Cocina flotante, ¿cuál será el próximo capitulo de esta novela de ciencia ficción?

 

Un hotel de Tenerife inventa las tapas flotantes. Esta es la última noticia surgida del siempre sorprendente campo de la restauración. Debo decir que ninguno de los tres artífices del invento es David Coperfield; ni el chef Diego Schattemhofer, ni el ingeniero Bertrand Lefort, ni el astrofísico Herve Bouy. Pero los tres han logrado algo insólito en el mundo, crear platos flotantes, tapas que se suspenden en el aire a unos centímetros de la mesa. El Hotel Villa Cortés de Playa de Las Américas, Arona, ha acogido este proyecto y pronto lo incluirá en su exclusiva oferta.

 

Y, como no podía ser de otra manera, detrás de esta surrealista invención, está la llamada gastronomía molecular. ¡Por Dios, cuánto da de sí la invención culinaria del siglo XXI! Los ingeniosos personajes han ideado un avanzado sistema de campos magnéticos que sostiene el imán que sirve a su vez de soporte a las creaciones gastronómicas, casi tan a la vanguardia como el propio mecanismo.

Las tapas van desde chupetes de queso parmesano, a campanas de isomal (azúcar derivado del maíz), pasando por puros de chocolate con sabor a cigarro palmero y el dragón nitro, una de las estrellas de la carta.

 

Diego Schattenhofer, prestigioso cocinero formado en España con figuras de la talla de Martín Berasategui, asegura que la idea le surgió en 2007 cuando acababa de volver de Madrid Fusion y entró en una tienda de un amigo y en la televisión estaban dando unas imágenes de alguien trabajando en la levitación con imanes supraconductores y nitrógeno. El experimento no tenía que ver con la gastronomía, pero se “me encendió la inspiración”, asevera Diego. Apostilla éste: “Adrià dijo una vez que lo más importante es sorprender al cliente. Imagine que la gente no sabe bien de qué va esto y se encuentre con que va a comer en unos platos que flotan en el aire; y encima añadimos sabores hechos con nitrógeno, hielo seco, humo, oro…Lo creativo es un valor añadido que se cotiza muy alto y en eso hay que intentar apostar siempre”.

 

Olé…olé…y olé…Viva la cocina molecular.

¿Cuál será el próximo capitulo de esta novela de ciencia ficción?

 

Enric Ribera Gabandé

 

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Pie de foto: Plato flotante de Diego Schattemhofer.

 

 

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