables de la obra buscaron con ese acabado un mayor
agarre, pero teniendo en cuenta que la recuperación del este
tramo de 1200 se supone que debía intentar mostrarlo como
ejemplo de lo que era una auténtica calzada romana,
podían haberlo hecho bastante mejor. Esas losas deberían tener
medidas irregulares, con aristas y esquinas redondeadas y
superficie alisada. Por otro lado, para su uso como paseo de
caminantes locales o excursionistas, incluidos los peregrinos,
esos acabados no serían un problema tampoco… Pese a estas
discrepancias, la imagen del tramo recuperado es satisfactoria,
ya que se ha realizado la obra sobre el trazado original. Algo
que evidencia claramente ese bien visible5 % de losas originales
conservadas “in situ”; y muy especialmente las grandes piedras
laterales, que delimitan los bordes de lasvias romanas;
las cualesno fueron objeto preferente de los depredadores del
monumento a lo largo de siglos, a causa de su mayor tamaño y
forma alargada.
<foto
2: área de descanso y crucero en la via XXIV(al
fondoBaños de Montemayor y embalse -8.32h-)
Durante el recorrido hay pocas incidencias que rompan la
monotonía del ascenso. Tras 8 minutos de subida paro unos
momentos en una pequeña explanada rectangular, que probablemente
ya existía en la versión originalromanade esta calzada.
Ahora vemos allí un moderno crucero sobre base escalonada, que
seguramente fue colocado durante la restauración del tramo que
estoy pisando. Las buenas vistas y las características del muro
que circunvala la explanada, así como las gradas en la base del
crucero, nospermiten suponer que probablementefue
diseñada la instalación como área de descanso y mirador;
probablemente para facilitar el paso de los peregrinos y otros
viandantes … Desde este lugar hay una excelente panorámica del
angosto valle donde se asienta Baños, con el pequeño lago
homónimo a sus espaldas. Intento conseguir alguna foto válida de
esa perspectiva, pero lamentablemente la iluminación es
insuficiente para ello a estas horas, porque estamos en una
ladera oriental y es demasiado temprano; la que se adjunta en
esta memoria la he conseguido víaInternet.
<foto
3: (Baños de Montemayor
–Puerto de Béjar):
miliario CXXX
(8.41h)
Algo más arriba de la explanadapueden verse, si se mira
atentamente a izquierda y derecha de la calzada, un par
de alcantarillas romanas, y a 2/3 del recorrido del tramo
restaurado el miliario nº CXXX, que es evidentemente una
réplica del original. Finalmente, un poco antes de terminarse
eltrozo de via romana, topamos conuna fuente instalada en
las postrimerías de la dictadura franquista, donde se identifica
el lugar gracias a una lápida colocada por el ICONA (Instituto
de Conservación de la Naturaleza). Bajo su único caño hay un
rústico pilón-abrevadero, y a varios metros un banco de piedra.
El conjunto está construido con el mismo granito
utilizado en la restauración de la calzada. La leyenda,
que ha sido labrada en un paneldel mismo material, está fijada
en el muro de contención de la fuente. Contiene la datación de
la obra y el nombre de la cañada ganaderaque pasa por
aquí:
“Cañada Real Aliste-Zamorana ó de la Plata” -1973-.
Esta importantísima vía pecuaria es conocida de ordinario como “Cañada
de La Vizana”, por alcanzar y cruzar 250Km más al norte el
puente homónimo sobre el río Órbigo, muy cerca de
Álija del Infantado (prov. de León). Esta cañada realsuele
coincidir con la vía XXIV en su trayecto por Extremadura
y las provincias leonesas.
A las 8.55 desemboca este interesante tramo en la
carretera N-630, por la que solo andaré 1,7 Km. hasta desviarme
poco antes de Puerto de Béjar por una pista que se abre a
la izquierda. La coronación del puerto homónimo dentro de
este pequeño municipio (10,5 km2) la he realizado sobre las
9.15, un kilómetro antes de llegar a la altura del centro urbano
de la población, que no llegaré a ver aunque si pasaré por una
urbanización cercana en el entorno de la citada carretera
nacional. Superada la cima del puerto, empiezo a notar
cambios claros en la naturaleza; que primero percibo por los
olores y enseguida por las especies arbóreas que voy
encontrando. La vegetación denota claramente el paso del
ecosistema mediterráneo al atlántico. A izquierda y derecha de
la pista se empiezan a ver grandes castaños, robles y nogales;
claros ejemplares de este cambio, de los cuales no recordaba
haber visto ninguna muestra desde Sevilla (a 426 km).
<foto
4: puerto de Béjar,descendiendo
hacia LaCalzada(9.58h)>
La bajada del Puerto de Béjar por su vertiente norte
es uno de los más hermosos tramos de la ruta mozárabe.
Son unos 4,5 km que se me hacen cortos, tras poco menos de una
hora de camino, rodeado por la magia de un entorno aparentemente
inmutable durante 20 siglos. La pista, que en todo este
recorrido calca a la antigua vía XXIV, es muy amplia. A
intervalos vuelvo a ver afloramientos de piedra de la antigua
calzada imperial, a los que seguramente habría que añadir
también,como manufactura aparentemente romana, largos trechos de
muro protector; ya que estos actúan como contención de tierras
por el margen izquierdo de la vía imperial. También paso
ante un par de miliarios, modernamente restaurados (nºs CXXXI y
CXXXII). Pero lo mejor de todo es la belleza del entorno y las
grandes panorámicas que se divisan hacia el norte en ocasiones.
A la derecha se abren ante mi vista vertiginosas laderas,
cubiertas fundamentalmente por castaños y robles, y más
raramente fresnos. En medio de algunas vaguadas, en el centro de
pequeños prados desforestados, cabañas-refugiosemiderruidas
de los antiguos pastores trashumantes confirman que estamos en
un punto clave de la cañada ganadera de La Vizana, de la
que hablábamos con anterioridad.
Este puerto, que en el pasado era lugar obligado de paso de
inmenso rebaños ovinos, sirve en la actualidad para el engorde
de la cabaña vacuna y porcina. Por el lado izquierdo se ven en
ocasiones escuetos cercados, de una o dos hectáreas como máximo,
donde pacen los cerdos ibéricos o terneros para el engorde. Pese
a este cambio, todo lo que voy viendo lo encuentro armonioso; de
ahí la expresada impresión de inmutabilidad a lo largo de los
tiempos. Quizás haya hoy en día una mayor superficie
deforestada, a ambos lados de la pista, destinada al cultivo de
forrajes para el ganado, o simplemente para pastos; pero no
detecto apenas en estos espacios naturales la introducción de
especies vegetales foráneas, o en todo caso debe haber tan pocos
ejemplares de esa naturaleza que no logro verlos. Por ejemplo,
no logro detectar por aquí boscajes de eucaliptusniconíferas,
especies habitualmente importadas de otras latitudes por su
rápido crecimiento; algo que suele darse en las comarcas
zamoranas y gallegas...
<foto
5: vega del río “Cuerpo de Hombre”, en
la proximidad del puente de “la Malena”(10.10h)>
Termina el descenso del puerto en la umbrosa y apacible vega
del río Cuerpo de Hombre,cuyo curso debo superar por un
antiguo puente romano (reconstruido el s.XVIII).
Pasado este puente, denominado de La Malena (óLa
Magdalena), el camino gira a la derecha, en una campiña
donde abundan jugosos prados frecuentados por el ganado vacuno.
Entran ganas de tomarse un descanso para disfrutar del entorno,
pero hay que continuar, para afrontar muy pronto un desnivel de
150 metros hasta la localidad de Calzada de Béjar,
distante unos 4Km. Pasado el puente, he comprobado que sonlas
10.14 h, y por el momento marcho perfectamente... Teniendo en
cuenta que solo me debe faltar una hora para llegar al citado
pueblo, tomo ya la decisión de continuar la etapa de hoy hasta
Fuenterroble de Salvatierra.
En mitad de la pronunciada curvalocalizo otro miliarioy
un aprisco de pastores, ambos situados en las
inmediaciones de una gran casa rural. Este miliario no está
identificado, por estar truncado por su mitad y faltar las
inscripciones, pero aparentemente se conserva en su
emplazamiento original.
Según avanzamos, queda a nuestra derecha la vieja casa rural,
cuyos muros se alinean con la fachada junto al camino. Su imagen
me recuerda las antiguasventas para refugio de pastores;
algo que encaja perfectamente con este lugar, a los pies del
puerto bejarano. Se supone que en el cercano aprisco
tendría su cobijo el ganado que llevaban…; y digo ‘llevaban’
porque en la actualidadno me parece que circule la
trashumancia por este lugar; al menos yo no me he topado con
ningún rebaño de relativa importancia desde que iniciamos esta
gran ruta mozárabe en Sevilla.
<foto
6:(vega del río “cuerpo de Hombre”), estas
vacas impasibles me cierran el paso… (10.25h)>
La pista discurre ahora recta y plana durante un par de
kilómetros, momento en que iniciaremos el progresivo ascenso que
no cesará hasta alcanzar Calzada de Béjar… Pasado ½ Km.
desde la ‘venta’ me cruzo con un grupo de calmosas vacas,
coloreadas entre el blanco y el azafrán, que no se mueven de la
pista y me miran descaradas mientras me acerco… Doy un pequeño
rodeo por si acaso, y les saco unas fotos.
Poco después presencio desde lejos otra película, esta más
movida y sonora que lo que antecede: oigo repentinamente los
estridentes ladridos de varios perros, y diez segundos después
el estallido de varios tiros de escopeta… A continuaciónun breve
silencio y nuevos ladridos, que progresivamente se convierten
en una fortísimo ‘crescendo’ de toda la jauría a coro… Afino la
vista, mirando curioso hacia el punto de donde procede la
ruidosa algarabía; una zona cubierta de espeso matorral sita a
media ladera del áspero cerro que se eleva a la izquierda de la
pista….Finalmente logro distinguir algunos de los protagonistas
de la función: dos o tres cazadores entre los escasos arbustos
de un calvero, alrededor de los cuales saltan como enloquecidos
varios canes… Todo parece indicar que la partida de caza acaba
de abatir un jabalí…
<foto
7:(puente de ‘La Malena’-Calzada de Béjar) vistas
vega del río “Cuerpo de Hombre” y laderas del puerto de
Béjar (10.40h)>
A las 10.40hh empieza a empinarse la pista de forma
progresiva... A medida que voy subiendo, el paisaje va siendo
más y más profundo a mi derecha, desvelando magníficas vistas
del valle del río Cuerpo de Hombre. El ascenso hasta
Calzada de Béjar supone unos 2,5 km de atractiva
subida, aunque con algunas rampas empinadas. No me canso, porque
mi imaginación vuela a lomos de unos paisajes que te hacen
soñar... Sigo teniendo las sensación de que el tiempo se ha
detenido por aquí, de que estoy contemplando el mismo panorama
que vieron los constructores y usuarios de la calzada
romananº XXIV hace veinte siglos… A media ascensión me
detengo unos momentos en un altozano, impresionado ahora por la
magnífica perspectiva de la vertiente Norte del puerto de
Béjar; divisando desde fuera las mismas laderas, cubiertas
de castaños y robles, por donde he venido bajando hace más o
menos una hora….
Entro en Calzada las 11.26h., y lo primero que
encuentro es el albergue Alba Soraya, una blanca
casa de una sola planta situada a la izquierda sobre un pequeño
altozano. Es unalbergue privadoque tiene buena fama, con
la particularidad de ofrecer la posibilidad de comer en él por
un precio asequible; si llego a saber que unos minutos después
me iba a quedar “compuesto y sin café”, en el único bar de este
lugar, lo habría intentado aquí…
<foto
8: Calzada de Béjar, calle-camino
mostrando las típicas galerías-balcón leonesas
(12.41h)>
El pueblo tiene en la actualidad un censo de un
centenar de habitantes, los cuales me imagino que deben vivir,
en su mayoría, en la calle-camino coincidente con la calzada.
Esta calle la miman evidentemente los vecinos, según salta a la
vista; por lo bien cuidadas que lucen las viejas balconadas
corridas y algunos de sus antiguos soportales, que aún conservan
las columnas de madera o piedra.
En mitad de la calle-camino se abre hacia el lado izquierdo
una amplia plaza, donde destaca la iglesia, templo
completamente aislado en la actualidad, al que no me acerco por
suponer cerrado a estas horas y no ofrecer desde lejos ningún
detalle arquitectónico de especial interés. Pero si me dirijo
presto a un bar cercano, que veo abierto justo enfrente. Delante
del bar hay un vecino sentado en un banco al que saludo al
pasar, el cual me dice textualmente, sin mediar pregunta por mi
parte -“la muchacha está dentro”-…. Pero al entrar no veo
a nadie en el local, por lo que vuelvo a salir a la calle. El
vecino, que sigue sentadito en el banco muy sonriente y
cachazudo, con su mediana boina encasquetada y agarrando con
ambas manos un sarmentoso bastón, insiste sin inmutarse: –“llámala,
que la chiquilla está dentro…,¡ ya te lo digo yo!, debe estar
limpiando”— Entro de nuevo y efectivamente, la muchacha
está dentro… pero por desgracia para mí no parece tener
demasiada afición por la escoba y el mocho…, o no le apetece
mucho pasar tras el mostrador a preparar el añorado café a este
peregrino solitario… La chica, que ha debido verme venir antes,
surge ahora por la puerta del fondo ‘remando’ a diestro y
siniestro con la escoba:
-- Perdone pero hasta dentro de media hora no se abre el
bar…, y ahora mismo no le puedo atender porque estoy limpiando
--... La verdad es que me pilla desprevenido la niña, pero
tengo suficientes reflejos y contesto raudo:
-- Dentro de media hora serán las 12.00, ‘hora del
ángelus’ en el mundo católico ‘nena’, porque en estos momentos
el reloj de la iglesia está tocando las campanadas de las 11.30…
-- Le he dicho eso sin acritud, aunque bastante
decepcionado, para añadir a bote-pronto --… y a esa hora ¡
podría estar yo en la plaza Mayor de Salamanca! --
Salgo del bar sin esperar respuesta, y me limito a devolver
la sonrisa que me lanza el abuelo del bastón. El cachazudo
paisano debía esperarse seguramente el final de la “función”, y
ahora me hacía esa mueca socarrona, encogiéndose de hombros.
Evidentemente lo había oído todo…, pero bueno ¡qué le vamos a
hacer!... Me recupero del chasco enseguida, se me pasa el
mosqueo y salgo raudo para recuperar esos 5 minutillos
perdidos…; a fin de cuentas tampoco son horas de tomar el café.
Al menos le habrá servido de distracción al abuelo, que en
Calzada no debe tener demasiadas opciones a estas horas de
la mañana…En cuanto a mis opciones, lo tengo muy clarito:
pararemos un poco más adelante a beber agua; por el momento me
encuentro perfectamente, con ganas de quitarle algunos
kilómetros más a la etapa…
<foto
9: (Calzada de Béjar-Valverde de Valdelacasa)
pareja de fresnos (FraxinusExcelsior)
(13.48h)>
Entre Calzada de Béjar y Valverde de Valdelacasahay8,6
km, los cuales transcurren íntegramente por terreno llano y
buena pista. He salido de Calzada a las 11.40h y
alcanzaré Valverde a las 13.50, haciendo una única
paradita para descansar a mitad del recorrido. Se trata de un
magnífico tramo para aquellos que quieran dar un tranquilo paseo
por el campo. Está flanqueado el Camino a izquierda y
derecha por una sucesión de poco arboladas dehesas; donde
predominan las encinas, pero también abundan los fresnos y
algunos robles junto a la pista. Llama especialmente mi
atención la abundancia de fresnos por esta zona;
ya que es una especie poco corriente en el arco mediterráneo,
espacio natural en el que me he criado y vivo actualmente. Por
eso me entretengo en sacar algunas fotos a los mejores
ejemplares que encuentro junto al Camino. Examinando sus
características con la ayuda de Internet, puedo confirmar
que se trata de la subespecie FraxinusExcelsior,
típicamente europea. Su nombre usual en español: fresno
Común, fr. Norteño o fr. Grande. También aprendo en la
red que se empleó mucho tradicionalmente en la construcción
de arcos, y posteriormente para fabricar empuñaduras de
herramientas y escaleras, etc.; todo ello debido a su
extraordinaria dureza y resistencia. Más modernamente ha sido
usada su excelente madera para fabricar raquetas de tenis.
En las dehesas diviso de vez en cuando alguna manada de
vacas, pastando el agostado herbazal de sus grandes espacios
abiertos, carentes de arbolado. Por lo que se ve ha llovido
poco por aquí últimamente... Hoy sin ir más lejos luce un sol
radiante, sin rastros de nubosidad, aunque el calor no nos
agobia.
También logro ver alguna punta de ganado en las zonas donde
predominan los fresnos; cosa que no me extraña ahora, tras leer
que las hojas y frutos de este árbol son muy apropiados para la
ganadería.
A las 13.17 se altera la monotonía del paisaje al cruzarse
mi camino con el seco cauce del río Sangusín, donde
tropiezo con un pastor de ovejas y su ganado. Este me confirma
lo que es harto evidente, que no han llegado todavía las
acostumbradas tormentas otoñales, las cuales suelen ser muy
madrugadoras, según dice…
Precisamente junto al pastor distingo un miliario
semienterrado en la ladera del cauce, y otro en el lado
opuesto del mismo, en cuyo tramo superior hay marcada una bien
visible letra “V”. Ambos tienen traza de ser originales, y así
está confirmado por los expertos según leería posteriormente en
la red. Al parecer, cuando se hacían reparaciones en las
calzadas, no siempre se retiraban los miliarios deteriorados…
Los restauradores colocaban en ocasiones alguna pieza nueva en
las cercanías de la antigua, grabando aquella con la inscripción
y honores correspondientes a las nuevas autoridades de la fecha
(emperador, cónsul, etc.). Este es el caso que se
da precisamente aquí. Poco antes, como 1.5 Km. atrás, había
encontrado otro miliario muy bien conservado. Pues bien,
en ninguna de estas tres piezas he logrado distinguir textos
inscritos legibles… En cuanto a la “V” del que está en la orilla
sur de este río Sangusín, se supone que es una
inscripción moderna que identifica probablemente el límite del
antiguo municipio de Valdelacasa.
<foto10:
(Calzada de Béjar-Valverde de Valdelacasa),familia
ciclistaal completo(13.08h)>
Poco más queda por contar del grato paseo por la depresión
del Sangusín,si acaso la irrupción en plenoCamino
de una simpática familia ciclista. Los había visto desde lejos,
cuando bajaban de dos coches a la salida de Calzada, y
unos minutos después me sobrepasaban viniendo desde atrás. Una
hora y media más tarde, poco antes de alcanzar el cauce seco del
río, los veo venir de frente… Yo los pondría como ejemplo a
seguir por las familias modernas. En esta pedalean juntas tres
generaciones: en cabeza el abuelo, siguiendo a un bonito perro
que abre camino (un huskie ); tras el abuelo un mozalbete
de unos 14 años, encabezando al revoltoso pelotón de tres críos
escalonados entre los 3 y 5 añitos; y cerrando la comitiva los
jóvenes papás del trío infantil, que deben andar por la
treintena … Lograría sacar algrupo una afortunada instantánea
cuando me llegaban de vuelta, como a 20 metros, y otra justo al
rebasarme… Esta última foto es sin duda la mejor imagen de este
tramo, y probablemente una de las mejores de la etapa (ver
fotos).
Valverde de Valdelacasa
es otro pueblo pequeño, que tiene la particularidad de haber
sido muy probablemente el emplazamiento de la mansio
“Ad Lippos”de la vía romana. También ha
debido ser punto importante en la peregrinación, como evidencian
sus cinco cruceros y la consagración de su iglesia al apóstol
Santiago.
No tendría que pensarlo mucho al entrar en la localidad,
porque encuentro pronto unas indicaciones que me encaminan al
bar “El Portugués”, seguramente el
único establecimiento culinario del pueblo. Por lo que me
comenta uno de sus vecinos, el local es propiedad de la
comunidad, aunque han cedido su explotación a un particular
procedente del país vecino, cuya frontera se encuentra a escasos
kilómetros de este lugar. Al penetrar en él, lo encuentro
bastante concurrido, algo que me sorprende dada la pequeñez del
pueblo. Pese a ello, en la barra me atiende pronto el
arrendatario del establecimiento, que habla perfectamente
nuestra lengua por estar asentado en el pueblo desde hace
años, sintiéndose como un vecino más.
José “el portugués”
me atiende muy bien, sirviéndome con diligencia un par de
apetitosas raciones de bacalao, que consumo ávidamente con una
gran jarra de cerveza. A mi alrededor se percibe gran animación,
aunque entre los concurrentes hay un bocazas que anda molestando
a José, y este acaba dándose por aludido enfureciéndose;
hasta el punto que acaba dando un gran repaso verbal al patoso,
enseñándole los dientes…“El Portugués” le ha mostrado
oportunamente su carácter y conocimiento del oficio, y el patoso
ha tenido que retirarse con el “rabo entre piernas”, como suele
decirse… Al final la cosa no pasa de ahí, y el bromista sale
corrido, retirándose acompañado por un señor con pinta de
terrateniente, que luego resultaría ser… el alcalde de
Valverde.
Mientras a un par de metros acontecía elcitado incidente, un
amable vecino se vuelca conmigo, poniéndome al corriente de las
características del lugar y su gente. También me explica
que ha sido peregrino en España e Italia, de la que destaca su
recorrido por el itinerario franciscano…. Pero no termina
aquí la cosa, porque se empeña en que me incorpore a la comida
que hacen todos los vecinos en un salón anexo al bar, en honor a
la virgen del Rosario…
Mi interlocutor me insiste y hasta me coge de un brazo para
presentarme al Sr. Alcalde…; y ante su insistencia, no me
queda otro remedio que aceptar, aunque ya tenía pedido el café
para seguir mi camino.
<foto
11:Valverde de Valdelacasa, vecinos
acogedores con los peregrinos;
mi lugar en la mesa entre dos simpáticos
‘calvos’(15.03h)>
La comunidad de vecinos de Valverde celebra todas sus
reuniones y eventos en una gran estancia del inmueble,
colindante con
el
salón-bar. En esa gran sala de juntas, que suele ser el
punto de encuentro más socorrido del vecindario, se celebran
todas comidas, que organizan con cualquier pretexto. Por lo
visto la celebración por las Fiestas del Rosario, patrona
de la localidad, se había celebrado con una cena en la víspera,
y hoy Domingo se volvían a reunirmuchos “valverdeños”
para consumir las viandas sobrantes…
En el local social han preparado, colocadas en paralelo, dos
largas mesaspara servir la comida. Echando un vistazo cuento un
par de docenas de vecinos, entre adultos y niños; es decir, más
de un tercio de la población censada actualmente, que no pasa de
los 70 habitantes... Me acomodo junto a mi cicerone y,
haciendo de tripas corazón, por haber saciado el hambre poco
antes con las tapas del “portugués”, probé todo lo que me
pusieron por delante: ensalada, sopa y unos trozos
de ternera guisada.
Tras los postres renuncié al café, pero no quise despedirme
en seco y esperé hasta hacer el brindis con ellos con un vasito
de brandy... Luego no me dejarían marchar así como así...;
algunos se lanzaron a contar los últimos chistes del repertorio
y a mí “me obligaron” a cantarles algo, ya que supieron de mi
naturaleza andaluza. Un poquito animado por ‘pasarme un poco’
con el vino y el coñac, no me tuve que esforzar demasiado para
arrancarme por bulerías, aunque mi garganta no está ya
para estos trotes; ellos, tan ‘achispados’ o más que yo, lo
premiaron con un generoso aplauso...
Ya fuera del local a las 15.48, respiro hondo para espabilarme.
Me siento algo aturdido por el jaleo del imprevisto banquete, y
la animadasobremesa; pero crucé Valverde apretando el
paso, para coger el tono físico. Los peregrinos no estamos
acostumbrados a estos excesos, y necesitaba recuperar pronto las
sensaciones del Camino, procurando anticiparme y/o
sobreponerme a la modorra de la digestión. A las 15.52 salía de
Valverde de Valdelacasa, pueblo chico con el corazón
grande... Me esperaba un tramo de 3,7 Km. hasta Valdelacasa,
por una carretera local siempre en subida, ascendiendo un
desnivel de casi 100 metros. No me detendría en ese pueblo que,
aun siendo algo mayor que Valverde, no ofrece a los
visitantes ningún punto de especial interés.
Pasado este lugar, la pista asfaltada, por la
que continuaré en dirección a Fuenterroble de Salvatierra,
es ahora algo más estrecha que la carretera por la que he
llegado desde Valverde. En este punto considero útil
aclarar la diferencia entre los dos términos subrayados: lapista
asfaltada se diferencia de una carretera local por la
ausencia de las rayas blancas que delimitan la calzada en los
arcenes, y la medianera que separa ambas direcciones. Esta pista
en concreto está algo bacheada, pero pese a ello la prefiero a
las irregulares pistas de tierra, especialmente por no estar
ahora su asfalto demasiado caliente... Y pensando en ello
precisamente, pasados un par de kilómetros se me ofrece la
posibilidad de continuar mi camino por una pista de
tierra lateral, para cubrir los 6 km restantes, opción que
descarto... Consultando un pequeño el mapa de la etapa,
siguiendo esa pista está señalizada una pequeña elevación
y la presencia de dos miliarios; pero teniendo en cuenta que
estamos en otra etapa larga, y ya en horas vespertinas, no
encuentro suficiente atractivo como para desviarme por un
itinerario más largo y duro. Además, el entorno de la carretera
es lo suficientemente agradable, de manera que no me aburriría
en este tramo final de la etapa…
<foto
12: (Valdelacasa - Fuenterroble de Salvatierra)
finca pecuaria en la sierra(17.15h)>
Entre Valdelacasa y Fuenterroble apenas hay 50
metros de desnivel, algo irrelevante a lo largo de 8 km. Es un
paraje serrano, con suaves ondulaciones, típicas de las últimas
estribaciones de la sierra de Béjar, que con seguridad
serían mucho más evidentes si hubiese elegido continuar la etapa
por la pista recomendada por las marcas. El boscaje de jóvenes
robles a ambos lados de la cinta asfaltada va dando paso
progresivamente a numerosos castaños, estos de mayor porte que
aquellos. Probablemente tanto unos como otros han debido ser
talados hace pocos años, o bien el bosque natural de la comarca
es sometido a talas sistemáticas, para facilitar los usos
pecuarios. El resultado es muy agradable a la vista: veo
extensos prados, delimitados en parcelas no muy grandes por
viejos muretes de piedra, los cuales exhiben una renegrida capa
de musgo y líquenes.
Como el de la mañana, vuelve a ser este un tramo hermoso para
pasear gozando de la naturaleza; aunque a estas horas de la
tarde y con casi 30 Km en el cuerpo, el que suscribe no está ya
para demasiadas elucubraciones estéticas, sino para darse cuanto
antes una buena ducha…
Diviso el caserío de Fuenterroble desde un par
de Km de distancia, cuando desaparece la hilada de castaños que
lindan con el margen derecho de la calzada. Alrededor del
pueblo hay una amplia llanada carente de arbolado. Visto desde
lejos gracias a ser un tramo en descenso, nuestro Camino
dibuja una abierta curva hacia la derecha para entrar totalmente
recto en la población. La pista asfaltada no dejará de descender
paulatinamente desde el límite de la dehesa hasta el pueblo,
facilitándome el acelerón final para llegar cuanto antes. Al
fondo, en la dirección Norte por la que deberé proseguir en la
próxima etapa, se divisan a lo lejos otras dehesas. La gran
extensión de terreno despejado que rodea este pueblo ha estado
al parecer dedicada a cultivos de secano hasta no hace mucho
tiempo; aunque en la actualidad se trata de un terreno
evidentemente baldío, con algunos matorrales dispersos bastante
crecidos… Esto lo he averiguado consultando datos en Internet.
Las últimas generaciones de ‘fuenterrobleños’ han apostado por
emigrar a Salamanca o al cercano Guijuelo, el cual
se ha desarrollado notablemente en los últimos tiempos;
especializándose en la industria de transformación cárnica,
particularmente la derivada del cerdo ibérico. En
cualquier caso, estamos ante un pueblo relativamente grande, si
lo comparamos con los que hemos visto en el Camino
durante esta jornada; cuenta en la actualidad con unos 300
habitantes.
Entro en Fuenterroble de Salvatierra a las 18.54hh,
encontrándome que está su gente en fiestas patronales. Tal como
se divisaba desde un par de kilómetros atrás, la calle principal
es precisamente la continuación de la calzada. Me indican
no más llegar que el buen albergue de esta localidad está
hacia el final de la calle, y no tiene pérdida su localización.
Un poco más adelante, mediada la travesía de la calle-camino
paso junto a un mesón en cuya puerta hay algunos vecinos
sentados en un par de mesas, que me invitan con cierta
insistencia a celebrar la fiesta con ellos... Pero veo demasiado
“alegre” al vecindario y, tras lo de Valverde, me curo en
salud y sigo adelante sin parar; ya he tenido suficiente movida
festera en esta jornada.
<foto
13:Albergue parroquial de Fuenterroble de
Salvatierra>
El Albergue parroquial de Fuenterrobletiene
justa fama por su acogedor ambiente, propiciado por el cura
Blas Rodríguez, el cual se hizo cargo del mismo hace
diez o doce años (ver
Nota 8 al final del capítulo).
Al penetrar en la casa me atienden dos hospitaleras catalanas,
las cuales realizan los acostumbrados trámites de recepción. En
este albergue no se exige ni se sugiere una determinada
cuota económica por la admisión, dejando a criterio del
visitante la opción de contribuir con un donativo a su
mantenimiento. Normalmente suele ser así en otros refugios
parroquiales. Una de las chicas me propone que si quiero comprar
algo en la única tienda de comestibles del pueblo podría
acompañarla, ya que ella se dispone a salir de inmediato por
estar apunto de cerrarse. Sigo su consejo y salgo sin ni
siquiera elegir mi plaza de alojamiento, para hacer mi
acostumbrado acopio de viandas.
Ocupo luego una litera al fondo del gran dormitorio que
tienen abierto. No parece que pernocte hoy mucha gente en este
albergue; apenas veo dos o tres plazas ocupadas en la
larga sala, y decido equivocadamente reservarme una de las
literas más alejadas de la única puerta de acceso. Al hacerlo
pienso en que de esta manera nadie me molestará al pasar; pero
como veremos másadelante, me arrepentiría de esa elección. Muy
poco después, tras la ducha, salgo un ratito a dar una somera
vuelta por el pueblo. Será breve el paseo, porque encuentro en
este pequeño lugar muy poco que ver tras recorrer dos
calles paralelas, a lado y lado de la calle-camino. Vuelvo por
tanto al albergue, y opto por seguir 40 metrosmás
adelante hasta la puerta de la iglesia de Sta. María la
Blanca(gótica s. XV), único monumento relevante de la
localidad. Pero la iglesia está cerrada y decido retirarme
definitivamente a nuestro albergue; he llegado un poco
tarde para ver cosas, consecuencia lógica tras hacerme 33 Km en
esta interesante etapa...
<foto
14: (Fuenterroble de Salvatierra)
iglesia de Santa María ‘La Blanca’(19.42h)>
Recojo mi fruta y, tras lavarla, me acerco al porche para
cenar; pero solo encuentro un bordillo de piedra donde sentarme,
porque la única mesita que hay afuera es pequeña y ya la han
ocupado cuatro colegas. Al pasar junto a ellos los saludo,
deseándoles un buen provecho. Luego me siento en un rincón,
junto a la puerta, no muy lejos del grupo. No puedo afirmarlo
con rotundidad pero, aunque hablan correctamente inglés, deduzco
por su acento que tres de ellos son alemanes; el mayor
aparentando mi edad, rondando los dos restantes los 45 años.
Este trío comparte mesa con una peregrina canadiense según las
trazas, porque hay una bandera de ese país cosida en su mochila.
Cuando estoy terminando la fruta se me acerca una de las
hospitaleras; trae una gran jarra y me pregunta si querría cenar
zumo de melón con lonchitas de jamón serrano… Le respondo que
sí, naturalmente. ¿Quién puede hacer ascos a una oferta como
esa? Recojo pues el resto de mi fruta (me han sobrado tres
piezas), y entro a la sala comedor tras ella. Allí conozco por
fin al cura Blas, que acaba de llegar…
<foto
15: (Fuenterroble de Salvatierra)
Blas Rodríguez ante la
sala de estar/recepción/comedordel Albergue
(imagen de Internet)
Sentado en la mesa destinada a ‘comedor’, que comparto con
Blas y las hospitaleras, degusto el rico batido y sus
tropezones; luego les ofrezco la fruta que me ha sobrado, que
aceptan. La conversación se alarga un buen rato, pero cuando el
famoso cura engancha la directa la charla se transforma
prácticamente en un monólogo. Veo claro entonces que esta
reunión no tiene visos de terminarse pronto, y yo no tengo más
remedio que retirarme a dormir, porque obviamente hoy estoy
cansado; de manera que sin pensarlo demasiado pido disculpas al
grupo y paso a despedirme; además, y por si fuera poco, mañana
deberé madrugar de nuevo para acometer mi tercera etapa larga
consecutiva…
Tras aceptar el equipo de hospitaleros mis disculpas, Blas
me hace entrega de un video, con la filmación de la romería que
hacen por tierras salmantinas cada mes de Julio, y yo le prometo
divulgarlo entre mi familia y amigos. Luego me encamino hacia el
dormitorio, cruzando el enrevesado laberinto de pasillos y
patios de este albergue. Por suerte llevo mi linternita,
que en esta ocasión resulta esencial. Estoy contento por la
decisión tomada de retirarme a dormir. He hecho muy bien en
abreviar la sobremesa, porque aunque la compañía era muy grata y
la conversación harto interesante, me siento más cansado de lo
habitual, con unas ganas locas de coger el catre.
Son las 22.00 cuando entro en el profundo dormitorio para
prepararme el nido. Como estamos pocos, y por tanto sobran
complementos, lo haré rápidamente con una nueva fórmula:
utilizando un par de mantas y mi toalla sintética. Hoy más que
nunca me da pereza desplegar el saco de dormir, de manera que
coloco una de las mantas debajo y utilizo la otra para
abrigarme. La toalla me servirá para envolver el cabezal como si
fuese una croqueta. Es una buena solución para cuando, como en
este refugio, no se dispone de sábanas limpias. De esta
forma podré acostarme vestido, incluidos un par de calcetines
limpios. En cuanto a las mantas no suele fallarme mi olfato, las
huelo y detecto con bastante seguridad si puedo fiarme de ellas.
No sería capaz de utilizarlas con la piel desnuda, pero sí con
camisa de manga larga y pantalón de batalla. La fórmula tiene la
gran ventaja de que para ir al lavabo no tengo que hacer ninguna
maniobra rara a altas horas de la madrugada, solo ponerme las
chanclas y salir corriendo…
Ya tapadito bajo mi improvisada ‘yacija’ tengo un último
pensamiento para el cura Blas... Es un tipo simpático que
engancha a la gente y muy emprendedor, con grandes ideas que
siempre acaba poniendo en marcha…. En Internet hay
cantidad de información de su vida y obras..., y visto de cerca
tengo bien consolidado mi concepto sobre el personaje... Tiene
un cierto magnetismo, y no le faltan seguidores para respaldar
sus iniciativas evangelizadoras y culturales. Se trata en
definitiva de un personaje al que habrá que tener en cuenta en
el futuro, a corto y medio plazo, porque continuará haciendo
cosas notables que incrementarán su ya considerable fama. Esto
le hará ganar aún más adeptos, algunos de ellos con peso
específico en la sociedad civil que respaldarán sus iniciativas;
lo que se traducirá en su carrera eclesiástica, que apunta alto;
no lo perderemos de vista(ver
Nota 8 abajo).
Me quedo roque a las 22.15h.
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<foto
16: (Fuenterroble de Salvatierra)
dormitorio principal del Albergue
(imagen obtenida en Internet)