Sin ninguna clase de dudas, uno de los grandes temas del momento son las criptomonedas: estos activos financieros nacidos de manera 100% digital hace poco más de una década han logrado imponerse en las diversas agendas mundiales. Además, a medida que crece su peso en los mercados, cada vez son más las actividades que empiezan a incorporarlas como medio de pago, inversión e intercambio. En el siguiente artículo nos centraremos en el mundo de las obras de arte y su incursión en las monedas digitales.
Si hay algo que ha caracterizado a este año, además de la pandemia, es la irrupción de las criptomonedas en el debate público. Si bien este instrumento financiero data del año 2009, cuando nació la más popular de todas, que es Bitcoin, fue en los últimos años que su presencia se hizo sentir con cada vez más potencia. Después de todo, las criptomonedas han logrado captar el interés de los grandes y pequeños inversores y ahorristas, con especial hincapié dentro del sector más joven de la población. Es por ello que es frecuente encontrar a personas que alcanzan la independencia financiera a una temprana edad gracias a sus movimientos financieros.
Así entonces, las criptomonedas se encuentran desembarcando en diversos territorios y uno de los más sorprendentes es el de las obras de arte. En este caso estamos hablando de los NFT, que son ni más ni menos que una especie de criptoactivo digital que se encuentra basado en la firma de un contrato inteligente. Los NFT se basan en representar algo único, como bien pueden ser un sonido, un video o una imagen, entre muchas otras posibilidades. Es gracias a ese contrato inteligente que el comprador logra saber si se trata de un original y al mismo tiempo asegura que no se pueda robar o falsificar.
La incursión de las criptomonedas y sus tecnologías en el mundo del arte es un claro síntoma del mundo en el que vivimos en pleno siglo XXI: la vida digital es cada vez mayor y por ende todo gira hacia esa dirección. La posibilidad de comprar obras de arte virtuales, así como también memes o videos virales era algo completamente impensado hace 10 o 20 años, pero ahora todo es posible gracias a los cambios vertiginosos que se viven semana tras semana.
En esa misma línea, muchos países en el mundo se encuentran organizando los primeros sitios o exposiciones en donde los artistas y creadores de contenidos ponen en venta su material digital a cambio de criptomonedas, un instrumento financiero que sirve a muchas personas dedicadas al arte y a la cultura para poder financiar tanto su trabajo como su carrera. De esta manera, el fenómeno cripto se encuentra atravesando muchas más esferas que simplemente la financiera, económica o especulativa, sino que ha comenzado a crear su propio sistema de representación del mundo. Los próximos años serán claves para ver hasta qué punto puede avanzar esta cultura en el imaginario popular.