CAMINO DE SANTIAGO: --Ruta MOZÁRABE--

SEVILLA—SANTIAGO por la VÍA DE LA PLATA y la Variante Sanabresa


por Antonio García Márquez

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“A PEDRA FILGA”, importante hito arqueológico en Caldas de Reis (Pontevedra)  

no conocido, ni estudiado   (*) 

 

    Durante mi peregrinaje a Compostela de Junio 2015, siguiendo el trazado del Camino Portugués, tuve la oportunidad de pernoctar muy cerca  de Caldas de Reis, concretamente en Tivo un pequeño lugar a 2 km de esta renombrada villa termal. Había oído hablar de esa localidad termal, pero lo que pude ver y disfrutar durante una intensa jornada vespertina superaría con creces las expectativas. Creo que merece la pena hacer otro viaje a este bonito pueblo para disfrutar de sus aguas, paisajes y excelente gastronomía; valdría la pena volver aquí con la familia durante al menos un puente largo de 4 días. Por destacar algo, entre lo más florido de sus lugares de interés (dejando aparte algún céntrico y afamado balneario cercano), lo resumiría en:

 

-- Fonte da Burga, famosa por las numerosas propiedades curativas se sus aguas termales, que alcanzan de 45 a 48ºC. En sus inmediaciones (c./ Tafona), también hay un interesante lavadero público, donde aflora el mismo manantial termal.

 

--Puente Romano sobre el río Bermaña. Uno de los más interesantes que he visto, pese a su reducido tamaño. Construido en la época imperial (s.I), lo han venido cruzando durante siglos desde las  legiones romanas a los peregrinos del Camino Portugués a Santiago. Está en el corazón de la ciudad medieval.  

 

< foto 1: (Caldas de Reis) Fonte da Burga (1881) y Puente Romano (s. I)>

 

--varias iglesias románicas en pequeños lugares del entorno, pertenecientes al propio concello de Caldas de Reis; como Santa María  de Caldas , Santo André  de Cesar y Santo Estevo de Saiar.

 

-- Fervenzas de Segade, espectaculares saltos de agua en la proximidad de una vieja central eléctrica de Unión Fenosa (de las pioneras en España). Entre esas cascadas y el centro de Caldas desciende el Sendero de Segade; un precioso camino paralelo al río Umia, atravesando bucólicos parajes junto a viejos molinos y sugerentes pontones sobre el curso fluvial.

 

< foto 2: (Caldas de Reis) “Fervenzas” y Sendero de Segade junto al Río Umia>

 

    Pero no es la mención de esas conocidísimas e indiscutibles perlas patrimoniales lo que me incita a publicar este artículo, sino un hallazgo sorprendente, prácticamente desconocido fuera de ese rincón de Galicia; algo que podría convertirse ser en cualquier momento una bomba informativa, dentro del terreno de la arqueología: la imponente presencia (a solo 2,5km de Caldas) de lo que podría ser un descomunal monumento megalítico: un gigantesco dolmen    de unas 3.800 Toneladas, constituido por tres enormes piedras de granito; conjunto de rocas al que localmente denominan los lugareños como A Pedra Filga.  De confirmarse mi suposición podría tratarse del  mayor dolmen que se haya catalogado nunca.
 

    El tonelaje que le atribuyo lo he calculado tras regresar del viaje, dimensionando las piedras gracias a las excelentes fotos logradas del monumento. La decisión de acercarme a visitar el lugar donde se encuentra este extraordinario grupo de rocas se tomó cuando hacíamos el aperitivo, antes de irnos a comer a Caldas. El anfitrión de nuestro albergue me lo mencionaba, mientras departíamos en la barra-bar que tiene en el Albergue, al conocer que publico regularmente relatos de mis viajes en una revista digital… Luego, al comprobar  mi interés por hitos culturales de los lugares que visito, y observar mi sorpresa e incredulidad ante lo que me explicaba, se ofreció a acompañarme para verlo en directo. Él conoce esos lugares al dedillo, por sus frecuentes incursiones en la zona durante partidas de caza. 

 

< foto 3: (concello de Caldas de Reis) “A Pedra Filga” , podría ser catalogado como el mayor dolmen del planeta Tierra>

 

   Fuimos a media tarde, y cuando estuve ante ellas, me costaba creer que aquello hubiera sido realizado por nuestros antepasados del período Neolítico (6000/3000a.C.); pero la disposición de las tres grandes piedras que conforman el conjunto (en forma de TT) y sus  formas sensiblemente cuadrangulares, aunque redondeadas por la erosión, hay que atribuirlas a la intervención humana… Dimos la vuelta a la base, prácticamente exenta de otras rocas significativas, y tampoco encontraba creíble que esa gigantesca mesa megalítica fuese obra del azar de la naturaleza. La gran altura del conjunto y la falta de apuntalamientos en los costados evidencian que las piedras costeras están bien asentadas y parcialmente enclavadas en tierra, de lo contrario un mediano movimiento sísmico podría haberlas hecho rodar, en un terreno que presenta notoria pendiente.

 

      A  mi juicio, aunque no soy arqueólogo, esto es un dolmen; de los más nítidos que he visto, pese a sus increíbles proporciones.  Dicho esto no queda mejor argumento que contemplar detenidamente la foto que adjunto, en cuyo pié figura mi amable acompañante y anfitrión Manuel García, gracias a cuya presencia me he atrevido a dimensionarlo analizando las imágenes.  Quién quiera despejar cualquier duda que venga a ver esto a  Caldas de Reis.

 

   Finalmente solo me queda añadir una coletilla. -¿Cómo es posible que este sorprendente hallazgo no esté estudiado todavía, siendo conocido desde hace años por los lugareños?-. Y si lo está, -¿por qué no se hace mención de ello por parte de las autoridades locales, provinciales o nacionales?-; sea, o no sea monumento megalítico... Porque obviamente esto no es una bagatela: es una maravilla, con más o menos intervención de la mano del hombre.  Además, en todo  caso doy por seguro que estas conjunto de rocas y otras agrupaciones de piedra granítica del entorno han tenido que ser utilizadas en el peor de los casos como abrigos naturales, o enterramientos, desde el Paleolítico; como tantos otros que hay a no mucha distancia de aquí.

 

    Como es fácil imaginar, antes de lanzarme a divulgar este reportaje  he rastreado a fondo Internet en busca de noticias relativas a este lugar, y no aparece nada de nada en la red; ni comentarios, ni imágenes; ni siquiera una mínima foto. Aunque si figura la denominación “A Pedra Filga”, como topónimo, siendo ubicada por el ‘buscador de Google’ exactamente en el punto que visité yo.

 

    Muy próximo el mencionado trío de rocas me llevó mi cicerone a ver una 2ª agrupación de similares proporciones,  conocida como “A Pedra da Cruz”. En este caso se trata de al menos 6 grandes piedras de variadas e irregulares dimensiones, conformando una especie de pirámide irregular. Por desgracia apenas pude ver el conjunto, y ni siquiera logramos acercarnos a ellas, dado lo tupido e hirsuto del matorral circundante. Al parecer en la zona de A Pedra Filga los guardas forestales han debido limpiar recientemente el matorral, cosa que no han realizado en este segundo grupo. Por ese motivo, ni siquiera logré conseguir alguna foto medianamente descriptiva, y tengo que abstenerme de calificarlo o enjuiciarlo, aunque desde luego es seguro que debieron ser usadas como habitación por las comunidades humanas de los citados períodos históricos. Al ser tan grandes las piedras, los intersticios permiten penetrar a la gente con facilidad. Este 2º conjunto también merece ser explorado; y según me confirma Manuel hay otros parecidos por las inmediaciones, aunque de menores dimensiones.

 

    Ojalá que esta noticia, y otros comentarios que puedan surgir al respecto, decidan a quien corresponda a promover el estudio exhaustivo del lugar; bien sea por alguna universidad o por cualificados centros de arqueología, públicos o subvencionados... El lugar lo merece sin ningún género de dudas. Sé perfectamente, que pese a cualquier apariencia, por obvia que sea: para confirmar y etiquetar este tipo de hallazgos como monumento megalítico es preciso encontrar, tras detenidas y complejas excavaciones, evidentes testimonios que denoten la presencia e intervención humana en este yacimiento. Como por ejemplo: restos humanos, herramientas, comida, o rastros de antiguas hogueras. Unos vestigios que siempre van acompañados  metódico estudio  y dataciones de los sustratos del terreno…

 

  Si esta publicación contribuye a que se inicien esas exploraciones y estudios algún día, no muy lejano,  ya me daría por satisfecho; aunque del resultado del mismo no se derive la plena confirmación a mis suposiciones.

Vilassar 18 Diciembre 2015
 

 (Antº García Márquez) 

 

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(*) Nota.-  Según me indicó nuestro anfitrión, Manuel García, el sitio donde se encuentran los conjuntos de piedras gigantes mencionados como Pedra Filga y Pedra da Cruz están situados en el término territorial asignado a la parroquia de Arcos da Condesa; algo que mirando el mapa me sorprende un poco, ya que ese lugar está más alejado del yacimiento que la propia Caldas de Reis, sede del concello (municipio). En todo caso, a quién precise más información le remito a la web del Concello de Caldas: http://www.caldasdereis.com

 

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   Antonio Garcia Marquez 

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GUIA DEL CAMINO DE SANTIAGO A PIE (En papel)
JOSE M. SOMAVILLA , TUTOR, 2009
Desde la primera edición de esta Guía del Camino de Santiago a pie han transcurrido más de diez años, y veinte desde que su autor, José Manuel Somavilla, descubriese la Ruta Jacobea en 1989 y quedase enamorado de ella. Desde entonces ha recorrido el Camino de Santiago a pie año tras año. Fruto de esa experiencia contrastada que muchos lectores y peregrinos han disfrutado en sus anteriores ediciones, ahora, para esta nueva edición actualizada en 2009 y ampliada, el autor ha elaborado nuevos y detallados mapas de cada una de las 26 etapas del Camino Francés que separan los 750 kilómetros que hay entre Roncesvalles y Santiago de Compostela. A esto ha añadido la variante del Camino Aragonés, con 5 nuevas etapas desde Somport hasta Puente la Reina, punto en el que se une con la otra vía del Camino Francés

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