Cuando el lenguaje de los chimpancés se asimila al habla humana


 

Por Ferran Martínez-Aira

Si hace unos días leíamos que los animales recurren a las matemáticas en su peregrinar por la naturaliza, hoy nuestros protagonistas son los chimpancés. Según un estudio publicado en la revista Biology Letters, los investigadores han descubierto que el ritmo de los golpes de labiosde los primates exhiben una firma similar al habla humana, sin duda un avance gigante hacia una posible solución al rompecabezas de la evolución del habla.

“Unos resultados que demuestran que el lenguaje hablado se unió dentro de nuestro linaje ancestral utilizando ‘ingredientes’ que ya estaban disponibles y en uso por otros primates y homínidos”, teoriza Adriano Lameira del Departamento de Psicología de la Universidad de Warwick.

Al igual que en todos y cada uno de los idiomas del mundo, los labios de mono han mostrado previamente un ritmo de aproximadamente cinco ciclos por segundo. Este ritmo exacto se había identificado en otras especies de primates, incluida en el canto del gibón y las llamadas del orangután. Sin embargo, no había evidencias de simios africanos, como gorilas, bonobos o chimpancés, que están mucho más relacionados con la especie humana, lo que dejó la teoría en ‘standby’ por no tener la suficiente plausibilidad.

Ahora, el equipo de investigadores, que ha utilizado datos de cuatro poblaciones de chimpancés, ha confirmado que estos también producen señales con la boca a un ritmo similar al del habla. Los hallazgos muestran que es probable que estas señales sean el primer eslabón de la evolución del habla humana. Demostrando así que la evolución recicló estos movimientos primitivos en el sistema vocal que algún día se convertiría en habla.

Los científicos investigaron el ritmo de los golpes de labios de los chimpancés, producidos por individuos mientras acicalan a otros miembros del grupo. Descubrieron que los chimpancés producen golpes de labios a un ritmo promedio similar al habla de 4.15 Hercios (unidad de medida de la frecuencia).

“Estos resultados evidencian nuestra ignorancia y nuestra gran subestimación de las capacidades vocales y cognitivas de nuestros primos simios. Lo que disipa gran parte del enigma científico que ha representado hasta ahora la evolución del lenguaje. También evidencia nuestra ignorancia y nuestra gran subestimación de las capacidades vocales y cognitivas de nuestros primos simios”, argumenta Lameira.

Los investigadores utilizaron datos de dos poblaciones en cautiverio y dos salvajes. Se realizaron grabaciones de video en el zoológico de Edimburgo y el zoológico de Leipzig. También grabaciones de dos comunidades salvajes situadas en Kanyawara y Waibira, en Uganda.

”Encontramos diferencias en el ritmo entre las poblaciones de chimpancés, lo que sugiere que estas no son las señales automáticas y estereotipadas tan frecuentemente atribuidas a nuestros primos simios. En cambio, al igual que en los humanos, deberíamos comenzar a considerar seriamente las diferencias individuales, las convenciones sociales y los factores ambientales que pueden jugar un papel en cómo los chimpancés se involucran en una ‘conversación’ entre ellos”, razona Adriano.

Los científicos seguirán con este estudio para encontrar nuevas pistas que esclarezcan aún más la evolución del habla. “Ahora se trata de convencer al poder político y social para preservar estas preciosas poblaciones en la naturaleza y continuar permitiendo a los investigadores mirar más allá”, sostiene Adriano Lameira, fascinado por el lenguaje de estos primates parlanchines y evocando el recuerdo de su colega Dian Fossey, asesinada en Ruanda en 1985, cuando trabajaba para la Nacional Geographic centrada en la vida de los gorilas. Por cierto, un crimen que 35 años después sigue sin resolverse.