La paz interior y espiritual se encuentra con la oración, las buenas acciones y acercándose a Dios. Una vía ideal para estar más cerca de Dios es rezarle a la Virgen María para que interceda por nosotros ante El Señor, y la mejor manera es hacerlo con la Oración de La Magnífica. Conozcamos esta plegaria para que podamos suplicarle cada vez que necesitemos de ella y de su divina intervención.
Para la Iglesia Católica, no se pueden magnificar los hechos de la vida diaria, pero sí las cosas sagradas y las que devienen de la naturaleza. La vida de la Virgen María, la madre de Jesucristo, se puede tomar como un modelo de magnificencia, por eso muchos le rezan para pedirle favores y su intermediación ante Dios.
Los católicos le oran mucho a la Virgen María para que interceda por ellos en la solución de problemas de salud, misericordia, amor, y para que los ayude a seguir los caminos de Dios.
Una forma de orarle para que las palabras lleguen más directamente a la santa virgen, y con su misericordia, conceda los favores solicitados, es la Oración de La Magnifica. Esta plegaria invoca a María como la madre de Jesús, y como la humilde y abnegada sierva de Dios.
Origen de la Oración La Magnífica
La plegaria se conoce desde que María visitó a su prima Isabel. La Biblia, en San Lucas, narra cuando María se reunió con Isabel, la madre de Juan el Bautista en el pueblo de Judea, para contarle la anunciación que le hizo el Ángel Gabriel, de que sería la madre de Jesús El Salvador.
Desde entonces, se utiliza como cántico a la Virgen María, para darle gracias por todas las bondades recibidas, y para pedirle asuntos de alta importancia y que solo con la ayuda de Dios se pueden resolver.
Esta oración también sirve a los católicos para alcanzar la sencillez y humildad, cuando se ven tocados por sentimientos negativos, como la soberbia, el orgullo y la vanidad.
Es una invocación muy poderosa que ayuda a los fieles en sus peticiones más importantes, para afrontar los peligros y cualquier problema que se les presente. Su efectividad es producto del amor que tiene Dios por sus hijos y por la gran misericordia que tiene la Virgen María al escuchar las plegarias e interceder ante el Señor.
Características de la oración
Es un canto de amor en el que el creyente exalta la humildad de la Santa Virgen y su amor por Dios. Esta oración se caracteriza por los siguientes aspectos, que es bueno entenderlos para comprender mejor el alcance y la importancia de esta plegaria:
- Expresa el amor que Dios tiene por el hombre.
- Vislumbra la misericordia y el gran amor de Jesucristo para las futuras generaciones.
- Simboliza la gloria del alma ante Dios.
- Promete un eterno bienestar
Al creer en Dios y en la Virgen María se cree en los preceptos de la Biblia y se reza para acercarse más a la misericordia del Señor. Se ora preferiblemente de noche, para agradecer por todos los favores concedidos durante el día y para hacer las peticiones del siguiente día.
Pero no solo se reza de noche, el fiel católico también lo hace al despertar y durante todo el día está en plena conexión con el Creador, a quien le encomienda su vida para que lo ayude a alcanzar sus metas y ser merecedor de llegar al Reino de los Cielos, cuando así lo precise.
Estar en paz con Dios y la Virgen, y rezar a diario en cada momento que se pueda, es estar en paz con uno mismo, porque ese acercamiento que se logra con la divinidad y la misericordia del Padre Celestial siempre aporta sosiego y calma el espíritu, porque se sabe que al dejar todo en manos de Dios, las cosas saldrán bien.
Con la Oración de La Magnífica se logra ese cometido: estar en paz con Dios y con uno mismo. Así que si quieres sentirte pleno y feliz, busca el camino del Señor, y acércate más a él con esta hermosa plegaria que nos da la Santísima Virgen María.