V   I   A   J   E    Escapada a Toulouse, Montpellier y Nimes (encuentro cultural de nacionalidades)

Toulouse - Montpellier - Aigues-Mortes  Pont du Gard  - Nimes -  Guia del Viajero

AIGUES-MORTES  

Esta majestuosa fortificación medieval, se encuentra levantada en un lugar pantanoso que no estaba predestinado a la construcción.

Aigues-Mortes nació por voluntad del rey Luis IX, más conocido con el nombre de San Luis.

FORTALEZA-MEDIEVAL

INTERIOR-FORTALEZA

Al decidir fundar esta ciudad nueva en 1240, se convirtió en el primer rey de Francia en disponer de un puerto de acceso al Mediterráneo y realizar ricos intercambios comerciales con Italia y Oriente. Además se imponía políticamente sobre una franja de tierra rodeada al este por la Provenza , que dependía del Santo Imperio romanogermánico y al oeste por una Aquitania inglesa y por Montpellier, posesión del rey de Aragón.

Luis IX obtuvo estas tierras de la abadía benedictina de Psalmodi y construyó allí la imponente torre del Rey, denominada después torre de Constante, así como un castillo, actualmente desaparecido y acondicionó los canales hacia el mar, Arles y Montpellier. Para atraer a la población concedió a la ciudad una carta de privilegios eximiéndole de impuestos. Fue desde el puerto de Aigues-Mortes desde donde partió Luis IX para las cruzadas en dos ocasiones.

MONUMENTO-A-SAINT-LOUIS

Es sin lugar a dudas un lugar para ser visitado y examinar punto por punto toda la historia de esta fortaleza, en la que en su ciudad interior se pueden encontrar infinidad de “souveniers”  en sus pobladas tiendas de regalos.

A continuación nos fuimos a un lugar extraordinario y con mucha historia, como es el Pont du Gard, que se encuentra en el Patrimonio Mundial de la Humanidad.  

PONT DU GARD  

Aquí podrán contemplar y descubrir un patrimonio arqueológico, histórico, y natural  único. El monumento, realzado en su marco natural y protegido, más majestuoso que nunca, se encuadra en un paraje natural de 165 hectáreas de paisajes mediterráneos.

El Pont du Gard es un testimonio del ingenio romano. Es la parte más prestigiosa y mejor conservada del acueducto edificado para llevar agua dulce desde el manantial de Uzés hasta Nimes. El agua fluía a la vertiginosa altura de 48 metros para franquear el Gardón.

Comenzado en el año 38 después de Cristo y acabado en el 52, en las obras participaron mil hombres y se utilizaron más de 50.000 toneladas de piedra.

En la actualidad, por donde discurría el acueducto todavía queda vestigios de la obra original. Para descubrir con más detalle la historia del Pont du Gard y del acueducto de Nimes, hay que adentrarse en su historia y visitarlo como un lugar imprescindible en su visita a esta región.

Merece la pena la visita al Museo del Pont du Gard y del acueducto romano de Nimes, que se encuentra a pocos metros del marco original.

Este museo cuenta con 2.500 metros en donde se mezclan piezas originales, imágenes,  reproducciones, sonidos y reconstituciones. El visitante se sumerge en las entrañas de las obras de construcción del acueducto, reproducidas a tamaño real. Se adentra en una villa romana y descubre el ambiente de las termas. Por último, la vista aérea de los vestigios constituye un espectáculo insólito para descubrir el acueducto y su marco natural, la garriga.

A primera hora de la tarde dejamos el Pont du Gard y nos fuimos por carretera hacia la localidad de Nimes para realizar una visita exhaustiva durante toda la tarde.  

TEXTO: José Buitrago Prieto

FOTOS Y COORDINACION: Dolores Durio Calero

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