REPORTAJES DE
BODEGAS
1
- 2
English
Version
Index
- 1 - 2 - 3
- 4 - 5 - 6 -
7 - 8 - 9 -
10 - 11 - 12 -
13 - 14 - 15
- 16 - 17 - 18 -
19 - 20 - 21 -
22 - 23
Titanic,
el hombre retó la naturaleza
El
hombre retó una vez más las fuerzas de la nuturaleza, y
perdió. Esta aseveració de Felicidad Saiz Escallada, que se
recoje en el libro La cocina del Titanic, de los autores
Alejandro Sicilia, David Zurdo y Juan Agustín Rodríguez, nunca
la hubiera hecho suya J. Bruce Ismay, propietario de
la White Star
Shipping, cuando mantuvo una reunión el año 1907 con el lord
Pirrie, presidente de los astilleros Harland and Wolf, de
Belfast, en Irlanda del Norte.
|
Ismay,
que hizo conocer su deseo de construir tres
supertransatlánticos para recuperar la primacia en los
transportes oceánicos, donde las líneas mantenían una
dura competencia con la poderosa compañía Cunard, de
ninguna forma podía llegar a pensar que cinco años después de
aquella reunión inicial de su proyecto de contrucción de tres
barcos de lujo para atraer los clientes más ricos pero que
también debían transportar pobres emigrantes a la búsqueda de
un futuro en América, iría a la ruína su buque insignia, el
Titanic (Royal Mail Steamer), el más grande nunca construído. |
Era
tan ambicioso el proyecto hecho realidad, que la categoría de
sus instalacions podían competir con los mejores hoteles de París.
Disponía de cabinas amplias de más de un aposento y cuarto de
baño privado, grandes salas, gimnasio, sala de squash, baños
turcos, ascensores, zonas de paseo y toda clase de comodidades.
En todo se emplearon los mejores materiales: telas de calidad
incomparable, vajillas de plata y oro, y maderas nobles. En el
accidente con el iceberg que propició el desastre, fueron cinco
los compartimentos inundados. Después de un análisis
exhaustivo de Andrews, quedó patente que el barco se hundiría
sin remedio, tal y como fue comunicado al arrogante capitán
Edgard John Smith, el cual con su orden de navegar a toda máquina
en un mar en deshielo, con un alto riesgo de colisionar con un
iceberg, como de hecho pasó, favoreció que la vía de agua
excediera las dimensiones máximas admisibles.
La
noche del 14 de abril de 1912, el Titanic viajaba a 22,5 nudos
de velocidad, surcando el océano majestuosamente. Los
vigilantes observaban el
horizonte a la búsqueda de icebergs peligrosos, puesto que era
época de deshielo. Unos minutos antes de los 23,40 horas, uno
de los guardias divisó una gran masa de hielo en la lejanía.
Avisó del hecho al puente de mando, donde el primer oficial
Murdoch dio orden de virar a todo babor e ir a contramarcha.
Pero con la enorme masa y a una velocidad alta, el barco fue
incapaz de maniobrar a tiempo y no pudo esquivar el iceberg, con
el cual colisionó. Como consecuendia, a estribor se abrió,
bajo la línea de flotación, una vía de agua de unos
100 metros
de longitud.
|
|
El
golpe, que se produjo a las 23:40, no fue muy duro. De hecho, el
casco solamente frotó con el iceberg. Nadie pensó al comienzo
que los daños producidos fueran demasiado graves. Al darse
cuenta de la existencia de la vía de agua, el primer oficial
Murdoch dió orden de cerrar las compuertas herméticamente de
los compartimentos estancados. Esto, no obstante, en pocos
minutos empezaron a inundar las zonas más bajas del barco. El
capitán Smith, que se había retirado a descansar a su cabina,
volvió a encabezar el mando al ser informado del choque. En el
último viaje antes de la jubilación, el capitán Smith murió,
en un trágico final con una carrera impecable, en la cual no
había sufrido ningún percance grave. Conjuntamente con él,
murieron 1.501 persones más, la gran majoría pobres de 3ª
clase a los cuales sólo se les permitió salir a la cubierta
cuando los pasajeros de primera y segunda clase habían sido
evacuados. Solamente 705 persones salvaron la vida. Havían
estado evacuados.
Auguste
Escoffier diseño la carta de restaurante
|
Todo
lo mejor se reservó para el Titanic. Nadie podía hacer el
viaje entre Europa y el Nuevo Mundo en un barco más grande,
bello y lujoso. Y la cocina había de estar a la misma altura.
Los mejores platos, saboreados por los pasajeros de primera
clase, habían sido diseñados por el célebre cocinero francés
Auguste Escoffier, denominado padre de la nouvelle
cuisine. Y, a bordo del Titanic, el segundo oficial en rango
de todo el barco era el cocinero en cabeza, Henry Tingle Wilde.
En total, las casi cuarenta cocinas del Titanic eran atendidas
por más de cien personas entre cocineros, ayudantes,
carniceros, pasteleros, panaderos, supervisores y encargados. |
El
oficial, que tenía el mando de todo este personal, era el
referido cocinero jefe, Henry Tingle Wilde. Por debajo de él se
encontraban los chefs, C. Proctor y P. Roussesu, y sus
ayudantes, J. Bochetez y P. Mauge, y también los encargados del
café Parisien, L. Gatti Y W. Jeffery.
Los platos de la carta
del Titanic fueron. Entrantes: entremeses variados y ostras.
Cremas y consomés: consomé Olga y crema de cebada. Pastas y
arroces: espaguetis gratinados y arroz hervido. Pescados: salmón
con salsa mussolina y cocombre y filete de lenguado al curri.
Carnes: filete mignon
Lili, cordero con salsa de menta, cordero asado y ternera
guisada. Aves: salteado de pollo lionés, pato asado con compota
de manzana y paloma asada con berros.
Enric
Ribera Gabandé
Index
- 1 - 2 - 3
- 4 - 5 - 6 -
7 - 8 - 9 -
10 - 11 - 12 -
13 - 14 - 15
- 16 - 17 - 18 -
19 - 20 - 21 -
22 - 23
NOTAS
DE PRENSA : BODEGAS - VINOS - AGROALIMENTARIA -
LIBROS
DE Cocina
- Vinos
|