Valiente apuesta del Teatre Apolo con Rouge Fantastic Love

Valiente apuesta del Teatre Apolo con Rouge Fantastic Love

Por Ferran Martínez-Aira

El Teatre Apolo estrenó ayer ROUGE FANTASTIC LOVE, un espectacular musical dirigido por Ricard Reguant y Octavio Egea inspirado en el París de la Belle Époque, año 1900 y protagonizado por Gisela, Toni Viñals, Ferran González, Naïm Thomas, Ferran Castells, Fedor de Pablos y Javier Enguix, como maestro de ceremonias del local, acompañados por un quinteto de músicos y un excelente coro de diez bailarines y cantantes que durante 135 minutos transportan al público al maravilloso mundo del music hall a través de un cuidado repertorio de 53 temas musicales de todos los tiempos.

Ricard Reguant abre las puertas de su Teatre Apolo a la ciudad con esta apuesta atrevida: ROUGE FANTASTIC LOVE. Una producción sin subvenciones que supera los 700.000 euros y donde se han dejado la piel 100 personas para relanzar el Apolo, aunque este gran musical recorrerá distintas ciudades españolas a partir de mediados de marzo cuando se baje definitivamente el telón en Barcelona.

Pep Sala, responsable de la dirección musical, recuerda que estando en Nueva York en 1989, Ricard Reguant le invitó a ver un espectáculo en Broadway, un homenaje a Jerome Robbins. El músico de Sau abandonó el teatro neoyorquino con la sensación de que aquello que habían visto sus ojos era imposible repetirlo en nuestro país. Se equivocó Pep porque casi 30 años después aquí está ROUGE FANTASTIC LOVE, donde caben desde el brindis de La Traviata de Verdi hasta canciones de Trenet, Aznavour, Elthon John, David Bowie o Beyoncé, todas las piezas con letras en castellano que en ocasiones se han cambiado por exigencias del trepidante guión, que sólo se permite una pausa de quince minutos entre acto y acto.

Como canta Gisela, dando vida a Roxanne y vestida por Jordi Dalmau, “no sin dudar, no me vereis renegar ni del bien ni del mal, ni el dolor que me hizo al final no, sin dudar, no me vereis renegar desde hoy, junto a tí volverá la ilusión de vivir”.

A Mercedes Balaguer Rojas