El vino de París tiene
propiedades diuréticas
París es París. No hay dos. París
es la Ciudad de la Luz, de los colores y los olores.
París es museos, cultura, gastronomía, arquitectura,
música, teatro, belleza, fiesta, espectáculos… Cualquier
rincón destila arte. Cualquier esquina reivindica ser
fotografiada. Rebosa plástica por los cuatro puntos
cardinales. Es una ciudad que siempre sorprende, siempre
nos descubre su pasado a través de sus perennes piedras
históricas que hablan, que explican la monumentalidad
cultural y su pasado político social. París nunca llega
a cansar. Como más se visita, más se parece a una ciudad
desconocida. París solamente hay una.
Tiene de todo. Por tener, cuenta
en el barrio de Montmatre hasta con una plantación de
viñedo del cuál se extrae cada año uva que
posteriormente se transforma en un vino que no se hace
despreciable. Plantado éste hace unos 70 años en la
última parcela urbana que quedaba sin utilizar en el
distrito 18, más conocido por sus cabarets, sus
cantantes y sus artistas de todo tipo, se da la
circunstancia de que algunas de sus 2.000 vides se
asoman a un cementerio y que todas ellas están rodeadas
de casas.
Pero esta no es la única
plantación de viñedo que disfruta la ciudad que tiene de
todo y además bueno…muy bueno. Mientras que Montmatre
cuenta, indudablemente, con el honor de poseer la viña
más antigua y conocida de París, hay que decir que ésta
no es el único que existe en la ciudad. Hace poco tiempo
se han replantando otros viñedos por toda la capital y
en el conjunto de la región de Ile de France.
Actualmente existen unas 100 viñas diferentes. La
mayoría de pequeño tamaño y todas con carácter
indudablemente urbano. El vino se vende a beneficio de
los fondos sociales de la comunidad y, en el caso de
Montmatre, para poder costear el importe de su árbol de
Navidad.
Montmatre llegó a ser un centro
principal de los vendimiadores. Los vinos que se
producía en los alrededores de París se llegaron a beber
incluso en la corte. Pero al mismo tiempo que París iba
creciendo, la cantidad fue ocupando el lugar de la
calidad y, en el siglo XVII, el vino de Montmatre llegó
a adquirir fama de tener propiedades diuréticas: “Es
vino de Montmatre; bébelo a grandes vasos y orínalo a
litros”, decía un famoso chascarrillo de la época, tal
como se puede leer hoy día en las vallas que rodean a
dicho viñedo.
Y es que París tiene de todo ¿Qué
le puede faltar?
Enric Ribera Gabandé
E.mail:
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www.gourmetvinos.com
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Pie
de foto: Los viñedos de Montmatre, París.
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