Está claro que el sector del vino ha visto aumentado el número de usuarios en los últimos años. Cada vez son más las personas que disfrutan abriendo una botella de vino para llenar una copa. Pero, ¿qué pasa después con la botella abierta? Son muchas las dudas que pueden surgir si estás empezando en el mundo del vino y quieres convertirte en un buen enófilo.
¿Quieres conocer cuáles son las mejores condiciones para almacenar las botellas de vino? ¿Tienes dudas sobre si hacerlo en vertical u horizontal? A continuación, desde vinotecashop.es/ vamos a intentar resolverte estas y otras dudas para que así tus botellas de vino conserven intactas, manteniendo todas sus propiedades.
Algo inclinadas, pero en horizontal, son la mejor opción
El lugar ideal en el que se deben almacenar las botellas de vino son los botelleros, que permiten que las botellas de vino se puedan quedar en posición horizontal, aunque ligeramente inclinadas. Esto lo que hace es que el corcho permanezca húmedo.
Por si no lo sabías, el corcho tiene propiedades únicas. Entre ellas destacan la elasticidad, que permite el ajuste perfecto al cuello de las botellas. Ten en cuenta que la porosidad es una cualidad para una maduración completa del vino, al permitir un mínimo paso del aire (en torno a un miligramo por año), algo que dota al vino de complejas impresiones sensoriales. Así que, aunque hoy en día, existen los tapones artificiales (que realmente son de plástico moldeado), deben reservarse para vinos jóvenes, que ni deben guardarse de forma horizontal ni requieren de maduración.
Aunque este tipo de corcho permanece seco durante un tiempo prolongado, es un material que se puede secar y reducirse. El aire penetra excesivamente y el cierre de la botella debe estar estanco, lo que hace que el vino se avinagra, estropeando sus principales propiedades.
Lo que hace la posición horizontal y ligeramente inclinada de los botelleros o una vinoteca integrable grande, impide que el corcho se seque, además de facilitar la acumulación de sedimentos en el ángulo que se forma entre la pared de la botella y su fondo. Así que es muy importante manipularlo con cuidado cuando vaya a descorchar y servir, para así no mover los posos.
También existen algunas excepciones
Es verdad que esta no es una regla que se deba aplicar en todos los casos. Actualmente, hay varios sistemas utilizados que se emplean en el cierre de botellas e incluso los que son inertes (como tapa de rosca y cristal y el corcho sintético), los cuales no presentan el inconveniente del corcho natural. En este caso, se pueden almacenar, de forma indistinta, en posición tanto horizontal como vertical, con una ligera inclinación.
Otra excepción que permite almacenar el vino en vertical son los de tipo espumosos, champagne, cava y prosecco. Los sistemas de control de calidad son, cada vez, más estrictos y estas son bebidas que pueden ver alterado su delicado sabor por algunas sustancias que se encuentran en el sistema de cierre.
Hoy en día, debes saber que uno de los principales problemas que presentan los vinos son los TCA , que lo que producen es la que se llama como «enfermedad del corcho» y que tienen presencia en el alcornoque que da origen al material. Esto lo que provoca es que el vino espumoso adquiere entonces un cierto regusto, además de olor a moho, afectando así al 4% de la producción mundial de los vinos embotellados que utilizan este sistema de cierre. Es para solventar este problema por lo que existen catalizadores, que detectan la presencia de TCA en los vinos.
Lo que está claro es que hoy en día, las vinotecas o neveras entrascables son un electrodoméstico imprescindible para los amantes del vino, que quieran almacenar las botellas de vino que tengan en casa y que siempre, esta bebida, mantenga intactas sus principales propiedades.