Pasar por Penny
Lane escuchando a los Beatles, estar
frente a frente con la puerta de Strawberry Fields además
de visitar la casa de John Lennon, o saltar al campo de Anfield
Road cual estrella de fútbol, son cosas que debes hacer si
visitas Liverpool.
Pero como muy bien nos dijo Tim
Hemmings, nuestro guía en la segunda ciudad del Imperio Británico,
“Liverpool es mucho más que los Beatles y Fernando Torres”.
Liverpool es una ciudad que te atrapa nada mas pisar su aeropuerto
(John Lennon Airport), que te cautiva cuando andas por sus
calles, que te sorprende con edificios de todo tipo, algunos
incluso, con fachadas que se mueven (Turning
The Place Over), un proyecto de
Richard Wilson, a quién se le ocurrió la fantástica idea de
instalar una fachada móvil en un edificio de Liverpool, que es
considerada por algunos como una buena expresión artística.
Liverpool es una ciudad, en la que
además de por la música y el arte te ves envuelto por su
arquitectura. Desde prácticamente todos los puntos de la ciudad se
pueden observar los dos liverbird (internacionalmente
conocidos como símbolo de la misma), que alzan sus alas
curiosamente uno hacia el mar y otro hacia la ciudad, en lo más
alto del edificio Royal Liver Building, que también posee
el reloj más grande de Inglaterra. Cuentan que su esfera, mayor
que la del Big Ben de Londres, fue utilizada como mesa para 40
personas.
Sin embargo, la ciudad que limita al
sur y oeste con el río Mersey, posee más obras de gran
envergadura. Curiosas cuanto menos son sus dos catedrales, tan
dispares entre sí, pero tan sorprendentes a la vez. La más antigua
es la Catedral
Anglicana, que es ni mas ni menos,
que la catedral anglicana más grande del mundo, sin duda merece la
pena visitarla y si puedes hacerlo por la noche mejor que mejor,
ya que a partir de este año puedes subir a lo más alto de la
misma, donde disfrutar de una impresionante vista nocturna de la
ciudad es una de las cosas más especiales que puedes hacer en
Liverpool.
Desde esta misma catedral, andando
por Hope Street, llegas a (Metropolitan
Cathedral of Christ the King)
conocida popularmente como la Catedral Metropolitana, que cuál
pirámide azteca, posee un interior cuanto menos curioso, una
enorme sala circular rodeada de vídrielas efectistas.
Además Liverpool posee la capacidad
de sacarte un escalofrío cuando ves cosas como St Lukes
Church, iglesia sin tejado, de la que se conserva sólo la
fachada a causa de los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial.
Cómo no podía ser de otra forma en una ciudad tan cultural, St
Lukes Church, es utilizada en la actualidad como escenario de
Performance y todo tipo de espectáculos. Como curiosidad añadir,
que para entrar es necesario firmar un documento, ya que el
ayuntamiento no se hace responsable de lo que pueda pasar dentro.
Además, Liverpool cuenta con otras
obras artísticas importantes como St. George Hall, edificio
neoclásico, que ha sido inaugurado recientemente por el Príncipe
de Gales.
Pero no menos importante es la
historia marítima de Liverpool. El complejo de Albert Dock,
declarado Patrimonio Histórico de la Humanidad, alberga además de
cafeterías donde tomarse un respiro, varios museos, entre ellos el
Mersey Maritime Museum, en el que está descrita la historia
marítima de Liverpool. No debemos olvidar que la ciudad tuvo gran
importancia en la década de los 30 a los 70, en esos años se
calcula que salieron más de 300.000 esclavos negros hacia las
colonias norteamericanas, lo que contribuyó a la adquisición de
parte de la riqueza de la ciudad.
Otro empuje económico importante que
vivió la ciudad tuvo lugar a principios del siglo XIX cuando el
40% del comercio mundial pasaba por Liverpool atrayendo así
millones de inmigrantes. Las relaciones comerciales más antiguas
fueron con Indochina, de ahí que el barrio chino de Liverpool,
Chinatown, (el más antiguo de toda Europa), posea el
Arco
Chino más grande de fuera de la China
Continental.
Y de recibir inmigrantes, a recibir
millones de turistas cada año, en gran parte a consecuencia de la
revolución, (también económica) llevada a cabo por los Beatles en
la década de los 60, que convirtieron la ciudad en un centro
cultural juvenil.
Actualmente, los millones de
turistas que llegan a la ciudad mantienen viva una economía que se
encuentra por encima de la media nacional, y es que los cuatro
jóvenes, que revolucionaron medio mundo con su música mueven
fronteras, como se puede comprobar en el museo monográfico The
Beatles Story, ubicado también en Albert Dock.
Estos turistas, además de los sitios
citados anteriormente, tienen la obligación casi establecida de
visitar Anfield Road, donde se encuentra el estadio del
flamante equipo del Liverpool, un estadio que impone, ya sea a los
visitantes amantes del futbol como a los que no lo son tanto, y no
precisamente por su gran tamaño, sino más bien lo contrario.
Es un estadio bastante pequeño en
comparación con los que poseen los otros grandes clubs de Europa,
pero que precisamente es eso lo que le hace especial, ya que su
estructura, favorece a que la afición sea capaz de hacer vibrar
hasta el césped del campo, que por cierto está muy bien cuidado.
Anfield, campo del equipo que posee
una espera de 16 años para hacerse socio, tiene más seguidores
extranjeros que de dentro de la propia ciudad, quienes se decantan
más por el segundo gran equipo, el Everton.
Pero Liverpool, ciudad utilizada
como el doble de París, o incluso New York, para el rodaje de
largometrajes, tiene aún más. Queda claro que es una ciudad en la
que aburrirse esta casi prohibido, ya que una vez visitado todo lo
anterior, todavía puedes seguir disfrutando del ocio de la misma,
en el gran centro comercial Liverpool One, donde puedes
hacer miles de compras, ya que posee tiendas de todas las marcas,
estilos y colores, además de la tienda oficial del Everton,
llamada “Everton Two”, simulando así una victoria, de dos a
uno contra el Liverpool.
Y si pensabas que ya se había
terminado todo, aún queda por visitar el ambiente nocturno de la
ciudad. A partir de las diez de la noche las calles se empiezan a
llenar de jóvenes, y no tan jóvenes, con ganas de pasarlo bien, se
podría decir que es un ambiente parecido al de otras ciudades del
Reino Unido, en las que los chicos se arreglan con un estilo
informal bastante estudiado y las chicas se suben en sus tacones
más altos.
Los sitios suelen ser pubs, en los
que la gente charla más que baila, con alguna excepción. Lo mejor,
dos lugares que debes visitar, “Alma
de Cuba”, que no es ni mas ni menos,
que una iglesia por fuera, remodelada por dentro, en la que lo que
sería el altar es ahora un escenario, donde algún grupo toca
mientras disfrutas de un mojito o cualquier otra bebida, al lado
de unas vídrielas.
Y, por supuesto, el que se conoce
como el pub más famoso del mundo, “The
Cavern”, a donde por cierto nos
llevaron unos simpáticos chicos de Liverpool. “La Caverna”, donde
todavía se siente el espíritu de los Beatles, es un lugar donde te
puedes tomar una cerveza, escuchando a cuatro “supuestos” Beatles,
entonar versiones, mas encaminadas al rock, de sus canciones, en
un ambiente caluroso y agolpado (como cuentan que sucedía cuando
los verdaderos Beatles tocaban allí) bajo unas paredes de piedra
que recuerdan a una cueva. Además, en dicho club hacen
ocasionalmente conciertos de grupos de rock bastante conocidos.
Liverpool es, por tanto, una ciudad
“que tiene un poco de todo”, recurriendo de nuevo a las palabras
de Tim, donde además de una gran historia musical y deportiva
puedes pasear, absorber la cultura que desprenden por doquier
museos y galerías, y disfrutar de una arquitectura y vida nocturna
que impresionan. Además de conocer a unos habitantes bastante
agradables en su mayoría, que están siempre dispuestos a ayudarte,
y que no se conforman con indicarte donde está lo que buscas, sino
que te acompañan hasta allí.