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CAMINO DE SANTIAGO: --Ruta MOZÁRABE--

SEVILLA—SANTIAGO por la VÍA DE LA PLATA y la Variante Sanabresa


por Antonio García Márquez

Indice : Capítulos I - II- III - IV - V - VI - VII - VIII - IX - X - XI - XII- XIII - XIV - XV

XVI
- XVII  - XVIII - IXX - XX - XXI - XXII - XXIII - XXIV -
XXV - XXVI - XXVII - XXVIII - XXIX - XXX

 - XXXI - XXXII - XXXIII - XXXIV - XXXV - XXXVI - XXXVII - XXXVIII - XXXIX - XL


 
 

Cap.XXXIX / (31ªEt.=33,0Km) SAN SALVADOR de Palazuelo-REQUEJO (3 Julio, Sábado) 

     Salimos a las 7.20hh, con la ilusión de encontrar algo que desayunar en Entrepeñas,  pequeño pueblo distante solo 4 km de San Salvador. El hambre no impide que apreciemos el hermoso y variado paisaje, que surge a nuestro paso entre las brumas de esta hora tempranera. El terreno en permanente y suave descenso durante los primeros dos kilómetros, empieza a ondularse progresivamente a continuación…  Hemos salido del pueblo  por un estrecho callejón que nos permite comprobar lo bonito que es todavía este lugar, pese a haber perdido seguramente el 80% de su antigua población… 

 < img 1: (San Salvador de Palazuelo, salimos a las 7,20h) típica vivienda sanabresa  y detalle de un horno adosado > 

    De hecho es ahora cuando estamos atravesando íntegramente el corazón del pueblo viejo, de arriba abajo. La calleja por la que descendemos, flanqueada  por viejas casas de piedra en ruinas, se asienta en una empinada ladera y según bajamos, podemos constatar que la mayoría de las viviendas  tienen el  inconfundible sello rural leonés: dos plantas con los corrales ocupando la planta inferior, y una galería abierta al exterior en la planta alta, la cual está conectada directamente a la calle por una escalera vista, adosada al muro... (img nº1izq). Hay viviendas de un solo cuerpo rectangular y otras de dos cuerpos en ángulo recto, rompiendo estas últimas la monotonía de la recta calleja. De tanto en tanto, los edificios de dos cuerpos conforman recoletas terrazas, donde suele haber algún banco de piedra, o bien los clásicos poyos que se usaban para subir a las caballerías… Además de contener las cuadras y corrales del ganado, en los bajos siempre suele verse en uno de los fondos la rústica cocina-hogar. Finalmente, en algunas casas se distingue claramente desde fuera la existencia de antiguos hornos, evidenciados por el resalte “absidial” en los muros y las originales chimeneas (img nº1der).  

    Por lo que podemos apreciar de pasada, en esta población se llegaron a aglutinar como un centenar de viviendas, la mayoría de las cuales están hoy en ruinas. Según leo en internet, en la actualidad hay 78 habitantes censados en el lugar…  Tras dejar el pueblo cruzamos una zona boscosa no demasiado tupida, con claros abundantes donde por cierto seguimos sin ver ganado (véase abajo img. nº2izq)... Pronto pasaremos por las primeras corredoiras de este viaje, que anuncian ya la cercana Galicia…; también  empiezan a verse por la zona lustrosos castaños,  jóvenes y redondeados, muchos de ellos agrupados en plantaciones.

 

< img 2: (S. Salvador-Entrepeñas) campiña en las afueras de San Salvador (k1,5-7.35h) /  aprisco a 1/2km de Entrepeñas (k3-8.00h) > 

    Antes de alcanzar Entrepeñas, lugar al que accedemos tras un delicioso recorrido por larga y plana pista de muy buen caminar, adelantamos a 4 vecinos que van de paseo, algo inusual en nuestro devenir por el Camino. Estamos en la periferia del pueblo, sumergidos en una agradable zona boscosa, donde nos hemos cruzado con una pequeña ermita. Abundan en ese entorno los afloramientos de crestas rocosas, que nos permiten ver idílicos panoramas alrededor (img. nº2der)

     El encuentro con los vecinos nos anima a pensar que podríamos encontrar a estas horas algo abierto donde desayunar… ¡Pero ca!, ¡pobres de nosotros!, llegamos y pasamos junto a Entrepeñas a las 8.11, y encontramos el pueblo totalmente desierto; lamentablemente,  ni este lugarejo ni en Asturianos hallaremos ningún bar. No llegaríamos ni a olerlos, porque seguramente nos los hay. Esto empieza a ser preocupante; ni siquiera pasaríamos en ese intervalo ante una simple fuente donde rellenar nuestras exiguas reservas de agua… El recorrido es muy bonito sí, precioso diría yo, pero un desastre en cuanto a servicios para los peregrinos…

 

< img 3: (Asturianos –a 1km-) vacada autóctona junto iglesia de la Asunción  /  la ‘jefa’ sale a nuestro encuentro (k6-8.49h) >  

     Pero no debemos ponernos nerviosos ni precipitarnos, hay que ir paso a paso... Un ligero despiste pasado 1/2 km desde Entrepeñas, nos complica el acceso hacia Asturianos, cuyo sendero sale por el lado izquierdo de la carretera local y no está bien señalizado. Deberemos retroceder 300 metros para encontrar nuestro camino.  Luego cruzaremos sobre la moderna autovía por un elevado y estrecho viaducto; desde el cual se divisa perfectamente la citada población a unos 2 km. El corto paseo hasta ese pueblo nos reserva agradables estampas campestres. Muy cerca de la localidad atravesamos un apacible prado en el que varios grupos de vacas autóctonas pastan con sus terneros. Al pasar junto a ellas aparentan estar impasibles mientras disparo unas fotos, aunque una que podría ser la ‘jefa’ se acerca curiosa hacia el reportero (img nº3 arriba)

  

< img 4: (Asturianos, iglesia de La Asunción) cigüeñas en la espadaña  /  y peregrino en el ábside (k7-8.57h) > 

Tras la colina que corona el prado empieza a dibujarse la silueta de un relevante edificio religioso, cuyo aspecto y dimensiones anuncia de lejos que debe ser algo importante. Cuando nos situamos ante su fachada me acerco a leer un rótulo de cerámica que está incrustado sobre el arco de la puerta principal: estamos ante la Iglesia de la Asunción, actualmente parroquia de Asturianos (img nº4).

    Mientras examinaba el llamativo cartel, donde se explican los trabajos de restauración que se están realizando en el templo, aprovecha Francisco para sentarse en rato en el banco de piedra situado frente al mismo, donde apura la poca agua que le queda (img nº4der).   

 Me sorprende una vez más la monumentalidad de los templos en estos pueblos sanabreses, relativamente pequeños. Eso demuestra el poder económico que tenía la comarca en tiempos pretéritos, cuando seguramente deberían estar estos pagos mucho más poblados que ahora, pues de lo contrario no se entiende. Tras el notable patrimonio visto en San Salvador, viene ahora esto…

   La iglesia está cerrada obviamente a estas horas, pero seguramente tampoco sería visitable más tarde, ya que tiene sus tres retablos en restauración. Por lo que indica el cartel citado anteriormente, el coste está siendo cofinanciado por la Junta de Castilla y León y el Fondo Europeo para el Desarrollo Regional (ver Nota 12 al final del capítulo)

        Como adelantábamos con anterioridad, atravesaríamos Asturianos sin ver ningún bar ni tienda de comestibles por el camino, hasta alcanzar la N-525... Llegados a la carretera, tampoco vemos nada a izquierda y derecha, y no perdemos tiempo en cruzar la calzada para ver de encontrar algo al otro lado del pueblo.., no queríamos más decepciones. Resignados con nuestra poca suerte, a las 9.05  proseguimos por el arcén izquierdo de la carretera en dirección a Puebla de Sanabria; decepcionados y hambrientos, pero con la convicción de que solo continuando por el arcén de la nacional podremos encontrar algún sitio donde cargar las pilas, antes o después… 

       En el escenario natural  por el que caminamos ahora predomina el bosque de robles, algunos castaños cuajados de espléndida floración y abundantes saúcos igualmente floridos, los cuales flanquean el recorrido delimitando los arcenes de la carretera (ver más abajo img nº6izq). Entre los matorrales del sotobosque predominan variadas retamas y brezos, que en las húmedas hondonadas ceden terreno ante los helechos… Un día más seguimos gozando de las bondades del paisaje; desde la despejada atalaya de una calzada poco transitada en la actualidad,  pese a tratarse de una carretera nacional. Por el momento tampoco nos podemos quejar de la climatología: día claro, carente de viento y con agradable temperatura por el momento…  De esta guisa alcanzamos Palacios de Sanabria a las 9.40h; un lugar de feliz recuerdo para nosotros, porque en él se acabaría nuestra penuria alimenticia.

 

< img 5: (Palacios de Sanabria) tras 20 horas de ayuno, nos saciamos en el Bar Mirador (k10-9.48h) > 

     Penetramos en el Bar-mesón Mirador y enseguida nos dirigimos a la barra para encargar un buen almuerzo. Vemos allí colgadas toda clase de tripas de embutido, y en un par de vitrinas expositoras variedad de opciones de otros condumios. En la primera de ellas, destinada al almuerzo o tapeo, nos recreamos contemplando: tacos de tortilla, anchoas en diferentes soportes,  y numerosas bandejas de guisos a base cordero, cerdo o conejo con patatas y otras verduras…. En la segunda vitrina vemos la repostería acostumbrada para desayunos: magdalenas, tortas y diferentes pastas de confitería… Los ojos se nos disparan de una a otra vitrina, pero la mujer de la barra nos saca de la abstracción diciéndonos a modo de bienvenida ¡que no le había llegado aún el pan de cada día!, por lo que en su opinión deberíamos centrarnos únicamente en la 2ª vitrina...

    Yo que soy poco amigo de lo dulce, le pregunto si queda pan del día anterior, a lo que me responde afirmativamente, por lo que el asunto se resuelve de inmediato: tomando el  pan de ½ kilo que me ha mostrado,  dos tripas de chorizo y varios tomates me dirijo sin más a una de las mesas, seguido por un Francesc que se ríe con ganas… La señora nos ha entregado también la botella de vino con vasos,  un par de platos vacíos y la aceitera, con todo lo cual podremos prepararnos  a gusto nuestra primera comida tras 20 horas de ayuno (img nº5 arriba).  

    Liberados de las mochilas y sentados cómodamente, estuvimos en el Bar Mirador casi ¾ de hora. Naturalmente acabamos con el pan y los dos chorizos, que fueron acompañados por la botella casi enterita del aceptable vino de la tierra. Luego vino el café con leche y pastas variadas, y sobre las 10.30hh abandonamos muy satisfechos ese inolvidable y reparador lugar… A partir de ahora, los hados empezarían a pintar bien para estos peregrinos…

   Por cierto, habíamos confirmado durante el almuerzo nuestra intención de comer en Puebla de Sanabria, y desde allí continuar hasta Requejo. La hora y nuestra condición física nos permitían prever ese plan, salvo que surgieran imprevistos.

 

< img 6: (Otero de Sanabria) exuberancia del municipio, conjunto urbano (k15-11.30h), y pasión por España > 

    En el tramo de 4 km hasta Otero de Sanabria se acentúa progresivamente la presencia de hermosos castaños, que llegan hasta el borde de la carretera; abundando sobremanera en el municipio de Otero, pueblo que probablemente debe ser la capital de esta zona, castañera por excelencia. Los ejemplares que estamos viendo a lo largo de toda la jornada son relativamente jóvenes, con una alzada comprendida entre los 12 y 20 metros. Las copas de la mayoría de ellos son redondeadas y su floración verdaderamente extraordinaria esta temporada; nunca había visto algo igual. Por la limpieza del terreno bajo esas copas, queda patente que pasamos ante cuidadas explotaciones, consagradas en exclusiva a la producción de castañas (img nº6).   

    A las 11.30 atravesamos el núcleo urbano de Otero, donde me hago una foto con un chaval que pasea orgulloso la bandera española…; lo que nos recuerda que estamos en plena fase final del Mundial de Fútbol de Sudáfrica (img nº6der). La verdad es que no nos pasaba este asunto por la cabeza, porque en el Camino nos aislamos del mundo exterior… Salvo pequeñas demoras en la captura de alguna imagen, dejamos atrás el pueblo sin detenernos por el momento, aunque vamos notando ya el paso de los km. Poco después haremos un descanso de 10 minutos en una escarpada ladera boscosa. No nos queda más remedio que apartarnos de la carretera 30 metros; para ‘escalar’ con ciertos apuros esa pedregosa ladera, en busca de la escasa sombra de unos arbustos. Allí logramos sentarnos precariamente para descalzarnos, rodeados por un espeso y arisco sotobosque de genista espinosa y coscojas... El asfalto ya está muy caliente a estas horas y nos arden los pies, por lo que aunque faltan solo unos kilómetros hasta Puebla sentimos la imperiosa necesidad de ventilar calcetines y botas, para evitar males mayores en forma de ampollas.

 

< img 7: (Puebla de Sanabria) conjunto urbano y castillo vistos desde Área de Servicio junto N-525 (k18,5-12.58h) > 

    A las 12.30 reemprendemos la marcha y 40 minutos después llegamos a un área de servicio cercana a Puebla de Sanabria, donde hemos visto de lejos el rótulo de un hotel-restaurante. Antes de llegar a él, logro obtener con la ayuda del  ‘zoom’ una buena imagen lejana del recinto histórico de la capital sanabresa. El pueblo está en la cima de un prominente cerro, coronado por la inconfundible mole de su castillo (foto nº7). Esa impresionante fortaleza, construida a mediados del siglo XV, encarna el ‘santo y seña’ de la localidad. La carretera y la cercana autovía se elevan considerablemente sobre el valle, permitiendo unas vistas sensacionales de este importante enclave, capital comarcal y villa blasonada de renombre. Seguimos luego, y poco después estamos en la explanada del Restaurante La Casona, desde donde deben quedar unos 2km hasta el centro urbano de Puebla. Viendo ahora que la depresión de los ríos Tera y Castro circunda la ciudad, me reafirmo en que no hubiera sido rentable desviarnos para pernoctar en ella. Entre ida y vuelta nos habría supuesto una hora ese desvío, además de alargar una etapa nuestro viaje.

 

< img 8: (Puebla de Sanabria) excelente ágape en ‘La Casona’, con 50% descuento a los peregrinos (k18,5-14.33h) >  

La comida del restaurante La Casona nos resulta altamente gratificante, por la calidad del menú y la buena acogida que dispensan a los peregrinos en el local. En esta casa recibimos un trato diferencial respecto al resto de clientela: el menú de 24€ nos sale a nosotros por 10. Con independencia de eso, podemos comprobar que estamos indiscutiblemente en un buen restaurante, muy acreditado en la zona según referencias de Internet… Tanto el servicio, como el escenario y los menús son de gran categoría; sin lugar a dudas lo mejorcito que encontraremos en el presente recorrido hasta Verín. Finalizando la comida veo a Francesc rebosando satisfacción por todos sus poros, y logro obtener una de sus  mejores fotos entre las que he visto (img nº8). Tras revisar en casa el reportaje, está también entre las mejores del viaje, a lo que ha contribuido sin duda la ambientación del local.     

    Antes de salir del restaurante para reanudar la etapa le cedo a Francisco una de mis camisas. Él suele llevarlas de manga corta y cuello excesivamente holgado, lo que le acarrea problemas de insolación. En la jornada precedente llegó a San Salvador de Palazuelo con el cuello y brazos enrojecidos, y fue entonces cuando llamé su atención sobre el tema. Al comentarle eso faltando varios kilómetros para la meta,  me reconoció que ya le estaba picando un poco la zona del cuello... En ese momento le apliqué un pañuelo humedecido, pero estábamos entonces  con el jaleo de la bota despegada y el asunto quedó en segundo plano…. Hoy  vuelve a quemar el sol de lo lindo y antes de llegar al restaurante pude convencerle para que se pusiera una de mis camisas. Yo solo las uso de manga larga cuando estoy en el Camino, y llevo invariablemente tres de ellas de diferentes grosores (ver Nota 13 en final capítulo).

 

 En la gran  explanada frente La Casona, compartida con el Hotel Encinar, hay un monumento dedicado a la peregrinación y al gremio de restauradores en el entorno del Camino, presidido por una estatua de granito del santo patrón. El camarero nos ha pedido posar ante ella para sacarnos un par de fotos, cosa que hace con mi cámara y con la suya (img nº8der., en la que ya luce Francesc la camisa que le he cedido). Dice el imprevisto fotógrafo ser devoto de Santiago y amigo de los peregrinos, aunque aún no ha podido emprender la aventura. También nos confiesa que le han encargado sus jefes la obtención de algunas imágenes con peregrinos de todas clases, para incluirlas tanto en folletos publicitarios como en la página Web del negocio… Accedemos a eso y tras posar para nuestro anfitrión salimos a las 15 horas por el arcén de la misma N-525, por el que proseguiremos hasta finalizar la etapa.

 

< img 9: Puebla de Sanabria frente a la cola del embalse de Cernadilla (k20-15.13h) >  

A las 15.15 cruzamos el alto viaducto sobre el río Tera, viendo desde otro ángulo a nuestra izquierda la incomparable imagen de Puebla de Sanabria; encaramándose en la boscosa colina que la sustenta, que se eleva desde el lecho del río. El Tera se ensancha en las inmediaciones de Puebla, conformando frente al pueblo la cola del embalse de Cernadilla, lo que explica la alzada y amplitud del viaducto por el que debemos salvarlo (img nº9). 

   El tramo hasta Terroso se nos hace largo, porque de nuevo volvemos a sufrir con el calor y la insolación. Hay que tomárselo con calma, haciendo un par de paraditas en el recorrido: la primera de ellas entre el robledal, en zona de altos pastos; la segunda  amparándonos junto al muro de una casa en ruinas. En esta última nos tomamos tiempo suficiente para descalzarnos y hacer la diaria llamada telefónica a casa. 

Tenemos algo de suerte al reemprender la marcha, porque un bendito nubarrón nos obsequia con su  gratificante lluvia. Solo serían  5 minutos, pero nos saben a gloria; pocas veces fue la lluvia tan bien recibida como en esta ocasión. Aunque nos secamos en seguida, tenemos la suerte de que el chubasco viaja hacia Terroso, como nosotros; de manera que durante 20 minutos podemos disfrutar de su benéfico rastro, caminando sobre una calzada recién regada que desprende una refrescante nube de vapor de agua. Poco después alcanzamos Terroso, que íbamos viendo al fondo de una recta interminable. Pasado ese pueblo la carretera se empina ya paulatinamente, porque estamos iniciando el ascenso del Alto del Padornelo, famoso puerto que subiríamos al día siguiente, y a cuyos pies se encuentra nuestro destino de hoy.

 

< img 10: (k32-18.36h) llegando a Requejo –a 1km-, meta de la jornada / alojamiento en albergue municipal (k33-18.50h) >  

Llegamos al centro urbano de Requejo a las 18.50h, sintiéndonos relativamente bien pese a tratarse de otra etapa larga. Haciendo balance, hemos recorrido en las 4 primeras del viaje 122km, lo que supone un promedio de 30,5km/jornada; algo que merece una reflexión... (ver Nota 14 al final del capítulo).

Al entrar en  el pueblo nos sentíamos satisfechos, por completar con éxito una ajetreada jornada que se inició con hambruna, y luego se ha desarrollado en escenarios de lo más variado; una jornada que se hizo dura en los últimos kilómetros, especialmente para Francesc, con el prolongado repecho que nos ha traído hasta la meta. En estas circunstancias el sobrepeso de su mochila se nota mucho, ya que mi colega no suele cargar con menos de 10kg, mientras que mi ‘impedimenta’ apenas supera los 7….

Nos encontramos en el Albergue Municipal con varios compañeros, entre los que hay 3 ingleses de nuestra quinta y una joven pareja hispano-germana. Con estos últimos entablamos breve conversación, en la que nos ponen al corriente de cómo funciona la casa. Catherine y Diego se han conocido en esta ruta sanabresa, y por lo visto y oído llevan compartiendo varias jornadas.

 Nuestro albergue ocupa el nivel inferior de un caserón restaurado de dos plantas (img nº10der). Disponemos de una gran sala dormitorio con 10 literas (20 plazas), más un par de aseos ‘etiquetados’ para mujeres y hombres respectivamente, aunque como es habitual en el Camino los usamos indistintamente. Como “otros lujos” también tenemos mantas, una mesita redonda de plástico y varias sillas de lo mismo. No hay cocina ni otros servicios, pero poco más se puede pedir en un lugar donde solo te solicitan como aportación 5€. La señora que cuida de la casa la tiene bastante limpia; concretamente no hay nada que reprochar a los aseos, y ni siquiera escasea ese papel higiénico tan necesario….  

  Dado que en la jornada anterior no habíamos lavado ropa, busco la posibilidad de hacerlo aquí, pero no logro localizar el lugar apropiado donde realizar la tarea. Dando una vuelta completa al edificio, solo encuentro un improvisado tendedero para colgar la colada; está en el descampado de la parte trasera, donde alguien ha sujetado un alambre entre dos árboles… El recurso habitual en estos casos es hacer la colada en los aseos, pero dada su pequeñez desisto del ello… Finalmente, me conformaré  colgando la ropa sudada del día en el improvisado tendedero; las pocas horas de sol que restan podrían ser suficientes para tenerla  seca antes de irnos a dormir… Liquidado el asunto, paso a continuación a la ducha, de donde acaba de salir Francesc, y luego me cambio de ropa para salir. 

 Como de costumbre me pongo las sufridas chanclas y dejo las botas en el pequeño vestíbulo de entrada. Luego bajo al patio para tender la ropa como había previsto. En el alambre, parcialmente ocupado por la indumentaria de los ingleses, no queda ni una sola pinza libre; en vista de lo cual, tendré que sujetar mis prendas con el ingenioso recurso aprendido de otro peregrino en mi anterior viaje: atándola consigo misma mediante un elemento relativamente simple que comento en nota marginal (Nota 10 abajo) . Se trata de una solución muy adecuada para el peregrinaje, que se extiende ahora como la pólvora en las rutas jacobeas;  un recurso sencillo para resolver un problema muy tonto, con el que solemos encontrarnos a menudo en el Camino; al cual encontró remedio alguien al que no conocemos, y que sin duda  merece algún premio a la inventiva...

 

-Nota 10-  Una práctica solución para colgar la colada:   A los peregrinos se nos suelen presentar algunos problemas que serían impensables en la vida familiar cotidiana. Uno de ellos, con el que me he encontrado en innumerables ocasiones es el colgado de la ropa, tras realizar la colada… Por desgracia, estamos ante una de las carencias típicas en los Albergues Públicos: la ausencia o escasez de las típicas pinzas que se usan para este menester… Ese ha sido el caso en esta ocasión, las poquitas pinzas que había en el alambre  las habían copado otros colegas cuando me acercaba yo a tender mis trapos.

Afortunadamente vine a este viaje provisto del ‘equipamiento de emergencia’ para solucionar el problema: una cajita de imperdibles (“safety pins”) de buen tamaño. Vi como los utilizaba otro peregrino en mi viaje del año anterior. Se trata de sujetar la ropa uniendo dos o tres parejas de puntos opuestos de cada prenda con esos imperdibles. Lo he aplicado en Requejo por primera vez, encontrándolo fácil de ejecutar y muy eficaz. Es sin duda una buena solución para resolver esta eventualidad; otra recomendación  que se puede hacer  a los novatos.
 

 

 Cuando me disponía a salir del albergue, me confirma F algo que ya había apuntado antes: se quedaría descansando en la habitación,  mientras yo iba a en busca de aprovisionamientos. Esta vez me he comprometido a no volver de vacío. Luego pensaba dar una breve vuelta por el entorno, donde aparentemente no habría mucho que ver…

 

< img 11: (Requejo de Sanabria) iglesia parroquial de San Lorenzo // Ermita de La Virgen de Guadalupe >  

 Casi todo lo que visito de Requejo está en el Barrio de Bajo, situado  junto a la carretera nacional en el lado izquierdo de la misma, y en el margen opuesto a donde se encuentra el albergue. En esa barriada, y precisamente frente a la calle Manonga donde está nuestro refugio, se encuentra la ermita de Guadalupe, patrona de la localidad, junto la que habíamos visto al llegar una pequeña tienda de comestibles. Ambas están  situadas en una pequeña placita de forma triangular colindante con la N-52; una plaza que podría ser el ‘check point’ de este pueblo para los peregrinos. Un poco más arriba de la misma está el Ayuntamiento, en una explanada que se abre también a orillas de la carretera.  

 Al pasar ahora junto a la ermita de Guadalupe  la veo engalanada con guirnaldas florales (img nº11der), por acontecer precisamente en estos días las fiestas patronales del lugar. Lo que explica otros adornos observados anteriormente en ventanas y balcones, y ver pasear alguna gente con niños endomingados y aires festivos…

 Pero antes de cargar las viandas en la tienda, que según me dicen permanecería abierta hasta las 20h, trato de averiguar dónde hay algún bar o mesón para donde desayunar al día siguiente; y una señora me señala la ubicación de un par de ellos unos 500 metros más arriba, siguiendo el margen izquierdo de la N-525.También me aclara que el núcleo mayor de la población está alejado de aquí unos 500 metros a la izquierda, cuesta abajo; y que hay otras dos pequeñas barriadas en el lado derecho de la carretera nacional, cuesta arriba. Esta distribución urbana dificultaría bastante mi acostumbrada visita al casco histórico del pueblo. Por lo que veo, se trata de un lugar relativamente pequeño, pero complicado de visitar por estar muy desperdigado en la ladera de la montaña y con el obstáculo de la ancha carretera nacional de por medio. Para colmo, la iglesia parroquial de San Lorenzo está en las afueras, siguiendo la carretera en dirección Orense; encaramada en un cerro a la derecha de la citada N-525 (img nº11izq)

  Rumiando a fondo el asunto, acabo desistiendo del intento, concluyendo con que habré de prescindir de mi arraigado ‘hábito histórico-cultural’; en primer lugar porque me esperan en el albergue  y no tendría tiempo, pero también porque no hay ningún monumento de especial relevancia en Requejo. Sí que lo  hay en el ámbito de la naturaleza de su entorno: en otras circunstancias me habría gustado visitar el bosque de Tejedelo, tesoro natural contenido íntegramente dentro del municipio, distante unos 5km de donde estamos. De haber llegado a mediodía, seguramente me habría acercado a verlo... Se trata de un espacio protegido único en nuestro país, que conserva entre su masa forestal un centenar de tejos milenarios; posiblemente el más importante reducto de esta reliquia vegetal en toda  Europa (img nº13 y Nota 15 al final capítulo).  

    Pero hay que dejar de lado las aspiraciones culturales, para centrarse antes que nada en solucionar nuestra prioridad alimentaria… Regreso pues a la tienda de comestibles, entrando en ella para comprar todo lo que necesitamos para cenar y el almuerzo del día siguiente. Afortunadamente la tienda está abierta hoy,  pese a ser día festivo, y además tienen todo lo necesario; ¡menos mal!,  hoy no nos quedaremos sin cena, y mañana habrá almuerzo a su hora.

 

< img 12: Sábado festivo en Requejo: futbol TV (Paraguay-España) // fiestas patronales Virgen de Guadalupe >  

       Cumplida la tarea primordial, me acerco nuevamente a la Ermita, donde en honor a la Virgen, han decorado el arco metálico que da acceso al atrio con una vistosa guirnalda floral (img nº12der).  Avanza la tarde (20.34h) y el aire de fiesta viene ahora de todos lados, reforzado en esta ocasión por el ambiente futbolero relacionado con el Campeonato Mundial de Sudáfrica (img nº12izq). España juega esta misma noche los cuartos de final contra Paraguay, y ya he visto algunos ‘forofos’ por las inmediaciones portando banderas nacionales; están calentando motores en los prolegómenos de un partido histórico, que los menores de 70 años no hemos conocido…  Por cierto, antes de salir del  albergue ya habíamos tomado la decisión de acercarnos a ver ese evento por TV, acompañados por el madrileño Diego, si es que encontrábamos algún lugar para ello… 

    Con idea de elegir el local más apropiado, decido acercarme ahora a la zona de restaurantes y bares que la vecina me había señalado, situada en este mismo margen de la carretera como a  500 metros más arriba de la Ermita. En el intervalo veo algunas casas, a lado y lado de la calzada, exhibiendo  en sus balcones  banderas españolas mezcladas con otras de diferentes países, así como diferentes adornos relacionados con la festividad local.  Aprovecho el paseo para sacar fotos de ambiente (img nº12izq), hasta toparme con los dos únicos establecimientos que ofrecían el partido en directo…. Ambos están llenos de gente a estas alturas  de la tarde, aunque falta casi una hora para iniciarse el encuentro. En la puerta del primero de ellos hay un gran cartel donde confirman que se podría ver el choque a partir de las 21.15h; noticia con la que decido regresar ya al albergue. No tenemos demasiado tiempo, porque debo recoger mi ropa, cenar con F. y dejar todo preparado para cerrar la jornada al regreso del encuentro….  

     Cerca del refugio me avisa alguien que vayamos al tanto si hemos colgado ropa a secar en el tendedero; al parecer se habían producido algunos robos días atrás... Paso pues a recoger mi ropa antes de subir al dormitorio, y afortunadamente  la descuelgo ya casi seca, sin faltar nada. La verdad es que no sentía ningún temor a que me quitaran algo, ya que siempre llevo ropa barata, comprada en “mercadillos de fin de semana”; con seguridad las prendas robadas deben haber sido de marcas acreditadas…. 

      En el dormitorio sólo me encuentro con Francesc y el madrileño Diego; se supone que los tres ingleses y la alemana Catherine deben haber salido a cenar fuera. En nuestras conversaciones con Diego hemos notado que el chaval va justo de perras; y quizás por eso se ha preparado algo frío para cenar en el albergue, en vez de salir con su amiga y hacerlo fuera... 

     Francisco y yo preparamos nuestra cena en la pequeña mesa de plástico, antes de acercamos a ver el partido con el madrileño. Cuando repartíamos en bandejas nuestro trinchado de frutas,  él estaba terminando su cena sentado en la litera. El chaval nos ofreció oportunamente compartir su comida con nosotros, algo que habíamos declinado. Así que en correspondencia, le ofrecimos una parte de nuestra fruta, que fue aceptada sin remilgos; Diego dio buena cuenta de ella con evidente satisfacción.

    Mientras comíamos juntos, en buena camaradería, el joven colega se mostró confiado y respetuoso con nosotros, intercambiando impresiones sobre su coyuntura formativa e inminente inserción profesional…   

Salimos del Refugio con el partido ya empezado, pero íbamos sin prisas. Al pasar junto a la placeta de la ermita  vemos un cartel anunciando baile para esta noche… Se supone que el ofrecimiento va destinado al vecindario, pero no se excluye a los eventuales peregrinos. Sin pensarlo mucho se me ocurre sugerir a Francesc si nos “íbamos de marcha”, aprovechando la ocasión, y se echa a reír…; era una broma claro.  

   El partido contra Paraguay conseguiríamos verlo casi completo, pero sin lograr acomodarnos mínimamente hasta que faltaban 20 minutos para el final. Al entrar logramos abrirnos paso con dificultad entre el gentío, hasta hacernos un hueco junto a una ventana…  Luego fuimos mejorando nuestra ubicación hasta conseguir sentarnos en una mesa, donde hubo que pedir una jarra de cerveza para no hacer la ‘gorra’. Terminaríamos la fiesta celebrando la victoria de España con un café. 

   Me había llevado al bar el mapa de la siguiente etapa (5ª) y las notas anexas. En ellas tenía marcado como final Lubián, un pequeño pueblo serrano de gran sabor, muy recomendado en las guías. En esta ocasión tendríamos una etapita corta de tan solo 18 km, que ya tocaba. Lo comentamos, confirmándolo rápidamente, y tampoco tardamos demasiado en decidirnos con el itinerario a seguir…: esta vez lo haríamos íntegramente por pistas, siempre que fuera posible, siguiendo un recorrido algo irregular pero con muchos alicientes… Iba a ser una etapa para ir relajados, casi toda ella atravesando abundante boscaje; un entorno donde poder guarecerse del calor en los momentos de agobio. La otra opción podría haber sido continuar casi todo el tramo por la N-525, para girar a la derecha a la altura de Lubián, justamente en el cruce que une este pueblo con Hermisende… 

   Nos planteábamos no madrugar mucho, ya que no tendría sentido en esta etapa por ser muy corta; aunque dábamos por seguro que a la salida de Requejo no encontraríamos nada abierto donde desayunar…Damos por descontado que los tres establecimientos que vemos ahora bullir de gente no abrirían antes de las 10 de la mañana, después de una  larga verbena de fiestas y /o la celebración del post-partido… 

     A la salida del bar, nos comenta Diego que con su amiga Catherine tenían otros planes de viaje para mañana; ellos madrugarían para hacer una etapa larga, con final a determinar por el camino, y en consecuencia ya no los veríamos. Ante esa circunstancia, nuestra despedida del chaval vino precedida por una charla en profundidad, mantenida mientras caminábamos sin prisas durante el regreso al albergue; una plática en la que nuestro joven colega nos puso al corriente de sus dudas y  tribulaciones, mostrándose receptivo ante los comentarios y consejos que pudimos ofrecerle (véase Nota 11 al final del capítulo).    

    Nos retiramos a dormir a las 22.45hh. En la litera repaso lo acontecido en la jornada antes de conciliar el sueño, especialmente nuestra reciente charla con Diego. Me vienen a la cabeza otros encuentros con gente joven, de algunos de los cuales tuvimos buenas noticias después, e incluso hemos vuelto a encontrarles en el Camino…. Francesc y yo hemos compartido algunas de esas experiencias, que siempre recordamos como muy gratificantes. Esperamos y deseamos que Diego salga reforzado de este viaje y enderece el rumbo; amén.  

 

-Nota 11-  Un joven peregrino en la encrucijada vital:   Diego es un buen chaval, que hace su primera incursión en el Camino buscando aclarar ideas. Con 24 abriles aún no sabe lo que hará en los próximos años. Podríamos decir que está ahora en la encrucijada vital de la post adolescencia, crucial etapa por la que todos hemos pasado. Una encrucijada de la que unos pocos privilegiados/as logran salir antes de los 20 años, la mayoría de personas entre los 20 y 30, y algunos nunca para su desgracia…  

    Durante el regreso del bar reemprendimos la charla iniciada con el chaval mientras cenábamos. Estuvimos un buen rato hablando con él sobre su coyuntura actual, en el que nos expuso las dudas e inquietudes que le preocupan desde hace meses, especialmente tras una grave ruptura familiar con sus padres… Obviamente, no transcribiremos en esta nota los detalles de sus confidencias, nada excepcionales por otro lado,  pero que por obligada discreción me abstendré de mencionar. Lo sustancial es subrayar ante mis lectores el nivel de confianza que despierta el escenario del Camino, entre peregrinos de toda naturaleza, condición y edad. Una comunión que se da muy raramente en otros escenarios de la sociedad. 

    Naturalmente, nosotros correspondimos a la confianza que nos demostraba nuestro fugaz amigo y compañero de viaje; dando lo mejor de nosotros mismos, mediante respuestas dictadas por la experiencia que otorga la edad. Con nuestras puntuales observaciones hemos tratado de reforzar su autoestima; aportando sinceros comentarios a todas las cuestiones planteadas, y sugiriendo algún que otro consejo….

    Diego nos agradece vivamente las atenciones que hemos tenido con él, y en especial la franqueza y cordialidad con que lo hemos tratado. Finalmente, antes de penetrar en el albergue nos despedimos deseándonos suerte mutuamente, con el sempiterno ¡buen Camino! Quién sabe si volveremos a encontrarnos con él algún día en cualquier vericueto de la Ruta.  

    El Camino es un excelente sitio para que chavales como este encuentren el norte, y el azar o la ‘buena mano de Santiago’ suelen propiciar que se den encuentros ‘intergeneracionales’ con relativa frecuencia. .. Cuando eso sucede, los veteranos sentimos la obligación moral de aportar nuestras experiencia, y puedo afirmar que nadie escurre el bulto en esas ocasiones, actuando como lo hemos hecho nosotros; esa es una norma general que suele darse entre  jóvenes y mayores en el escenario de la peregrinación.
 

  

-Nota 12-  La restauración de la Iglesia de la Asunción de Asturianos invita a reflexionar sobre la incidencia de la Política en la Cultura       

     Ha transcurrido  más de un año desde nuestro recorrido por el lugar cuando paso a limpio mis notas; y al no disponer de otras informaciones obtenidas “in situ,”  he podido encontrar en Internet datos sobre la restauración de esta iglesia, pudiendo constatar que fueron tres los retablos recuperados en esas fechas. Incluso he bajado un par de fotos, donde puede verse el conjunto del notable altar mayor y un detalle del mismo. No aparecen  datos concretos sobre la antigüedad del templo pero sí de los retablos, que fueron tallados y pintados entre finales del siglo XVII y primer tercio del XVIII… Pero no quiero hablar ahora de arte suntuario;  lo que me mueve a insertar esta nota no es la iglesia en sí, ni sus retablos, sino una reflexión que se me ocurre sobre la iniciativa restauradora. 

     He recorrido España en toda su extensión durante muchos años, y por lo tanto he visto sobre el terreno suficientes muestras como para poder subrayar la importancia que tiene la fracción política que manda en cada Autonomía, en cuanto a la recuperación del patrimonio público. Desde luego no hay que ser un lince para adivinar quién manda en cada lugar, cuando vemos donde se gastan esos dineros públicos. El caso que nos ocupa evidencia que en la comunidad castellano-leonesa manda un partido conservador, mucho más respetuoso con los valores culturales religiosos que otras formaciones políticas de este país, alguna de ellas autodenominada ‘progresista’, que han gobernado en varias legislaturas. Porque desde luego, para gastarse “una pasta” como suele decirse en restaurar  los tres retablos de la iglesia parroquial de un pequeño pueblo, de  sólo 200 habitantes, hay que ser inequívocamente conservador y necesariamente filo cristiano

    Naturalmente no voy a usar estas líneas para resaltar o menoscabar lo que hacen quienes representan, en las diversas autonomías, a los dos antagónicos y grandes partidos de España. Tampoco hace falta hacerlo, porque todo aquel que me conozca o lea esta Memoria sabe ya mis inclinaciones y gustos.

   Aun así, vaya por delante mi respeto por quienes optarían por gastar el presupuesto destinado a patrimonio en otros bienes culturales no religiosos, que también los hay y muy remarcables en este país. Pero desde luego, en el caso de esta semi-despoblada gran comunidad castellano-leonesa, me alegro mucho que mande quien manda, pues de lo contrario se estaría perdiendo para siempre buena parte de lo poco que en su día dejó en pié el famoso ministro Mendizábal. Y si subrayo esto no es tanto por defender la tradición cristiana en concreto, sino por conservar nuestro acervo cultural en general, nuestro arte y nuestras tradicionales centenarias, vinculadas a cualquier opción religiosa o seglar.
 

 

-Nota 13-  Un apunte sobre los riesgos de insolación, en especial si se camina a pleno sol en las horas centrales del día   

    El  Camino de Santiago es un ‘escenario perfecto’ para tostarse a pleno sol en ocasiones, especialmente si lo hacemos a pié. Hay etapas soleadas en las que se dan otros condicionantes desfavorables como: ausencia de cobertura arbórea, falta de viento y cubrir largos tramos sin cambiar de dirección… Si además de todo eso no llevamos la adecuada ropa de protección , las consecuencias pueden ser graves o gravísimas; porque no se trata únicamente de ligeras quemaduras o molestas ampollas, todos hemos oído algo sobre el alto riesgo que supone para la salud desarrollar un melanoma maligno… Por ese motivo creo importante recalcar aquí algo que todos deberíamos conocer, pero que desgraciadamente es pasado por alto por muchos. No es lo mismo venir a esto del Camino que  disfrutar unas horas en la playa, intercalando el ‘solete’ con algún que otro chapuzón, o incluso con alguna incursión al chiringuito cercano para tomar una cerveza: en el Camino se pueden presentar jornadas en las que tenemos que marchar durante las horas centrales del día sin protección de arbolado. Entre Mayo y Octubre, época de mayor insolación, el horario de riesgo sería el comprendido entre las 11 y  las 18 horas. Pero es que tratándose del Camino no estamos hablando de una hora ni dos, pueden ser 5 ó 6 horas en estas condiciones… Para afrontar situaciones como la apuntada tenemos que llevar protección total en cabeza, cara, cuello, brazos y piernas; en otras palabras, como si estuviéramos en pleno desierto del Sahara. Y por favor, que nadie me tilde de exagerado; quién así lo considere, que de un salto a la presente Memoria y se vaya al tramo final de la 7ª etapa de este viaje, entre A Gudiña y Verín...  

    Hay algunos peregrinos, especialmente extranjeros, que suelen caminar siempre en pantalón corto. Muchos otros con camisas de manga corta. Algunos sin sombrero, o con sombrero inadecuado, etc.  Es sobre todo a ellos a quienes quiero dedicar estas recomendaciones: si se lleva un buen sombrero de ala ancha, incluso podemos ahorrarnos las gafas de sol (yo no las llevo). A ese imprescindible elemento de nuestro vestuario debe añadirse camisa de manga larga y pantalones largos.  Estos últimos recomiendo vivamente que se lleven siempre, al igual que ese sombrero de amplia protección (tipo “ranger”). Quienes piensen que basta con otros sucedáneos, como cremas y afeites de protección solar, están equivocados; porque entre otras cosas eso se deshace después de una prolongada sudoración. Lo dicho amigos: ¡aquí no venimos a tomar el sol!, sino a resistir estoicamente su inapelable radiación, durante periodos prolongados de tiempo en ocasiones. Y para eso no dejéis de utilizar la máxima protección posible… Llevar algún vestuario de máxima protección no impide prescindir de él cuando sea innecesario, pesa poco.
 

          

  

-Nota 14-  Una adecuada preparación física, factor clave para afrontar con éxito la dureza del Camino:   Si repasamos el trayecto, observaremos que hemos completado aquí con éxito un ciclo de cuatro etapas de largo recorrido, totalizando 122 km, siendo las dos últimas de 32 y 33 km respectivamente. Quizás nunca habíamos iniciado un viaje por el Camino con tal nivel de exigencia, porque normalmente no solemos empezar tan fuerte; pero en esta ocasión hemos acudido ambos con una óptima preparación física, y ese es un factor clave para lograr esta excelente ‘performance’…

Como decíamos, tanto Francesc como yo nos hemos preparado a conciencia para el viaje. Desde mediados de Abril, ambos hemos venido caminando a diario  una decena de km por los alrededores de casa. Finalmente, durante la última semana intensificamos la preparación, haciendo largas excursiones de unas 4 horas por el campo, y procurando incluir subidas y bajadas en esas salidas.  Además, para mejorar el simulacro, hemos hecho el último tramo de la preparación cargando con mochilas lastradas con 5kg… Ha sido un pequeño sacrificio que ahora nos reporta dividendos, plasmándose en una forma física idónea. También es una demostración de que el ejercicio físico continuado, y progresivamente intensivo, se puede realizar a cualquier edad.

Es oportuno recordar una vez más que la preparación previa, con sistemáticas caminatas, no solo busca potenciar la musculatura y articulaciones, sino muy especialmente: endurecer la planta de los pies para evitar ampollas. Estas se suelen presentar normalmente  a partir del 3er. día, haciendo mella en mayor medida en quienes no se han entrenado para el viaje con suficiente intensidad y antelación.
 

 

 

< img 15: (Requejo de Sanabria) El Tejedelo, bosque milenario de tejos  (lat.“taxus baccata”), ((izq)invierno//(der)verano)>

 

-Nota 15-  El bosque de Tejedelo y los tejos ancestrales:   Podemos sentirnos orgullosos por conservar en nuestro país 140ha de un bosque primigenio de tejos (Taxus baccata”);  árbol ancestral al que nuestros antepasados celtas veneraban. Es inútil enumerar todas las propiedades que hacen de este espécimen vegetal un tesoro vivo de la naturaleza, que conocieron los dinosaurios hace 100 millones de años. Su más notoria particularidad es sin duda la longevidad, pudiéndose contar en Tejedelo hasta un centenar que superan de largo los 1000 años. En la antigüedad llegó a conocerse como “árbol de la muerte”, porque todas las partes del mismo contienen la “taxina”, sustancia tóxica que tomada en grandes dosis llega a paralizar el corazón. Narraba Julio César en uno de sus libros, que el jefe germano Catuvolcus se suicidó tomando una infusión preparada con corteza de Tejo. Pero curiosamente, también eran conocidos antaño sus poderes curativos: como antirreumático, abortivo, antimalárico, e incluso como antídoto contra mordeduras de serpientes y escorpiones. Resumimos a continuación un compendio de características y utilidades destacadas:

- reliquia botánica: su origen se remonta al período Jurásico, hace 100 millones de años

- viviendo entre nosotros: hace más de un millón de años ya estaban muy presentes en la Península Ibérica

- longevidad: es uno de los árboles más longevos (llega a milenario), manteniendo su crecimiento toda su larga vida

- tamaño: destaca por su extraordinaria robustez, hasta 4 metros de diámetro, aunque no llega a superar los 20m (ver img 31ª20)

- difícil germinación: necesitan 40 años para alcanzar la madurez, y pocos son los que llegan a desarrollarse plenamente

- peligro de extinción: está desapareciendo en Asia, África y Europa; por talas indiscriminadas, incendios y cambio climático

- valor cultural: símbolo de eternidad, de la vida y de la muerte. Por eso vemos algún ejemplar en plazas, iglesias y cementerios de  toda Europa

- importancia histórica: por las cualidades de su madera (de gran dureza y flexibilidad), esta fue usada desde hace miles de años como arma de  guerra (arcos y flechas), para hacer sarcófagos en Egipto, como clavos en los barcos vikingos y ejes en los carros medievales.
 

  


      Antonio Garcia Marquez 

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GUIA DEL CAMINO DE SANTIAGO A PIE (En papel)
JOSE M. SOMAVILLA , TUTOR, 2009
Desde la primera edición de esta Guía del Camino de Santiago a pie han transcurrido más de diez años, y veinte desde que su autor, José Manuel Somavilla, descubriese la Ruta Jacobea en 1989 y quedase enamorado de ella. Desde entonces ha recorrido el Camino de Santiago a pie año tras año. Fruto de esa experiencia contrastada que muchos lectores y peregrinos han disfrutado en sus anteriores ediciones, ahora, para esta nueva edición actualizada en 2009 y ampliada, el autor ha elaborado nuevos y detallados mapas de cada una de las 26 etapas del Camino Francés que separan los 750 kilómetros que hay entre Roncesvalles y Santiago de Compostela. A esto ha añadido la variante del Camino Aragonés, con 5 nuevas etapas desde Somport hasta Puente la Reina, punto en el que se une con la otra vía del Camino Francés

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