Busca en la hemeroteca . Miles de artículos 


CAMINO DE SANTIAGO: --Ruta MOZÁRABE--

SEVILLA—SANTIAGO por la VÍA DE LA PLATA y la Variante Sanabresa


por Antonio García Márquez

Indice : Capítulos I - II- III - IV - V - VI - VII - VIII - IX - X - XI - XII- XIII - XIV - XV

XVI
- XVII  - XVIII - IXX - XX - XXI - XXII - XXIII - XXIV -
XXV - XXVI - XXVII - XXVIII - XXIX - XXX

 - XXXI - XXXII - XXXIII - XXXIV - XXXV - XXXVI - XXXVII - XXXVIII - XXXIX - XL  XLI - XLII  - XLIII -


 
Cap.XLV / (36ªEt.=23,0Km) XINZO DE LIMIA -ALLARIZ (27 Septiembre, Lunes) 

        Tal como habíamos acordado, salimos del Hostal Orly a las 7,30 con idea de tomar directamente el eje de la carretera nacional hacia Sandiás, lugar distante unos 6km de Xinzo. Antes de abandonar el pueblo hicimos el desayuno en un bar-cafetería que vimos al pasar, no lejos de la estación de buses; un café que yo acompaño con una ensaimada. Luego enfilamos  hacia nuestro objetivo justo a las 8 de la mañana. Seguimos afortunados con el tiempo: nada de frío a estas horas, augurando un espléndido día de sol con una ligera brisa de dirección variable. Los aledaños del pueblo son más agradables saliendo en dirección norte que lo visto entrando desde Verín. Todo nos dicta pues que esta va a ser una etapa muy distinta a la de ayer; tenemos de salida muy buenas sensaciones, y tras el mal comienzo de nuestra primera jornada esperamos recuperar hoy el pulso del buen peregrinaje al que estamos habituados. Saco el mapa de la zona, que llevo siempre mano, para comprobar que caminaremos unos 10 km. por el arcén de la carretera, aproximadamente hasta la altura de Piñeira de Arcos, un pueblo pequeño.

      En cuanto al supuesto “camino”, trazado y marcado como ‘oficial’ (algo más que discutible), sale de Xinzo de Limia  por la cra. local de Vilar de Santos; y tras cruzar Vilariño das Poldras, tuerce a la derecha para llegar a Sandiás justamente en su confluencia con la nacional N-525. Desde ese punto coincide durante unos 4km por el arcén de la nacional, y luego se desvía ya hacia Coedo a la altura de Piñeira de Arcos. Será en este último lugar  donde ya lo tomaremos nosotros, para no abandonarlo hasta el final de la etapa. En los cálculos efectuados en casa antes de iniciar el viaje, anoté que este segundo tramo de la jornada podría suponer unos 13 km, con un recorrido donde se alternan estrechas carreteras locales con pistas variadas, siempre sobre terreno montañoso de poca dificultad. No hemos planeado la opción más corta; pero al tratarse de una etapa de sólo 23 km, vale la pena a priori hacer algunos km más siguiendo la ruta señalizada, que según las guías es muy bonita y prácticamente inalterada por vegetación ajena a estas comarcas.

  

 <img 1: (Xinzo de Limia-Sandiás)  joven castaño bajo la luna llena  // exuberante roble carballo junto a la cra. nacional N-525(k7-9.27h) > 

Aunque vamos por el arcén, entre Xinzo y Sandiás disfrutamos con el hermoso paisaje orensano, admirando los castañares y ‘carballedas’ que se abren a izquierda y derecha; con notables ejemplares saliéndonos al paso junto a la carretera; como ese castaño cargado de frutos y el imponente roble ‘carballo’ que vemos arriba(img nº1). Pasamos Sandiás sobre las 9,30; y no perdemos tiempo acercándonos a su iglesia de Santo Estevo (tardogótica), donde se conserva un  importante retablo manierista; es seguro que  estará cerrada a estas horas, siendo hoy día laborable... Una vez más me vienen a la memoria los tiempos de mis primeras peregrinaciones (a finales de los años 80). En esa época siempre teníamos abiertas las iglesias a partir de las 8 de la mañana…Era muy raro encontrar alguna cerrada, y visitarlas brevemente no solo permitía admirar su contenido artístico, sino que a menudo significaba un impagable alivio para nuestros baqueteados pies (ver Nota 7 al final del capítulo).   

En las inmediaciones de la zona urbana de Sandiás vemos en el margen de la carretera unos contenedores metálicos, cuyos letreros llaman la atención de F; tanto es así que me pide obtener alguna foto suficientemente ilustrativa... Según me dice, los rótulos corresponden a una empresa de Sabadell a cuyo propietario conoce muy bien. Piensa mandarle algún ‘e-mail’ con esas imágenes cuando retorne a casa, por si los ‘containers’ que vemos se le han “extraviado” de forma anómala. A Francesc no se le escapan este tipo de detalles; como hombre de negocios conoce bien ‘el paño’, porque también ha tenido que sufrir en sus carnes algún que otro ‘extravío’ de mobiliario industrial…


 

<img 2: -Novaiño (Sandiás)- café-restaurante  donde almorzamos // un interesante peto funerario junto al restaurante (km9-10.45h) > 

A las 10,15 nos paramos para hacer el almuerzo en las inmediaciones de Novaíño. Como vamos bien de tiempo, descansaremos tranquilamente media hora. Pide F. un bocata de jamón y yo me apunto a un pincho de tortilla, ambos acompañados con la jarra de cerveza. Estando en el café-restaurante (img nº2 izq.), su camarero nos orienta sobre un cruce cercano, donde debemos torcer a la izquierda para tomar la ruta de Coedo y el Alto de Penamá. Nos explica que encontraremos ese desvío, recomendado a los peregrinos, antes de alcanzar el casco urbano de Piñeira de Arcos. Según dice, el desvío está muy cerca del restaurante, tanto que lo alcanzaríamos en solo 10 minutos.  

No tardamos mucho en salir para reincorporarnos a la carretera; pero antes de cruzarla, nos sorprende en la misma explanada del restaurante un curioso peto funerario… De hecho todos ellos los son para quienes no viven en Galicia, y por lo tanto no están acostumbrados a ellos… Este concretamente es deliciosamente ingenuo, hasta el punto que nos incita a la risa; y que nadie me interprete mal, con todos los respetos para el ‘finado’: una persona seguramente muy querida, y valorada entre sus vecinos, al que rendimos sincero homenaje… En honor a su memoria reproduciré una foto suficientemente elocuente (arriba img nº2der),  y la nota marginal que sigue.

 

-Nota 3.- El peto funerario de D, Salvador Gómez.-  Hay que tener muy buena vista y saber gallego para leer correctamente el abigarrado texto que cubre por entero el monumento ; donde no están separadas palabras y oraciones, y algunas de las letras son meramente esquemáticas. Sin embargo, subrayo lo esencial de la cabecera del mismo, destacando que al parecer esa inscripción fue hecha en vida por el propio don Salvador, exceptuando naturalmente la fecha exacta de su fallecimiento en 1988.

 ---Corona la obra la risueña cara del protagonista, donde se han engastado unos ojos de cristal bastante prominentes. Don Salvador luce  una pulcra corbata y bajo ella el texto “estou vivo”, con lo que evidencia su firme creencia en la inmortalidad. Otra idea genial: como protección contra la intemperie se ha perpetuado con una especie de sombrero...

---Bajo ese busto figura el texto: Salvador Gómez (2º apellido ilegible) poeta i artista… (no descarto que fuese precisamente cantero, labrándose su propio catafalco)

---Flanquean su figura otro par de ‘caritas’ de gesto serio, y también ojos saltones, con texto aclaratorio de su oficio: -ángel da guarda

   No sigo con la reseña del peto, pues creo que es suficiente para ilustrar la imagen; aunque invito a mis lectores a continuar la transcripción, con el ruego de que quien la culmine me remita una copia del texto definitivo. Mil gracias anticipadas…
 

 En el cruce de Piñeira, donde se deriva la pista asfaltada que deseamos seguir, hay un cartel oficial con el logo clásico del Camino. Miro el mapa, y veo que pasado el pueblo hay otro desvío que nos lleva hacia Allariz por la cra. comarcal OU-320. Pero en esta ocasión no cambiamos nuestra idea inicial, y continuaremos por Coedo; es momento de disfrutar en pleno de la naturaleza, aunque estamos seguros que no sería esta la opción más utilizada por nuestros antecesores de la edad media…. 

      Desde el cruce previsto, donde llegamos a las 11,05, nos acercaremos a Coedo por una estrecha carretera local que más parece simple pista asfaltada. Es un corto tramo de 2 km, recto y llano, donde caminamos inmersos en un viejo bosque de robles; un par de kilómetros que se nos harían cortos por lo agradable, a la par que espectacular, del entorno vegetal. Si todo el Camino fuese así esto sería coser y cantar… El paseíto hasta Coedo dura sólo 20 minutos; y desde ese lugar se desvía una pista de tierra a la derecha con la que iniciamos la ascensión del monte Penamá (927mt. altitud), al que iremos rodeando por su falda oriental sin llegar a cruzarlo por la cima. A media subida hay que pasar por San Miguel de  Torneiros. En este itinerario abundan los prados, y algún terreno de cultivo de regadío entre las manchas de boscaje; significando pues otro  tramo de gran belleza, aunque muy diferente al umbroso robledal del valle que dejamos atrás. Aquí nos baña el sol de pleno, iluminando un paisaje prácticamente primigenio... La vista y los olores no engañan: este entorno aparenta no haber sido apenas alterado en los últimos cien años. En la cubierta vegetal, incluido el arbolado, no se ven especies exóticas; y el equilibrio entre pastos, bosque y lugares habitados podría ser el arquetipo para ser mostrado a quienes desconocen las ventajas de vivir en el mundo rural. Sin embargo parece haber  poca gente por aquí, solo he visto unas pocas casas de piedra semiderruidas, invadidas por la hiedra, que acusan fehacientemente la lenta decadencia del mundo medieval del que proceden…

 

<img 3: -(San Miguel de Torneiros)- campo de calabazas  (km12) // clásica arquitectura rural gallega en el pueblo (km13-11.58h) > 

     Poco antes de San Miguel fotografío un campo atiborrado de enormes calabazas oblongas, intensamente coloreadas con listas verdes y amarillas (img nº3). Me comenta F. que seguramente las deben emplear para engordar cerdos. Por esta zona también encontramos poco después varios endrinos, arbusto que no conocía, cargados ahora de unos pequeños frutos negro-azulados muy similares a las aceitunas, aunque de mayor tamaño. Intrigado por los arbustos, estoy absorto cerca de uno de ellos intentando sacar algunas fotos cuando se acerca F... Mi colega me confirma la identidad de este espécimen vegetal, muy poco extendido por el este y sur peninsular. Me explica que con estas bayas se puede obtener una buena compota; aunque que si las probamos al natural  las hallaremos algo ásperas.  Pruebo al momento una de las frutas, del tamaño de una aceituna sevillana, y en efecto está áspera. Más tarde me enteraría de que el endrino (también llamado arañón) es un ancestro silvestre del ciruelo, y además de su uso para preparar mermeladas es ingrediente básico para la elaboración del pacharán, célebre licor navarro. Esto de descubrir  en su hábitat natural alguna planta que no conocíamos, aunque sea típica de algunas zonas del país, es algo que me encanta. 

Tras media hora de permanente ascenso alcanzamos San Miguel (hoy Outeiro), un pequeño lugar donde encontraremos diversas muestras de lo que podríamos denominar el ‘mobiliario urbano’ de San Miguel de Torneiros, según el argot al uso. Al cruzar la población vemos algunos hórreos; en evidente abandono en su mayoría, aunque recuperables para su tradicional función... También vemos al pasar ante ella una tradicional fuente-abrevadero, que seguramente será usada también como lavadero público por el escaso vecindario del lugar. Aunque sin detenernos demasiado, hago parar unos momentos a mi compañero para obtener algunas imágenes, y proseguimos luego nuestro camino sin siguiera bajar la mochila al suelo...   

    Antes de abandonar el centro urbano de este solitario pueblo, vuelvo a sacar la cámara para incorporar a mi reportaje gráfico interesantes detalles constructivos de alguna de sus antiguas casas  de granito (ver arriba img nº3der)... En San Miguel apenas hemos percibido la presencia de vecinos; solo hemos sentido al pasar el ajetreo de uno de ellos haciendo algo tras el muro de su vivienda. No se ven por estas aldeas esas espectaculares casas de nuevo cuño, como las que abundan junto a carreteras comarcales o nacionales, de las que hemos mostrado y mostraremos diversas imágenes en estos reportajes; edificaciones admirables, por la perfección de los sillares con que están construidas, tallados hoy en día a escuadra mediante el uso de maquinaria moderna. Las casas tradicionales que vemos en este lugar  fueron edificadas durante siglos con grandes piedras de tamaño irregular, a veces descomunales, cuya labra me recuerda las imponentes paredes de la cultura inca; pues los sillares se asientan de manera perfecta, sin necesidad del empleo de mortero. Pese a su irregular forma y al tamaño de esas piedras, la planta de las casas se adapta perfectamente al trazado de las calles, adoptando muros curvos cuando procede y acoplándose en alzado a los desniveles naturales del terreno; en el cual no es extraño ver por aquí como aflora la roca madre del subsuelo (img nº3 der más arriba).    

 <img 4: -(S. Miguel de Torneiros)- ‘lavadoiro’ natural en las afueras // espectacular corredoira rumbo al Alto de Penamá (km14-12.11h) > 

     A la salida de San Miguel encontramos un rústico lavadoiro, aprovechando el paso de un regato junto a unas huertas. Su imagen es un delicia junto a nuestro camino y logro una excelente foto del mismo. Muy poco después pasamos junto al pueblecito de Torneiros de Allariz, algo más poblado aparentemente que el anterior. El Camino se empina por aquí formando una espectacular corredoira envuelta por grandes robles (img nº4der), dejando el citado lugar a mano derecha, de manera que decidimos no desviarnos; desde lejos no vemos nada en él que pueda añadir algo sustancial a las imágenes del pueblo anterior.  

     A las 12,20 alcanzamos la máxima altitud de la jornada... Hemos llegado a una pista asfaltada, en la que desembocamos perpendicularmente. En el cruce no hay carteles indicadores de población alguna, ni a derecha ni a izquierda, pero afortunadamente tenemos muy cerca un par de operarios que están reparando las líneas telefónicas con la ayuda del camión pluma. El que está en la cabina del mástil, suspendido 20mt sobre el nivel del suelo, me atiende amablemente cuando le pregunto sobre la dirección correcta para ir hacia Allariz. A la vista del mapa y con la somera orientación del sol, que ahora está en su cenit, me hubiera dirigido yo hacia la izquierda, pero el operario nos envía en la dirección contraria…

El único cartel que vemos es el que marca  la situación del alto de Penamá (hacia la izquierda),  pero seguramente esta pista asfaltada finaliza allí y en mi mapa de la zona no cruza ninguna carretera por el citado alto; de forma que esa opción hay que descartarla, en concordancia con lo que nos ha  indicado el operario de telefonía.

 
 

<img 5: (S. Miguel d Torneiros-Nanín) inmediaciones San Salvador (fondo Alto de Penamá) // en la cra.N-525 hacia Nanín (km17-12.42h) > 

    Saco una imagen lejana de la cima del monte (img nº5) y empezamos a caminar en la dirección aconsejada. Muy poco después veríamos por fin las marcas amarillas, junto al clásico rótulo marcado con la vieira de la peregrinación. Las señales nos pretenden dirigir a través de un sendero que baja en picado por el lado izquierdo de la pista, en dirección al lugar denominado San Salvador; incluso hay un expresivo letrero recomendando esta ruta por su excepcional interés cultural y paisajista… Pero la perspectiva que vemos en esta opción no nos satisface en el plano físico, ni concuerda con nuestro programa de alcanzar  Allariz a buena hora para comer.  Porque San Salvador (antiguo poblado hoy en restauración) está situado en el fondo de la profunda hoya homónima, por lo que tendríamos dura bajada y luego más dura subida... Decidimos pues  perdernos el recorrido histórico-cultural, para seguir por la pista asfaltada rodeando esa hondonada…; seguramente será algo más largo en cuanto a distancia pero ganaremos tiempo con toda seguridad,  y no nos machacaremos con este fuerte desnivel… 

     Muy pronto alcanzaríamos la intersección con el sendero que regresa de la hoya de San Salvador. Han pasado solo 20 minutos, en los que nosotros habremos recorrido un par de km por cómoda pista asfaltada en suave descenso, cuando nos reencontramos con él en ese punto; ¡seguro que en ese corto intervalo, nos habremos ahorrado más de media hora respecto a la “aventura” recomendada por las señales...

   Son ya las 12,50 y en seguida encontraremos con otra intersección: ahora la de nuestra pista con el antiguo trazado de la N-525, muchos de cuyos antiguos mojones de piedra aún se conservan. Y digo antiguo, porque el moderno trazado de esta cra. nacional no lo volveremos a encontrar hasta llegar a las inmediaciones de Ourense en la siguiente etapa. Desde que iniciamos el descenso en la proximidad del alto de Penamá, el panorama ha cambiado radicalmente: ahora se abre plano el horizonte, y empezamos a ver grandes espacios dañados por recientes incendios, donde predomina el espeso matorral de helechos y retamas (más arriba img nº5der). También contemplaremos importantes extensiones de pinar, y de manera intermitente me sorprende de vez en cuando la aparición de algunas manchas de abedules, que identifico de lejos por sus blancos troncos y las hojas redondeadas.

 
 

<img 6: (Alto de Penamá-Allariz) La antigua N-525 (hoy comarcal OU-320), aromas de 1950 a un kilómetro de Nanín (km19-13.20h) > 

     La vieja N-525 es ahora por esta comarca la OU-320; de manera que nos encontraremos con los rótulos nuevos intercalados a veces entre los viejos mojones de piedra (img nº6izq)… No dejaremos ya esta antigua vía hasta la meta de Allariz, atravesando previamente el bonito y renovado pueblo de Nanín. En algunos tramos de este intervalo nos invade la nostalgia,  parece haberse detenido el tiempo desde hace 60 años.

Observamos muchos muros de talud y bastantes trozos del pretil de protección original de los años 50 del pasado siglo, que se conservan bastante bien (img nº6der). A los que recorríamos cuando niños este tipo de carreteras, en los viejos autobuses de la época, nos afloran inevitablemente los recuerdos asociados a ese escenario. Ahora, aunque circulando a pié, percibimos claramente las diferencias entre el trazado de las curvas de aquellas calzadas con las actuales. El radio de giro era entonces mucho menor, calculado probablemente para conducir a 60 km/h como máximo. En cambio se solían hacer antaño unos peraltes exageradamente pronunciados, cosa que se contradice con esos límites de velocidad... Todo esto lo vamos comentando F. y yo, mientras caminamos en busca de algún viejo malecón  donde poder descansar un rato.  

      Poco antes de alcanzar Nanín la carretera se adentra en un precioso bosque de pinos, cuya edad debe ser aproximadamente la que tienen las obras de consolidación y mejora de la calzada y sus protecciones, ya que ‘a ojo de buen cubero’ les calculamos pueden tener entre 50 y 60 años... Se trata de la variedad pino albar, clásico por estos lares y también conocido en el resto de España como “pino gallego”. Su particular e intenso olor a resina acentúa nuestras sensaciones, haciéndonos sentir como los chavales que fuimos en esa época… Para celebrarlo nos sentamos un ratito en el viejo pretil de bien canteada piedra, desenroscamos nuestros botellines de agua y, con el acompañamiento de unos cacahuetes, brindamos por poderlo contar todavía…. 

 <img 7: Nanín (km20-13.27h) lo que va de ayer -casa rural y hórreo –// a hoy –moderno chalet-  // pujante  membrillero > 

      Con nuestro Camino en suave bajada hacia la meta del día, alcanzamos a las 13.25h Nanín; un pueblo donde vemos mezclados  nuevos y deslumbrantes chalets con las  viviendas tradicionales, que aún conservan el viejo hórreo, utilizado hoy como simple trastero (triple img nº7). La carretera no pasa por el centro del pueblo; y una vez más no nos desviamos, con ganas ya de terminar la etapa. La cercanía de una urbe relativamente grande, y con solera, como Allariz empieza a notarse ya en la calidad de las construcciones, evidenciando el buen nivel de vida de quienes habitan este lugar. La mayor parte de las viviendas que vamos encontrando disponen de patios ajardinados o huertos, desbordándose por encima de tapias y verjas los árboles frutales; como el llamativo membrillero que ‘cazo’ con mi cámara al pasar (img nº7der), cuyos espléndidos frutos desprenden ya el inequívoco aroma de su próxima madurez.

 

<img 8: Allariz (km23-14.05h)  Iglesia de San Bieito (e. tardobarroco,  s.XVIII) // frente a nuestro Albergue en el convento de Santa Clara > 

      En esta ocasión estamos muy afortunados al culminar la etapa, porque el Albergue de la Asociación de Amigos del Camino de Allariz está justamente a la entrada de la ciudad, precisamente junto a la avenida por donde accedemos nosotros. El Albergue está ubicado en la esquina oeste del enorme Convento de Santa Clara (véase más abajo img nº15). Cuando llegamos a él son exactamente las 2 de la tarde. La puerta de acceso de peregrinos está apartada de la entrada principal y la encontramos cerrada, pero hay un cartelito con nº de teléfono de contacto. Llama F y nos contesta alguien que hace la función de hospitalero; deberemos esperarle un cuarto de hora porque ha de venir desde su casa. Descargamos las mochilas y me dispongo a dar una vuelta por los alrededores, para sacar alguna foto con perspectiva del gran recinto conventual y la cercana iglesia de San Bieito que tenemos justo delante (img nº8izq)… De ambos monumentos hablaremos detalladamente en nota marginal (Ver Nota 4 al final del capítulo).  Mientras me dedico a sacar fotos, Francesc prefiere sentarse un rato y aprovecha para telefonear a casa.  

       Estaba examinando de cerca uno de los cruceros de San Bieito, del que quería sacar imágenes de detalle con el “zoom”, cuando observo que se aproxima un coche a la entrada del Albergue; alguien baja del vehículo y se está acercando a F…  ¡Ya tenemos aquí al hospitalero!.. Guardo la cámara y me incorporo rápidamente con ellos. El señor que nos franquea el acceso vive cerca del monasterio, y estaba ya en su casa por ser hora de comer. Por lo que parece le hemos causado buena impresión y le inspiramos confianza; nos abre la puerta y ni siquiera se molesta en acompañarnos al interior. Tras unas breves indicaciones nos confía un juego de llaves, con el ruego de que no las entreguemos a nadie. Brevemente nos explica las normas básicas de funcionamiento de la casa, que además encontraríamos escritas sobre la mesa del vestíbulo. Nos confirma que somos los primeros en llegar y posiblemente los únicos, salvo que alguien aparezca a última hora.  --Desde luego, siendo ya las 14,10 difícilmente llegará alguien en las próximas 3 horas--, nos dice. Luego nos confirma que no es el hospitalero; limitándose a colaborar con los responsables cuando ellos están fuera del recinto. Para sellar la credencial del peregrino deberemos acudir a partir de las 17,00h al Museo del Convento, situado justamente bajo el Albergue, que tiene una puerta de acceso distante solo 30 metros de donde nos encontramos. El vigilante que cuida dicha exposición es el auténtico hospitalero, quién nos sellará la credencial y nos podrá dar cualquier explicación sobre la extraordinaria muestra de arte religioso expuesta allí; una muestra que nuestro interlocutor nos aconseja ver, porque contiene algunas piezas únicas en su género… (véase Nota 4 en final capítulo).   

      Nos aseamos brevemente y posponemos la ducha para el regreso del restaurante. Hemos decidido acudir a un local cercano que nuestro recepcionista nos ha recomendado. Se trata del Mesón Alarico, donde se come dignamente; aunque su mejor cualidad radica en su cercanía con el Albergue. Pido un Caldo Gallego y F ración de Macarrones. De 2º plato coincidimos ambos con el estofado de ternera y patatas. Regresamos pronto, y tras ducharnos me decido por hacer la colada, aprovechando hoy la falta de competencia para este menester, cosa que no sucede todos los días; Francesc prefiere hacer la siesta primero.

 

<img 9: (Allariz) el excelente Albergue de Santa Clara, como evidencia su amplio y bien cuidado patio (al fondo escalera de acceso) 

      En el patio del Albergue han dispuesto una pica para lavar, donde ejecuto fácilmente esa tarea; tras lo cual engancho mi ropa en uno de esos típicos tendederos portátiles, usados comúnmente en pisos y viviendas carentes de terraza. El recinto está muy bien cuidado, suponemos que por las propias monjas, a las que no llegaríamos a ver. Está cubierto en su totalidad por una alfombra de césped, en la que hay una docena de árboles o arbustos donde también se podría tender la ropa; pero me resulta más práctico aprovechar el pequeño tendedero. Terminada la colada subo a por la cámara para hacer un reportaje de este espacio, aprovechando el espléndido sol que ilumina a estas horas todos sus rincones (img nº9arriba). Finalmente, sobre las 15.40h me tumbo en el catre para hacer también un poco de siesta, Francesc duerme aún.

      Salgo de nuevo al patio tocando las campanadas de las 17,30, y veo que F ha realizado ya su colada. Ambos nos vamos al Museo para el sellado de la credencial, y yo llevo mi cámara para dar luego una vuelta por el pueblo y sacar un completo reportaje. Allaríz es de esos lugares que vale la pena visitar con detenimiento.

 

<img 10: (Allariz) museo Monasterio de Santa Clara: Virgen Abrideira, donación de la Reina Violante (Castilla/León -s.XIII, marfil-)> 

Mientras sellamos, nos dice el hospitalero que el albergue donde nos alojamos estaba montado desde hace algún tiempo como Residencia de eventuales visitantes del Monasterio, normalmente religiosos/as ó sus familias. Pero desde hace un par de meses la Asociación local de amigos del Camino logró un acuerdo con la Comunidad de Clarisas para extender su uso como albergue de Peregrinos.

    Finalizado el trámite de sellado, y la inscripción en el reglamentario libro de registro, tardaría muy  poco en salir para el recorrido del pueblo… Con el ansia de realizar mi acostumbrado tour vespertino, abandoné el museo sin ver con suficiente detenimiento la exposición; algo imperdonable que luego lamenté, ya que hubieran bastado solo 10 minutitos más para ver “in situ” con más detalle  algunas de las ‘joyas’ que atesora…. De haberlo hecho así, podría haber captado con mi cámara la triple imagen que muestro arriba (img nº10), que luego me costaría Dios y ayuda localizar en Internet con aceptable calidad. Despistes como este son clásicos en mi persona; seguramente tendré algún otro antes de finalizar el viaje.

    Francesc, que de nuevo opta por quedarse a descansar en el Albergue, si completaría su visita del museo con todo detenimiento. Antes de dejarle, hemos acordado en que volvería a recogerle para asistir a la misa de las 19.30h; cuya celebración estaba prevista hoy precisamente en la Iglesia de Santiago, algo que nos hace particular ilusión. Según mis notas, es además uno de los mejores templos de la ciudad. 

     El paseo por Allariz es realmente muy interesante para cualquiera (ver Nota 5 al final capítulo), y particularmente para los que gustamos olisquear las “piedras viejas “, venerables testigos del devenir de muchos siglos de historia. Pero debo recalcar en este caso que Allariz es mucho más que historia, es a día de hoy una maravillosa realidad. Un pueblo muy equilibrado que ofrece numerosos atractivos: hermosos espacios naturales, agradable deambular por sus ensortijadas calles exentas de tráfico rodado, tranquilos rincones donde sentarse, fácil y amable trato con los lugareños y el colofón de una variada oferta gastronómica. Sus especialidades culinarias, algunas específicas del lugar, pueden alegrarnos la vida a cualquier hora del día: para acompañar al buen vino autóctono o la cerveza por la mañana, como complemento del café (u otra infusión) por las tardes…No hay que dejar de probar los célebres Almendrados, una delicia para el paladar. Es un pueblo en definitiva como para quedarse al menos un par de días para disfrutarlo, si no tuviéramos el “jacobeo” impulso de seguir la ruta al despertar el alba. 

 <img 11: (Allariz) Iglesia de Santiago (románica), detalle del ábside (inicio s XIII) // portada meridional (finales s.XII)> 

     Ya de regreso de mi completo tour por la ciudad, tras recorrer la falda del castillo por la rúa Vilanova traté de cruzar la urbe en diagonal, pasando por su centro histórico hacia el Albergue. Pero tuve que rectificar el trayecto porque había que comprar comida para cenar y para el desayuno del día siguiente. Al llegar al albergue, me encuentro con que tenemos un colega con nosotros; concretamente un chaval madrileño, que viene con problemas graves en los pies. Le saludo brevemente porque tenemos prisa y paso a la cocina para dejar la fruta. Al abrir la nevera de la cocina, me encuentro con dos bidones de agua de 5lt que en un principio llaman mi atención: están etiquetados como “agua de Lourdes”, aunque resulta evidente que son reutilizados; algo que no debe sorprender, porque sabemos que las monjas tienen pozo propio en el huerto y su agua es potable… Recojo raudo a F y nos vamos pitando a la misa, que finalmente se celebraría a las 8 en la parroquia de Santiago.

     Pese a disponer de ese plus de ½ hora, llegamos a la iglesia con la ceremonia ya empezada, y nos colocamos en el centro de la nave. Hemos tenido suerte, porque cada tarde se celebra la eucaristía en una iglesia diferente, y nos toca hoy precisamente la más interesante de Allariz, desde el punto de vista histórico y monumental. A poco de acomodarnos logré una foto aceptable del interior del templo, sacando una perspectiva central de su nave única. La nave tiene un notable arco toral enmarcando al ábside, elemento que denota que estamos ante un templo cuya construcción se inició en el s. XII. Suspendida del ese arco por un cable de acero,  hay una imponente talla medieval de Cristo crucificado, la cual preside la ceremonia anteponiéndose al altar mayor. En cuanto a la doble imagen mostrada arriba del exterior de la iglesia, he tenido que bajar las fotos de Internet, porque dada la hora mis instantáneas quedaron algo desvaídas (ver img nº11) 

    Cuando regresamos no está el madrileño, se ha ido a cenar. Sin ninguna demora, cenamos también nosotros el potpurrí de frutas que compré por el pueblo. Por lo tanto estaremos  solos en el excelente comedor de la Residencia, porque no ha venido nadie más… Terminada la cena, cuando nuestro único colega de hoy se incorpora charlamos largo y tendido con él, y nos pone al corriente del dilema con el que se tiene que enfrentar a partir de ahora. Ha tenido que acudir al centro médico asistencial;  donde tras curarle ha sido preciso cortarle la puntera de las zapatillas deportivas que lleva, para evitar el roce de las ampollas. Está claro que lo tiene “literalmente” muy crudo para caminar, al menos por un par de días, y le aconsejamos que se quede a reponerse en este Albergue-Residencia, porque es la única solución segura y aquí se está muy bien…

    En vista de su situación, y la carencia absoluta que tiene de recursos para curas de emergencia, le dejo mi frasco de yodo, para que pueda cicatrizar bien las llagas, ya que yo no espero necesitarlo..; en 20 años solo lo he usado una vez. Nos explica el chaval (tendrá unos 32 años) que está pasando una ligera depresión,  y su mujer le ha insistido en la idea del Camino como terapia para desconectar. Por lo que vemos y oímos, el problema es que su chica lo quiere tanto, que le ha preparado una mochila que parece un “ajuar de boda”…; con la excepción del botiquín, no falta de nada, ¡pero pesa 17 kilos! Ahora, además de curarse, tiene que ir pensando en qué tendrá que suprimir para reducir ese peso a la mitad, al menos… 

     El pobre chaval lleva únicamente dos días caminando, como nosotros, pero ya ha cascado. Entre el sobrepeso, la falta de entrenamiento, el inadecuado calzado y la inexperiencia en estos avatares tenía todos los números para que le ocurriera esto... Antes de irnos a dormir, le aconsejamos que aproveche la forzosa estancia en Allariz y permanezca en este pueblo 3 días; porque estando aquí también se puede “desconectar”, a la par que se recupera físicamente. Tras mi recorrido por el pueblo, le he podido garantizar que encontrará sobrados incentivos. Además, durante ese tiempo de recuperación podría buscarse un par de botas similares a las nuestras, porque con el tipo de calzado deportivo que lleva (y roto por una esquina además) va a ser muy difícil que llegue a Santiago. Hablamos también con él de otras muchas cosas útiles para afrontar el Camino, y acerca de algunas de las vivencias y anécdotas que hemos vivido nosotros. Finalmente le deseamos mucha suerte y feliz recuperación, especialmente anímica. El muchacho nos agradece el “cursillo acelerado del peregrinaje”, y promete meditar  nuestras sugerencias.  

      Tras la charla se va F. a dormir, siendo ya las 22.15, y yo me pongo a recorrer detalladamente las dependencias de la casa, aunque no saco fotos por tener la batería en recarga. Me ha gustado tanto nuestro alojamiento que he querido describirlo bien en esta memoria (véase Nota 6 al final del capítulo), aunque quizás me pasé un poco en la minuciosidad de mi inspección por todos los rincones de la residencia. Entre pitos y flautas me costaría casi una hora el recorrido. Luego, antes de retirarme a la litera, tengo que sentarme un ratito en la mesa de la biblioteca para resumir en una especie de inventario todo lo que he visto; lo que hago plasmándolo en mi libreta de apuntes de forma abreviada, sobre varios esquemas de la distribución en planta del edificio. El resto de comentarios al recorrido de la etapa decido dejarlo para el día siguiente… Porque hoy me he pasado de rosca en la jornada vespertina, me encuentro bastante cansado y son ya las 23.15h.  Si al levantarme me anticipo media hora a Francesc, espero no tener problemas para recordar el resto de incidencias, examinando la secuencia de fotos con el visor de la cámara...

    A las 23,30 me meto en la litera tapándome con dos mantas; no tardaría más de 30 segundos en quedarme literalmente “como un leño”.  


 

 

<img 12: (Allariz) Iglesia de San Bieito (s.XVIII) y su cruceiro occidental (1580) // cruceiro oriental de la iglesia (1580) / detalle ambas caras>

 

-Nota 4.- Iglesia de San Bieito,  Monasterio de Santa Clara y su entorno (imágenes nº8más arriba y 15al final).-   

      La  Iglesia de San Bieito está ubicada en el ángulo sur del conocido como Campo da Feira, una enorme explanada extramuros de la antigua villa medieval, colindante seguramente con una de las principales puertas de acceso de la vieja muralla, cuyas ruinas había visto en el paseo vespertino… En ese lugar se han venido celebrando desde tiempo inmemorial las tradicionales ferias de ganado, muy populares en Galicia y León. Actualmente se celebran esas ferias los días 1 y 15 de cada mes, ofreciéndose los productos artesanales y agrícolas de la comarca.  A estas populares manifestaciones de comercio y la cultura popular se debe que el recinto aparezca hoy en el callejero de Allariz con el citado nombre.  La iglesia de  San Bieito (San Benito) está a solo 60 metros del ángulo occidental del convento ó Monasterio de Santa Clara. Su estilo constructivo (véase arriba img nº12) no se corresponde con la fecha de edificación (finales s.XVIII), pues fue ejecutada en estilo tardobarroco; con ciertas particularidades arquitectónicas típicas de nuestro país, como puede serlo el remate semiesférico  de su torre. Precisamente la presencia de una única torre, de gran esbeltez, y su posición centrada cargando sobre la fachada frontal del templo es lo que más me llama la atención del edificio. En la fachada principal impacta bastante la imagen de san Benito, encajada en una hornacina que parte en dos el frontis  de la puerta. La cabeza del santo es de mármol blanco con incrustaciones de piedra negra en cejas y pupilas y destaca de manera casi fantasmagórica sobre su hábito pintado de negro intenso.

      A ambos lados de la iglesia de San Bieito se yerguen sendos cruceros prácticamente idénticos, algo inusual. Vistos de cerca no me parecieron de construcción reciente, algo que pudimos confirmar al conocer su datación leyendo el rótulo del ubicado junto a Sta. María de Vilanova: todos los cruceros de Allariz se construyeron en el quinquenio 1575/80.

      Los  cruceros siempre suelen estar situado en lugares estratégicos del acceso a las poblaciones, normalmente a la entrada de ellas, en la intersección de los caminos de ronda con las vías principales. Que dos de estos monumentos estén situados en la actualidad a ambos lados del Atrio de las igl. de  San Bieito nos resultaba harto extraño al llegar. La explicación la supe en mi tour vespertino por la ciudad, y la tenemos en la Nota nº 5.  

    El Real Monasterio de Santa Clara .- Basta con ver la vista aérea que se muestra al final del capítulo (img nº15) para tener una idea clara de cuanto citamos a continuación.  Encontrar en esta ciudad un recinto conventual de estas proporciones da una idea de la importancia que tuvo Allariz en la antigüedad El recinto del Monasterio ocupa una cuadrícula de unos 100mt de lado perfectamente murada, cuya fachada noroccidental mira hacia la antigua villa amurallada. En esa fachada se abren las principales dependencias del monasterio, incluida su iglesia, situada en la esquina norte del recinto.  Obviamente, no me extenderé en describir íntegramente la arquitectura  y contenido del convento actual, porque solo con lo que podemos ver desde fuera podría llenar varias páginas. Desde luego valdría la pena verlo por dentro, cosa que ni siquiera intentaremos;  porque para ello habría que permanecer en Allariz un par de días al menos. En las informaciones resumidas que he leído sobre la institución se explica su larga historia. Se trata de una fundación real del siglo XIII, por iniciativa de la reina doña Violante, esposa de Alfonso X  (“el Sabio”) e hija de Jaime I de Aragón, la cual se retiró a este cenobio al enviudar del célebre rey castellano-leonés. Este convento siempre estuvo en manos de las monjas clarisas, las cuales (algo rarísimo de encontrar en otros centros religiosos) han permanecido en él, de manera prácticamente ininterrumpida, hasta fecha de hoy.  No he indagado más detalles, pero es seguro que en algunas de las turbulentas guerras y revoluciones que ha soportado nuestro país, los edificios principales del monasterio debieron ser intervenidos y ocupados para fines militares, defensivos, o de logística (almacenaje, etc.). Prueba fehaciente de ello es su fuerte muro exterior, reforzado en las esquinas con pequeñas barbacanas (torretas circulares con aspilleras). En el interior del recinto murado conservan las monjas una magnífica huerta, todavía en producción. Según nos cuenta el hospitalero la comunidad, en estricta clausura, la forman actualmente 20 religiosas de clausura.

       En la fachada principal del monasterio se abren cuatro puertas; que enumeradas de izquierda a derecha se corresponden  respectivamente con: entrada principal de la iglesia (para feligreses de la villa),  puerta principal de acceso de las monjas, acceso a los visitantes del Museo del Monasterio y puerta de acceso a la residencia y albergue.  Como antes apuntábamos,  se conservan en el museo algunas piezas de enorme valor artístico y material; destacando notablemente La Virgen “Abrideira” y la Cruz de Cristal de Roca. La primera es de ellas es una exquisita figura de la Virgen María y Jesús niño tallada en marfil. Este grupo escultórico de pequeño porte (60 cm) se abre, mediante unas imperceptibles charnelas sitas en la parte frontal, mostrando un retablo trilobular con 9 capillitas prodigiosamente labradas (ver img nº10).

    La cruz de cristal  tiene unas dimensiones aproximadas de 35 x 50 cm. Su estructura está tallada en cuarzo con engastes de plata, donde se insertan adornos de ágata, cornalina, perlas y variadas piedras preciosas. Ambas piezas están datadas en la época fundacional del monasterio, siendo probablemente parte del ajuar cedido por la reina Violante a este centro conventual. Cabe apuntar finalmente, que el claustro del Monasterio de Santa Clara de Allariz es el mayor de España.
 

 


 

<img 13: (Allariz) la rúa Arroio luce su enlosado en el núcleo histórico // la notable casa ‘A Paneira’ y su fuente (s.XV) en la Plaza Mayor>

 

-Nota 5.- Allariz un recorrido por la villa vieja.-  Inicio el recorrido en la Igl. de San Bieito, donde completo el reportaje fotográfico iniciado a nuestra llegada (ver descripción en Nota 4). Cruzo luego el Campo da Feira en diagonal hasta las inmediaciones de la rúa de Santo Estebo. En este lugar hay unos restos del subsuelo romano de la villa, aparentemente un trozo de alcantarillado. Por  tanto ya estamos datando esta ciudad como mínimo de bimilenaria. En  este punto atravesaremos el trazado de la antigua muralla, la cual se conserva parcialmente por esta zona y es accesible. 10 minutos después me acercaré a verla de cerca, debiendo atravesar un patio de vecinos repleto de gatos.

    La iglesia de Santo Estevo está emplazada en un promontorio rocoso y sus muros se apoyan directamente en la roca viva, que aflora por doquier por esta zona.  Es una fundación románica del s. XII muy reformada en el XVI, cuya imagen lamento no poder insertar aquí por falta de espacio. Está cerrada cuando no hay culto y solo podré verla y fotografiarla externamente. Conserva un interesante atrio,  la portada original románica de discreta factura y la torre añadida en 1581.  Desciendo luego por la colindante rúa Ferrería hacia la rúa Portelo. Me llama poderosamente la atención el enlosado de todas las calles del centro histórico, de uso estrictamente peatonal; está ejecutado con grandes piezas cuadrangulares de granito (arriba img nº13izq). No recordaba haber visto antes una aplicación tan generalizada de este enlosado en ninguna otra población, salvo quizás en el mismísimo Santiago (puede ser una falta de atención mía). Desde luego esta solución es mucho más estética que el típico adoquinado de pequeñas piezas que se empleaba en casi toda España hasta los años 70.

    Llegado a la Plaza Mayor, enseguida me impacta la gran categoría de la Igl. de Santiago; construida en estilo románico desde finales s.XI hasta principios del XIII, y ampliada en el s.XVI. Le doy vuelta completa admirando especialmente su ábside lombardo semicircular, con tres bellísimas ventanas. Son también admirables sus dos  portadas de puro estilo románico, de las que muestro como  más antigua (s.XII) del lateral meridional. En su origen, esta iglesia estaba situada dentro del recinto del viejo castillo medieval (ver más arriba img nº11).   

       Junto a la iglesia de Santiago se encuentra “A Paneira “, otro de los símbolos de Allariz. Se trata de una casa medieval  que entre los s. XV y XVIII fue sede de una institución de crédito agrícola. Preside su fachada una preciosa fuente de dos caños, cuyos grifos están alojados en sendas cabezas humanas de talla primitiva, y sobre ellos un rosetón con una  gran “A” labrados en el propio muro (arriba img nº13der). Admirado por la belleza de la Plaza Mayor, bajo luego en dirección al río, que cruzo por el moderno puente de la rúa Pardo Bazán. Desde este puente hay una hermosa vista del Arnoia y su alameda, quedando a la derecha un magnífico parque, delimitado por el acusado meandro que antecede al puente Románico

     Cuando alcanzo el estribo exterior del viejo puente, puedo contemplar una vista magnífica del mismo y justo delante el extenso prado que linda con la playa fluvial de Arnado (abajo img nº14der). Desde mi ubicación en el paseo asfaltado disfruto de muy buenas vistas del río y sus riberas, por el considerable desnivel del talud en este punto. Lo que aprovecho para hacer varias fotos. Hay en ese preciso momento junto al río dos chicas, las cuales han desplegado sobre el cuidado césped sus libros y apuntes estudiantiles, ofreciéndome argumento para obtener también esa imagen campestre. Cruzando finalmente el puente, distingo muy bien la aguda colina sobre la que se aún se distinguen  las nobles ruinas del castillo, claramente visibles desde aquí y que no  podré visitar  en esta ocasión.

      Tras cruzar el puente románico  (abajo img nº14izq) me encuentro en la Rúa Vilanova, importante eje viario que me llevará un kilómetro después hasta la plaza Mayor. Un largo tramo de esta  calle, en la proximidad de la iglesia homónima, evidencia ser un trozo aún visible de la vía romana XVIII; las grandes losas del ‘pavimentum se ven aún en buen estado tras 2000 años… Paso luego junto a la Iglesia de Sta. María sin tiempo para verla, aunque sí examino su crucero, dentro de un bonito entorno urbanizado en la fecha de su instalación. Junto al monumento hay un cartel que explica el por qué se construyeron 4 cruceros en Allariz, y los cambios  de su ubicación original a la actual. Todos ellos fueron  erigidos en el año 1579, como rogativas para implorar protección contra una devastadora epidemia de peste. Eso explica el porqué de su factura prácticamente idéntica: son evidentemente obra de un mismo taller, con el mismo maestro escultor. Se colocaron en esas fechas junto a cada una de las 4 iglesias parroquiales de la época: S. Pedro, S. Esteban, Santiago y Sta. María de Vilanova. Actualmente solo se conserva en su emplazamiento original el  último de ellos. Los tres restantes se trasladaron en el siglo XVIII al campo de S. Bieito (San Benito), conocido popularmente también como campo da Feira; no he logrado saber por qué se cambió el emplazamiento de estos cruceros…
 

                                          

 
 

<img 14: (Allariz) puente románico sobre el río Arnoia // paseo de Arnado, dehesa y playa fluvial > 

                                                

-Nota 6.- El Albergue- Residencia de Santa Clara,  un cinco estrellas del Camino Mozárabe.-  Que el Monasterio de Santa Clara haya sobrevivido, prácticamente intacto durante 7 siglos, frente a la villa de Allariz dice mucho de la permanente sintonía de la comunidad religiosa con las autoridades civiles y el pueblo llano. Una sintonía que, afortunadamente para nosotros los peregrinos, sigue siendo vigente hoy. El el acuerdo alcanzado recientemente, para acoger entre sus muros a este Albergue de Peregrinos, es un claro exponente de ello. El Albergue es una feliz realidad para nosotros desde el pasado verano de 2010, tras acordarse adaptar a esta benéfica función su anterior uso como Residencia de Visitantes del Monasterio. 

     Consta el Albergue- residencia de 3 espacios: el patio, el primer piso para servicios generales y el segundo piso destinado básicamente a dormitorios. El patio (img nº9más arriba), al que más propiamente podríamos denominar “jardín”, es muy espacioso; tiene forma de “L” y está limitado lateralmente por  dos muros  paralelos. El muro interior, de unos 4 metros de alto por  0,80 de grosor, nos impide ver desde la terraza del 1er. piso la extensa huerta del monasterio. La doble muralla que contornea y delimita todo el conjunto por los cuatro costados establece un corredor de 12m de anchura, que en el pasado pudo ser  una especie de deambulatorio del recinto. En una de las esquinas de este gran rectángulo ha quedado  ubicado lo que es ahora nuestro “jardín”. El ala larga de la “L” se alinea con la fachada principal del Monasterio  frente al Campo da Feira, mientras el ala corta queda limitada por muro de cierre, junto al que se encuentra el antiguo pozo. Todo el recinto está tapizado con un bien cuidado césped, surcado por senderos enlosados junto a los que hay modernas farolas  tubulares  y pilonas de luz permanente. Finalmente, esparcidos alrededor del patio-jardín han colocado 5 bancos de piedra. Desde este patio se accede al 1er. piso mediante una escalera de piedra adosada al muro interior, el cual delimita como decíamos las huertas y jardines privados de las monjas. 

Las estancias del Albergue-Residencia ocupan el extremo occidental de la fachada principal del monasterio, conformando una planta rectangular alargada. Cuando accedemos al piso 1º desde la escalera exterior encontramos en el lado derecho una zona de recepción, donde hay guardarropa y una mesa con estantes que contiene información y folletos del Camino, la ciudad y la comarca. Alineados a la izquierda de esta planta hallamos sucesivamente el gran salón-comedor, una súper equipada sala de armarios y tras ella la espaciosa cocina. Entre la sala anexa de armarios y la propia cocina encontraremos, perfectamente limpio y ordenado, un completísimo menaje como para abastecer  a 50 personas.

En el lado derecho de la primera planta, a continuación del recibidor, arranca la escalera que sube al piso superior y bajo la escalera veo sucesivamente dos trasteros para artículos de limpieza y dos pequeños aseos con servicio y lavabo. Siguiendo el pasillo distingo al fondo una puerta entreabierta; tras prender la luz  me encuentro la gran sorpresa de esta excursión nocturna: una preciosa capilla, orientada perpendicularmente al pasillo, cuyo altar se apoya en el muro derecho del edifico. Situado frente al altar me espera otra sorpresa: la pequeña nave tiene una cubierta abovedada que soportan dos arcos torales y se cierra en el muro exterior con un esbelto ventanal de remate semicircular.  Me acerco hasta el fondo de la capilla y me vuelvo a  sorprender, viendo ahora  en semipenumbra una amplia terraza descubierta que vuela 6 metros sobre el Campo da Feira. Examinando después mis fotos ya grabadas podré comprobar que esta terraza, de planta cuadrada, es una tribuna que sobresale de la fachada del monasterio y se apoya directamente sobre la acera que le rodea. Al retornar al altar decido pulsar todos los interruptores y  detecto junto al mismo una pequeña puerta que comunica la capilla con una salita donde hay dos antiguos cajoneros;  encima de ellos un armario vitrina donde cuelgan las casullas y clásicas camisas del oficio de misa. Evidentemente este cuartito es la  sacristía de la capilla.  Mi curiosidad me puede, que Dios me perdone, y abriendo un par de cajones veo más ropas y utensilios litúrgicos… Ya no me cabe duda de que esta capilla debe ser usada para el culto por la comunidad cuando no se celebran oficios públicos en la iglesia… Me lo estoy pasando genial con el “Inventario”…; cierro todas las luces y me encamino al 2º piso para terminarlo.     

En el piso 2º, alineadas también sobre el lado izquierdo y lindantes con el Campo da Feira, están dispuestos los dormitorios: en primer lugar y situada  frente al patio hay una habitación  para una persona que requiera atención preferente, con cama individual y complementos (en ella se está alojando en este momento nuestro compañero madrileño). A continuación se alinean los dos dormitorios grandes del Albergue, para un total de 18 plazas (5 y 4 literas respectivamente). Cada uno de ellos incluye su anexo de servicios que cuenta con sanitarios, lavabos y duchas suficientes. Tras los dormitorios tenemos un amplio salón-biblioteca con gran mesa de reuniones para 24 personas. El salón, dispuesto perpendicularmente al edificio, está situado exactamente sobre capilla.  Una vez finalizada mi “inspección”, y pasados las datos a mi libreta de apuntes, me acerco a la ventana del fondo de la sala. Desde ella puedo admirar unos momentos la amplia vista nocturna de centro histórico de Allariz
 

 

 

<img 15: (Allariz) Monasterio de Sta. Clara e igl. De San Bieito junto al Campo da Feira, el albergue marcado Aà en el centro de la imagen>

 

 

-Nota 7.- El cierre de las iglesias por temor al expolio y el vandalismo.- Cuando en el año 1986  hicimos en coche con mi mujer el  primer recorrido por las rutas del Camino,  podíamos entrar en día laborable a cualquier iglesia de pueblo, incluso a primera hora de la mañana o a mediodía. Siempre solían estar abiertas y a veces sin ningún parroquiano/a en su interior. En aquella época no estaba yo tan interesado como ahora por los estilos arquitectónicos, ni en las vetustas pinturas (o esculturas) góticas o barrocas colgadas en los templos.  Si a lo largo de nuestro viaje  nos acercábamos a cualquiera de ellos fuera de horas de culto era por expresa recomendación de algún lugareño, o por indicaciones de la recepción del hotel donde nos alojábamos. Luego (a partir de 1988), ya como peregrino, solía ir a las iglesias en busca del párroco para el sellado de la credencial y poco a poco , a la par que aumentaban mis conocimientos y afición por las bellas artes , ya empecé a interesarme más y entraba en ellas por pura curiosidad. 

    Recuerdo bien que a veces lo hacía simplemente para descansar un rato a la fresca, mientras observaba su mobiliario religioso;  sin una idea concreta de su contenido…, porque no tenía aviso del mismo al no existir en esa época guías detalladas de la ruta… En la actualidad, por desgracia para nosotros, la inseguridad creciente que nos han traído los nuevos tiempos obliga a quienes se cuidan de los templos a tomar toda clase de medidas para evitar su expolio y el vandalismo en ellos… Debo decir, y por favor que nadie me tome por xenófobo, que por las informaciones que tengo en la  mayor parte de casos los expoliadores son “profesionales” venidos de fuera. Muchas veces gente superexperta en los diversos estilos artísticos, que en nuestro país abarcan desde la alta edad media hasta el neoclasicismo. España tiene un inmenso patrimonio, como sabemos, encuadrado en ese amplio período histórico (siglos XI a XVIII), y ha estado mucho tiempo en el punto de mira de algunos desalmados que sistemáticamente se han dedicado a su expolio en los lugares más vulnerables de nuestra geografía; especialmente en aldeas y pueblos remotos, de zonas escasamente pobladas. Puedo citar al archiconocido “Eric el Rojo” (de nacionalidad belga), el cual ha llegado incluso a la desfachatez de publicar varios libros, contando sin pudor sus grandes hazañas de salteador de iglesias y conventos.
 

                                                                

Antonio Garcia Marquez 

Indice : I - II- III - IV - V - VI - VII - VIII - IX - X - XI - XII- XIII - XIV -

XV - XVI - XVII  - XVIII - IXX - XX - XXI- XXII - XXIII - XXIV - XXV - XXVI - XXVII - XXVIII - XXIX - XXX

 - XXXI - XXXII - XXXIII - XXXIV - XXXV - XXXVI - XXXVII - XXXVIII - XXXIX - XL - - XLI - XLII  - XLIII

 

 

GUIA DEL CAMINO DE SANTIAGO A PIE (En papel)
JOSE M. SOMAVILLA , TUTOR, 2009
Desde la primera edición de esta Guía del Camino de Santiago a pie han transcurrido más de diez años, y veinte desde que su autor, José Manuel Somavilla, descubriese la Ruta Jacobea en 1989 y quedase enamorado de ella. Desde entonces ha recorrido el Camino de Santiago a pie año tras año. Fruto de esa experiencia contrastada que muchos lectores y peregrinos han disfrutado en sus anteriores ediciones, ahora, para esta nueva edición actualizada en 2009 y ampliada, el autor ha elaborado nuevos y detallados mapas de cada una de las 26 etapas del Camino Francés que separan los 750 kilómetros que hay entre Roncesvalles y Santiago de Compostela. A esto ha añadido la variante del Camino Aragonés, con 5 nuevas etapas desde Somport hasta Puente la Reina, punto en el que se une con la otra vía del Camino Francés

PORTAL EL ALMANAQUE  -  DIARIO, EL ALMANAQUE  -   REVISTA EL ALMANAQUE