CAMINO DE SANTIAGO: --Ruta MOZÁRABE--

SEVILLA—SANTIAGO por la VÍA DE LA PLATA y la Variante Sanabresa


por Antonio García Márquez

Indice : Capítulos I - II- III - IV - V - VI - VII - VIII - IX - X - XI - XII- XIII - XIV - XV - XVI - XVII  - XVIII - IXX - XX - XXI


 
Cap.XXI/ (18ªEt.=23,4Km)GALISTEO-OLIVA DE PLASENCIA(30Setiembre, Viernes) 

          Tras un largo viaje en bus desde Barcelona, llego a Galisteo a las 11.24hh, con media hora de retraso sobre el horario previsto. Se me ha hecho largo el desplazamiento, con parada obligada en Salamanca para cambiar el vehículo por un minibús de cercanías.  Suelo elegir el tren para trasladarme al punto de salida en mis incursiones al Camino; pero en esta ocasión no pudo ser, porque los horarios de trenes no eran los idóneos. Sin embargo, no me siento cansado en el plano físico; por el contrario, ardo en deseos de estirar las piernas y poner la directa hacia el Norte, buscando la aproximación a mi meta de la jornada en Oliva de Plasencia.

        El antigua población de Galisteo corona una pronunciada colina parcialmente ceñida por el río Jerte; estando su casco viejo rodeado en su totalidad por una imponente muralla, muy bien conservada y/o recuperada. Este detalle es claramente visible desde lejos. Fuera murallas se extiendela parte nueva delpueblo, lindando con la carretera de Coria. Por este arrabal deambulo en mis primeros metros, rodeando el conjunto amurallado y prescindiendo muy a mi pesar de hacer ni siquiera una corta visita al lugar.Pueden más el deseo de desentumecer los músculos y las ganas de recuperar el tiempo perdido que la mera curiosidad de otear los rastros históricos de esta villa romana….  

         Antes de alcanzar el puente sobre el Jerte encuentro una panadería, y decido entrar para abastecerme con lo indispensable. Nunca se sabe si tendrás dificultades para encontrar donde comer; en la Ruta de la Plata ya nos ha ocurrido eso alguna vez... Por otro lado una barra de pan es un peso liviano; si no la gastase antes, incluso podría servirme para preparar el desayuno y almuerzo de la 2ª jornada... En la pequeña tienda tiene otros alimentos y bebidas,por lo que tambiéncompro una botella de agua. No creo necesario cargar con más cosas, porque confiaba llegar a comer en Carcaboso

      El puente sobre el Jerte es soberbio. Me detengo unos momentos en su ápice y lo miro y remiro de arriba abajo, para luego sacarle algunas fotos. Son bastante ilustrativas las obtenidas desde el otro lado del río, según voy ascendiendo la colina; quedando como telón de fondo la altiva silueta de Galisteo.

 <foto1:Galisteo,puente medieval sobre el río Jerte (c. 1566) / (11.49h)> 

Hasta Carcabosotendré un prolongado paseo por el arcén izquierdo de la carretera local que une estos pequeños pueblos. Circulo inmerso en la vega del río, cuyo curso intuyo al otro lado del asfalto, tras una altísima cortina de árboles de ribera, en su mayoría grandes chopos. Entre los árboles y la calzada hay una ancha franja de terreno, parcialmente destinada al cultivo del maíz de grano y forrajes para el ganado, aunque en su mayor parte está siendo utilizada actualmente como  pastos. Veo enormes rebaños de ovejas en el intervalo: en movimiento a veces, pastando o simplemente tumbadas a la sombra de los chopos. También diviso un par de corrales de grandes proporciones. Por lo que se ve, es este un lugar idóneo para la crianza intensiva del ganado lanar.

 <foto2: (Galisteo-Aldehuela de Jerte),corderos sesteando junto al río(12.33h)> 

Pese a tratarse de una plácida jornada matinal,con terreno llano y disfrutando de una excelente climatología, por momentos empieza a aburrirme tanto prado y tanta oveja… La carretera es totalmente recta y el sol, que siempre me atiza por el mismo lado (el derecho) empieza a molestar un poco ya, a pesar del sombrero; de manera que tengo que parar varias de vecespara remojarme el cuello, cada vez que encuentro la breve sombra de algún arbusto.De esta guisa transcurriría una hora, hasta alcanzarAldehuela deJerte, un pequeño pueblo sin apenas servicios.Se me haría muy largo, porque desde ese lugar hasta Carcaboso, aún tendremos otros cinco kilómetros de monotonía... 

     A las 12.59h acabamos de pasar Aldehuela de Jerte y, para variar un poco, localizo a la izquierda un espléndido grupo de vacas retintas, cuyo intenso y brillante color azafrán me impulsan a sacar la cámara digital. Distingo al menos una veintena de reses, entre vacas madres y terneros ‘añales’. Unas pocas vacas se desplazan de aquí para allá ramoneando parsimoniosamente, pero en su mayoría los animales están tumbados entre la alta hierba. La exuberancia y frescura de la vegetación se traduce en el aspecto inmejorable del ganado;algo que se explica por la abundancia de agua que corre por la zona. Aunque apenas se ve entre la espesura, una profunda acequia discurre paralelamente a la carretera durante doscientos metros, abasteciendo directamente estos prados, en los que se desparrama el agua por los innumerables puntos de rotura de su cauce.

 
 

<foto3: (Aldehuela de Jerte-Carcaboso),vacas retintas en un pastizal inundado(12.59h)> 

Me detengo unos minutos, y mientrasobtengo algunas imágenes del ganado, oigo como corre tumultuosamente el líquido elemento bajo mis pies.... Tras enfundar mi cámarame fijo en este ‘rústico’ sistema de riego, distinguiendograndes charcos de agua en el prado, y observando que los animales están cercados por una liviana alambrada que les impide acercarse a la acequia....  Fijándome bien, veo relucir numerosos regueros de agua que corren más o menos paralelos a la acequia, por diversos puntos de la tupida alfombra herbosa … Aparentemente se dan aquí nuevamente las circunstancias vividas y relatadas en nuestra anterior etapa, cuando llegábamos a Galisteo junto con F. Colomer meses atrás…: lasroturas de la acequia (aparentemente provocadas) inundan de forma irregular el pastizal, corriendo el agua por unos profundos surcos del terreno, hasta deslizarse de nuevo hacia  la acequia aguas abajo para verter en ella… (ver abajo Nota 1)

 

-Nota 1.- ¿Un nuevo sistema de riego en Extremadura?:   Que en dos etapas consecutivas presencie el mismo “incidente” se me antoja que no es algo casual, sino más bien causal. El ganado que acabo de fotografiar está ubicado en una suave ladera, cuya inclinación es similar a aquella donde nos vimos atrapados en el fango Francesc y yo el día 1 de Junio de 2011, arribando a Galisteo. Aquél día logramos localizar el origen del imprevisto e imprevisible desaguisado. Vimos una vieja acequia de riego rota en varios puntos, a diferentes alturas de la ladera. El agua que escapaba por las roturas inundaba unos surcos trazados perpendicularmente a la inclinación de dicha ladera, de manera que podía empapar una considerable extensión de terreno, y la mayor parte de su caudal se quedaría saturando la tierra…, para finalmente retornar al río el caudal excedente…vaya usted a saber por qué lugares, o sencillamente a través de las escorrentías naturales del terreno. ¿Y todo esto para qué?..., pues para tener bien lozana la hierba de un trozo de terreno donde poder soltar el ganado a pastar…. En aquella ocasión no coincidimos en el lugar con el ganado, pero teníamos bien cerca la granja (ver relato) donde con toda seguridad estaba recogido el rebaño en esos momentos. Hoy ya hemos cerrado el círculo de la investigación y vemos el“cuerpo del delito”..: esas inocentes vaquitas retintas… Por lo que se ve, en Extremadura sobra el agua…; tanto, que sale más rentable reventar acequias que poner riegos por aspersión.  Como decíamos en los años 60… ¡Spainisdiferent!

      El trozo que me queda hasta Carcaboso transcurre sin más incidencias. He cruzado Aldehuelade Jerte a las 12.48, recorriendo por tanto los 5,5 km desde Galisteo en una horita, lo cual no está nada mal; aunque me ha beneficiado la bondad del recorrido. En los restantes 4,8 km invertiré algo más de tiempo, porque me tomaré 10 minutos de descanso a la sombra de un gran olmo, junto a la cuneta derecha de la carretera. Es mi primer día, el asfalto está caliente y  sabemos lo que pasa si se calientan demasiado los pies en las primeras jornadas: riesgo de ampollas. Por lo tanto, la experiencia me dicta una medida precautoria infalible: descanso y airear pies cada hora aproximadamente, sobre todo en los momentos centrales del día (de 12 a 17 horas entre Mayo y Agosto).

     De este segundo tramo recuerdo una curiosa escena: a la una y cuarto distingo en la llanura de la derecha, en el lado del río, una gran polvareda levantada por un enorme rebaño de ovejas; y me quedo sorprendido al distinguir la maniobra. Los corderos corren desde sus establos a algún lugar de pastos probablemente, haciendo una perfecta ‘fila india’, distando de la carretera por la que camino unos 200 metros. Como decía, los animales se enfilan uno tras otro, seguramente guiados por perros, y cruzan a galope tendido la polvorienta llanura en una dirección casi paralela a la carretera. Deduzco que vienen de sus corrales, porque estos  se ven perfectamente desde mi posición, y en apariencia se dirigen hacia algún lugar de la dehesa que linda con el río... No encuentro ninguna explicación clara a esta sorprendente estampida, ni su curiosa formación de marcha, nunca vista anteriormente por quien suscribe... Podría ser la causa de algún paso estrecho en la cornisa terrosa por la que los veo saltar uno tras otro, justamente donde observo que se apiñan muchos de ellos esperando su turno para saltar... También podría tratarse de una estrategia del pastor para reducir el tiempo de exposición a los ardientes rayos solares. Podría tratarse de eso, porque veo que estos animales están ahora recién trasquilados, distinguiéndose claramente sus lomos sonrosados bajo la corta pelambre; y desde luego el sol pica de lo lindo siendo ya las 13.14hh.  

        A las 13.50 entro en Carcaboso, y poco después localizo una pequeña tienda donde encuentro mis sardinillas, con lo que me aseguro el desayuno de mañana… Luego, siguiendo la acera izquierda de la carretera que se dirige a Montehermoso, topo con el mesónCiudad de Cáparra que no tiene mal aspecto. Sin pensarlo dos veces, entro en él y me instalo rápidamente en el salón comedor. Ni siquiera he leído la carta, ni los menús del escaparate; tenía ganas de acomodarme en una mesa y encuentro una a mi gusto en la luminosa y bien ventilada sala; eso es para mí lo esencial... Por otro lado, el instinto me dice que en este pueblo no se puede comer mal, y no me equivoco cuando pido paella de primero, y como segundo un original, al menos por el nombre, “picado de caprichos”.  La paella la encuentro aceptable a secas pero el picado, todo a base de cordero, está muy gustoso y me lo termino sin problemas, pese a que nunca he sido devoto de ese carpetovetónico rumiante. Cómodamente instalado, y sin muchas prisas, despacho el satisfactorio ágape en algo más de una hora; me cobran un precio razonable: 9€, incluido helado y café. 

     A las 15.05 salgo afuera, decidido a cruzar el pueblo sin demora; no debo perder tiempo porque me falta por hacer la parte más importante de la etapa: algo más de 13 Km a través de una dehesa salvaje y solitaria, cuyo recorrido hay que escrutar con sumo cuidado, ya que está alejado de carreteras y zonas habitadas.

 
 

<foto4: (Carcaboso-Venta Quemada),vacada multicolor en el prado(15.50h)> 

     Tras pasar un canal de riego en la periferia del pueblo, me interno un largo trecho a través de agradable y despejada campiña, con prados y ganado vacuno pastando a derecha e izquierda;deambularé una hora por ella hasta penetrar en la dehesa anteriormente citada. Esta despejada y placida antesala de prados se me haría corta por lo agradable del paseo, tras haber cargado las pilas durante el descanso de Carcaboso. La pista es buena, y el paisaje de lo más bucólico y variado. El brillante verdor de la rasurada hierba confirma una vez más la bondad de la climatología en los últimos meses. Encuentro abundantes vacas autóctonas de espléndida estampa, y también un  grupo de caballos; unas y otros destinados probablemente para su consumo. 

        Camino unos 5km por terreno abierto y llano, el último de los cuales discurre ya por zona adehesada. A las 16,40  llego a una pista asfaltada, lindante con la finca Valverde, que es el  camino de servicio de un gran canal de riego.  Saco mis apuntes y compruebo que se cumple fielmente la indicación del plano-guía...: transcurridos 250 metros por la pista asfaltada hay que torcer a  la derecha por un camino pedregoso, el cual se empina por la ladera de una colina sorteando abundantes afloramientos de grandes domos graníticos. Durante un kilómetro mi camino serpentea entre riscos y encinas, pero no llega a cansar porque, aunque exigente en el plano físico, es muy placentero en lo mental y se me hace corto. Luego la pista se suaviza, pese a que abundan en ella la grava, los cantos rodados y algunos trozos de roca sueltos, para adentrarse progresivamente en una dehesa áspera e irregular, donde no dejaré de ver afloramientos de granito en toda la tarde.


 

 <foto5: (Carcaboso-Venta Quemada),explotación bovina en la dehesa(16.28h)> 

Más que dehesa esto tiene toda la apariencia de un coto de caza mayor. Y sin embargo es dehesa, al parecer intensamente explotadapara la crianza del ganado vacuno… Veo numerosos comederos metálicos, adaptados para este tipo de ganado, y abundantes boñigas que denotan su presencia, algunas de ellas muy recientes. Sin embargo encontraré pocosanimalespor la zona, apenas  un par de grupos de vacas.Me imagino que la mayor parte del ganado  ha debido moverse a estas horas hacia otros  espacios de la dehesa.  

Los restos de la calzada imperial romana se hacen patentes en numerosas ocasiones a lo largo de esta segunda parte de la etapa. Su evidencia es clara en todo el recorrido, ya que muchas de las piedras y guijarros del camino no proceden de este lugar, sino que obviamente algunos materiales fueron traídos de lejos para mejorar la resistencia de las primeras capas de la obra (summa cresta y nucleus). En alguna ocasión llego a distinguir claramente algunos trozos bastante bien conservados de la segunda de ellas (elnucleus), uno de ellos de varios metros de longitud, al que saco una foto. Otra muestra de la existencia de la calzada la tenemos en varios miliarios, tumbados y semienterrados en el suelo, que pueden verse a pocos metros del eje del camino, al otro lado de un muro que delimita una finca particular. En cuanto a los ‘domos’ de granito, superabundantes en la zona y algunos de ellos espectaculares, no dejaré de verlos en toda la travesía de estos parajes; no tuvieron que alejarse mucho los  ingenieros romanos para proveerse de la piedra básica requerida para esta magna obra pública.

 
 

<foto6: (Carcaboso-Venta Quemada),antiguomuro delimitando el Camino y miliario tumbado(17.46h)> 

      Describir nuevamente las sensaciones que se perciben al contemplar la dehesa supondría una reiteración. Ya lo hemos hecho en diversas ocasiones durante el recorrido Mozárabe. No obstante quiero destacar esta etapa sobre las anteriores, porque en esta ocasión se vive ese inigualable ecosistema ibérico en directo; no como un espectador desde afuera, sino sintiéndote uno más entre los habitantes del espacio natural. En mi caso las sensaciones se agudizan por caminar en solitario…; porque durante casi un par de horas me veo obligado a deambular entre las grandes encinas, como un elemento más del paisaje… Nunca antes me había integrado tanto y durante tanto tiempo en este excepcional entorno. Durante esas dos horas se pierden las trazas de la pista, y solo nos queda un sendero apenas perceptible, de curso irregular, el cual ha sido seguramente abierto por el escaso tránsito de peregrinos por esta ruta. Ni que decir tiene que es muy conveniente no perder el hilo de ese sendero, si quieres seguir el guión de la etapa y llegar a su final en el tiempo previsto…Sin embargo, no llegas a sentirte en peligro, porque durante casi todo el tramo podrás ver a derecha o izquierda, más o menos cerca, unos muros de rústica piedra que delimitan seguramente la antigua cañada ganadera.; aunque a veces apenas pueden distinguirse entre la arboleda, y solo las “salvadoras” marcas amarillas te devolverán la confianza… 

      Solo la etapa precedente, entre Grimaldo y Galisteo, realizada meses atrás junto al amigo Francesc, tiene algún parangón con esta en cuanto a intensidad de sensaciones. La emoción ante el devenir de la etapa y la percepción de la belleza del entorno son insuperables. Durante casi todo el recorrido he ido observando algún que otro alcornoque (quercussuber) entre las preponderantes encinas (quercusilex), pero en los últimos dos kilómetros ambas especies se reparten equitativamente el espacio natural, componiendo una dehesa mixta de encinas y alcornoques. Tanto aquellas como estos son de espectacular tamaño en el último tramo de la etapa; posiblemente porque han debido variar las características del suelo, ya que la dehesa se ha suavizado notablemente en esta zona, de tal manera que el entorno se percibe ahora como algo más humanizado...

 
 

<foto7: (Carcaboso-Venta Quemada),dehesa mixta de alcornoques y encinas(18.30h)> 

Salta a la vista que la mayor parte de los alcornoques fueron descorchados recientemente, entre ellos algunos de porte excepcional que seguramente deben ser varias veces centenarios… Sus troncos, que tras el descorche irán cambiando rápidamente de color en unas pocas semanas, refulgen en algunos ejemplares como ascuas de color rojo-azafranado, bajo los tendidos rayos solares del atardecer, iluminando  tenuemente la oscura dehesa.   

     Apenas termino de enfundar la cámara, con la que he sacado fotos a los grandes ejemplares del género quercus, cuando llego al último portillo. Al otro lado se divisa ya muy cerca la cinta de asfalto que me anuncia la meta. En efecto, ahí mismo tenemos el cartel de Venta Quemada.  Cruzo la carretera y me acomodo en una piedra rectangular situada frente al grupo de casas que componen la antigua venta.  Son exactamente las 19.00hh y, aunque Oliva de Plasenciadista solo 6 Km., no dudo un instante en llamar a la hospitalera para que haga el favor de pasar a recogerme. La etapa no ha sido larga, pero yo arranqué tarde por las circunstancias conocidas de mi viaje, y a estas horas no me apetece hacer este inútil tramo de carretera, que en realidad está alejándome del Camino... (ver Nota 2 al final de la esta etapa). Afortunadamente Mónica atiende mi llamada a la primera, y solo tendría que esperarla un cuarto de hora. 

    En el albergue de Oliva me encuentro a varios peregrinos, los cuales habrán llegado seguramente a mediodía, como suele ser habitual. Hay allí concretamente tres franceses y una pareja italiana. Cubro los trámites acostumbrados y liquido el importe de la estancia con nuestra hospitalera (15€ por albergue y 2€ por el desplazamiento en coche). La chica se ofrece a prepararme la cena, cosa que declino pues como sabemos tengo otros hábitos.

Consultados los colegas, estos me ponen al corriente de los escasos servicios alternativos que se pueden encontrar en el pueblo,que lamentablemente resultan ser muy poca cosa a estas horas. Las tiendas de comestibles cierran por las trardes, y al parecer solo tenemos a tiro al pequeño “barCáparra” para tomar algo; ellos comieron en él a mediodía, y confiamos tenerlo abierto hasta la hora de cenar.  Por si las moscas, decido acercarme a ese establecimiento de inmediato, y allí conseguiría hallar el ‘avío’ a mis necesidades. Mi cena habitual de frutas se convierte hoy en ¼ de melón, que complemento con un par de botellines de zumo de melocotón; la aproximación a mi dieta habitual no me disgusta del todo...

 
 

<foto8: Oliva de Plasencia (19.30h),vista aérea> 

Oliva de Plasencia tiene aparentemente poquito que ver. Es un pueblo limpio y tranquilo, de calles estrechas y ensortijadas,asentado en la falda de una colina. Sus hechuras denotan un origen probablemente árabe. Me he tenido que patear buena parte del núcleo urbano para localizar el bar arriba citado, donde he cenado, al que encuentro casi a las afueras por el lado opuesto a mi ingreso en la población. Luego he retornado a nuestro albergue por calles alternativas paralelas, sin encontrar  nada especial en los viajes de ida y vuelta. 

    Tras mi llegada y posterior colación cae  la noche rápidamente en el lugar. Al entrar en el Albergue, me encuentro al resto de colegas cenado en la mesa del saloncito de recepción, que sirve además como sala de estar y comedor.  Al parecer se conocen todos desde hace varias etapas, pues discuten animadamente entre ellos sobre las perspectivas de las jornadas venideras...  Son las 20.34hh y, antes que sentarme a parlotear con los compañeros, prefiero indagar la  ruta de salida saliendo afuera para recorer al menos los primeros 500 metros del itinerario....

Mónica nos ha proporcionado a todos un sencillo croquis, quizás demasiado esquemático, que no logro interpretar con seguridad Intento descifrarlo sin más preámbulos haciendo una rápida prospección de la zona por mi cuenta; pero ya se ve muy poco (son cerca de las 9 de la noche) y no acabo de aclararme, de manera que regreso a toda pastilla al albergue. Entro en este y discretamente se lo digo a la hospitalera; la cual me ofrece la compañía de un par de sobrinitos que corrían por allí, quienes gentilmente me acompañarán de nuevo por el mejor itinerario urbano de salida… En el croquis viene marcada una finca (“Los Baldíos”) que linda con la última calle del pueblo, en la cual se abre una pista que tras unos 7 km. que nos debe conducir a Cáparra... 

     Salgo pues con los críos, y siguiéndoles recorremoscomo400 metros por un vericueto de calles hacia el extrarradio…, justamente hasta el punto donde arranca la última calle que buscamos; pero la noche es muy cerrada, y cuando salimos del área iluminada por la última farola del pueblo no se ve prácticamente nada… Examinando de nuevo el escueto papelito de Mónica,observo en este que sobre el lado izquierdo de esta misma calle, viene marcada como a40 metros la embocadura de la pista que conduce a Cáparra... Pero con esta oscuridad, y en un paraje extremadamente solitario no me parece prudente seguir avanzando con la pareja de críos en esa dirección … Decido pues retornar, dando por bueno que el punto de partida hacia la célebre ciudad romanadebe estar ahí mismo, a 40 metros del lugar que hemos alcanzado. Al volver me encuentro más tranquilo; al menos me siento seguro de poder memorizar mañana la ruta que me llevará hasta el punto límite donde hemos llegado,  muy cerca del cruce con la pista de Cáparra.... 

    Retornamos al albergue procurando seguir exactamente el mismo recorrido que hemos hecho a la ida, pero visto y recorrido en sentido inverso no acabo de reconocerlo claramente, o los críos me han llevado por otra ruta…. Total, que tras el regreso y luego de disponer todas mis cosas junto a la litera, me quedan unas sombras de duda respecto a la salida y decido despejarlas… Siempre he sido duro de coco para orientarme en los entornos urbanos; de manera que vuelvo minutos después a la dichosa carretera que conduce a Venta Quemada y otros lugares, y alcanzo nuevamente la ya conocida calle de salida, solitaria y sumida en la más completa oscuridad… Pero ahora llevo mi diminuta linternita del Camino, cuya tenue luz apenas alcanza a iluminar un metro de distancia y, medio a tientas, me acerco al punto de la valla metálica de “Los Baldíos” donde debe estar  el dichoso desvío hacia la extinta urbe romana de Cáparra… Estoy siguiendo al pié de la letra el croquis de Mónica y, más o menos a esa distancia, distingo un hueco de dos metros en la cerca metálica; aunque en esta noche oscura como  “boca de lobo”, y con la magra ayuda de mi linterna no logro distinguir ningún cartel ni marcas orientadoras que anuncien nuestro punto de destino… Finalmente, tengo que resignarme con lo conseguido y volver, ya daefinitivamente, al albergue. Una vez en el me encuentro más tranquilo; ahora ya encuentro más fiablela pista a seguir, aunque me sigue quedando un poso de duda…, pero ya no habrá más remedio que esperar hasta la madrugada para despejarla definitivamente.

 
 

<foto 9: Oliva de Plasencia, Albergue de Peregrinos (20.30/21.30h)> 

    Entre pitos y flautas entro por última vez a nuestro refugio a las 21,30h, con muchas ganas de acceder pronto al catre. Antes me tomaría 10 minutos para olisquear diversos rincones de la casa, tras lo que tendría aún que pasar apresuradamente los apuntes de la jornada. Se trata de una vivienda noble del siglo XVII reconvertida recientemente como Albergue Turístico; que  por lo leído en Internet, es propiedad de la Junta de Extremadura, siendo costeada su restauración dentro del proyecto Alba Plata. No obstante, algunos detalles de su decoración y el extremado esmero que muestra la “hospitalera” me hacen pensar que ella ha participado activamente en la creación de este albergue, cuya tutela y explotación ya estaría decidida de antemano antes de su reconversión.... (ver Nota 3 al final del capítulo).

    En cuanto a la modalidad de alojamiento de nuestro refugio de hoy, es oportuno hacer algunas consideraciones, sin restar mérito alguno a la labor que desarrolla la hospitalera, sino todo lo contrario. A Mónica la he visto consagrada enteramente al servicio de los peregrinos. Lo que  explica, y justificadamente además, el tener fijado un precio claramente superior al que nos hemos encontrado en otros albergues públicos, incluso dentro de la comunidad extremeña… En definitiva, que aun dependiendo su gestión de la Junta de Extremadura, estamos ante un pequeño negocio privado del que vive nuestra inefable hospitalera (ver Nota 4 al final del capítulo).  

      Me pongo a dormir a las 21.50hh, ‘programando in mente’ la hora de salida tempranito, como suelo hacer como norma. A priori me planteo levantarme sobre las 6 de la mañana como máximo. Luego cojo el sueño rápidamente, contento porque todo ha rodado según lo previsto y por las buenas previsiones del tiempo para mañana…. 

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 -Nota 2.-Un ‘refugio forzoso’ enOliva de Plasencia:   Hoy por hoy la etapa que se inicia en Galisteo no puede terminarse a la vera del Camino, como nos gusta hacer quienes amamos la peregrinaciónjacobea. Para seguirpuntualmente el itinerario de larutamozárabesolo cabrían dos opciones en las actuales circunstancias: 1ª) finalizar en Carcaboso, cubriendo unicamente10,3 km. en esta jornada, y 2ª) hacerlo en el lugar habitado más cercano (dentro de la citada ruta jacobea), que sería Aldeanueva del Camino… Pero este último pueblo dista 49,4 km desde el inicio de la etapa, lo que hace esta opción inviable para la mayoría de caminantes… 

   Un final de etapa perfecto habría sido el importante recinto arqueológico de Cáparra, o sus inmediaciones, por quedar este recinto a sólo 6,3 km del caserío Venta Quemada, y por tanto a 29,7 de Galisteo. Hubiese sido una magnífica etapa, con ingredientes suficientes como para convertirse posiblemente en la etapa reina de la Vía de la Plata… Y sin embargo es en la actualidad un lunar en este precioso recorrido, por el incomprensible fallo de quienes sean competentes en esta materia; y me estoy refiriendo tanto a las autoridades autonómicas como estatales:el sitio arqueológico de Cáparra carece absolutamente de servicios en la actualidad…Mientras este lunar se resuelve, la mayoría de peregrinos suele terminar la jornada del Camino en el citado caserío de Venta Quemada, para que allí nos  recoja la hospitalera de Oliva tras la pertinente llamada telefónica… 

El que suscribe comprende perfectamente que la Junta de Gobierno de Extremadura quiera promocionar el tranquilo pueblo de Oliva de Plasencia, pero no tendría que hacerse de esta forma necesariamente. Los albergues de Peregrinos, públicos o privados, deben subvencionarse o construirse junto al Camino, lo contrario es una lamentable cacicada. Los genuinos peregrinos a Santiago solo tendrían que verse obligados a alejarse del milenario Camino cuando por saturación de las plazas disponibles en los periodos más concurridos (Julio- Agosto) no les queda otro remedio. Eso nos ha pasado a todos alguna vez, y seguirá pasando ocasionalmente, es inevitable. En estas ocasiones no solemos quejarnos; yo al menos no lo he hecho jamás por ese motivo, ya que entra en la lógica matemática de la peregrinación. Que la Junta de Extremadura, y por delegación el organismo al que competa, hayan pasado por alto lo que acostumbra a ser norma inviolable en otras comunidades autónomas lo encuentro inexplicable.  Que este fallo se cometa precisamente en la etapa que atraviesa el nobilísimo arco cuadrifonte de Cáparra(2000 años lo contemplan), tengo que calificarlo como incomprensible, cuando los propios extremeños han decidido, acertadamente, utilizar ese arco como emblema de la peregrinación por sus tierras.--Por favor, no tarden mucho en rectificar y pongan en marcha las acciones necesarias para que este yerro se subsane cuanto antes…--

    Otro lugar que resultaría adecuado para montar un albergue sería en la propia Venta Quemada,ó su entorno. En este caso, no faltarían fórmulas para proveer a los peregrinos de alimento y bebida, dada la proximidad de Oliva. En otros lugares del Camino hemos tenido magníficos albergues aislados en el medio rural; con disponer de un nº de teléfono para solicitar el correspondiente servicio  bastaría para solucionar cualquier problema. 

     Por otro lado, en la presente jornada hemos de sufrir una  creciente inquietud a medida que se aproxima el final de la etapa; cuando quedas  pendiente de  respuesta positiva a tu llamada telefónica. Una llamada que en mi caso se ha producido a las 19,00 hh, a punto de caer la noche, en un descampado de los límites de la dehesa... Porque en Venta Quemada no he logrado localizar a nadie, y ni siquiera estaba seguro de que fuese un lugar habitado. Las puertas y ventanas de la casa las encontré cerradas, y no he visto trazas de nadie en sus inmediaciones, ni siquiera coches...  ¿Qué pasaría si por circunstancias imprevisibles la destinataria de tu llamada no puede atenderla?... ¿Qué ocurriría si el servidor de telefonía móvil está inoperante o sencillamente te has quedado sin pilas, o sin saldo, precisamente en esas circunstancias?, a quién acudes en demanda de ‘socorro ‘?… Porque estas cosas suelen pasar…,, ¡pueden pasar ¡… La respuesta es fácil: si no logras conectar telefónicamente por cualquier circunstancia...¡tienes que currarte 6,6 km extras hasta el pueblo; y si encima te sobreviene la noche, has de hacerlo jugándote el pellejoal circular por la orilla de una estrecha carretera local, sin arcén  y envuelto por la oscuridad!...
 

 

                                      

-Nota 3.-El Albergue Turístico de Oliva de Plasencia, descripción: La casa tiene tres plantas y su capacidad de alojamiento es para 16 plazas. Hay diversas estancias, de reducidas dimensiones, muy bien equipadas para el uso al que se destinan. Por ejemplo tiene tres pequeños espacios con alumbrado eléctrico y enchufes, donde se puede estar sentado en alguna mesita para pasar notas o comer un bocata.  En la planta baja hay un saloncito con mesa rústica corrida y en paralelo una barra de bar donde la hospitalera te puede servir en cualquier momento algo para picar, café y/o bebidas. Si juzgamos los dormitorios, a tenor de lo que veo en el que me han destinado están bastante bien equipados. En mi habitación, ubicada en una de las alas bajo la cubierta de la casa (el desván), hay sitio para 5 peregrinos; que están distribuidos en dos literas (4 plazas) mas una camita situada en el rincón del fondo, en la cual me he instalado yo. Disponemos en ella de una mesita con su lámpara y un par de sillas, y hay paso fácil entre las literas. Las paredes están forradas de madera bien barnizada. Por cierto, como somos pocos en esta jornada, sería el único ocupante de mi dormitorio.

En todos los rincones de la casa he visto detalles de pulcritud y orden. La única limitación que encuentro está en la escasez de servicios de aseo: solo dos baños completos para todo el albergue. Por las horas en que llegué no me pude plantear el lavado de ropa, pero este servicio está atendido con el clásico colgador portátil, que nuestrahospitalera tiene  colocado en la calle, junto a la puerta de la casa… Tratándose de un pueblo donde todos deben estar emparentados, o casi, son licencias que seguramente se pueden permitir….
 

 

   

 -Nota 4.-El “albergue” de Oliva, consideraciones sobre su ‘status’: No puedo cuestionar el precio de este “albergue”, porque además de su condición de privado (pese a la titularidad pública de la Junta Extremeña)… es también un casosingular. Susingularidad reside en que está fuera del Camino. Por lo tanto en caso de que exista alguna reglamentación de la Junta de Extremadura sobre esta materia, dudo que le seaaplicable en este caso… precisamente por eso. Desde luego, si lo consideramos albergue público de peregrinosresulta caro, y también lo sería si se le considera “privado”. Pero si, por estar sensiblemente fuera del eje del Camino,  hay que enjuiciarlo como un establecimiento hostelero ordinario de baja calificación, entonces  su precio es muy correcto, ya que los acabados y calidad del servicio son buenos, impecables diría yo.
 

  

 Antonio Garcia Marquez 

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GUIA DEL CAMINO DE SANTIAGO A PIE (En papel)
JOSE M. SOMAVILLA , TUTOR, 2009
Desde la primera edición de esta Guía del Camino de Santiago a pie han transcurrido más de diez años, y veinte desde que su autor, José Manuel Somavilla, descubriese la Ruta Jacobea en 1989 y quedase enamorado de ella. Desde entonces ha recorrido el Camino de Santiago a pie año tras año. Fruto de esa experiencia contrastada que muchos lectores y peregrinos han disfrutado en sus anteriores ediciones, ahora, para esta nueva edición actualizada en 2009 y ampliada, el autor ha elaborado nuevos y detallados mapas de cada una de las 26 etapas del Camino Francés que separan los 750 kilómetros que hay entre Roncesvalles y Santiago de Compostela. A esto ha añadido la variante del Camino Aragonés, con 5 nuevas etapas desde Somport hasta Puente la Reina, punto en el que se une con la otra vía del Camino Francés

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