La número 1 actual del ranking WTA, la australiana Ashley Barty, sueña con ganar su segundo torneo del Grand Slam en la que es su casa, es decir el Australian Open que tiene lugar, como cada año, en el impresionante escenario del Melbourne Park, en la ciudad más importante a nivel económico de este país.
Ya ganador de un título del Grand Slam, es decir el del Abierto de Francia en París, la tenista australiana nacida en 1996 está luchando para poder finalmente triunfar en el torneo de su patria y buscar la gloria absoluta delante de su público. Tras la muestra de los perfectos protocolos sanitarios otorgada por la dirección del Australian Open, que ha permitido la presencia de muchos espectadores en las gradas, el nivel de exigencia para Barty se ha elevado, puesto que además de partir como favorita en los pronósticos para el Open de Australia femenino, ha tenido también un cuadro favorable de cara al acceso a la final, al menos sobre el papel.
De gran talento y ahora totalmente madura, sobre todo a nivel psicológico, Barty quiere dar el último paso hacia la consagración, y tiene todo a favor para poder triunfar en su casa. Tras la lesión de Serena Williams, su contrincante en la semifinal del torneo de preparación del Yarra Valley Classic, la australiana sabe que la que para muchos es la tenista más grande de la historia, y por supuesto su rival, llegará mermada a la gran cita.
Sin embargo. la tenista de Ipswich sabe que no deberá mirar demasiado a sus rivales sino imponerse con su juego y sus habilidades técnicas. Entre sus rivales, de hecho, no está solamente la tenista norteamericana, que tiene un currículum imposible de equiparar pero que ya está muy adelantada con los años. La tenista japonesa Naomi Osaka es de hecho su rival más dura, y ya sabe qué significa ganar en Melbourne, algo que ha hecho hace dos años. La nipona se halla en el cuadro opuesto a la australiana, pero podría enfrentarse en octavos de final a Garbiñe Muguruza, que viene en un gran momento de forma. La atleta nacida en Caracas en 1993 ha llegado a la final del Abierto de Australia en la pasada edición, y es por eso que este año querrá darlo todo para poder conseguir una victoria inesperada y prestigiosa.
Sus declaraciones, de hecho, son las de alguien que quiere ganar y sobre todo se ha dado cuenta del momento histórico que vive el tenis y el deporte mundial en general: «Me ilusiona porque no sabes cuántas veces más vas a jugar el Open y porque volveremos a tener público. Es lo que me hace estar contenta, motivada y con el espíritu adecuado. Es el ‘Grand Slam’ de la felicidad«, ha declarado en una reciente rueda de prensa.
Para lograr encontrar la gloria en su casa, entonces, Barty deberá pasar por encima de una serie de cracks que difícilmente darán su brazo a torcer. Ganar un Slam, al fin y al cabo, es para las campeonas de verdad.