Por Ferran Martínez-Aira
Vinieron buscando la nieve española a finales de diciembre de 1964, concretamente los parajes nevados de Soria. Y se encontraron con uno de los inviernos más benignos de todos los transcurridos en España. El productor artístico John Box había elegido nuestro país para el rodaje de DOCTOR ZHIVAGO tras descartar un buen número de candidatas, entre otras Rusia (imposible rodar allí porque la novela del premio Nobel Boris Pasternak estaba prohibida), Finlandia era la candidata ideal, pero con un frío extremo que hubiera hecho casi imposible la labor de los actores, en Yugoslavia carecían de la infraestructura necesaria para una película de esas características. Así que el productor, conocido como ‘El Mago,’ y David Lean optaron por las tierras castellanas para representar las estepas rusas necesarias para filmar su película que se terminó de rodar el 7 de octubre de 1965.
El invierno en Soria dejaba los campos cubiertos con el manto blanco. Justo lo que necesitaba la productora norteamericana. Sin embargo, los pronósticos fallaron y aquel invierno fue uno de los más suaves de la década, con escasas precipitaciones. A falta de nieve, hubo que tirar de imaginación. Los especialistas simularon los parajes nevados con toneladas de polvo de mármol y sal y, en los lugares más lejanos, con plásticos blancos.
Más suerte tuvieron las escenas rodadas con el Moncayo de fondo, que pretendían simular los Urales, o las tomas hechas en los parajes nevados de Granada. Sin embargo, en la estación del ferrocarril de Soria, donde se centraba una de las escenas principales, la nieve natural brillaba por su ausencia y hubo que recurrir a los especialistas para solventar el problema. Y eso que ya se habían adentrado en los meses de febrero y marzo.
Cuando comenzó el rodaje, nada hacía presagiar lo que después iba a pasar. A la espera de la llegada de la nieve se comenzó a filmar las primeras escenas en Canillas, un barrio de Madrid, donde se construyó en diez hectáreas de terreno una réplica de Moscú. Incluía una calle de adoquines de 731,5 metros con tranvías, un viaducto de tren, una réplica del Kremlin y cerca de setenta tiendas y casas alrededor de una plaza gigante. La estación de Madrid Delicias también sirvió de escenario para este grandioso film que cosechó cinco oscars (guión adaptado, dirección artística, fotografía, banda sonora original, vestuario) y que ha obtenido una recaudación de 891 millones de dólares.
Candilichera, Villaseca de Arciel, Navaleno, Villar del Campo, Matamala de Almazán, la ya citada estacion de Soria-El Cañuelo, Barajas, Canillas, Guadix, la presa de Aldeadávila, Campo del Gómara, Villaseca de Arciel, fueron los escenarios ferroviarios elegidos por la productora norteamericana para recrear los parajes rusos necesarios para este film, que hasta el año 1994 no pudo mostrarse en Rusia. Pero también hubo que trasladarse a Finlandia para grabar algunos parajes en Punkaharju , Punkasalmi, Pyhäselkä, Helsinki, Joensuu y Koli que recordaran mejor a las estepas rusas y alguna escena de Morley Flats de Alberta, en Canadá.
Y las vías por donde circularon los trenes empleados en la película fueron la Santander-Mediterráneo, en las zonas de Pinares y Campo de Gómara, y la de Soria-Castejón. La productora alquiló tres locomotoras de vapor y sesenta vagones ya desechados del servicio de Renfe, que colaboró desinteresadamente en esta cinta de proyección internacional. Sobre las locomotoras, destaca la imponente ‘Mikado 141.2239’, disfrazada para la ocasión como un tren militar ruso en el que viaja el Coronel Strelnikov. Esta máquina, desaparecida ya, fue probablemente una de las series montadas en España en las factorías de Macosa, Euskalduna y Babcock & Wilcox, según el contrato firmado con la escocesa North British Locomotivas, que entregó entre 1953 y 1954 un lote 25 locomotoras montadas, numeradas como sub-serie 141/2101-2125. Renfe recibió 242 locomotoras ‘Mikado’ entre 1953 y 1960, una de las mayores series de locomotoras de la compañía ferroviaria estatal. La mayor parte de las ‘Mikado’ que hoy perviven en nuestro país están fuelizadas.
Para apreciar el ‘realismo’ con el que se trabajaba en el film, que ayer emitió la cadena Hollywood, basta citar una anécota que también tiene al tren como protagonista: El convoy que lleva hacia Barikino a la familia de Zhivago pasa por un pueblo arrasado por Strenikov (Villar del Campo), donde una mujer con un bebé en brazos que trabaja de extra intenta subir al tren y corre paralela a él. La cámara está filmando, así que cuando la mujer se queda enganchada sin poder acceder al vagón, la máquina continúa imparable y ella cae sobras las vías; las ruedas cercenan las piernas de la víctima y posteriormente deben amputárselas en el hospital. David Lean siguió impertérrito la escena y aprovechó el percance para su película.
DOCTOR ZHIVAGO está inspirada en la novela del mismo nombre de Boris Pasternak, éxito de ventas y de un gran romanticismo, pero de gran dureza con la revolución de 1.917. Ambientada durante la revolución rusa, narra la historia de un hombre que tiene que luchar por sobrevivir a los acontecimientos. Yuri Zhivago es un médico amante de la poesía, casado, pero que no puede olvidar a otra mujer. Un apasionado, bello y desgraciado amor, durante la Revolución Rusa, entre el médico, Yuri Zhivago (Omar Sharif) y la bella enfermera Lara Guichard (Julie Christie). Una superproducción con un reparto excepcional que completan Geraldine Chaplin, Tom Courtenay, Alec Guiness y Rod Steiger, entre otros. La película esta narrada en flash-back por el hermanastro de Yuri Zhivago el general Yevgraf Zahivago (Alec Guiness) que intenta averiguar si una trabajadora de una fábrica (Rita Tushinham) es hija de su hermano y de Lara Guichard (JulieChristie).
En principio, David Lean eligió para el papel estrella a Peter O’Toole, pero éste se negó, recodando la agotadora experiencia rodando “Lawrence de Arabia” (1962) en Almería, Sevilla, Marruecos y Jordania.