Madrid en el cine I

Mientras llega ese esperado momento de volver a viajar y visitar la ciudad Madrid para disfrutar de la vida en sus calles, su estilo de vida y lugares más emblemáticos, te proponemos un magnífico recorrido cinematográfico por la capital.

Porque nuestra ciudad ha sido y es el escenario perfecto de numerosas producciones nacionales e internacionales de todos los tiempos. Muchas de estas películas no se entenderían sin algunos de sus grandes iconos turísticos y culturales, desde la Gran Vía y sus centenarios edificios a su Plaza de Callao, pasando por la Puerta del Sol, la histórica Plaza Mayor o la concurrida estación de Atocha.Espacios culturales únicos como el Museo del Prado y enclaves naturales tan singulares como el parque de El Retiro también son apreciadas localizaciones para el séptimo arte. Descubre los directores que han tenido a la ciudad como referente y un personaje más de sus obras y las películas que muestran algunos de sus rincones imprescindibles. No te lo pierdas.

La ciudad de Madrid es un personaje más en muchísimas de las películas que, a lo largo de nuestra historia, hemos podido ver en la gran pantalla. El cine de Pedro Almodóvar o de Álex de la Iglesia no podría entenderse sin su referente urbano. Pero otros muchos directores también han dicho aquello de “cámara y acción” en nuestras calles. Este paseo tan cinematográfico gira en torno a algunos de nuestros principales hitos turísticos y culturales. ¡Prepara las palomitas!En torno a la GRAN VÍA


Vista general de la Gran Vía desde la calle de Alcalá.Fue un 4 de abril de 1910 cuando el rey Alfonso XIII,
 a golpe de piqueta de oro, daba por inauguradas las obras para la construcción de una avenida que serviría para descongestionar la zona centro y hacer de Madrid una ciudad moderna. Pronto se llenó de edificios que hoy continúan siendo verdaderos iconos de nuestro patrimonio urbano, como el Edificio Metrópolis, el Palacio de la Prensa, el Edificio Capitol o el de Telefónica, uno de los primeros rascacielos de Europa.

 La centenaria calle tiene 1.360 metros de longitud y, a lo largo de la historia, ha sido protagonista de grandes momentos cinematográficos. Sara Montiel colapsó la Gran Vía con el estreno de El último cuplé (1957) y La violetera (1958) en el entonces Cine Rialto, hoy convertido en teatroPedro Almodóvar hizo lo propio el 23 de octubre de 1991 cuando llenó la calle de tacones gigantes, plumas y lentejuelas con motivo del primer pase de la película Tacones lejanos en el Palacio de la Música.

La Gran Vía ha sido y es escenario de gran parte de las películas que forman parte de nuestra historia cinematográfica. En la época del blanco y negro aparece en El último caballo (1950), primer manifiesto ecologista del cine español, dirigida por Edgar Neville e interpretada por Fernando Fernán Gómez. 

El technicolor nos trajo Las chicas de la Cruz Roja (1958), en la que Concha Velasco y otras compañeras recorrían la avenida en busca de donativos y amor cantando a bordo de un Mercedes descapotable. De día y de noche nos la muestra José Luis Garci en El crack (1981) y El crack dos (1983), en la que incluye hasta seis minutos de conversación desde un piso con vistas a la calle.

Pero, sin duda, la imagen que ha quedado para siempre en la retina del espectador es la de Eduardo Noriega caminando, asustado, por una sorprendente Gran Vía vacía en Abre los ojos (1997) de Alejandro Amenábar. El preludio perfecto para le peor de las pesadillas… 

En este filme aparecen también otros grandes iconos de nuestra ciudad, aunque no estén en la Gran Vía: la Torre Picasso, que en su día fue el rascacielos más alto de Madrid, en la zona de AZCA, y el Faro de Moncloa, convertido, eso sí, en la clínica a la que acude César para reconstruir su rostro.

Cuando se rodó la película ya funcionaba como el espectacular mirador a 92 metros de altura que hoy es: ¡mira el vídeo!Nos detenemos ahora en la animada plaza del Callao, que da comienzo al último tramo de la Gran Vía y sirve como eje distribuidor de otras céntricas calles, como Preciados y el Carmen.

El Hotel Florida por el que pasó la mayor parte de los corresponsales extranjeros durante la Guerra Civil estuvo aquí igual que la primera tienda de Rodilla, la de los sándwiches, en el mismo local en la que hoy permanece. A esta plaza la hemos visto en multitud de películas, como El día de los enamorados, de Fernando Palacios (1959), en la que el edificio de la FNAC lo ocupaban aún unos grandes almacenes, Navajeros, de Eloy de la Iglesia, con una persecución por las azoteas de los edificios de la plaza, y La flor de mi secreto (1995), de Pedro Almodóvar, en la que el protagonista disfruta de una impresionante panorámica de la plaza desde su residencia.