Día Internacional del Parlamentarismo

La Asamblea General de las Naciones Unidas decide, con efecto a partir de su septuagésimo segundo período de sesiones, que el 30 de junio de cada año se celebre el Día Internacional del Parlamentarismo.

COVID-19: el papel del parlamento es más esencial que nunca

Ante la pandemia del COVID-19, los parlamentos y otras instituciones de gobiernos están sujetos a las mismas medidas de distanciamiento social que otras organizaciones públicas y privadas. Sin embargo, en tiempos de crisis, el papel del parlamento es más vital que nunca para aprobar leyes de emergencia, asignar recursos y controlar la acción del gobierno. Algunos parlamentos están modificando leyes y procedimientos para permitir el trabajo remoto, algunos han seguido reuniéndose físicamente y otros se han abstenido totalmente. La Unión Interparlamentaria (UIP) está ayudando a facilitar la coordinación interparlamentaria y la solidaridad compartiendo ejemplos de cómo los parlamentos pueden continuar legislando, debatiendo y analizando las acciones del gobierno en un momento de bloqueo y distanciamiento.

El trabajo de los parlamentos

Unos sistemas parlamentarios sólidos son el pilar de la democracia. Los parlamentos representan la voz del pueblo, aprueban leyes, son los encargados de asignar los fondos para llevar a cabo leyes y políticas, así como de pedir a los gobiernos que rindan cuentas. Su trabajo consiste en velar que esas políticas beneficien a todo el mundo, especialmente a los más vulnerables; por ejemplo, aprobando leyes en temas de violencia contra las mujeres o asegurando un acceso igualitario a la sanidad.

Los parlamentos deben promover, y tienen el poder para ello, la coherencia entre las agendas nacionales y las internacionales. Pueden sacar adelante leyes que hagan efectivas las obligaciones internacionales, aprobar presupuestos que promuevan el cumplimiento de dichas obligaciones y establecer mecanismos de rendición de cuentas respecto al cumplimiento de las promesas de contribución de los Gobiernos ante la comunidad internacional y ante sus propios ciudadanos. Los parlamentos, como garantes de que los gobiernos cumplan con sus deberes, deben promover la creación de gobiernos honestos y receptivos.