Iconos de Madrid en el cine IV

La PLAZA MAYOR

La Plaza Mayor es uno de los escenarios que más aparecen en las películas con Madrid de fondo.

En 1617 el rey Felipe III encargó la finalización de las obras de remodelación de la plaza del Arrabal al arquitecto Juan Gómez de Mora. Dos años después ya existía la Plaza Mayor, y, con ella, la Casa de la Panadería, antigua tahona de la Villa, situada justo enfrente de la Casa de la Carnicería, depósito general de carnes hoy transformado en el Hotel Pestana Plaza Mayor. El Arco de Cuchilleros, que da paso a una gran escalinata, es la más fotografiada de sus diez puertas de acceso. Y la estatua del rey Felipe III a caballo, diseñada por Giambologna y terminada por Pietro Tacca en 1616, uno de sus principales símbolos. 

Por la Plaza Mayor de Madrid todo el mundo pasa, sobre todo, en Navidad, que es cuando se instala en ella el tradicional Mercado Navideño, cuyos orígenes se remontan a 1860. Los puestos de hoy, con forma de casitas, se parecen muy poco a los que había en 1962, año en que se estrenó La gran familia, dirigida por Fernando Palacios. La escena en la que el hijo pequeño se pierde mientras sus hermanos y el abuelo, José Isbert, curiosean por el mercado, forma parte de la historia del cine español. El grito de ¡Chenchoooo! aún resuena en nuestros oídos… Otra escena inolvidable en la Plaza Mayor, en este caso vacía, nos la regala Pedro Almodóvar en la ya antes mencionada La flor de mi secreto (1995), cuando, tras unas copas de más, Ángel (Juan Echanove) improvisa un baile para Leo (Marisa Paredes).