Cuando los XENOESTRÓGENOS nos acechan

Por Ferran Martínez-Aira

Los xenoestrógenos o “estrógenos extraños” son compuestos químicos que imitan los efectos del estrógeno en nuestros cuerpos y que por ejemplo, a través del papel higiénico pueden transmitir serios problemas a la próstata.

Las fuentes provienen de casi todos los aspectos de nuestra vida moderna, de la industria, fuentes de agua, agricultura, ropa/textiles, muebles, productos de limpieza para el hogar, el mencionado papel higiénico, maquillaje, productos para el cuidado de la piel, anticonceptivos, protectores solares, insecticidas, colorantes alimentarios, aceites eléctricos, emulsionantes, pinturas; la lista es casi interminable.

Si bien estos químicos tienen efectos sistémicos en nuestros cuerpos, hay ciertas áreas que concentrarán los xenoestrógenos y demostrarán problemas más importantes debido a la exposición. Estas áreas incluyen el cerebro (pituitaria, hipotálamo), tiroides, sistema cardiovascular, senos, páncreas, ovarios, útero y tejido adiposo.

Los fibroides, la endometriosis, la enfermedad fibroquística de las mamas, el síndrome del ovario poliquístico y los cánceres han mostrado una relación con la exposición al xenoestrógeno. Si bien hay numerosos factores que determinarán cuán importantes serán estas exposiciones para su salud, aquí hay cinco aspectos que vale la pena considerar:

  1. Edad al momento de la exposición: Se ha demostrado que la exposición a estos químicos en el útero o como niño tiene el potencial de causar más daño que si se expone como adulto1.
  2. Latencia debida a la exposición: Puede haber un lapso de tiempo entre la exposición y la manifestación de los síntomas, lo que puede dificultar la determinación de cuándo o dónde ocurrió la exposición
  3. Exposición mixta: Debido a la contaminación del medio ambiente, rara vez estamos expuestos a uno solo de estos químicos. Por lo tanto, los efectos de los xenoestrógenos múltiples pueden ser aditivos y posiblemente sinérgicos.
  4. Dinámica de dosis-respuesta: Se ha demostrado que una exposición mínima a estos químicos puede causar daño endocrino o reproductivo si ocurren en una etapa crítica de desarrollo.3 Además, se muestra que los casos extraños de algunos de estos compuestos químicos son más tóxicos en la exposición a dosis bajas en lugar de exposiciones a dosis altas.
  5. Efectos transgeneracionales (epigenéticos): quizás los más peligrosos a considerar, estos químicos pueden no solo afectar a las personas expuestas, sino a los niños nacidos en generaciones posteriores.

En nuestro mundo moderno, la exposición química es parte de la vida. Si podemos tomar decisiones conscientes para limitar nuestra exposición al xenoestrógeno de la mejor manera posible tomando decisiones limpias con nuestra dieta, cómo limpiamos y cuidamos nuestros cuerpos y nuestros hogares, así como también utilizando algunos compuestos naturales para ayudar en la desintoxicación, limitamos nuestra carga química total y por lo tanto reducimos el potencial de complicaciones con nuestra salud.