Por Ferran Martínez-Aira
Salir a la calle para hacer deporte, correr o pasear son opciones que baraja el Gobierno para la esperada desescalada de finales de abril. La recuperación de la vida normal no será total y se hará de forma paulatina y controlada, pero la aplicación de un régimen de confinamiento menos restrictivo es algo muy deseado por los ciudadanos, asfixiados por tener que vivir entre cuatro paredes las 24 horas del día. Sin embargo, al mismo tiempo que el Gobierno plantea el cómo, un estudio realizado por la Universidad Católica de Leuven (Bélgica) y la Politécnica de Eindhoven (Países Bajos) subraya el especial cuidado que se ha de tener a la hora de hacer ejercicio en la vía pública. Para estas dos instituciones, la distancia de seguridad de uno o dos metros entre personas no es suficiente si se quieren evitar contagios por coronavirus.
Ambas universidades señalan conjuntamente que esta distancia, aplicada en algunos países como Bélgica, Francia o Reino Unido, conlleva ciertos riesgos. El estudio advierte de que la regla es útil cuando los sujetos se encuentran parados o en situaciones de escaso viento, pero no cuando se trata de deporte activo.
A la hora de andar, correr o montar en bicicleta, se recomienda extremar aún más las precauciones. Y es que cuando alguien durante una carrera respira, tose o estornuda, sus partículas permanecen en el aire durante unos segundos, quedando expuesta la persona que viene por detrás y atraviesa el rebufo.
Los investigadores llegaron a esta conclusión simulando la aparición de saliva de personas durante el movimiento y desde diferentes ángulos (en paralelo, en diagonal y por detrás). Permanecer dentro de la corriente de aire de otro atleta es una técnica muy empleada en el deporte, pues mejora el rendimiento, pero ante el Covid-19, es mejor mantenerse fuera.
Los resultados de las pruebas son visibles en varias animaciones. “Las personas que estornudan o tosen esparcen gotas con una fuerza mayor, pero las que respiran también dejan partículas en su estela”, afirma el profesor belga Bert Blocken, experto en física urbana, ingeniería eólica y aerodinámica deportiva. Los puntos rojos en las imágenes del vídeo representan las partículas más dañinas y que más rápido se desvanecen. “Pero cuando un atleta atraviesa esa nube, todavía puede impregnarse”, alerta Blocken. El distanciamiento social juega un papel menor cuando dos personas caminan o corren al lado en situaciones de poco viento o se colocan diagonalmente una detrás de la otra, pero no cuando siguen la misma línea o corriente de aire.
Así las cosas, y sobre las bases de estos resultados, los científicos aconsejan mantener una distancia de seguridad de al menos 4-5 metros si se camina, 10 metros si se corre o se pasea en bicicleta y 20 metros para los cicloturistas más exigentes. Además, en caso de adelantar a alguien, se precisa hacerlo por un carril diferente y a la mayor distancia posible. “El Gobierno no se plantea reanudar las competiciones deportivas todavía, pero salir a hacer deporte en solitario sí está sobre la mesa”, comentó Irene Lozano, secretaria de Estado para el Deporte, a la Cadena COPE el pasado martes. Si las cifras acompañan en los próximos días, el Gobierno levantará la mano a partir del próximo 26 de abril. Algunos expertos en el extranjero establecen sus recomendaciones, ¿pero qué manual de instrucciones se aplicará en España?