El mes de tenis está señalado en el calendario como el regreso de muchos deportes, entre ellos el circuito WTA de tenis femenino. Las mejores raquetas del circuito se preparan para un final de año atípico en el que se han concentrado dos Grand Slam y varios Master Mil, lo que obliga a las tenistas a tomar decisiones importantes.
El regreso de la WTA se produce con el torneo de Palermo, como paso previo a al circuito de pista dura de Estados Unidos. Lexington y Cincinnati servirán de ‘sparring’ para el primer Gran Slam en esta vuelta a la competición. El US Open es la cita más importante de agosto, donde estarán las mejores jugadores del ranking mundial, ahora dominado por la australiana Ashleigh Barty. Su objetivo es acabar el año en el número uno del mundo. La rumana Simona Halep, la checa Karolina Pliskova y la estadounidense Sofia Kenin completan las cuatro primeras plazas de la clasificación WTA.
Todas ellas deben decidir en qué Grand Slam centrarán sus esfuerzos, ya que dos semanas después después del cierre del torneo de Nueva York, empezará Roland Garros en París. Esta mini temporada de tierra batida pasará por Estambul, Madrid, Roma y Estrasburgo; aunque en cuanto a los dos últimos torneos, las tenistas tendrán que decantarse por uno u otro; ya que se disputarán de forma simultánea. En el horizonte, la tierra de la Philipe-Chatrier. Sus problemas en la rodilla han puesto en juego su carrera deportiva y hay dudas sobre su rendimiento en estas citas tenísticas.
El calendario WTA en octubre y noviembre se relaja, y se marcha hacia Asia, con China como el principal país protagonista. Todo apunta a que en los torneos de estos meses, un total de diez, también participarán las mejores tenistas del circuito; ya que el parón ha sido muy prolongado entre marzo y julio; y continuar en la competición tras la disputa de los Grand Slam de Nueva York y París les permitirá preparar con más garantías la próxima temporada que arranca en enero con el Australia Open. Las citas de Pekín y Osaka son las más relevantes.
La pelea por el número uno del ranking se disputa entre Ashleigh Barty y Simona Halep. La australiana aventaja a su rival en 2.700 puntos; por lo que su punto de partida es muy bueno para mantenerse en lo más alto del trono. Barty subirá de puntos en Nueva York si supera la cuarta ronda, ya que ese fue resultado el pasado curso. Un reto bastante asequible para la actual número uno que se mostró muy fiable en el inicio de competición, aunque su regreso, al igual que el del resto de jugadores, es a día de hoy una incógnita. La tenista rumana, por su parte, lo tiene más fácil; ya que en 2019 no consiguió superar la segunda eliminatoria. En París la situación se complica para Barty, que está obligada a llegar a ganar para no perder puntos; pues fue la campeona. Mientras que Halep debe alcanzar las semifinales.