VENEZUELA

Por el nombre de una princesa Margarita 

por Antonio Bernabei Moldes
miembro de la Cámara de Periodistas y Comunicadores de Turismo

 

Algunas veces resulta contraproducente hacer rectificaciones históricas, pues las leyendas fueron creadas para tomar más rozagante la verdad escueta, pero lo cierto es que el nombre de la isla proviene de un sueño romántico de Cristóbal Colón, quien imposibilitado que su amor por la Princesa Margaret de Austria, Princesa de Castilla y nuera del Rey de España fuese una realidad, optó por rendirle homenaje dándole su nombre a la Isla que descubrió el 15 de agosto de 1498, y no en las margaritas (en griego, perlas grandes y perfectas) que según antiguas concepciones, engendraba el rocio en el seno de las otras.

 

A finales del siglo XV y al contrario que Cristóbal Colón, los conquistadores españoles Cristóbal de la Guierra y Pedro Alonso Niño reconocieron la gran riqueza perlífera de las islas, llevando en su primer viaje a España 80 libras de perlas, algunas del tamaño de un huevo de paloma. Tales riquezas despertaron la codicia de los piratas que durante 30 años atacaron catorce veces la isla, y por tal hubo que fortificarla.

La llamada “costa de las perlas” muestra dos caras. Una de iglesias reverenciadas; de ilusiones de hombres de cuerpos recios y curtidos, con la esperanza de encontrar la tan ansiada perla; de viejos pescadores con risa y alma de mozuelo, con manos de pan y sal, y de torso desnudo, tatuado de brisa y de tiempo; de artesanos, hombres y mujeres del pueblo de extraordinaria habilidad manual que a través de sus artesanías cantan la historia y la cultura del país. Y otra de puerto libre con tiendas, casinos, hoteles de lujo, bares y discotecas de moda. Dos visiones de la vida en Margarita que conviven aún sin mezclarse.

Entre las iglesias, la más conocida es la iglesia del Valle del Espíritu Santo, que guarda a la Virgen del Valle, patrona de todos los margariteños. Cuenta la leyenda que la Virgen procedía de España, encargada por los pobladores de la vecina isla de Cubagua. Cuando se agotaron los ostrales de perla, Cubagua fue abandonada, y la imagen fue llevada por unos indígenas a la ermita del Valle de la Margarita. 

Iglesia del Valle del Espiritu Santo catedral de al asuncion

También vale la pena visitar la catedral de Nuestra Señora de La Asunción, la más antigua de Venezuela, la iglesia de Santa Ana del Norte, donde el Libertador Simón Bolívar proclamó la formación de la “Tercera República” en 1816, la iglesia de Pampatar, la cual guarda a su patrono el Cristo del Buen Viaje, el cual impidió que se lo llevaran de allí, creciendo tanto que no pasaba por el portal de la iglesia cuando intentaron sacarlo para llevarlo a un destino incierto, y la iglesia colonial de Los Robles que fue construida para alojar la estatua de la Virgen del Pilar de Zaragoza, que fue donada por la Reina Juana La Loca al igual que la campana de bronce que data del siglo XVI.  

EL MAR A LA CARTA  

Es la presencia del mar con su esplendor natural quien dirige los destinos de la Isla, y abruma al espíritu del hombre con su misterio y fascinación. Extinguidas las perlas que hicieron famosa y codiciada a la Isla de Margarita desde los tiempos coloniales, han encontrado hoy un yacimiento más productivo: el turismo.

Playa El Agua, es famosa y mundialmente conocida. Tiene una temperatura entre los 22 y 24º C en sus 4.000 metros utilizables todo el año. Su orilla alberga numerosos restaurantes, en una magnifica combinación de lujo con pies descalzos. Sobre esta playa vuelan los aviones ultralivianos, que pueden ser alquilados muy cerca en la entrada del puerto de Manzanillo. Los fines de semana en Playa El Agua puede practicar el paracaidismo saltando desde los ultralivianos desde una altura de 1.500 metros. También allí se puede observar la pequeña isla de Bebedero, donde se realizan inmersiones de buceo.

La carretera bordea toda la playa y luego se desvía hacia otros poblados, entre los que vale la pena visitar Puerto Fermín que nunca ha podido dejar de ser el Puerto del Tirano. Allí está la huella del desembarco del vizcaíno López de Aguirre. En los dos meses que ocupó la Isla aterrorizó a sus pobladores al hacer degollar a hombres, mujeres, a sus propios soldados y hasta un religioso que se negó a absolverlo. 

El poblado se asoma en corro de casas blancas y techos oscuros a la orilla del mar. Al frente, como grandes ballenas, están tendidas las islas de los Frailes. Si uno le pregunta a la poca gente que anda por la playa, bajo los espesos uveros, al atardecer, cómo se llama el pueblo, dirán que “El Tirano”. Y si se les pregunta por qué, dirán que porque allí desembarcó Lope de Aguirre. Y si quieren añadirán que algunas veces por la noche se oye el paso de un caballo por el empedrado, que es la cabalgadura infernal en que el alma en pena del Tirano recorre su puerto de la Margarita.

En isla de Margarita existe una playa, en la región de Juangriego, tras pasar el Fortín de La Galera, que está reservada para quienes quieren disfrutar las más exquisitas experiencias: sol, arena, mar, piel al descubierto, y excelente atención: Playa Caribe. Esta playa ha captado a ese turista itinerante que no gusta ni del gentío ni de restricciones. Especialmente a las turistas europeas que desean hacer topless sin ser molestadas por innumerables tipos paseando alrededor de ellas sin descanso. Al final de la playa se encuentra las famosas cuevas de Playa Caribe. Estas cuevas son de formación volcánica.  

La Playa El Yaque es reconocida como uno de los cinco mejores lugares del mundo para la práctica del windsurf por la velocidad, constancia y dirección del viento. Allí se puede navegar todos los días con una vela de 4.4 o menor, con una temperatura en el aire de 29º C, en el agua de unos 26º C y el viento sopla todo el año a unos 25 nudos.

En la venezolana Isla de Margarita cualquier cosa puede suceder, a las palabras se les añade barro y se convierten en sentimiento, o bien en una remembranza. Las cosas inertes adquieren de pronto vida y formas expresivas. Se puede separar las reminiscencias de la soledad, del llanto, de la alegría, del dolor y de la ternura.  

Por eso es inevitable volver ....

Venezuela en una Mirada

VENEZUELA (GUIA AZUL) 
de CORONA MENDEZ, CLEMENTE
Editorial: GUIAS AZULES ESPAÑA, S.A. (GAESA) 2000 
13.90 € 


Discount Hotel Reservation


Inicio | Nacional - Internacional - Rural | Guías | Ocio | Hoteles | Restaurantes | Bodegas | Alimentaria | Balnearios

Agencias - Compañías - Reportajes - Notas Prensa - Información - Libros - Posters - Enlaces - Colaboradores