Diversos estudios han demostrado que los juegos de habilidad tienen beneficios psicológicos para todas aquellas personas que lo practican. Por ejemplo, el ajedrez clásico, no el ajedrez de Star Trek, ayuda a que los jugadores aprendan a controlar sus sentimientos, además aumenta la imaginación y la creatividad de forma considerable. Unos beneficios que también se pueden aplicar a otros deportes mentales, como es el caso del póker, considerado como el juego de cartas más popular del mundo. A pesar de ello, actualmente sigue existiendo un debate a su alrededor sobre si se trata de un juego de azar o un deporte mental. Una polémica que se disipó en 2010, año en el que el póker fue reconocido por la Asociación Internacional de Deportes Mentales (IMSA por sus siglas en inglés) como un juego mental y de habilidad, situándose a la altura del ajedrez o el bridge.
Diversos estudios encargados por la Federación Internacional de Poker (IFP) han demostrado con firmes argumentos científicos que el póker es un deporte donde prevalece la habilidad por encima de la suerte. A pesar de ello, el azar juega un papel fundamental en el popular juego de cartas, ya que depende de las cartas de cada jugador. El póker es una combinación de ambos factores, aunque a largo plazo siempre prevalecerá el jugador con más habilidades y conocimientos del juego porque la suerte tenderá a ser igual para todos. Además, el póker premia a los jugadores que realizan buenas acciones, como puede ser pensar de forma lógica, mientras que castiga las malas acciones, como comportarse impulsivamente. A continuación, exponemos una serie de beneficios del póker que se pueden extrapolar a cualquier situación de la vida cotidiana.
Disciplina y lógica
La mayor parte de la población piensa que el talento y el azar son los aspectos más importantes en el póker, pero se trata de un pensamiento erróneo. Las matemáticas y la psicología son los verdaderos elementos claves. Además, los jugadores de póker realizan un estudio de sus rivales y leen libros relacionados con el juego de cartas, por lo que existe un trabajo de documentación y observación. Un proceso que requiere de una gran preparación, en la que la disciplina representa un valor muy importante. De esta forma, los jugadores tienen que estar preparados para actuar en cada situación de la partida y tomar el mayor número de decisiones acertadas.
El póker provoca que los jugadores desarrollen una mayor disciplina, por lo que ejecutarán de manera eficaz cualquier actividad y cumplirán todos sus objetivos deseados. Unas actividades donde también sabrán respetar y aplicar la lógica favoreciendo un pensamiento ordenado y claro con el que realizar interpretaciones correctas, así como actitudes críticas ante determinadas situaciones de la vida cotidiana. Estos elementos, unidos a la paciencia (un factor fundamental en el póker), generan un mayor control de las emociones. De esta forma, los jugadores pueden evitar que sus sentimientos les perjudiquen, tanto a nivel personal como profesional, para que su mente funcione siempre de forma racional y vean las cosas desde un punto de visto mucho más objetivo.
Adaptación a los cambios y psicología
Uno de los casos más impactantes de los últimos tiempos es el Dusty Schmidt, jugador que reconoce que gracias al póker ha desarrollado una mayor capacidad de lectura y de procesamiento de información, además de una alta comprensión que le permite alcanzar un nivel experto en cualquier nueva disciplina en la que se inicie. El doctor Daniel Amen, profesional que ha realizado varios estudios sobre la NFL, realizó varios escáneres del cerebro de Schmidt que explicaron que había desarrollado unos patrones en su cerebro que le permitían funcionar a una velocidad especialmente alta sin perder la precisión. Una velocidad de pensamiento superior fruto de las habilidades desarrolladas con la práctica del juego de cartas.
Una mayor velocidad de pensamiento permite a los jugadores adaptarse a los continuos cambios que se sufren en la sociedad actual, marcada por el ritmo de vida frenético que influye negativamente en los hábitos de las personas. Estos cambios constantes asustan a muchas personas, provocando situaciones de incertidumbre ante lo desconocido. A pesar de ello, adaptarse al cambio es la única forma que las personas tienen de crecer y seguir progresando en la vida. Por este motivo, los beneficios que tiene el póker, así como los juegos de poker texas holdem online, como el control de las emociones o la lógica, permiten que los jugadores afronten estos cambios como una oportunidad para mejorar, aprovechándolos a su favor.
El póker implica una enorme cantidad de procesos psicológicos durante las partidas. La psicología tiene varios aspectos cruciales en el juego de cartas, desde entender las motivaciones y rasgos de los oponentes hasta entender la propia mente del rival. Sin embargo, en muchas ocasiones las personas creen que tienen mucha empatía y saben ponerse en la piel del otro, pero no siempre es así. El principal problema es que la mayor parte de las personas se ponen en el lugar del otro, pero siempre poniendo por delante su forma de pensar. Simplemente se imaginan a ellos mismos en esa situación, aunque no sienten lo mismo que la otra persona. Por suerte, el póker ayuda a desarrollar este tipo de capacidades para entender a las personas.
Una oportunidad única para comenzar en el póker
Hoy en día es realmente sencillo aprender a jugar al póker y mejorar a corto plazo. Los aficionados a los naipes pueden encontrar una gran cantidad de información en internet para conocer todo lo necesario sobre el juego de cartas más popular del mundo, desde las reglas básicas a las estrategias de los mejores jugadores. Libros específicos para principiantes, material audiovisual y guías estratégicas de póker online son las mejores opciones que para aquellas personas que no tienen ningún conocimiento de póker. Una teoría que posteriormente se puede poner en práctica en alguna de las múltiples salas de póker online que operan en España. Una fase de iniciación y entendimiento del juego fundamental para seguir el camino de grandes jugadores españoles que están en la élite del póker mundial como Adrián Mateos o Sergio Aido.