¿Existen vinos para el placer sexual?
¿Sabían ustedes que existen vinos afrodisíacos? La
verdad es que yo los desconocía hasta que la enóloga
catalana Rosa María Vila me los descubrió en un artículo
publicado en una revista especializada. Señoras y
señores, pues sí hay vinos que ya sea por sus aromas
directamente o por el recuerdo que despiertan al
terminar de catarlos, hacen experimentar un sentimiento
de bienestar, casi de placer.
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En este estado, “nuestros sentidos se disponen a
recibir del exterior con mayor amplitud cualquier
estímulo gratificante, que primero será captado
por nuestro olfato y enviado como una corriente
eléctrica a nuestro cerebro, el cual pondrá en
funcionamiento las hormonas y feromonas. Aquí
puede empezar el gran baile de aromas, sensaciones
y placer”, señala la experta en enología, Rosa
María Vila.
La teoría personal de ésta, incluye un Champagne
que nos recuerde a aromas a bollería y pan tostado
recién horneado. La pequeña y fina burbuja del
dorado líquido descubierto por el monje
benedictino Dom Perignon, produce en la lengua y
paladar un pequeño cosquilleo el cual empieza a
abrir otro mundo de sensaciones. “Pero si todavía
estos aromas queremos llevarlos a un punto más
extremo y sentir mucho más placer al beberlo,
tomemos unos fresones bastante maduros, mojemos de
uno en uno en el Champagne y al darle el primer
mordisco experimentaremos el primer ¡Oh!.
Realmente nos sentiremos como en la película
Pretty Womann”, argumenta Vila. |
Pero hay más. Un vino blanco de la variedad de uva
Sauvignon Blanc, que muestra aromas muy especiales y que
recuerden a frutas exóticas como puede ser la guayaba
tomado con una ostra de la Baja California, es otra
tentación sexual. También lo son, para la experta en
elaborados, los vinos obtenidos de la variedad de uva
Syrah, que presumen de una gama aromática muy frutal e
intensa, llenando el olfato de aromas a frambuesas y un
final que recuerda al cacao, que por supuesto, también
cumple esta función excitante.
Por último, para poner un toque dulce a la “cata”
afrodisiaca, nada mejor que un vino Pedro Ximenez. Los
aromas cálidos de este vino transportar a un oasis en
pleno desierto a la luz de las estrellas, dando notas de
canela y dátiles. “Si este vino lo acompañamos de unos
granos de uva negra de mesa rellenos con queso
Roquefort, puede que casi nos encontremos transportados
a un cuento de Las mil y una noches”, apostilla
Rosa María Vila.
Todo ello, ¿No les parece una fantasía enológica-afodisiaca
¿Ó, por el contrario, creen que tiene base científica?
¡Experimenten! Ya me contarán.
Enric Ribera Gabandé
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