>   Además de recónditas, algunas de las cuevas más hermosas y misteriosas del mundo se hallan sumergidas bajo el agua. Debido a su inaccesibilidad estas espectaculares cuevas sólo suelen ser visitadas por los espeleólogos más expertos y osados. Es muy posible que la espeleología con inmersión sea el deporte de aventura más arriesgado y se trata de una experiencia incomparable aunque aproximadamente 350 personas hayan perecido ahogadas a lo largo de la corta historia de este deporte. El sentimiento de ingravidez que se experimenta al flotar entre columnas gigantes, partículas flotantes, escenarios plagados de estalactitas y estalagmitas puede interpretarse como un viaje a un mundo de magia. En palabras de Wes Skiles, director de fotografía subacuática de Mundos Subterráneos: “Los espeleólogos subacuáticos disfrutan de la libertad de volar por debajo del agua a través de un mundo de fantasía subterráneo de belleza sólo comparable al que experimentó Peter Pan volando por las nubes”. 

   El equipo de Mundos Subterráneos viajó a una de las mayores cuevas sumergidas conocidas, ubicada en las profundidades de la espesa jungla de Yucatán, cerca de Tulum, Méjico, histórico emplazamiento de las ruinas de algunos templos maya. El sistema montañoso de esta cueva identificada y conocida como “Dos ojos” se extiende a lo largo de treinta y ocho millas, en cuyo recorrido se distinguen, cámara tras cámara, una serie de formaciones geológicas que se alzan verticales y misteriosas. Tiempo atrás, las cuevas de Yucatán estaban secas y su configuración no distaba de la de otras grutas terrestres. Hace diez mil años, después de la última glaciación, se fueron llenando de agua a medida que el nivel del mar ascendía. 

  Para Hazel Barton, “Dos ojos” significaba una oportunidad única de recoger microorganismos que sólo sobreviven en cámaras subacuáticas. Hazel y Nancy eran conscientes del peligro que significaba adentrarse en aquellos parajes, agotando tiempo y oxígeno y levantando polvaredas de légamo susceptible de cegarlas y de quedar desorientadas hasta el punto de no poder distinguir el norte del sur. Nancy ya había perdido a algunos compañeros espeleólogos que habían sucumbido en incursiones precedentes y decidió permanecer en la superficie del agua, pero Hazel no pudo resistirse a la aventura. “Lo medité profundamente y decidí que el riesgo valía la pena”, agregó Barton. “Como espeleóloga, ardía en deseos de contemplar la inmensa belleza que se esconde bajo el agua; como científico que soy, no podía resistir el potencial de investigación que se me ofrecía. Estaba segura de que podía encontrar ciertos microorganismos que no se hallan en ninguna otra parte.” 

   Hazel se preparó a conciencia practicando técnicas de seguridad entre las que se incluía la cuerda de inmersión, capaz de sacar a flote a un espeleólogo cuando su lámpara falla o el légamo le ciega la vista. Asimismo, la cuerda de inmersión conduce al explorador  de regreso hacia la entrada, con lo cual se ahorra tiempo buscando entre un laberinto de pasillos, con una capacidad de oxígeno limitada. 

   Para un fotógrafo subacuático, una cueva como Dos ojos representa su máxima oportunidad puesto que tiene una visibilidad de 300-400 pies (comparado con la visibilidad de los emplazamientos de submarinismo más famosos que tienen unos 150 pies). Brad Ohlund lo explica así: “Es difícil de explicar pero el agua se vuelve tan transparente que casi se te olvida que estás en ella. Sólo notas una sensación de ingravidez en un entorno terrestre.” No obstante, este sentimiento de seguridad puede transformarse rápidamente en peligro si el fotógrafo queda atrapado, se pierde o se desorienta. 

   Para asegurar  unas buenas condiciones para todo el equipo y a la vez efectuar una filmación de máximo riesgo, MacGillivray Freeman Films contrató a dos de los mejores fotógrafos subacuáticos del mundo, Howard Hall quien ya había participado en “The Living Sea”, otra película de MacGillivray Freeman y candidata a un Oscar y a Wes Skiles, experto en espeleología subacuática (y fotógrafo para National Geographic). Como equipo, la pareja tuvo una des sus experiencias más memorables. Hall, el mayor experto mundial en secuencias submarinas de gran formato, permaneció detrás de la cámara y Skiles, erudito en filmaciones espeleológicas, subacuáticas, dirigió la iluminación y la fotografía. Asimismo, Hall diseñó el envoltorio para la cámara sumergible de Mundos Subterráneos: se trataba de un molde de 300 libras originalmente concebido para protegerse de los arrecifes de coral, de los cascos de barcos naufragados y de los tiburones hambrientos. “Wes Skiles y Howard Hall fueron el Dream Team de la filmación en la cueva subacuática”, comentó Steve Judson, “la combinación de ambos talentos significa haber logrado algunos hitos técnicos totalmente inéditos”. 

   Para el equipo de soporte, Hall, Skiles y MacGillivray Freeman contaron con la inestimable colaboración de buzos muy expertos, muchos de los cuales eran oriundos de EE.UU. pero residentes en Yucatán debido a su gran número de cuevas por explorar y al coste de vida más interesante. Otros llegaron de Florida para aprovechar la ocasión de participar en una filmación sin precedentes. De forma regular, siempre podían contarse 15 buzos en acción, lo cual representaba en algunas ocasiones un verdadero marasmo de cables, cuerdas y equipo diverso.  

 Uno de los aspectos más complejos de la filmación se refiere a la iluminación. Las cuevas subacuáticas son oscuras y, naturalmente, están desprovistas de corriente eléctrica. El verdadero reto de esta filmación consistía en proporcionar una iluminación adecuada al paisaje subacuático y que a su vez pareciera completamente natural, como si solamente estuviera iluminado por la linterna que Hazel llevaba en la cabeza. Para conseguirlo, se utilizaron varios focos adosados a distintos niveles y por lo que respecta a los del fondo, se lastraron para mantenerlos inmóviles. En algunas ocasiones, el equipo de iluminación se veía obligado a trabajar un día entero para conseguir iluminar una única escena. Los generadores instalados en la superficie se encargaban de administrar la energía necesaria a los puntos de luz situados estratégicamente, mediante centenares de pies de cable sumergible. A menudo, el equipo de iluminadores debía trabajar con el barrizal del fondo y cuando la visibilidad brillaba totalmente por su ausencia, se veían obligados a seguir los puntos de luz instalados en los cables para poder salir al exterior. 

   Skiles también empleó micrófonos sumergibles para coordinar la coreografía de la iluminación. El equipo disponía de cuatro tapaderas de cubos de basura gigantes con los que cubrían y descubrían los focos según las instrucciones que recibían. De este modo se creaba una ilusión óptica para dar la impresión de que sólo la linterna de Hazel era el punto de luz que iluminaba el recinto. Skiles corrobora que “se trataba de unos escenarios donde la iluminación fue de las más difíciles que jamás hayamos efectuado. Afortunadamente, conseguimos rodarlos a la primera y a plena satisfacción.” Brad Ohlund agrega: “En el mejor de los casos se puede afirmar que la comunicación subacuática es muy complicada. El equipo de Yucatán consiguió una de las labores más logradas que yo he visto en toda mi carrera profesional.” 

   El reto final de Skiles fue captar el Halocline – la zona de transición donde el agua salada del océano y la dulce de la jungla entran en contacto y crean un espejismo de trazos lumínicos y que por primera vez en su historia se ha trasladado al gran formato. “Se trata de la primera expedición que jamás haya podido captar este fenómeno”, apunta Skiles. “Como buceador puedo afirmar que se trata de una experiencia inenarrable, como si se nadara en una solución de aceite y vinagre dentro de una botella de aliño. Como cineasta, el reto es aún mayor porque en cuanto se agita el Halocline, las aguas se mezclan, se produce una neblina y desaparece por completo la visibilidad. Nos hemos esforzado al máximo para proporcionar al público la extraordinaria sensación de estar genuinamente inmerso en el Halocline. 

   Skiles empleó todas las técnicas de iluminación que él y su equipo habían perfeccionado en “Dos ojos” para finalmente conseguir filmar el Halocline. Con ello se consigue que la audiencia experimente uno de los efectos más extraños y misteriosos de todo el universo. En este ambiente Hazel también pudo conseguir muestras de agua que eventualmente, podría investigar en su laboratorio. Steve Judson estuvo especialmente emocionado pues al no ser el buceador más experimentado del equipo, permaneció en la superficie y contempló toda la aventura desde el ojo de la cámara. En sus palabras: “felizmente, la comunicación entre Wes y yo era casi intuitiva. Yo tenía una lista muy detallada de todo cuanto debía filmar y él siempre regresaba con algo maravilloso.” 

   Entretanto, Brad Ohlund volaba sobre la espesura de Yucatán, empresa no desprovista de sus propios riesgos. “Nos enfrentamos al calor, a la humedad, a tremendas colonias de peligrosas abejas originarias de Africa, a tarántulas gigantes, a serpientes y arañas venenosas e incluso a árboles venenosos cuya proximidad puede provocar unas ampollas terribles en la piel humana”, recuerda Ohlund. 

  El rodaje en Yucatán se benefició de a la colaboración del norteamericano Buddy Quattlebaum, un tipo excéntrico, siempre descalzo y genio de la mecánica que en un abrir y cerrar de ojos sabía encontrar soluciones a todos los incidentes que nos ocurrían en la selva, empleando siempre los materiales más a su alcance. Quattlebaum nos arregló los caminos, nos preparó coches como los de Mad Max y nos facilitó enormemente la tarea a medida que nos adentrábamos en la selva Maya. “Buddy es un personaje increíble con un pasado digamos que...lleno de color”, explica Steve Judson. “Para nosotros supo hacer posible lo imposible, y este es justamente el tipo de persona que necesitamos en un rodaje de estas características.”

ACERCA DE LAS ESPELEOLOGAS

Espeleóloga:  Dra. Hazel Barton 

Especialidad:            Extremófilos o Microorganismos de las profundidades. 

1ª.experiencia en espeleología:  
Mendip Hills, Inglaterra. La única mujer en un grupo exploradores. Cayó por una pendiente de lodo a unos 20 pies de profundidad. 

Compara la espeleología con:         Andar sobre la superficie lunar. 

Es tan amante de la espeleología que:         
Lleva tatuado en su brazo izquierdo un mapa de la Wind Cave South Dakota. 

   La doctora Hazel Barton es científica pero es tan probable encontrarla colgando de un arnés como sentada en su laboratorio. Forma parte de una nueva hornada de “científicos extremos” que exploran los ámbitos más peligrosos de la Tierra en busca de nuevos hallazgos. Barton no se dedica únicamente a la biología sino que también es una experta espeleóloga que ha arriesgado su vida con la esperanza de encontrar microorganismos capaces de salvar la vida de los demás. 

  Nacida en Bristol, Inglaterra, penetró en la primera cueva a la edad de 14 años y cuando cumplió 16 ya era socia en activo del Wessex Caving Club con el cual y gradualmente, fue alcanzando cotas más altas en sus descensos. Más adelante estudió biología en la universidad de West England y para sufragarse sus gastos trabajó como camarera en una popular discoteca de Bristol. No obstante, pocos sabían que pocas horas antes de servir copas, a menudo se la podía encontrar gateando bajo tierra. 

  Sucesivamente, Barton marchó a la Universidad de Colorado donde obtuvo su doctorado y con frecuencia acudía a efectuar exploraciones en el Wind Cave National Park que alberga un sistema de cuevas complejo y de diversos niveles. También se convirtió en experta cartógrafa de cuevas y ha creado docenas de mapas tanto de cuevas secas como subacuáticas que le han valido sendos premios. 

  Cuando terminó su doctorado en microbiología, Barton fue instructora en el departamento de cirugía del centro de Ciencias para la Salud de la universidad de Colorado y presidió el Colorado Grotto de la National Speleological Society y a un nivel superior, el informe de las cuevas de la región de las Montañas Rocosas. En la actualidad está llevando a cabo investigación en el laboratorio Norm Pace de la University of Colorado in Boulder, sobre los fármacos resistentes a la tuberculosis. Es asimismo directora de la National Speleological Society y de la Quintana Roo Speleological Society.

 

Espeleóloga:  Nancy Aulenbach 

Especialidad: Rescate en cuevas, ecología y conservación de cuevas. 

Primera experiencia espeleológica que recuerda: 
James Cave, Carolina del
norte, a los 3 años de edad, acompañada de sus padres, se cayó en un pasaje y se hizo sangre en el labio.

Compara la espeleología con: jugar en el barro. 

Es tan amante de la espeleología que: tiene tatuado un murciélago en la parte inferior de la espalda. 

  Nancy Aulenbach es espeleóloga de toda la vida y dice sentirse más cómoda bajo tierra que en su superficie. Desea con todo su corazón salvar Mundos Subterráneos para que puedan verla las futuras generaciones de exploradores y científicos. Participa activamente en actos de conservación entre los que se incluye la limpieza de graffiti y de otros desperdicios que puedan hallarse en las cuevas. Por otra parte ha participado en expediciones científicas relacionadas con la espeleología, efectuando inventarios biológicos y estudios geológicos e hidrológicos referentes a la formación de cuevas. 

  Aulenbach se crió, literalmente, bajo tierra. Su familia la introdujo a la espeleología a muy temprana edad y antes de cumplir los diez años había visitado docenas de cuevas en el sudeste de EE.UU. Actualmente ejerce de asistente en la escuela Montessori de Georgia sin relegar en absoluto sus actividades de exploración. También actúa como instructora en el equipo del National Cave Rescue y es socia del “Tiny Team”, un grupo de espeleólogos muy hábiles cuya pericia para introducirse en los entresijos más recónditos es imprescindible cuando se trata de rescatar a alguien en un lugar de difícil acceso. 

  Aulenbach es también conocida por su pericia tanto en el terreno de la exploración como en el de la investigación. En setiembre de 1999 se la convenció para que se uniera al prestigioso Explorers Club, una organización internacional de la cual son miembros honorarios sir Edmund Hillary, Jacques Cousteau y Jane Goodall. Prácticamente cada fin de semana se la puede encontrar en alguna cueva del sudeste junto a Brent, su marido y también espeleólogo, que le propuso casarse con ella en la orilla de una cueva de Georgia conocida como Neversink. 

SALVEMOS LAS CUEVAS

   ¿Están en peligro las cuevas? Puede parecer que estén demasiado alejadas y que su difícil acceso las salvaguarde, pero desgraciadamente, no es así. Las cuevas pertenecen a un ámbito de la Tierra muy frágil y pueden sufrir daños que a veces ocasionan los visitantes sin quererlo. El hecho de tocar una parte característica de la cueva puede parar para siempre su desarrollo. Ello se debe a que los aceites naturales contenidos en nuestra piel pueden, al tacto, bloquear el flujo de agua a esa formación. Una cueva puede tardar cientos de miles de años en formarse y, una vez dañada, no puede repararse. Aparte de los humanos que en sus visitas a las cuevas pueden destruir accidentalmente una de sus esculturas, existen también no pocos actos de vandalismo.

  Otros elementos que amenazan su supervivencia son la contaminación de las aguas y el depósito de basuras en los orificios o en la boca de las cuevas. Son muchas las personas que dependen de los manantiales y de los ríos que emanan de esas cuevas y de los cuales se abastecen. 

  La contaminación provocada por los pesticidas y los desperdicios animales puede dar al traste con esas aguas y, asimismo, es capaz de destruir tanto a los organismos pequeños como a los grandes que allí viven. Como se demuestra en la película, algunos microorganismos son susceptibles de encerrar claves muy importantes tanto para lo que se refiere a la vida en la Tierra como al sistema solar, por no mencionar ciertas aplicaciones médicas con potencial para salvar vidas humanas. 

  La National Speleological Society tiene 12.000 socios y más de 200 grottos (asociaciones filiales). Por lo que se refiere a cuevas es la mayor organización mundial. La NSS brindó su colaboración a MacGillivray Freeman para ubicar personajes, localizaciones y revisar guiones cinematográficos. Por otra parte NSS también ha participado en la elaboración del website y en la aportación de material didáctico. Muchos espeleólogos que prestaron su ayuda en la producción de la película son socios de NSS, con inclusión de Hazel Barton y Nancy Aulenbach. 

  La National Speleological Society sostiene que las cuevas tienen un valor científico además de recreativo y escénico y por ello su intención es la de propugnar su conservación mediante programas efectivos que induzcan un comportamiento responsable por parte de sus visitantes. Se contemplan asimismo acciones que conduzcan a la investigación y al conocimiento para evitar o subsanar su deterioro y otros proyectos especiales en colaboración con otras entidades afines a la conservación de espacios naturales. Para más información sobre NSS se puede consultar: www.caves.org. 

  En los departamentos federales las cuevas están protegidas por el Federal Cave Protection Act y en 25 estados por las leyes estatales pertinentes. Dicha legislación prohibe tanto las acciones delictivas contra las cuevas como el hurto de cualquier elemento que se encuentre en las mismas. Para averiguar si su estado dispone de legislación al respecto, visite: www.caves.org/section/ccms/bat2k/index.htm

                 ACERCA DEL EQUIPO DE FILMACION 

Greg MacGillivray (Productor, cineasta).

Greg MacGillivray, presidente de MacGillivray Freeman Films, ha filmado más de 2 millones de pies de película en 70mm., lo cual representa un hito aún no superado en la historia del cine. Desde que en 1976 lanzara “To Fly!”, su empresa en Laguna Beach se ha dedicado a producir películas en gran formato. Veinte años más tarde, “To Fly!” fue seleccionada por la Biblioteca del Congreso y se incluyó en los archivos del registro nacional de cinematografía de EE.UU por considerarse una de las películas más importantes del siglo. 

MacGillivray ha trabajado asimismo en Hollywood, colaborando en la dirección y fotografía de “El resplandor” de Stanley Kubrick, en la filmación de la película seleccionada para los premios de la Academia, “Jonathan Livingston Seagul” y en la oscarizada “Sentinels of Silence”. MacGillivray Freeman Films ha producido 25 películas para la pantalla gigante y ha desarrollado dos novedosos modelos de cámara para gran formato: la de alta velocidad (cámara lenta) y la primera ultraligera en su especialidad. Su aclamado documental de 1995 “The Living Sea”, fue nominado para los premios de la Academia en la categoría de Mejor documental/tema corto. Su compañía también produjo “Everest”, la apasionante aventura de un equipo internacional de escaladores cuya meta fue la de alcanzar la cima de la montaña más alta del mundo. “Everest” fue la primera película de gran formato que consiguió situarse entre las 10 más taquilleras en EE.UU. Las películas más recientes de MacGillivray para la pantalla gigante son “Dolphins”(nominada al mejor corto documental oscar 2.001) y “Adventures in Wild California”, ambas lanzadas al mercado en el año 2000. 

Stephen Judson (Director, productor, editor).

Stephen Judson es sin lugar a dudas el editor con mayor experiencia en el ámbito del gran formato. A excepción de una película ha editado todas las que MacGillivray Freeman Films ha producido para IMAX®, entre las que se incluyen “Speed”,” To the Limit”,”The Living Sea”,” Stormchasers ”,” The Magic of Flight “, “ Everest” y “Dolphins”. Judson ha colaborado asimismo en el guión y la dirección de “Everest” además de ser uno de sus productores y en el guión y la edición de “Dolphins”. Antes de Cuevas, maravillas desconocidas, Judson dirigió tres películas en formato IMAX® para MacGillivray Freeman: “Time Concerto”, “Homeland” y “Yampa! The Untamed River”. En 1996 dirigió ”A New Day”, la primera película de la empresa en formato 8/70. 

Antes de unirse a MacGillivray Freeman Films, Judson fue galardonado en numerosas ocasiones como guionista, director y editor para varias producciones televisivas y cinematográficas. Judson también colaboró como director, editor y guionista en “U.S.Art”, votada por Information Film Producers of America como una de las diez mejores películas de la década (1970-1980). En 1967 Judson se graduó en literatura inglesa por la universidad de Yale y en 1970 obtuvo una licenciatura superior en cinematografía por la universidad de Southern California. 

Alec Lorimore (Productor).

Aparte de su extensa andadura como guionista cinematográfico en los estudios más importantes, Alex Lorimore cuenta con una experiencia de más de veinte años en el ámbito del gran formato debido a su asociación con MacGillivray Freeman Films. Durante este periodo ha participado en muchas de las películas en pantalla gigante más famosas de todos los tiempos, entre las que se cuentan la nominada para el premio de la Academia “The Living Sea” (producción), “Everest” (producción), “Dolphins” (producción), Mundos Subterráneos (producción) y “At Sea” (guión y producción), con la que en 1993, consiguió el prestigioso Alfred Thayer Mahan Award otorgado por la Liga naval de los EE.UU., por méritos literarios. 

Lorimore es miembro de la Academy of Motion Picture Arts & Sciences (AMPAS) y ha sido seleccionado para una nominación al Oscar por “The Living Sea”. Recientemente ha sido nombrado por la Academia para co-presidir el 4o.Congreso Internacional de Documentales (IDC4), un simposio de tres días de duración que será presentado conjuntamente por AMPAS y la International Documentary Association en agosto de 2002. Graduado por la escuela de cinematografía de la universidad de Southern California, reside en Laguna Beach con su esposa Alison y sus tres hijos de corta edad. 

Brad Ohlund (Cineasta y director de fotografía).

Brad Ohlund trabaja en la industria del gran formato desde hace 25 años. Realizó sus estudios en el Brooks Institute of Photography de Santa Barbara, California y empezando con la clásica “To Fly!” , ha colaborado en otras 28 películas de gran formato. Su participación ha tenido los carices más variopintos, desde las filmaciones submarinas en el Pacífico sur hasta sus incursiones en los primitivos entornos tribales de Nueva Guinea y Borneo. Asimismo tuvo ocasión de filmar desde un avión el ojo de un huracán, a través del cual supo plasmar para IMAX toda la furia de un tornado que se avecinaba. 

En 1996 Brad Ohlund fue un miembro clave de la expedición que MacGillivray Freeman Films envió a filmar “Everest” y que permaneció allí tres meses. En dicho tiempo Ohlund ejerció las funciones de consultor fotográfico y técnico para el equipo de escaladores que realizaban la filmación. También fue responsable de muchas otras secuencias entre las que se incluye el rodaje de una espeluznante avalancha y de tempestades de nieve. Más recientemente participó en la filmación de “Dolphins”, “Adventures in Wild California” y Mundos Subterráneos. En la actualidad se encuentra inmerso en el rodaje de la próxima película de MacGillivray Freeman Films, “Coral Reef Adventure”

Dave Duszynski (Consejero de producción).

Dave Duszynski ha sido director del Omnimax® Theater en el Cincinnati Museum Center desde su inauguración en 1990. Anteriormente fue director del Cincinnati Planetarium donde había estado ubicado el museo de Historia natural. Duszynski está graduado por la universidad Michigan State en astrofísica y comunicaciones. Asimismo, ha colaborado con el Hummel Planetarium en la universidad Eastern Kentucky y ha sido profesor de astronomía en tres facultades de universidades distintas.

Duszynski ha participado como consejero en paneles de producción de películas de gran formato como “Search For The Great Sharks”, “Yellowstone”, “Special Effects”, “The Greatest Places”,” The Magic Of Flight” y Mundos Subterráneos. Entre sus responsabilidades en el Cincinnati Museum Center se incluye la de gestionar las inversiones de películas de gran formato y asimismo, es el gestor de un nuevo proyecto para el desarrollo y la ejecución de otro planetario. 

Jack Stephens (Guionista).

Fue editor literario durante 15 años y profesor de escritura creativa en centros tales como Loyola College y Johns Hopkins University. Jack Stephens es asimismo novelista y poeta. En la actualidad se ha decantado por la carrera de guionista cinematográfico. Mundos Subterráneos es su segunda colaboración con MacGillivray Freeman Films y su primer guión para esta empresa fue “The Magic of Flight”. También debe mencionarse su apreciable participación en la narrativa y estructura de “Wild California”. 

Aparte de su abundante obra poética, narrativa corta, crítica y otros artículos en publicaciones tan diversas como The Washington Post, Sports Afield, Travel & Leisure y The American Poetry Review, Stephens tiene publicados  una novela, Triangulation (Crown, 1990), una colección de poesía, Vector Love (Haw River Books) y un libro infantil, The Ballerina & The Gargoyle (The Galileo Press). Posee sendas licenciaturas, una en especialidad literaria por la universidad Johns Hopkins y la otra en bellas artes por la universidad de Iowa. Ha sido galardonado con diversos premios y asimismo becado por el National Endowment for the Arts. 

Gordon Brown (Cineasta, secuencia Greenland).

Galardonado con cinco premios Emmy, Gordon Brown se ha forjado la  reputación de ser uno de los mejores directores de películas de aventuras del mundo. Brown creció al lado de algunos pioneros de la cinematografía asociada con la aventura deportiva y de este modo pudo aprender de primera mano la técnica sobre filmación, cámaras y otros aspectos relacionados con el reto que representa la producción en algunos parajes remotos. Es un técnico de primera categoría, capaz de construir y modificar cámaras que propician la filmación en las localizaciones más inverosímiles. Ha sido director de fotografía para producciones independientes como “The Face” y ha rodado y dirigido muchos anuncios publicitarios y películas para diversos canales de televisión entre los que se incluyen National Geographic, Discovery, ESPN, ABC y el Outdoor Life Network. 

Wes Skiles (Director de fotografía submarina, secuencia cueva Yucatán).

Wes Skiles es conocido internacionalmente como operador de cámaras de televisión y de cine y, asimismo, como fotógrafo especializado en imágenes submarinas. En sus expediciones ha sabido captar algunos de los parajes más insólitos del planeta entre los que se incluyen ciertas cuevas de Méjico, Florida y Australia. Como director, productor y operador de cámara, aparece en todos los canales principales de EE.UU. como asimismo del mundo entero. Entre sus trabajos más recientes se encuentran “Wakulla 2 Project” para el National Geographic Explorer, algunos segmentos de “Ripley’s Believe it or Not”,” The Searchers”, un programa especial para CBS sobre submarinismo en cuevas de Yucatán y “Wild Things”, una serie de riesgo sobre encuentros en zonas pobladas por animales salvajes. 

Howard Hall (Cineasta, secuencia cueva submarina de Yucatán).

Howard Hall se especializa en la producción relativa a la historia natural y, como cineasta, su ámbito se concierne con el de la fauna submarina. Ha producido dos películas de gran formato “Into the Deep” (en 3D) y “Island of the Sharks”. Para MacGillivray Freeman Films ha fotografiado “The Living Sea”. Howard es zoólogo marino y ha recibido seis premios Emmy por películas producidas para la televisión. Asimismo es director principal de International Wildlife Magazine y en ocasiones, edita asimismo para Ocean Real Magazine. Es autor de Secrets of the Ocean Realm, de un texto sobre fotografía submarina  y de tres libros infantiles sobre fauna marina. Hall y su esposa Michelle se están preparando para protagonizar la película “Coral Reef Adventure” que MacGillivray Freeman Films proyecta estrenar en 2002. 

Earl Wiggins (Director de producción – Grand Canyon).

Desde 1992 Earl Wiggins se dedica a abastecer estructuras específicas tanto a la industria del cine como a la exterior, cuyo cariz siempre innovador permite tanto a cineastas como a los equipos de especialistas conseguir unas secuencias espectaculares. Entre sus trabajos se pueden citar la preparación tanto submarina como la de cordadas para escalada, la construcción con empleo de puentes, helicópteros y demás escenarios. Entre sus créditos se hallan “Mission Impossible II”, ” Cliffhanger”, ” The River Wild”, ” Dante’s Peak”, ” Batman & Robin”,” The First Wives Club”, ”Batman Forever”, ”Waterworld” y otros largometrajes hollywoodienses de primera fila. Wiggins también ha participado en “Adventures in Wild California”, de gran formato. 

ARTISTAS PARTICIPANTES

Liam Neeson (Narrador).

Nacido en Irlanda, candidato al Academy Award, Liam Neeson se ha unido una vez más al equipo de MacGillivray Freeman Films para ejercer de narrador en Mundos Subterráneos después de recibir grandes elogios por su labor en “Everest”. Neeson ha hecho su aparición en más de 20 largometrajes entre los que recientemente destacan “Gun Shy”, “Star Wars:Episode I – The Phantom Menace” y “The Haunting”. También ha actuado en otras películas tales como “Les Misérables”, “Excalibur”, “A Prayer for the Dying”, “The Mission”, “Under Suspicion”, “Ethan Frome”, “Husbands and Wives”, “Leap of Faith” y “Rob Roy”.

 

Neeson ha recibido incontables elogios a lo largo de toda su carrera profesional y ha sido nominado para la candidatura al premio Tony por su actuación en “Anna Christie”. En el Festival de Venecia fue galardonado como “Mejor Actor” y ha sido candidato al Golden Globe  y al prestigioso Evening Standard Award londinense también como mejor actor por su trabajo en “Michael Collins”. En 1993, Neeson fue candidato a un Oscar, al Golden Globe y al BAFTA Award, todos ellos en la categoría de “Mejor Actor” por su encarnación como Oskar Schindler en la muy aclamada película de Steven Spielberg “Schindler’s List”.

The Moody Blues (Canciones y actuaciones) 

The Moody Blues llevan 35 años haciendo albumes de éxito y se cuentan entre una de las bandas más innovadoras y con mayor proyección en toda la historia musical del rock. Originarios de Birmingham, Inglaterra, han producido regularmente singles como Gemini Dream, Tuesday Afternoon y otros récords mundiales indiscutibles como Nights in White Satin. Para seguir con su lista de éxitos se pueden mencionar: Ride My See Saw, The Story in Your Eyes, Isn’t Life Strange, Question, I’m Just A Singer (In A Rock And Roll Band), Steppin’ In A Slide Zone, Driftwood, The Voice Blue World y Sitting At The Wheel.

The Moody Blues se formó en junio de 1966. Los componentes del grupo son Justin Hayward, John Lodge, Ray Thomas, Mike Pinder y Graeme Edge y cuentan con 14 albumes de estudio a cual más sorprendente. Su obra más reciente se titula “Hall of Fame: Live At The Royal Albert Hall”. Otros títulos dignos de mención son: Days Of Future Passed, In Search Of The Lost Chord, On The Threshold OF A Dream, To Our Children’s Children’s Children, Every Good Boy Deserves Favour, Caught Live+5, This Is The Moody Blues, Octave, Long Distance Voyager, The Other Side Of Life, Sur La Mer, Keys Of The Kingdom, Time Traveller y Strange Times.

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