El Languedoc
Roussillon rinde homenaje a Rabelais con su histórico legado
romano
Nimes,
Montpellier y Aigues Mortes, emblemas turísticos de la región
El centro de
Nimes es un lugar eminentemente contemporáneo y a la vez romano.
El Forum, donde se encuentra el templo, se extendía en su época
150 metros al norte de este emblemático lugar de culto religioso
romano. Es un espacio que fue acomodado como un templo antiguo,
conocido como la Casa Cuadrada (Maison Carrée).
Frente del templo
había un teatro del siglo XIX que se quemó en 1952. Durante 30
años no se hizo ningún tipo de construcción, siendo una zona
“muerta”. En 1983, el alcalde de la ciudad decidió ocupar este
espacio centralizando la “super rica” biblioteca, convirtiéndose
al mismo tiempo en el Museo de Arte Contemporáneo, un logro muy
importante para sus ciudadanos ya que la capital de la zona,
Montpellier, no lo tiene.
Para llevarlo a
cabo se contó con diferentes proyectos. Cada uno de los
diseñadores tenia el suyo: “estoy aquí y lo voy ha hacer”,
apostillaban los aspirantes, aunque olvidavan la “vieja dama”,
menos Norman Foster que dijo “bueno, donde estoy: me encuentro
en una avenida frente a un edificio romano con viviendas que no
son muy altas. Por lo tanto debo buscar una construcción
integrada dentro del ambiente”.
Desde la pequeña
atalaya que es la cafetería-restaurante, se vislumbra mejor lo
impactante de este edificio que alberga el referido museo,
constituyéndose, éste, como un homenaje permanente al viejo
templo romano que se sitúa enfrente.
Dejando atrás el
edificio modernista, el Forum preside esta plaza de la Maison
Carrée que es un templo rectangular, aunque la palabra
rectangular es muy reciente en todos los idiomas, por lo que se
conocía a ésta como cuadrado largo.
“Si por un momento
nos imagináramos –apunta la guía de la visita- que fuéramos
periodistas de hace 2000 años, cuando llegaríamos al Forum
sabríamos rápidamente que esta vieja construcción arquitectónica
es un templo. ¿Porqué?. Hay una identificación evidente para
saber que era un templo: no hay ventanas, debido que el único
que podía discutir con dios era el cura del templo, por lo que
los fieles no tenían acceso al mismo”. Sí, en la parte adyacente
de éste, donde estaba el Forum, rodeado a lo largo de 150 metros
por altas columnas, y presidido en el otro extremo por el
Ayuntamiento romano.
El monumento
estaba dedicado a los nietos del primer emperador de esta época,
Augusto. Éste, solamente tenia una hija, por lo tanto no podía
heredar el título y en tal defecto adopto los hijos de su hija:
Caius, Lucius César. La vida de estos dos jóvenes fue muy
efímera ya que murieron a una temprana edad. A pesar de todo se
dedicó el templo a ellos.
El centro
religioso formaba parte de lo que se conoce como Culto Imperial,
ya que el emperador y su familia fueron venerados como a un
dios, y de esta manera se llega a instalar en Nimes, de lo
contrario su feudo hubiera sido, con toda seguridad, Roma.
EL ANFITEATRO
MEJOR CONSERVADO DEL MUNDO
Nimes cuenta con
el anfiteatro romano mejor conservado del mundo. Data de hace 19
siglos. Durante la época romana, las mujeres al no ser
ciudadanas tenían que ocupar los puestos más altos de este
anfiteatro, junto a los niños. Tenía una capacidad para 24.000
espectadores, que podían ser evacuados en tan sólo 10 minutos en
el supuesto de una emergencia.
Desde 1863 se ha
convertido en la plaza de toros más importante del sur de
Francia. Cada año, en Pentecostés, se organiza uno de los
mejores carteles taurinos del mundo, con los más prestigiosos
toreros españoles del momento.
No obstante, la
primera corrida de toros –que no se llegó a celebrar en su
totalidad debido a que en el sacrificio del primer toro los
espectadores rechazaron la violencia, y en repulsa y protesta
abandonaron el anfiteatro-, se programó 10 años antes, o sea en
1853.
En la actualidad,
durante el año también se llevan a cabo actuaciones musicales y
festivales de música, además de la corrida camarguesa y algunos
deportes, a excepción de las disciplinas del fútbol y el rugby.
Cuando los
romanos, la fiesta duraba todo el día: empezaba por la mañana
con una caza de un animal, aunque no era nunca un león sino
otras especies que se encontraban en la región como eran
jabalíes, toros y lobos.
Era la lucha, la
fuerza y el coraje de los gladiadores contra los animales. Los
primeros gladiadores fueron prisioneros. Después, esclavos que
en alguna ocasión eran liberados. Más tarde, fueron gladiadores
profesionales formados en escuelas.
Los combates,
debido a lo pesado que resultaban los equipajes que llevaban
encima, tan solo duraban unos 5 minutos.
El Pont du Gard es
un acueducto que fue construido en el siglo I d. C. Fue
utilizado por los romanos durante unos 450 años para llevar agua
a la ciudad de Nimes hasta los inicios del siglo XVI cuando la
caída del imperio.
Es el acuaducto
romano más alto y mide 49 metros de altura, y el segundo
monumento de este imperio con más altitud, después del Coliseyum
de Roma. Está construido con piedra caliza procedente de una
cantera que estaba situada a unos 600 metros del lugar. Junto al
acueducto se construyó un puente en 1745 para poder atravesar el
río. Se utilizó hasta hace unos 40 años.
El agua, en las
ciudades romanas, era abundante, formaba parte de su cultura y
de su prestigio. Había muchas fuentes en toda la región
francesa. Los más ricos tenían este líquido corriente en sus
casas.
En el mismo
acueducto –a tan solo unos 200 metros- está ubicado el Museo del
Pont du Gard, un centro de interpretación muy importante sobre
este acueducto. Todos los elementos expuestos son réplicas y
hacen referencia a la construcción de esta construcción
histórica, que tiene una canalización de unos 50 quilómetros,
aunque la distancia entre el manantial y la ciudad de Nimes es
de tan solo 20 quilómetros. Se diseño en forma zig zag para
evitar hacer túneles en la roca. El 90% está conducido por
debajo de la tierra.
MONTPELLIER
La iglesia Santa
Ana de Montpellier está reconvertida – este año- en un centro de
arte contemporáneo dedicado a Rabelais, con la exposición de
obras gigantescas, gargantuescas y pantagruélicas alegóricas a
la obra del insigne personaje francés.
La exposición,
conjuntamente con otros actos programados entre ellos el Festin
Rabelais llevado a cabo en esta ciudad, se enmarca dentro del
homenaje que la región del Languedoc Roussillon (se lleva a cabo
entre junio y septiembre) rinde a este personaje, médico que
estudió en la Facultad de Medicina de Montpelleir.
A pesar de que
esta ciudad no tiene un monumento principal como por ejemplo
París con su Arco del Triunfo -aunque si tiene uno tres veces
mas pequeño que el parisino-, cuenta con un conjunto de
elementos turísticos muy destacable en una ciudad considerada
muy joven con tan sólo 1000 años de historia.
Destaca el barrio
medieval con sus pequeñas calles dotadas de muchos palacetes
(casi 80) pertenecientes a los siglos XVII i XVIII; y la plaza
de la Concordia que era la unión entre la plaza principal y la
ciudad que se desarrolló luego en el siglo XIX. En este punto se
sitúa la Opera.
Otro de los
monumentos de máximo interés es el Baño Judío. Es uno de los más
antiguos que existen en Europa al igual que la Facultad de
Medicina de Montpellier que también lo es, y data de principios
del siglo XIII. Montpellier presume de tener a dos hijos
ilustres. Uno, San Roque, que nació en el siglo XIV, y el otro,
Jaime I El Conquistador, hijo de María de Montpellier y Jaime de
Aragón.
En un ambiente
pantagruélico inmerso en la macro exposición del Languedoc
Roussillon, la organización del evento celebró un festín
multitudinario, reclutando a los más prestigiosos chefs de la
región y a los elaboradores de productos alimenticios de la
zona, llevando a cabo un ágape popular dedicado a Rabelais, con
platos de estilo propio de cada uno de los restaurantes
participantes.
Más
información sobre el Languedoc Roussillon:
www.sunfrance.com/es
Oficina de Turismo de Montpellier
www.ot-montpellier.fr
Oficina de Turismo del Gard
www.tourismegard.com
Enric Ribera
Gabandé
E.mail:
[email protected]
www.rutasviajeras.com
www.gourmetvinos.com
Fotos: Pilar Rius
