BODEGAS TORO ALBALÁ

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Bodegas - Los Vinos - Museo - Premios Vinos : Amontillado - Finos - Joven Afrutado - Pedro Ximenez


Pedro Ximénez

Vino de licor, dulce, de color rubí oscuro, que se obtiene soleando, casi hasta la pasificación, la uva del mismo nombre. Normalmente se somete a crianza, aumentando lentamente su color en las botas, color que pasa de ambarino a tonalidades casi azabache. Su contenido mínimo en azúcares reductores es superior a los 272 gramos por litros.

Autentica miel de uva, es un vino denso, cargado de agradables aromas varietales, con matices que recuerdan el café, el higo pasificado, el chocolate, el cacao, el dátil y, por supuesto, el olor característico de la uva pasificada que le da nombre

Es una verdadera fiesta para los sentidos, fragante y frutoso, suave en la boca y no empalagoso. Es, sin más acompañantes, un postre perfecto que puede repetirse, a lo largo del día, tras el desayuno, el almuerzo, o la merienda. Auténtico tónico, levanta los ánimos cansados y ayuda a recuperar fuerzas tras una larga jornada de trabajo.

Breve historia de los vinos dulces españoles

 España ha sido, desde siempre, una excelente productora de vinos dulces, nacidos posiblemente incluso que los actuales vinos de mesa.

         Los romanos mostraron a los habitantes de Hispania como elaborar mulsum, vino que se mezclaba con miel y que se dejaba envejecer antes de servirlo como aperitivo en las cenas de gala.

         Los visigodos eran amantes del mulsum, aunque también les gustaba el mostum (mosto mezclado con miel), el passum (vino de pasas) y un vino dulce que elaboraban con la variedad de uva Apiana.

         El gusto en la época medieval apuntaba, por un lado,  a los vinos recios y, por otro, hacia los abocados y dulces. Entre estos tomó carta de naturaleza la Malvasía de Sitges (Barcelona), a la cual llegó esta variedad gracias a un marinero del almirante Roger de Llúria, que trajo unos sarmientos de Grecia para plantar su huerto.

         Los vinos dulces, sobre todo los elaborados con la variedad Moscatel, conquistaron el gusto popular y fueron muy famosos. Ya, en el Siglo de Oro, los moscateles de Madrid, sobre todo el vino “precioso” de San Martín de Valdeiglesias y el de Alcalá de Henares eran los preferidos por la nobleza.

En la misma época, de Galicia era muy conocido y valorado el vino llamado “tinto de Orense”, que más tarde se conocería, sin lugar a dudas antecesor directo de los Oportos.

También en el siglo XVII comenzaron a ser apreciados los vinos dulces canarios, los moscateles de Lanzarote y La Orotava, además de Las Malvasías de Tenerife.

En este tiempo es cuando los vinos de Jerez y Málaga (secos dulces) rivalizan por el mercado inglés, que distinguía perfectamente entre Shery wine y el Mountain wine.

El siglo XIX fue el de las plagas de la filoxera y el oidium, que diezmaron los viñedos españoles. Pero también, fue el siglo que vio nacer a muchas de las actuales bodegas de Rioja. Y, en los mismos años, el vino de Alicante, escaso pero exquisito- el famoso Fondillón- alcanzaba la gloria en toda Europa a la vez que se daban a conocer los negros Pedro Ximénez.

 En la actualidad, son muchos los lugares de España donde se elabora vino dulce que van desde el consumo popular hasta los más exclusivos y originales de Montilla-Moriles, Jerez, Málaga, Alicante, Priorato, Navarra, Toro….  

DON PX "2001"


 

Cata Estamos ante un pedro ximénez joven, recién nacido, pletórico.

A simple vista,  se observa que no tiene la vejez de un vino de reserva y por lo tanto luce un color topacio intenso y dorado, con ribetes verdosos. Su aspecto evidencia que el vino cae en la copa como el aceite. Gratamente ardiente, por su carácter oleoso que se  adhiera a la copa. Estamos contemplando un pedro ximénez cuando aún es un bebe.

En nariz, se detecta un fino aroma de fruta pasificada (aromas primarios), sana adornado con un grato recuerdo a miel, higos secos (coincidencia generalizada).  

Pero  a medida que se airea emerge un compendio de nuevos aromas que le hacen complejo junto con el característico y noble aroma de palillo (raspón seco). Aromas a canela y pastelería de horno.

Elegante y equilibrado que conjuga una serie de matices nobles de no muchas intensidad aromática pero muy armonizados.

En la boca, el vino es sabroso, entra suave, con agradable untuosidad (de tacto graso y cálido) sin llegar a saturar las papilas. Es decir, para nada empalaga (por el punto correcto de acidez que percibimos al final del trago).

Dicho de otro modo, intenso pero no pesado

En vía retronasal también surgen sensaciones melosas, de dátil, higo, etc.

En definitiva, un vino de trago largo con una agradable y compleja sensación final entre el dulzor y la armonía aromática.

Un vino con alma y espectacular que merece un monumento.

Gastronomía

Por si sólo es un excelente postre aunque puede acompañar perfectamente: quesos azules, pastas, helados, la fruta del tiempo, etc. Esta miel de los caldos montillanos, es ideal para completar un desayuno, una comida o meriendas al lado de pastas y dulces pudiendo ser un delicioso refresco tomado con hielo o agua de seltz.

Conservación y Consumo:

Conservar en sitio fresco y oscuro. No tiene caducidad ya que incluso puede mejorar en botella con los años. Temperatura ideal de servicio 7-8º en verano y entre los 10-16º en temporada fría.



DON PX GRAN RESERVA 1975

Cata

Don PX Reserva ’75 porta el sello de garantía de la uva pedro ximénez como es manchar la copa con ese tono yodado inconfundible o el olor a raspón seco, a palillo que no recuerda el paso por la prensa de molturación.

 Este vino es una gloria vitícola cuya solera se remonta al año que se indica en la etiqueta. Ha sido embotellado respetando las condiciones de su estancia en las botas, sin tratamientos tan sólo mediante decantación natural para preservar todas sus características.

 En la fase visual, destaca su color negro zaino con ribete caoba y densas lágrimas de yodo. O reflejos de oro viejo y marrón con un brillante color negro –casi impenetrable por la luz- .Muy limpio.

Su color originario lo hemos visto en el anterior vino y es parecido al cuero viejo.

La nariz del vino nos sugiere aromas concentrados a dátil, torrefactos (sensación entre lo dulce y tostado del azúcar caramelizado), regaliz (propio de los vinos que han estado un tiempo importante en madera). Todo sobre un fondo de caramelo.

Al tiempo se inunda el olfato con complejas sensaciones de vino viejo, de solera vieja en el que conviven un revoltillo de pasas, dátiles, chocolate y almíbar.

En boca,  hasta aquí digamos que es lo propio, pero si lo llevamos a la boca, surge la sorpresa de que es denso en su justa medida (250 gr. azúcar/litro). O dicho de otra manera, es más bien licoroso con un paso dulce, muy envolvente y un final ligeramente amargo que nunca termina. Inolvidable.

 Resumiendo, es destacable el dulzor equilibrado y el sorprendente amargoso al final de boca derivado de un buen ensamblaje entre notas de fruta pasa, tostados y un amable fondo de tofee (notas lácticas y tostadas)… propio de los pedro ximénez.

Gastronomía

 Gracias a los rasgos que le caracterizan, el pedro ximénez tiene entidad propia para convertirse en un postre por si mismo y ser el colofón goloso de cualquier comida.

 Si no hay mucho tiempo, se puede optar por las opciones más jóvenes y ligeras, pero cuando podamos recuperar el lujo de unas largas sobremesas, pocas propuestas servirán para ir alargando placenteramente la tarde con una copa de un PX viejo y pastoso, tomada a pequeños sorbos espaciados en el tiempo. Mejor sin acompañamiento gastronómico alguno.

 Pero sin duda, interviene en la alta hostelería en recetas de reducción, especialmente con el foie, en la pastelería para componer postres como la crema de queso fresco con ciruelas al PX.

Al igual que el fino puede acompañar el mejor caviar o es el único vino del mundo que pone a su altura a las complicadas alcachofas, nuestros vinos de PX viejos y pastosos entran en maridaje perfecto con el chocolate.

Les explico: El sabor dulce y amargo del chocolate y su peculiar textura grasa le confiere un carácter muy fuerte, poco abierto al maridaje con la mayor parte de los vinos. Pero, la licorosidad de los vinos generosos, su dulzor y componente amargo contribuye a diluir esa textura pastosa, mientras que sus desarrollados aromas de larga crianza refuerzan los propios aromas del cacao.

 

 

DON PX "MARQUES DE POLEY 1945"

CRIANZA: Oxidativa, en botas de roble americano, por el sistema de criaderas y soleras.

CATA:  Aroma complejo de frutas pasificadas, especialmente de ciruelas y de la uva de la que procede, con lejanas notas torrefactas, balsámicas y cítricas. Maravillosa evolución de este singular vino dulce en botas de roble, propiciada por el tiempo y el silencio como catalizadores que posibilitan su bouquet excepcional. Cremoso, suave, delicadamente dulce y ligeramente amargo al mismo tiempo. Persistente, largo, impresionante.

COLOR: Intenso color azabache. como corresponde a su vejez, con tonos acusadamente yodados en capa fina, tonos que tardan en desaparecer.

GASTRONOMÍA: Dadas las características organolépticas de este viejo vino se recomienda beber solo, lentamente, para no perder aromas y sabores sutiles. Si el consumidor desea acompañarlo con sólidos puede optar por fois y con pastelería fina a los postres.

CONSERVACIÓN Y CONSUMO: Mejora en botella con el paso de los años, siempre que se guarde en lugar fresco y poco iluminado. Temperatura de servicio: entre 12 y 18º C.

GRADUACIÓN: 20% Vol.

SERIE 52 de 5000 botellas numeradas y firmadas.


 

DON PX "BACCHUS 1939"

CRIANZA
: Oxidativa , en botas de robles americano.  

AÑADA: 1939.  

CATA: Aroma a solera, recuerda a confitura de pasa, café torrefacto, denso en la boca, persistente.  

COLOR: Zaino.  

GASTRONOMÍA: Para beber solo o acompañado de pastelería fina, tonifica cuerpos y espíritus a cualquier hora del día con su peculiar estilo. 

CONSUMO: Puede guardarse indefinidamente, mejora con el tiempo.

ALCOHOL: 13% Vol. TEMPERATURA SERVICIO: 5-15º C.  

NOTA: Producción limitada de 1.092 botellas precintadas notarialmente con el acta nº 376 del 17 de marzo de 1998. Notario D. Francisco Candil Bergillos.

 

Don PX Ecológico

Desde hace algunos años muchos bodegueros españoles se han ido sumando al argumento verde. El vino biológico se comienza a elaborar con gran seriedad en distintas zonas de producción españolas.

      La idea de que  los productos ecológicos tienen un público minoritario ha pasado a mejor vida y cada vez son más los que están dispuestos a pagar un poco más a cambio de productos que ofrezcan garantías para la salud.

         Desde nuestro punto de vista, la viticultura biológica la consideramos como una vertiente filosófica en el trato natural de la viña sin olvidar nuestro serio compromiso con la calidad.

 Ni que decir tiene que los terrenos puestos en reconversión durante un período de 3 años para conseguir la certificación oficial ha excluido los tratamientos químicos (herbicidas, pesticidas , fertilizantes, etc.) para evitar que los residuos puedan pasar al vino elaborado. Por el contrario, estamos logrando el equilibrio del suelo con métodos eficaces de prevención y eliminación de enfermedades a partir de productos libres de componentes químicos. Concretamente, para la fertilización del suelo se ha recurrido al estiércol de origen animal, mantillo, orujo, etc.

En definitiva, de lo que se trata es de ajustarse a un estricto reglamento que comienza en el trato al suelo y va a terminar en el embotellado del vino. Así, en la vinificación el filtrado es muy suave y concretamente en el mosto de la Pedro Ximénez, por su alta densidad, se ha utilizado un filtro especial, homologado por El CAAE (Consejo Andaluz de Agricultura Ecológica)

         Deben saber que la práctica de la viticultura biológica da lugar a una bajada del rendimiento del viñedo debido a la lucha de la cepa por su desarrollo en un suelo carente de nutrientes extraordinarios. Aunque a la larga, el uso de materia orgánica permitirá a este un equilibrio natural con mayor retención hídrica, con más biomasa microbiana, etc.

        Respecto a la comercialización tenemos que aclarar que el coste total de este cultivo es más elevado en relación con el convencional produciendo un ligero aumento sobre el precio del vino

Don PX 2002 Ecológico

Cata:
 
A la vista: 

De color caoba con ribetes oscuros de tonos verdosos. Muy brillante y glicérico.

Aromas: 

Nariz atractiva con notas de vendimia cercana y frutas melosas, pasificas (pasas, higos secos) sobre un fondo goloso de jarabe.

En Boca: 

Es sabroso, cálido y de sorprendente estructura con una acidez perfecta que le permite no ser pesado o empalagar en un largísimo final de boca, pleno de caramelo.

Parámetros Analíticos aproximados:

-pH: 4
-Grado Alcohólico: 17% vol.
-Azúcares reductores, g/l:+400.
-Acidez Total, expresada en tartárico gr/l:  4,5.
-Extracto seco a 20º C gr/l: más de 292.
-Acidez Volátil, expresada en ácido acético gr/l: 0,40

 

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