Kisquilla y Marisquería El Náutico, templos gastronómicos de Motril

By Enric Ribera Gabandé

Los dos restaurantes se alzan como puntos referenciales de la mejor cocina marinera de la comunidad andaluza

Manolo Carrascosa, empresario de las comarcas granadinas, profesional donde los haya, ingenioso de la restauración, inteligente y trabajador hasta la saciedad, es el propietario del Restaurante Marisquería el Náutico Motril, un establecimiento que con la colaboración en los fogones del reconocido chef, José Gómez Palomares, presenta una gastronomía hecha con sabiduría, inteligencia y con un gran acierto culinario. Las incomparables vistas del puerto que se divisan desde el comedor principal, con las pequeñas embarcaciones atracadas en las aguas que bañan el puerto del Real Club Náutico de Motril, se fusionan con los platos de la cocina que prepara su equipo restaurador, inmortalizando el momento vivido y disfrutado por el comensal.

La fritura de pescado es un plato de éxito en El Náutico. Aunque, el tártar de aún de la Almadraba con aguacate, mango y tomate es un beso al paladar. Ello, sin olvidar, el rabo de toro con salsa estilo nazarí, y la clásica paella de arroz, que también tienen su encanto gastronómico.

Kisquilla Motril, un canto al arte de la cocina

La quisquilla de Motril, posiblemente el futo del mar más emblemático de la Lonja de la Costa Tropical, da nombre al nuevo restaurante instaurado en julio de 2020 en la ciudad granadina de Motril, Kisquilla. Desde entonces, Manolo Carrascosa tiene abiertas las puertas de este singular centro gastronómico andaluz, que cuenta como punto referencial culinario a los mejores pescados y mariscos que ofrece la Lonja motrileña. Contra viento y marea (por las circunstancias que nos toca vivir), el Kisquilla de Motril se abre paso conquistando paladares de andaluces y de foráneos del país. El éxito de Manolo Carrascosa es manifiesto en estos dos restaurantes, haciendo un homenaje, por partida doble, a la mejor gastronomía que ofrece en estos momentos la comunidad andaluza.

Frutos del mar Mediterráneo

La Lonja de Motril es, sin duda, una privilegiada fuente de materias primas en frutos del Mediterráneo. En la Lonja, se puede contemplar un ritual y un espectáculo digno de cualquier documental de televisión. A partir de las 5 de la tarde, frente a sus instalaciones, comienzan a llegar los barcos cargados de quisquillas, cigalas, salmonetes, pulpos, pescadillas, doradas y lubinas, entre otras especies.
 

Las capturas son divididas en lotes, pesadas, y etiquetadas a través de un sistema informático, que da al comprador una información muy detallada. Cada partida pasa individualmente por una cinta transportadora, que muestra, ante un graderío de compradores, los diferentes lotes.

Mientras que los barcos terminan de descargar, estos, pasean entre las cajas, comprobando la cantidad y la calidad del pescado, que adquirirán posteriormente. También se puede deambular por las zonas de la bacaladilla, la del pescado de cuero y la del pescado fino, las tres zonas en las que se divide la Lonja.

La subasta comienza cuando la cinta transportadora coloca cada lote bajo unas cámaras, que muestran el pescado en unas pantallas a tiempo real. Los compradores pujan rápido, a la baja por los mejores lotes, pulsando el botón del mando que llevan en la mano lo antes posible. Los precios de salida los marca la Lonja en función de la demanda y de los precios medios de los días anteriores.

Foto Nº 1,- Manolo Carrascosa. 

Foto Nº 2, 3 y 4,- Gastronomía de los afamados restaurantes de Motril.