Por Ferran Martínez-Aira
Movistar nos regala esta semana PARÁSITOS, mucho más que una película ganadora de cuatro premios Oscar. Los puristas del séptimo arte se preguntan como unos coreanos han sido capaces de rodar este canto sin precedentes al cine negro. El culpable se llama Bong Joon-ho, el director quién tomó sus propias vivencias para desarrollar el guión. Bong era un adolescente cuando trabajó como maestro particular en casa de una familia acomodada en Corea del Sur; de allí parte la trama. En algunas entrevistas él mismo ha confesado haberse sentido un intruso dentro de esa familia al vivir en un mundo al que no pertenecía.
La participación Song Kang -ho, metiéndose en la piel del jovencito profesor que enamora a su alumna de la casa de los ricos, contribuye en parte al éxito de PARÁSITOS. Este talentoso actor ya ha acompañado al director coreano en cuatro de sus producciones. El propio Bong Joon-ho, a medida que escribía el guión, pensaba en todo momento en tener la aprobación de su actor preferido, aunque el resto bordan sus respectivos personajes.
Sin embargo, la cinta consumió muchísima energía por parte del director. Su concepción lo llevó al límite. Fundamentalmente por el reto de construir una producción coreana después de probar con producciones para otros países. Los protagonistas apostaron en todo momento por el proyecto aunque éste no tenía aún pies ni cabeza. Para Song Kang-ho y Choi Woo-shik fue fácil aceptar aún sin conocer sus papeles por haber trabajado en películas anteriores con el director.
La inteligencia del director coreano sorprendió a los cineastas de moda, especialmente norteamericanos, que se preguntaban ¿Cómo dos familias de clases tan opuestas pudieron converger en la película? Bong respondió sin darle más vueltas “esto se debe a la educación”. Esta fue la única alternativa convincente para que el personaje entrara a trabajar a la casa como profesor, una situación que podría ser aceptada en la actual Corea del Sur sin perder veracidad.
La casa fue construida especialmente para la película y forma parte esencial de la trama.
Los que visionamos PÁRASITOS, cuando se estrenó en nuestro país el pasado mes de febrero, nos quedamos boquiabiertos de la casa donde transcurre la mayor parte del metraje, ya que es el lugar que concentra los puntos medulares de la trama. Este espacio también fue estratégicamente pensado por Bong Joon-ho. El director la diseñó meticulosamente con el propósito de que formara parte esencial de la película, convirtiéndola, hasta cierto punto, en un personaje más. Fue así que cada rincón se concibió para adaptarse a tomas estéticas, considerando el aporte de la luz y los colores que aportarían a las escenas.
PARÁSITOS habla de personas reales que están en la sociedad. Son personas que esperan vivir con otros en una relación de coexistencia, pero eso no funciona, por lo que se ven empujados a una relación parasitaria. “No buscaba tratar con las diferencias de clases. Cuando miramos a nuestro alrededor, identificamos a esas dos clases, los ricos y los pobres. esta disparidad está por todas partes.
En PARÁSITOS, Bong vuelve a retratar, con luces y sombras la situación de su país. Lo hace en un drama humano que mezcla características de distintos géneros, una de las obsesiones. “Tengo sentimientos encontrados con los géneros cinematográficos. He crecido viendo los géneros norteamericanos. Y puedo afirmar que corren por mis venas. Pero al mismo tiempo quiero rechazarlos y tirar por tierra todos los límites, en medio de todo ese remolino de mis sentimientos, creo que quiero experimentar mucho más”.
PARÁSITOS representa las grietas del capitalismo, las grietas de las diferencias de clases y lo hace a través de tres familias. Una rica, que vive en un chalé, conduce cochazos y van a universidades caras. Otra malvive con empleos precarios y triquiñuelas en un barrio obrero y hacinado de las afueras. Y una tercera que sobrevive en un sótano.
Parásitos Trailer Oficial Español (2019) |