BODEGAS LA GITANA - CATÁLOGO DE PRODUCTOS

BODEGAS TORO ALBALÁ

Bodegas - Los Vinos - Museo - Premios Vinos : Amontillado - Finos - Joven Afrutado - Pedro Ximenez

Fino

Es el vino generoso más universal. Se cría bajo velo de flor en las catedralicias bodegas de la denominación de origen Montilla-Moriles.

Son acusadamente limpios, brillantes y ligeros en la copa, de una levedad exquisita. Su color es amarillo pajizo, con tonalidades oliváceas algunos procedentes de Moriles ya muy hechos, nupcias prodigiosas de la esmeralda y el topacio. No se conoce bien la génesis de estos verdosos matices cromáticos. Algún vate, con poética licencia, afirma que es el resultado de subterráneas e íntimas uniones de las raíces de las cepas y de los olivos. También se desconoce el origen de determinadas tonalidades oscuras o negras que, a veces, aparecen en la superficie de los finos cuando éstos reflejan la luz. A la nariz son complejos, sutiles y delicados, con infinitos olores. Se aprecia la levadura, son siempre punzantes, almendrados, atabacados, algunos con tonos que recuerdan el regaliz. En la boca son secos, amargos y suaves al mismo tiempo, algo salinos, persistentes en su sabor y en el desprendimiento de aromas por vía retronasal.

Aptos para beberlos solos, a palo seco, o acompañados de ligeras porciones de alimentos, de todo aquello que en Andalucía se llama tapa: mariscos, fritos de pescado, jamón, embutidos, quesos no muy curados, aceitunas, almendras... Vino hermanador, amistoso, alegre en el copeo, inigualable e inimitable.

Fino del Lagar

Es el vino generoso más universal, es un milagro llamado Fino.

El vino de la alegría.

Un milagro de la enología que sólo se encuentra en Andalucía Occidental y en ninguna otra parte el amplio mundo vitivinícola. Es decir, un patrimonio exclusivo de las D.O. Montilla-Moriles y Jerez y más aún, si no existiese el alcohol añadido, el único vino del mundo con estas características sería el de Montilla-Moriles.

Como característica general son acusadamente limpios, brillantes y ligeros en la copa con colores amarillo pajizo y tonalidades oliváceas. Los muy hechos de Moriles presentan tonos prodigiosos de la esmeralda y el topacio.

Nuestro Pepe Cobos, con licencia poética, afirmaba que estos tonos verdosos eran el resultado de subterráneas e íntimas uniones de las raíces de las cepas y de los olivos. En la nariz son complejos, sutiles y delicados. En boca son secos, amargos, punzantes pero grasos y suaves al mismo tiempo, algo salinos, persistentes por ser muy largos.

Aptos para beberlos solos a palo seco o acompañados de ligeras porciones de alimentos.

En las botas que lo contienen la levadura de flor aparece de forma espontánea sobre la superficie del vino imprimiéndole unas características especiales.

El vino que nos ocupa sigue la Crianza Biológica bajo velo de flor mediante el Sistema de Soleras y Criaderas.

A la vista cumple los cánones. Es brillante, ligero en la copa, lagrimea bien (lo que denota que es un buen vino rico en alcohol y glicerol –Alcohol Trihídrico que forma el azúcar durante la fermentación y tercer componente cuantitativo después del agua y el alcohol etílico). Su tonalidad es pajizo verdosa.

En nariz debido a la crianza, han desaparecido algunos aromas primarios del joven o aromas varietales. Ahora estamos ante una caja de sorpresas aromáticas. El vino es punzante, poderoso, incisivo (Es un aroma intenso y volátil proporcionado por el componente alcohólico, madera y flor de los vinos).

Comienzan a percibirse nuevas notas que recuerdan la miga o la corteza de pan (emparentado por sus levaduras con las del vino). A medida que se airea surgen otros aromas: de avellana tostada, almendra partida y algunas especies como el clavo. Todo en un coto expresivo y armonioso.

Es una de las sorprendentes florituras de Antonio Sánchez pues nos confundiría con el mejor fino de Jerez, pero su largo paso de boca nos devuelve a Córdoba. Este fino es natural por excelencia, con baja acidez volátil (lo contrario sería un vino atufado o degradado con síntomas agrios o de avinagramiento) y 15º naturales, sin más adición que la de los años que ha pasado en la bodega hasta llegar al consumidor.

Como todos los vinos blancos es fino, delicado. Le afecta negativamente la luz, el calor y el contacto con el aire. Debe conservarse en nevera, fresco, y servirse a una temperatura no superior a los 15ºC. (6 meses de conservación desde el embotellado).

Botella abierta botella muerta. La mejor norma. (Si se junta 4 ó 5 amigos la botella debe durar lo mismo que un toro en la plaza- 20 minutos).

Datos Técnicos
DENSIDAD RELATIVA A 20ºC 0.98751

GRADO ALCOHÓLICO 15% Natural

EXTRACTO SECO TOTAL 17.0 g/l

ACIDEZ TOTAL (TARTARICO) 4.0 g/l

ACIDEZ VOLÁTIL (ACÉTICO) 0.16 g/l

ANHÍDRIDO SULFUROSO TOTAL 114 mg/l

ANHÍDRIDO SULFUROSO LIBRE 8 mg/l

pH 3.36

AZUCARES REDUCTORES 0.9 g/l

Gastronomía

En la mesa es un perfecto acompañante de todo el amplio abanico gastronómico andaluz denominado Tapas en las que no esté presente el vinagre.

•A los alimentos delicados, pescaito frito, salmón ahumado o croquetas les eleva su sabor y los acompaña delicadamente.

•A los aperitivos de fuerte complexión, como son los mariscos, el cazón adobado y toda clase de chacinas, les frena sus fuertes sabores y aromas poniéndolos a su nivel.

Pero el Fino donde verdaderamente se encuentra a gusto es con el jamón de cerdo ibérico formando pareja perfecta.

•También, este vino es perfecto en tratar alimentos difíciles de complementar, como el caviar: tradicionalmente acompañado por fuertes bebidas alcohólicas, como el Vodka, por no encontrar mejor compañero de mesa.

Si el vino anterior era el de la mesa, el fino es el vino del coloquio, de la comunicación, de la tasca, de la taberna para el coloquio, la tertulia.

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