Dar un paso al frente en una relación de pareja para formalizar el amor con un contrato matrimonial supone un cambio drástico en nuestra vida. No obstante, a pesar de la promesa de estar juntos para siempre, esto no siempre sucede así. Las cifras de divorcio han crecido de forma significativa durante las últimas décadas; aunque en los tiempos de crisis económica que nos envuelven son muchas las personas que posponen esta decisión por las complejidades financieras que se asocian a este trámite. Un error que no hace otra cosa que minar la felicidad de los implicados hasta que la convivencia resulta insostenible. Motivo por el que queremos compartir algunos consejos de cara a enfrentar este litigio.
Impedimentos generalizados para los divorcios
A pesar de las elevadas cifras de divorcios actuales, todavía hay mucha gente que permanece casada a causa de ciertas preocupaciones o dificultades que tendrán que enfrentar por esta decisión. De hecho, según la conocida web de derecho de familia y divorcios exprés, Divorcieitor, hasta el 30% de los matrimonios que se quieren divorciar no lo pueden materializar. Algo en lo que aquello de “si me separo no tengo donde ir” suele ser el principal problema.
A fin de cuentas, una pareja casada tiene una única vivienda en la que desarrolla su día a día, asumiendo un solo pago hipotecario o de alquiler entre dos personas. No obstante, a partir de que se inicia la separación, este gasto se duplica y hace insostenible la solvencia financiera de los implicados. Más todavía en esta etapa de crisis global por la que estamos pasando.
Sin embargo, desaconsejamos fervientemente mantener el matrimonio solo por causas económicas. El impacto emocional de hacerlo es verdaderamente drástico y, por ende, toca buscar soluciones efectivas que eliminen este conflicto de la ecuación. Buscar alojamientos baratos o pedir un favor a familiares y amigos resulta siempre mucho más acertado que permanecer casados en contra de la voluntad.
Medidas para ahorrar tiempo y dinero en el divorcio
Teniendo en cuenta que el factor económico es determinante en la decisión de proceder con un divorcio, queremos compartir algunas de las claves que te ayudarán a evitar pérdidas de dinero e incluso de tiempo en el proceso. En este sentido, lo mejor es mantener una buena comunicación desde el primer instante, logrando así que todo se resuelva por la vía del mutuo acuerdo.
Si ambas partes del matrimonio se encuentran en el mismo punto y son capaces de mantener el respeto y el cariño durante todo el litigio, el divorcio se puede llevar a cabo de manera exprés. Un trámite que termina en un margen de tres meses y que sirve para establecer todas las medidas correspondientes que se van a adoptar a partir de que el matrimonio se disuelva.
El coste por este servicio es mucho más asequible no solo en lo económico, sino también en lo emocional. Nada de discusiones que no llevan a ningún sitio o de pérdidas de tiempo con sus respectivos niveles de estrés en la fijación del convenio regulador. Antes de que os deis cuenta habréis cerrado esta etapa para empezar de cero y emprender el camino hacia la felicidad.
Busca un abogado de familia a la altura de las circunstancias
En un divorcio hay una figura profesional que debe dar lo mejor de sí para garantizar que todo se lleva por el camino adecuado. Hablamos del abogado de familia y es importante analizar este campo del derecho para encontrar a los mejores especialistas del sector. Quienes, por supuesto, tratarán de garantizar que el divorcio amistoso esté sobre la mesa en todo momento.Además de ser expertos en la materia legal, los abogados también actúan como mediadores entre las dos partes. De esta forma, logran alcanzar los acuerdos pertinentes sin pasar por los tribunales, asegurando que el divorcio contencioso queda fuera de la ecuación. A su lado, el marco financiero dejará de ser un impedimento para poner fin a la relación matrimonial.