Los mejores remedios caseros de la abuela para la salud I

Thyssennkrupp Home Solutions recopila algunos de los métodos tradicionales que siempre han funcionado

Los abuelos han estado tristemente de actualidad en los últimos meses. Fueron los primeros en padecer los efectos del covid-19, han sufrido la ausencia de sus familiares, especialmente de los nietos. Luego las cosas han ido cambiando, pero el futuro sigue siendo incierto. En todo caso, hay que reconocerles el mérito y el esfuerzo. Los abuelos, y especialmente las abuelas, han sido siempre fuentes de enseñanza, en la educación, en las relaciones con los niños, en las buenas recetas de siempre, en los consejos, en los dichos populares… y en muchas cosas más. También las abuelas han ido recogiendo de sus madres o de sus parientes más lejanos, algunas prácticas beneficiosas para la salud con elementos que están al alcance de la mano.

Por supuesto que a día de hoy, la medicina ha evolucionado tanto que siempre que haya algún tipo de molestia hay que ir al médico o consultar a un especialista y seguir sus indicaciones, sus prescripciones médicas y tomar los medicamentos que nos receten, aún así, no está de más añadir a nuestra cura productos naturales o ciertos remedios de toda la vida. Los expertos de www.thyssenkrupp-homesolutions.es han recopilado algunos de esos remedios caseros de la abuela que contribuyen a mejorar la salud y combatir malestares leves:

1. Acidez o ardor de estómago

La acidez es causada por un exceso de secreción de ácido de la glándula gástrica, el que se usa para la digestión. Masticar un trozo de clavo en especia y tomarse un tiempo para tragarlo proporciona un alivio instantáneo.

También hay muchos tipos de infusiones que siempre han ayudado a reducir la acidez, la más común, la manzanilla, pero también se puede hacer una infusión de hinojo, jengibre, congorosa o regaliz. Un plátano maduro, unos caquis o un par de dátiles también pueden brindar un alivio instantáneo. Y si no, el de toda la vida: ¡cucharadita de bicarbonato en agua!

2. Picaduras

No hay nada tan doloroso o molesto como una picadura de avispa o de abeja, especialmente frecuentes en estas fechas. Antiguamente se aplicaba un poco de jugo de tabaco mascado, algo que suena al lejano Oeste y que seguramente ahora sea bastante más difícil de encontrar que ir a la farmacia más cercana.

Lo primero es sacar el aguijón, limpiar la zona con jabón y poner unos hielos durante unos minutos, después, cualquiera de estos productos aliviará el picor y calmará el dolor: barro, el mejor remedio si uno está fuera de casa, también mojar un algodón en vinagre de manzana, limón o aceite con perejil suele funcionar, al igual que hacer un emplaste de bicarbonato y agua y aplicarlo. Para las picaduras de insectos en general también va muy bien una cebolla o una patata cruda en rodajas. Si uno es alérgico o se empieza a encontrar mal hay que acudir inmediatamente al médico.