TURISMO  ESPECIAL ESQUI

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Reportaje esqui Francia 2009

Ahora que se va la nieve…. El paraíso del esquí. El objetivo de este artículo es realizar un análisis de lo que puede ser un viaje de esquí a uno de los lugares más idílicos para practicar este deporte, teniendo en cuenta que para ello no debemos de renunciar a un viaje completo, ya sea a nivel familiar, de amigos o simplemente una escapada rápida.

Ahora que finaliza la temporada de esquí y miramos con nostalgia los momentos vividos, comienza el momento para pensar y planear la nueva temporada, teniendo en cuenta que no podemos saber las predicciones meteorológicas para el año 2010, es bueno echar una mirada a este paraíso donde la nieve está asegurada todas las temporadas. Lo primero que nos motiva a hacer este viaje es la posibilidad de probar la nieve en las mejores condiciones de Europa y a su vez descubrir el apre-ski y disfrutar de las ventajas que nos ofrecen los diferentes resorts dedicados a este deporte que, día tras día va ganando más adeptos. Comenzamos nuestra planificación de viaje teniendo en cuenta el tiempo que debemos dedicar al transporte hasta las estaciones Alpinas y nos encontramos con una gran noticia, al ver que tenemos la posibilidad de volar hasta el aeropuerto de Lyon a un coste más que moderado gracias a los vuelos planificados con Air France, operados por Brit-Air y a un coste reducido donde podemos conseguir el billete de avión de ida y vuelta a un precio más que competitivo y llegando el algo menos de dos horas desde el aeropuerto de Madrid-Barajas hasta el aeropuerto de Lyon-Saint Exuperí. Una vez en el aeropuerto, podemos optar por varias posibilidades, por carretera en coche, donde alquilamos un vehículo en Nacional-Citer hasta la estación que lleva unas dos horas más o menos (opción que elegimos), podemos ir en autocar, tardando algo más pero mucho más relajado y en tren de alta velocidad, opción que lleva más tiempo pero que también es para tenerla en cuenta. Una vez cogemos el coche, tenemos unos doscientos kilómetros por delante, de los cuales, la mayoría transcurren en autopista y solo el final del viaje es por carreteras de montaña.Val Thorens, el destino deseado.

El primero de nuestros destinos es Val Thorens, la estación de esquí más alta de los Alpes, 2300 m de altitud que asegura poder disfrutar de la mejor calidad de nieve desde finales del mes de Noviembre hasta finales del mes de Abril, aunque la nieve aguanta hasta el mes de Mayo, pero por asuntos internos de la estación, el calendario de invierno se cierra el último fin de semana de Abril. Cuando llegamos a Val Thorens, nos encontramos con una población grande, teniendo en cuenta que nos encontramos en un espacio dedicado al deporte blanco y construido con las bases de cuidar el medio ambiente limitando al máximo el transcurrir de coches por su interior, consiguiendo un descanso total y la posibilidad de respirar aire puro, contando con aparcamientos necesarios y suficientes para albergar a los coches de la gente que se hospeda en los hoteles y apartamentos. En cuanto al hospedaje, descubrimos un esfuerzo notable de la estación por contar con apartamentos amplios y servicios turísticos para el disfrute de todos, donde podemos hablar de una buena astronomía, diversión en vares y discotecas para los más jóvenes y centros lúdicos y de wellness para todos. Nosotros nos alojamos en los apartamentos L´Oxalys (www.loxalys.com), una residencia de apartamentos en la que cuidan hasta el más mínimo detalle, apartamentos amplios con cuartos de baño para las habitaciones y con zona de comedor y estar diferenciada, zona espectacular de relax con piscina y spa y un restaurante laureado del que hablaremos más adelante. En cuanto a la estación de esquí, la pudimos descubrir al día siguiente, domingo y lo primero que nos llamó la atención era que a pesar de haber mucha gente puesto que comenzaba etapa de vacaciones en Francia, los remontes mecánicos no estaban saturados. La estación cuenta con 140 km de pistas, accesibles en telesillas, telecabinas y además del funicular que sube a la cime de Caron. Las sillas son en su mayoría desembragables, lo que supone una gran comodidad y seguridad a la hora de abordar el remonte. Una vez hemos subido en los remontes a alguna de las cimas, el paisaje es maravilloso, viendo el techo de Europa todo nevado y con muchos kilómetros de diversión por delante. La nieve es de una calidad extraordinaria, teniendo en cuenta que la estación se encuentra a 2.300 m de altura y las cimas más altas superan los 3.000 m de altitud, podemos disfrutar de la nieve con calidad polvo en toda la estación y durante todo el día. En este primer día en Val Thorens, nos dedicamos a conocer la estación y pudimos comprobar de primera mano que cuenta con un gran número de pistas para principiantes y esquiadores de nivel medio, puesto que por la orografía del terreno, las pistas son largas y con una pendiente más o menos constante, lo que nos asegura que no nos vamos a encontrar sorpresas de pendientes pronunciadas en medio de una pista de color verde o azul. De todos modos, tenemos pistas rojas y negras que hacen disfrutar a los esquiadores más expertos. Un hecho que nos llamó la atención de manera positiva fue la señalización en pistas, en todas las balizas señalizadoras, tenemos un número que te indica donde te encuentras y el nombre de la pista, lo que ayuda mucho a no perderse en esta maraña de pistas, además, en el final de todos los remontes, justo antes de coger las pistas para bajar, tenemos un mapa de la estación para así poder elegir el itinerario que mejor se adapta a nuestra capacidad o apetencia.Servicios de la Estación

En cuanto a los servicios en la estación para las familias, tenemos todo lo que necesitamos, por ejemplo, si viajamos con niños, podemos contar con una guardería desde los 3 meses y que a partir de los 3 años ya los sacan a una pista pequeña para que se vayan habituando a esquiar, tiene un parque de juego en nieve y otras instalaciones interiores, de modo que podemos tener la seguridad de que en ningún momento se van a aburrir nuestros peques. Si lo que queremos es que aprendan a esquiar los más mayores, contamos con el extenso grupo de profesores de las escuelas de esquí, donde la ESF pone a nuestra disposición muchos y buenos profesionales y además hay monitores que dominan nuestra lengua a la perfección, con quienes contamos para hacer esta visita a la estación y que habla castellano perfectamente. A la hora de reponer fuerzas, nos encontramos con gran número de posibilidades en las propias pistas, podemos comer un refrigerio en la terraza o bien podemos optar pon una buena comida en restaurante, con un coste mayor, pero con una relación calidad precio muy ajustada. Después de la comida y de esquí por la tarde, dejando de los rayos del sol nos bronceen de manera acusada, podemos disfrutar de los servicios que nos brindan los hoteles y apartamentos, si disponen de piscina y spa, o podemos utilizar el centro acuático para relajar nuestros músculos depuras del ejercicio intenso del día.Para paladares exquisitos

A la hora de cenar, también la oferta es considerable, restaurantes típicos de la zona con la cocina autóctona de la Saboya o si preferimos darnos un capricho, podemos hacer una visita a uno de los grandes lujos de esta estación, el restaurante de los apartamentos L´Oxalys regentado por Jean Marie Sulpice donde se puede degustar un menú a nivel de los más exquisitos paladares, tengamos en cuenta que tiene una estrella Michelin.

En este restaurante hemos tenido ocasión de comprobar que la mezcla de sabores y texturas es un arte del cual Jean Marie hace su vida, como el mismo dice “la cocina no es mi trabajo, es mi pasión” y no hay más que probar cualquiera de sus invenciones culinarias para quedar impresionados.

En una entrevista que tuvo a bien concedernos, nos explicaba su trayectoria profesional, desde la adolescencia lleva este joven cocinero dedicado a la cocina, pasando por la enseñanza de restauradores de nombre como Ferrá Adriá, ha podido hacer una inmersión en este mundo donde el arte se puede comprobar en cada plato y donde la inspiración se hace patente en cada momento.

Hay platos basados en la mezcla de sabores y que preparan el paladar para el siguiente, todo ello acompañado por un perfecto maridaje con los vinos de la zona y que su esposa se encarga de seleccionar con esmero y la conjunción las sensaciones deja paso a un indescriptible sentimiento de placer culinario.

Al día siguiente, pudimos disfrutar del esquí de manera exhaustiva y luego tuvimos a suerte de reponer fuerzas en el restaurante “Les Aiguilles de Peclet” situado en pistas, accesible en telecabina, con lo que podemos almorzar en él sin necesidad de esquiar y regentado por una de las tres familias que pusieron en marcha la estación de esquí de Val Thorens con lo que nos tuvimos una clase magistral sobre la estación, teniendo en cuenta que quizás sea de las personas que más sepa sobre los Alpes.Los alojamientos En cuanto a los alojamientos en general, en Val Thorens, están basados en apartamentos, pero también visitamos el hotel más emblemático de la estación, de cuatro estrellas y donde podemos disfrutar de servicios de piscina, hidromasaje, un fenomenal bar y una carta muy sugerente para la cena, donde a diario se sirve un menú de alta calidad y uno o dos días a la semana se puede disfrutar de un buffet exclusivo, donde se realiza un monográfico sobre diferentes tipos de comida, marisco, carnes, etc… Finalmente dejamos Val Thorens, no sin antes echar una mirada atrás y quedándonos con las ganas de volver. La Plagne-Les Arcs: Paradiski, nunca un nombre estuvo más acertado A la Plagne llegamos por la noche y nos encontramos con una estación totalmente distinta a Val Thorens, distribuida en pequeñas poblaciones turísticas y en dotada en su mayoría de apartamentos, pero no por ello con menos encanto. Nos alojamos en la Plagne Soleil, situada a media altura y lo primero que hicimos fue probar la gastronomía, similar a la que se puede degustar en toda la zona, pero no menos cuidada, en un restaurante muy confortable y acogedor “Le Bayron” en el disfrutamos de otro plato típico de la Saboya y de Francia como es el “Cannard”.

Una vez descansados al día siguiente y con sol comenzamos nuestro descubrimiento de La Plagne y lo primero a destacar es, una vez más, la calidad de la nieve y lo bien señaladas que se encuentran las pistas y remontes mecánicos. Por la tarde tuvimos la oportunidad de probar el bosleigh en la pista olímpica, es una sensación impresionante que da la posibilidad de aproximarnos a las sensaciones que deben sentir los deportistas profesionales. La actividad se comparte con tres ocupantes más, es decir, cuatro en total y se baja en un “artefacto” ideado por los propios encargados de la pista para poder hacer frente a los gastos importantes de mantenimiento de una pista como esa. Después de esta actividad repusimos fuerzas y sentamos el estomago en un restaurante típico de la zona, llamado “Le Chaperon Rouge” situado a unos pocos kilómetros de nuestro alojamiento donde disfrutamos de una raclette impresionante. Al día siguiente tuvimos la oportunidad de disfrutar de otra estación de esquí, “Les Arc”, tan solo tuvimos que subir hasta el funicular que une los dos valles, llamado Vanoisse Espress y que nos lleva a gran altura hasta la otra zona de la montaña. Lo primero que nos llama la atención de este sitio es la anchura de las pistas y a su vez su gran longitud, logrando bajadas espectaculares.La estación

El resort se divide en varias estaciones a su vez, Les Arc 2000, Les Arc 1950, Les Arc 1800 y Les Arc 1600, que conecta con Bourg St. Maurice, que es la población mas grande de la zona y que dispone de estación de tren, a la cual llegaba hasta hace poco tiempo un tres hotel directo desde Madrid, era una opción más que buena para considerar, pero que por falta de público dejó de prestar servicio.

Les Arc 1950 es una pequeña población preciosa, donde las calles son las propias pistas de esquí y puedes tomarte algo en las propias pistas que a su vez es una terraza de la calle.

Desde Les Arc 1600 podemos coger un funicular que nos lleva hasta Bourg St. Maurice y que nos sirve tanto para acceder a la estación de esquí como para retornar, teniendo la posibilidad de albergarnos en esta población aun precio mas asequible y con el forfait mismo nos dan la opción de utilizarlo.

Sainte Foy: La exclusividad tiene un nombre Nuestro último destino es la pequeña estación de Sainte Foy, situada muy cerca de las estaciones anteriores y más cerca aún de estaciones como Val d´Isere. Cuando llegamos de noche, no pudimos apreciar en todo su esplendor el dominio esquiable, pero nos encontramos con un lugar pequeño pero muy acogedor, donde destacamos la ausencia de hoteles, tan solo se compone de apartamentos muy bien equipados y con servicios exclusivos tales como limpieza, servicio de cuidado de niños, servicio de cocinero en el apartamento, etc, todo ello bajo la supervisión de una empresa llamada Premiere Niege, con origen en Reino Unido y que ofrece todos estos servicios en la estación.

Una vez acomodados en nuestro apartamento nos disponemos a cenar, y nos encontramos con un restaurante ubicado en una construcción de 1550, no hay que decir que restaurada y que era la primera casa que había en la zona, allí pudimos disfrutar de una raclette y una founde inolvidables. Al día siguiente tuvimos la primera sorpresa al despertar y poder contemplar el paisaje con luz del sol, ante nuestros ojos vimos un area que invita al esquí, si bien la estación está un poco baja, en torno a 1500 m, desde allí se toma un telesilla que nos sube a la zona esquiable y luego decidimos si bajar o tomar otros dos telesillas que nos suben por encima de los 2000 metros y donde podemos descubrir unas pistas con nieve perfecta y con una facilidad de esquí verdaderamente asombrosa, tenemos las pistas y además entre estas pistas hay zonas de off-piste totalmente seguras que para un esquiador medio pueden ser el comienzo de una nueva forma de esquiar. Además todas las pistas confluyen en dos, una verde y una roja, que bajan de nuevo a la estación, lo que nos da la seguridad de no poder perdernos en la montaña. Las características de los remontes nos dejan ver que se trata de una estación en periodo de ampliación (quieren llegar hasta las 5000 camas) y que cuentan con un solo telesilla desembragable, pero el tiempo que pasamos en el remonte no se hace largo, dado que el ascenso te permite ver la majestuosidad del paisaje, a mi parecer, uno de los paisajes más bonitos que he podido ver. En nuestra visita al dominio esquiable contamos con un profesor de la ESF, que no dominaba nuestra lengua pero que era nativo de la zona, lo que nos aportaba mucha más información, pero dentro de la escuela de esquí de Sainte Foy hay profesores que dominan nuestra lengua. A la hora de comer pudimos disfrutar de un menú variado y bien confeccionado necesario para poder seguir con la tarde sobre las pistas. Sainte Foy nos da la posibilidad de esquiar fuera de pista en la otra cara de la montaña con recorridos famosos y si nos vemos faltos de kilómetros esquiables en nuestra estancia podemos desplazarnos hasta Val d´Isere en tan solo 15 minutos de coche y tenemos un descuento en el ski-pass al haber adquirido el abono previamente. Después de esquiar lo mejor para relajarse es ir a cualquiera de los dos spa que hay en la estación. En cuanto a la restauración es impecable, para cenar el primer día tuvimos la suerte de poder cenar el restaurante del hotel “Le Monal” situado en la población de Sainte Foy, situada a 6 km de la estación, donde pudimos disfrutar de deliciosos manjares, entre otros un Foie casero envidiable, además de tener una bodega muy cuidada y excepcional. Al día siguiente pudimos seguir descubriendo la estación, ya que nos puede parecer pequeña comparada con las demás estaciones, pero no es así, porque podemos hacer diferentes itinerarios según los días y nuestro ánimo para el esquí, por ello la evolución para un esquiador medio puede ser muy alta, teniendo en cuenta que la progresión de pistas verdes y azules a rojas se hace en una zona con pistas muy anchas y con una seguridad perfecta. Una variedad que se está introduciendo en Sainte Foy, que no hemos tenido conocimiento en otros resorts es la posibilidad de inversión inmobiliaria en apartamentos que disfrutas y cuentas con un realquiler seguro, lo que hace que no sean necesarios hoteles, puesto que para los distintos servicios podemos contar con empresas especializadas que nos los ofrecen por un módico precio. En conclusión de este reportaje podemos decir que hemos visitado tres estaciones de esquí con diferencias tremendas entre ellas, pero que en todas el cuidado por la atención al turista de esquí es la prioridad. En Val Thorens podemos destacar el dominio esquiable y la seguridad de nieve en todas las temporadas por la altura a la que se encuentra la estación, sin perder de vista la múltiple oferta de ocio que dispone para todas las edades en la población. En La Plagne y Les Arcs, podemos reflejar un dominio esquiable muy amplio y bonito, pudiendo cumplir los objetivos de un nutrido grupo de aficionados al esquí, con apartamentos y pocos hoteles y con una oferta de ocio más dirigida a familias y jóvenes amantes del esquí y donde las pistas son su referencia. En Sainte Foy es destacable la sensación de estar viviendo en otra época, puesto que esta pequeña estación hace que te transportes a otro tiempo y puedas desconectar totalmente de las obligaciones diarias, con una estación pequeña pero donde ser guarda cuidado hasta en el más mínimo detalle. Sin más podemos asegurar que si los Alpes está considerados como el paraíso para el esquiador, se lo tiene merecido y día por día veremos como los aficionados españoles nos decidimos por la opción de viajar hasta allí dejando atrás tabúes como el idioma o el miedo al elevado coste que supone, porque la oferta cada vez está más ajustada a lo que se busca. No podemos acabar este reportaje sin mostrar nuestro más profundo agradecimiento a las oficinas de turismo de las estaciones de esquí y de Rhone-Alpes, por la dedicación y el entusiasmo que han puesto en que este viaje sea posible, en especial a Annie Martínez, Laetitia Jacquemard, Florence Lesouef y Anne Royer, además de todo el personal de las oficinas de turismo y escuelas de esquí donde hemos podido constatar que el trato es excepcional para hacernos mucho más fácil y confortable nuestra estancia.FICHA DE VIAJE Destino: FRANCIA – LOS ALPES – Val Thorens: www.valthorens.com – La Plagne – Les Arcs: www.paradiski.com – Sainte Foy : www.saintefoy-tarentaise.com – Rhône Alpes : www.rhonealpes-turismo.es – Maison de la France : es.franceguide.com Viaje en avión: Air France : www.airfrance.es Coches de alquiler: National-Citer : www.citer.fr Otras direcciones de interés : – www.loxalys.com www.jean-sulpice.com www.chaletmarine.com www.au-village.fr www.premiere-neige.com www.residenceleruitor.com Texto : Juan M. Almansa y Concepción Benítez Fotografías: Jorge Cordero Coordinación: Juan M. Almansa y José Buitrago

 

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