SANTORAL 15 de Diciembre

SANTORAL 15 de Diciembre :  Valeriano, Folcuino y Esteban obispos; Faustino, Lucio, Cándido, Celiano, Fortunato, Ireneo, Antonio, Teodoro, Saturnino, Baco el Joven y Víctor mártires; Marino y Maximino abades; Nino, Pablo el Joven, Sántulo y Silvia confesores; Urbicio ermitaño.

ONOMÁSTICA EL NOMBRE DEL DIA

FORTUNATO

Del latín fortunatus, que significa afortunado. Deriva de Fortuna, que a su vez viene de fors, forma adverbial forte y también sors y sorte, de donde deriva «suerte». Los romanos personificaron la suerte en la diosa Fortuna asociando a ella también la felicidad. Su culto fue uno de los que más se extendió por todo el imperio.

Fortunato y Fortunata fueron nombres tan usuales que son posiblemente los más repetidos en los santorales. Alrededor de 70 santos con este nombre es posible encontrar en las enciclopedias, siendo de destacar que la mayoría fueron mártires de los primeros cinco siglos del cristianismo. Todas las Fortunatas son mártires y corresponden la mayoría a ejecuciones en masa (de decenas y centenares), de las cuales se han perdido la mayoría de los nombres, pero se ha conservado la memoria de los Fortunatos y Fortunatas, probablemente por estar entre los nombres más frecuentes en aquel tiempo.

Entre los Fortunatos, la mayoría son también mártires. Destaca entre ellos el obispo de Fanum Fortunae (una población llamada entonces «El Templo de la Fortuna», hoy Fano) a orillas del Adriático. Se cuenta como anécdota muy singular de este San Fortunato, que consultó al Papa si podía vender los vasos sagrados del culto para rescatar a los cautivos, y que habiendo recibido respuesta afirmativa, se dedicó a esta actividad con toda el alma y con óptimos resultados. Por eso sus feligreses, para honrar su memoria le construyeron un suntuoso túmulo en la catedral, en forma de pirámide.

Fortunatas se llamaron durante los primeros decenios que siguieron a su descubrimiento, las Islas Canarias; nombre que se modernizó más adelante, adaptando la forma actual de Islas Afortunadas.

El nombre de Fortunato se hizo muy familiar en el norte de Europa gracias a un libro del siglo XVI, tan popular como lo fueron los libros de caballerías. El protagonista de esta obra, que fue llevada al teatro en varios países, se llamaba Fortunato y era realmente afortunado, pues tenía una bolsa de dinero que nunca llegaba a vaciarse por más que sacase, y un gorro de los deseos, gracias al cual podía trasladarse donde quisiera.

Además de sonar de maravilla y tener un significado espléndido, este nombre está enriquecido con tantos y tan diversos santos, algunos con singularidades tan simpáticas, que se hace muy bueno de llevar. ¡Felicidades!

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