Escapada a Toulouse, Montpellier y Nimes (encuentro cultural de nacionalidades)

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NIMES   

Nimes, bella y discreta burguesa, exhibe sus raíces antiguas y se convierte, durante las ferias de Pentecostés y las Vendimias, en una pequeña España.

Los viñedos del Languedoc-Rosellón fueron fundados por los Griegos, pero fueron los Romanos los que,  hace más de 2.000 años, dieron forma al paisaje vitícola tal y como todavía subsiste hoy en día. En toda la región pudimos comprobar la infinidad de viñedos que existen y que la hacen una tierra muy próspera en el mundo del vino.

Nimes, es también famosa por sus corridas de toros, ya que goza de un gran prestigio internacional por sus festejos taurinos y por su dedicación al mundo de la tauromaquia.  

Uno de los lugares más visitados de Nimes en pleno centro de la ciudad, es La Maisón Carrée (Casa Cuadrada). Construida en el primer siglo de nuestra era, lleva este nombre desde el siglo XVI. Efectivamente, en francés antiguo, todo rectángulo con 4 ángulos rectos era designado con la palabra “cuadrado”

Dedicada a Caius y Lucius César, nietos e hijos del Emperador Augusto, la Maisón Carrée es el único templo del mundo antiguo completamente conservado. Seduce por la armonía de sus proporciones, la elegancia de sus columnas con capiteles corintios y la finura de su decoración arquitectónica.

En 1992, la Maison Carrée recibió una nueva techumbre, reproducción fidel de la techumbre antigua original, compuesta por grandes tejas planas y por tejas acanaladas, moldeadas a mano. Frente a la Maisón Carrée , el Carrée d´Art ofrece una hermosa vista sobre este techo desde su terraza.

El Anfiteatro Romano, es todo un emblema de la ciudad de Nimes. Construido a finales del siglo I después de Cristo, el anfiteatro (o arenas) de Nimes se encuentra entre los más grandes de la Galia romana. Mide aproximadamente 133 metros de largo y 101 metros de ancho. Su fachada, de 21 metros de altura, esta compuesta por dos niveles con 60 arcadas cada uno. En el interior, más de 20.000 espectadores podían asistir a la caza y a los combates de animales y gladiadores.

Un sistema de pasillos y de escaleras permitía que todos pudieran abandonar rápidamente su ubicación. Dispuestos según su rango social, los espectadores estaban protegidos del sol por un velo sostenido por cuerdas enganchadas en astas.

Hoy el Anfiteatro de Nimes es uno de los mejor conservados del mundo romano. Cada invierno, una instalación desmontable permite transformar el monumento antiguo en sala de espectáculos de 6.000 a 7.000 espectadores. Los periodos de montaje (fines de octubre/comienzo de noviembre) y de desmontaje (cerca de semana santa) duran aproximadamente 20 días.

Realmente estos dos monumentos de la antigüedad, el Anfiteatro Romano y la Maisón Carréer , son una reclamación y una tentación para tener que venir a Nimes.

Pero Nimes, tiene también el encanto de sus gentes, de sus paseos, terrazas, restaurantes  y cafés, en donde se puede apreciar que es una ciudad abierta para el visitante y donde puede encontrar todo lo que le puede ofrecer una gran ciudad.

Por la noche, en la cena de clausura del viaje de prensa a la región de Languedoc-Rosellón, brindamos con los otros representantes de Italia, Bélgica, Holanda Alemania e Inglaterra, por el éxito de este proyecto y por la divulgación que haríamos del mismo.

Al día siguiente, dejamos Nimes para tomar el tren de SCNF que nos conduciría a Toulouse para tomar el avión de AIR FRANCE para trasladarnos a nuestro origen.

Desde estas páginas quisiera agradecer a todos los organismos que han participado en la realización de este viaje por su colaboración y ayudas prestadas.  

TEXTO: José Buitrago Prieto

FOTOS Y COORDINACION: Dolores Durio Calero

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