MÁS MEDICINAS ALTERNATIVAS

Los lunes seleccionamos las noticias del área médico-sanitaria que están en candelero. Esta semana los medios llamaban la atención sobre la investigación que realiza un consorcio de laboratorios farmacéuticos en los fondos marinos, porque están convencidos de que el mar es el fondo de reserva de la humanidad para el próximo siglo: no sólo alimentario (el plancton marino y las algas siguen dando mucho que investigar y experimentar), sino también el farmacológico. En el fondo del mar están, como dice la canción, las llaves farmacológicas y alimentarias del siglo XXI.
 

Los investigadores parten de dos premisas: que la vida se inventó en el mar, y que por tanto se dan en él condiciones primigenias que se han perdido en tierra firme; y que la mayoría de las especies siguen viviendo en ese medio. Significa eso que desestimar la investigación en ese ámbito es tanto como dejar de lado el lote más importante, todavía intacto, para seguir arañando una tierra muy castigada por la explotación y la contaminación. El hecho cierto es que se está preparando una especie de retorno al mar. Una de las características del siglo XXI es que el hombre descubrirá primero, y luego conquistará y explotará los fondos marinos. Antes que se acabe este siglo, los estados se disputarán su propiedad, como se están disputando la de las aguas superficiales para la explotación de la pesca.
 

Pero eso está en el ámbito de la medicina convencional. El aumento de la edad media de la población en el mundo desarrollado (para el 2010 se calcula que un tercio de la población española tendrá de 75 años para arriba), hace que la medicina de mantenimiento tenga cada vez mayor demanda. Ahí entran las ofertas de las llamadas medicinas naturales o alternativas, entre las que los balnearios y las aguas termales, minerales y medicinales ocupan un lugar de honor.

Partiendo de una medicina tan simple como la de incluir entre los principios capitales de la dieta el beber mucha agua (de dos a tres litros diarios recomiendan los conocedores del tema) para tener siempre bien drenado el cuerpo; y teniendo en cuenta que nadie discute el valor relajante e hidratante de los baños, las demás características medicinales de las distintas aguas se convierten en cuestión menor.

Pues bien, a pesar de contarse los balnearios por miles, continúan siendo un recurso elitista, reservado a minorías. Pero esta situación dará un vuelco en el momento en que empiecen a proliferar en las costas los balnearios marinos. El agua de mar, dicen sus cada vez más numerosos partidarios, es sin lugar a dudas la reina de las aguas minerales y medicinales. El día que la cultura balnearia y de las aguas minero-medicinales se traslade a las costas, estará este recurso terapéutico al alcance de todo el mundo. Y la demanda crecerá.

Otra novedad, con muchos años de existencia, pero que sigue manteniéndose con carácter muy minoritario, es el empleo de la fuerza de nuestra propia mente para dominar el cuerpo: el dolor por supuesto, y un número importante de enfermedades. En España el Dr. Escudero lleva más de 20 años en el tema.

EL ALMANAQUE explora hoy el término noesiología, acuñado por este doctor.

El Dr. Escudero (dr.escudero.com) es el creador de la escuela de noesiterapia o curación por el pensamiento. Un nivel tal de autodominio y sobre todo de inducción de ese autodominio, no es una facultad común, sino un privilegio.

ORIGEN DE LA PALABRA NOESIOLOGÍA

Todo el que encuentra una explicación sencilla a un problema arduo, tiende a convertir su doctrina científica o filosófica en doctrina religiosa; a crear una especie de culto en torno a esas doctrinas y quienes las imparten. Es el caso del positivismo, del magnetismo, de la cienciología y tantas otras. Por eso hay que advertir que bajo el nombre de noesiología no se oculta una teoría filosófica, como podría hacer pensar el elemento nohsiV / nóesis (aplicación de la nouV / nus = inteligencia) que se suele traducir como pensamiento, sino una bien construida y experimentada teoría médica.

Para valorar equilibradamente esta denominación, tendríamos que aparcar el concepto de nouV (nus) que se nos transmitió con la filosofía de Kant (el que distinguía en el conocimiento el fenómeno jainomenon / fainoménon = lo que se manifiesta, y el noúmeno, lo que capta el espíritu, la nouV / nus), porque si hay términos especialmente delicados, son los que se refieren a las acciones de los sentidos y de la mente, y a la expresión de los sentimientos. NohsiV (nóesis) es en su significado más primario, la acción de introducirse en el espíritu, la concepción, captación o comprensión de una cosa. Luego se emplea este término para referirse a la capacidad de pensar, a la inteligencia y al mismo espíritu. Para afinar más aún, hemos de ir al verbo del que es sustantivación: nohw (noeo), que significa meterse en el espíritu a través de los sentidos (de ahí que se use con el valor de ver, percibir, darse cuenta, etc.); y meterse en el espíritu mediante un acto intelectivo, y en este caso significa comprender, captar algo.

Vayamos un poco más lejos: los inventores de este grupo léxico, de la misma familia que onoma (ónoma)= nombre y gnwsiV (gnósis) = conocimiento, estaban convencidos de que el nombre era algo inmanente de las cosas, y que por tanto lleva su esencia. Nada tendría de extraño que esa creencia tuviese su origen en la convicción de que las cosas tienen un espíritu, que se manifiesta en su sonido, es decir en su nombre. En ese caso nohsiV (nóesis) sería la capacidad del propio espíritu, de penetrar en el espíritu de las cosas y captarlo; de aprehender su verdadero nombre.