ESCAPADA AL NOROESTE DE FRANCIA (Cognac, La Rochelle y Futuroscope)

Región francesa de Auvernia (cultura y gastronomía)

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Puy-en-Velay II

En mi tercer día, emprendí un recorrido a pie por la ciudad antigua de Le Puy-en-Velay. En el centro de esta localidad que ocupa una extensión de 35 ha., donde pude admirar los distintos elementos arquitectónicos de sus edificios históricos que datan del siglo XV al XIX, ornamentados con torrecillas, puertas talladas, ventanas geminadas, patios interiores, cuyo conjunto esta presidido por la Catedral de Notre-Dame de Puy, una obra maestra del arte románico declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

A la Catedral se llega subiendo 134 peldaños, presenta varias influencias procedentes de la España musulmana y del mundo oriental, en ella se encuentra la estatua de la Virgen Negra del siglo XVIII.

Le Puy-en-Velay es, sin lugar a dudas, uno de los lugares más extraordinarios de Francia. La localidad misma justifica el viaje y esconde sorpresas que ha conservado a pesar de los avatares del tiempo.

Uno de los lugares más significativos de esta ciudad, es la Place de Martouret. Este nombre se convirtió en el lenguaje popular en “la plaza de los mártires”, ya que indicaba el lugar destinado a las ejecuciones públicas: asimismo el 8 de junio de 1794 fue escenario de la quema de la auténtica estatua milagrosa de la Virgen Negra.

A la izquierda de la plaza se erige el Ayuntamiento, acabado en 1766 por el arquitecto Portal, este edificio de estilo “Louis XV”, de fachada simple, fue construido en el solar de la antigua casa de la representación consular en 1766. Por desgracia esta se destruyó varias veces a causa de los daños sufridos en los incendios de 1653, 1817 y 1964.

En el Ayuntamiento fui recibido por sus autoridades y por su Alcalde, el cual me explicó los proyectos de esta bella ciudad de cara al turismo y me deseo que al final de mi ruta por esta región, mis comentarios y vivencias fueran muy positivas para ellos.

Actualmente en esta plaza y en sus alrededores y durante mi estancia y en un sábado, tuve la fortuna de comprobar y conocer la amplia gama de productos gastronómicos (verduras, hortalizas, quesos, embutidos, panes, etc.) que se exhiben en un mercadillo al aire libre muy pintoresco y animado.

Otro de los sitios que merece la pena visitar es la rue Raphael, en ella pude ver como todavía se ejerce la labor del “encaje de bolillo” tan antigua, con varios talleres de formación para su aprendizaje y también varias tiendas de encajes de bolillos, en las cuales se exhiben las formas de este trabajo tan tradicional y artesanal y que goza de gran fama.

Hice un descanso para almorzar en el restaurante Bilboquet, donde me ofrecieron una cazuela de caracoles muy original al estilo Auvernia, seguido de una trilogía de trucha de Vaurzag en su punto y con mucho sabor, a continuación me presentaron un plato realmente especial y muy bien presentado y elaborado, cordero cocinado con heno, que se hace con un pan grande y se rellena de cordero y heno, para posteriormente abrirlo y extraer el heno y sacar del pan la pieza del cordero, realmente muy sabroso, tampoco falto la tabla de quesos del país, para postre tomé un magnifico plato de dulces muy bien presentado, bien acompañado el almuerzo con los excelentes vinos de la zona.

Al atardecer tomé el camino hacia el Castillo de Polignac en las afueras del Puy-en-Velay.

Polignac fue la cuna de una de las familias más ilustres de la historia de Francia. Posee vestigios históricos que datan del siglo XI, cuyo castillo presenta un camino de ronda y un recinto defensivo únicos.

Su imponente torre del homenaje del siglo XIV (32 metros) permite gozar de una vista panorámica excepcional.

Durante el recorrido del castillo tuve el placer de conocer y hablar con la heredera actual del Castillo de Polignac, la princesa Constanze, la cual me enseñó con una amabilidad extraordinaria todos los secretos del castillo y los recuerdos, fotos e historia que guarda de sus antepasados.

Actualmente el Castillo de Polignac sólo se usa para los visitantes que se acercan hasta este lugar para conocerlo y admirarlo, pero por desgracia se encuentra en muy mal estado en su construcción original.

Después de dejar el Castillo de Polignac, mi objetivo sería el Hotel Bel Horizon en el municipio de Le Chambón sur Lignon, en plena naturaleza montañosa y con unas instalaciones magnificas para disfrutar de su tranquilidad de su buen servicio y sobretodo de su exquisita gastronomía, como así lo comprobé por la noche en su restaurante con una trucha con crema, con crepé de lentejas verdes del Puy du Velay, para continuar con una buenísima carne de cerdo con hierbas sobre una base de patata, y de postre un chocolate negro helado con aromas de estilo casero.

Durante la mañana que permanecí en esta zona pude disfrutar de unos largos paseos entre su naturaleza, oyendo el ruido de los pájaros y el cantar de las ranas que había en varios estanques de los alrededores, sin duda un recinto ideal para el pensamiento, el sosiego y el relax.

Una vez terminado el almuerzo, emprendí el viaje de regreso por carretera hasta Lyon y durante el trayecto pensé que este destino es una “cura para el descanso del ser humano” y que la mejor medicina y receta es intentar volver de nuevo.

Quiero terminar dando las gracias a Logis de France, Oficinas de Turismo de la Región de Auvernia, Puy-en-Velay y La Maison de la France en España por sus servicios prestados y su amable dedicación hacia mi para la realización de este reportaje.

TEXTO y FOTOS: : José Buitrago Prieto

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