PURGAR
Del
latín purgo, purgas, purgare, purgavi, purgatum. Algunas
formas coinciden con nuestro verbo purgar. Eso significa que
ha pasado a nuestra lengua sin ninguna variación; no sólo en
la forma, sino también en el significado, salvo que se ha
reducido un tanto. Parece bastante verosímil que su forma
primitiva fuese púrigo (compuesto de purus y ago = hacer
puro); se ajustaría a todas las reglas de la evolución fonética.
Para
los romanos tenía por tanto como primer valor, el de limpiar;
y los demás eran una extensión de éste: purgar, evacuar,
eliminar, hacer desaparecer, dejar libre, exculpar, disculpar,
excusar, expiar, lustrar... Desarrollaron una buena gama de
derivados: purgamen llamaban a la limpieza y a su producto, la
suciedad, la inmundicia. Purgamentum (plural purgamenta) lo
usaban para nombrar la porquería, la basura, las mondas de
las cebollas, las heces, los esputos.
Se
usaba como insulto, e incluso se registran en Petronio (coetáneo
de Nerón) valores religiosos: sacrificio expiatorio,
purificación, expiación. Purgatio, purgationis, acción de
purgar, de limpiar, de expeler los malos humores, limpieza,
purga, menstruo, expiación. Purgamen, suciedad, inmundicia,
purificación, expiación, pureza. Purgator era el responsable
de la limpieza, el limpiador: Purgator latrinarum = limpiador
de letrinas. Purgatura, acción de purgar, purga. Purgatorium,
medicamento para purgar, purga.
Si
repasamos los campos léxico y semántico de este término en
español, no es menor la variedad: purgar, purga, purgación,
purgatorio. Purgar tiene tantos significados como limpiar;
purificar algo quitándole lo que le sobra y las
imperfecciones; pagar las culpas con penas o sufrimientos,
darle a un enfermo algún medicamento para exonerar el
vientre; evacuar humores sobrantes o nocivos de cualquier órgano,
herida, etc.; limpiar a través de los conductos de acceso,
espacios cerrados de máquinas y mecanismos; padecer el alma
las penas del purgatorio para limpiar sus impurezas.
El
término purgante designa en especial la medicina usada para
favorecer la evacuación del vientre. Se le llama también
purga (en inglés lo llaman drastic). En mecánica se llama
purgador al conducto para acceder a partes cerradas de la máquina
en cuyas paredes se forman condensaciones y sedimentos.
Purgación es la acción y efecto de purgar o purgarse; la
sangre de la menstruación y la que se expulsa naturalmente
después de haber parido; su plural purgaciones se emplea para
designar el líquido purulento que se produce en la uretra y
sale por su orificio exterio. En terminología sanitaria se
denominan gonorrea o blenorragia.
Es
de destacar una aplicación muy singular, ya en desuso, de
este último término: se llamaba en la edad media purgación
vulgar a cualquier prueba, como la del agua hirviendo, el
fuego, ser tirado en aguas profundas, etc. a las que se sometía
a los reos para que demostrasen su inocencia. El hecho de que
saliesen indemnes de esas pruebas, llamadas también juicio de
Dios, era la demostración más fehaciente de su inocencia. En
efecto, se interpretaba como un acto más de purificación o
exculpación que de inocencia. Hoy persiste en el ámbito jurídico
el término purgación para referirse a la refutación de los
indicios o acusaciones que se han presentado contra alguien.
Es, realmente, dejar totalmente limpio (purgado) al acusado. Y
nos queda el purgatorio.
Mariano
Arnal |