GRAN CANARIA / FUERTEVENTURA
(Ruta por la otra Canarias desconocida)
FUERTEVENTURA
Fuerteventura
es una de las siete
islas que conforman el Archipiélago Canario. Es la segunda en
extensión con 1650 km.
Al
igual que el resto de las islas, es de formación volcánica pero
con una geomorfología propia, ya que alberga en su litoral más
kilómetros de playas que ninguna otra.
Pero
Fuerteventura no es sólo playas, en su interior dispone de una
gran riqueza ambiental, unos paisajes bellísimos, dunas, montañas
y volcanes y sobre todo unos municipios muy atractivos.
La
orografía de Fuerteventura no es muy notable. Sólo merece mención
las montañas llamadas de la Muda y Monte aceituno, que flanquean
la carretera de Puerto del Rosario, la capital, has La Oliva, una
de las tres zonas turísticas más importantes, junto a Antigua y
Pájara. En la península de Jandia, inmensa extensión arenosa,
casi desértica y con un mar siempre placido, se eleva el punto más
alto de la isla, en medio de un macizo rocoso. Es la más larga de
las islas del archipiélago (265 km).
Su
parte occidental es inaccesible, mientras que la oriental es de
costas bajas. Al Norte y Nordeste la monotonía de la costa se
rompe por pequeñas bahías.
La
isla de Fuerteventura, administrativamente se encuentra dividida
en 6 municipios: La Oliva, Puerto del Rosario, Betancuria,
Antigua, Tuineje y Pájara. La capital de la isla es Puerto del
Rosario.
Comenzamos
desde Corralero, importante zona turística, con magníficas
playas y encantador paisaje,
donde se divisa Lanzarote e Isla de Lobos. Tomando la carretera
interior 7 kilómetros, se encuentra el Cotillo, pueblo marinero
con numerosas y acogedoras playas, donde se encuentra la fortaleza
del Tostón, que sirvió de vigilancia contra los ataques de los
piratas.
De
vuelta por carretera se encuentra La Oliva, antigua capital de
Maxorata, que posee un valioso legado arqueológico expuesto en el
Museo de Betancuria. Dentro de su patrimonio arquitectónico-pictórico
del siglo XVIII pudimos admirar su iglesia, en la que se encuentra
un retablo de Juan Miranda, así como una torre cuadrada de cantería
del país, donde sus marcadas líneas rectas dan elegancia a la
misma. También pudimos visitar la casa de La Cilla de 1819, que
alberga un Museo del Grano, donde el visitante podrá ver la
historia del ciclo agrícola tradicional, los diferentes tipos de
grano y medidas tradicionales y una colección de aperos agrícolas.
Destaca
entre sus monumentos La Casa de los Coroneles de estilo colonial,
que junto al pequeño grupo de casas que forman el conjunto
residencial constituían la residencia del coronel, ejército y
servidumbre. Es recomendable asimismo una visita al Centro de Arte
Canario.
Pasando
por Tindaya se observa desde la carretera la Montaña de Tindaya,
donde se han encontrado importantes restos arqueológicos, como
los podomorfos. Continuando nuestra ruta por la carretera
principal pudimos contemplar a la derecha la Montaña Quemada, con
su monumento a Unamuno.
Proseguimos
nuestro viaje y llegamos a Puerto Rosario, capital y centro
comercial de la isla. Visita obligada en la capital es la casa de
la cultura y la Sala de Juan Ismael, donde se realizan
exposiciones pictóricas, fotografías, escultóricas, etc. Así
mismo, se puede visitar la Casa Museo Unamuno, en la cual se alojó
D. Miguel de Unamuno durante su destierro en la isla.
Al
mismo tiempo nos sorprendió gratamente su turismo interior, con
mención especial a sus espacios naturales protegidos, el Parque
Rural de Betancuria y el Paisaje Protegido de Vallebrón, que
ocupan el 13,5% de la superficie natural.
El
Parque Rural de Betancuria se extiende por el área oeste del
municipio. Destaca por su geomorfología y por su paisaje muy
erosionado. En él se localizan el Barranco y Presa de los
Molinos.
El
Paisaje Protegido de Vallebrón, discurre por la franja norte del
territorio municipal, conformando un relieve de cuchillo alargado,
flanqueado por los barrancos de Vallebrón y Valhondo. En las
zonas más altas de este cuchillo se observan escalonamientos
debidos a la superposición de sucesivas coladas de lavas.
De
vuelta hacia corralero por la carretera de la costa, atravesamos
el Parque Natural de las Dunas de Corralero, con su paisaje único
y de impresionante belleza.
Nos
acercamos hacia el sur de la isla para visitar Cofete, parque
natural con impresionantes vistas y solitarias playas, así como
el Puertito, pequeño pueblo pesquero, famoso por su caldo de
pescado (plato típico canario). Rumbo norte pudimos contemplar a
un lado el Macizo más alto de la isla con 807 metros, el Macizo
de Jandia. Al otro lado una impresionante vista de unos 36 km. de
playa de arena blanca.
Llegamos
a Costa Calma, centro turístico, para continuar hacia el istmo de
La Pared: forma geológica de acumulación de arenas fósiles, que
fue frontera entre los reinos guanches de Moxorata y Jandia.
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En
nuestra visita a Pájara observamos el pórtico de la iglesia de
Nuestra Señora de Regla que posee caracteres de similitud azteca
y su retablo de estilo barroco.
Continuamos
a Tuineje, lugar de la histórica batalla de Tamasite contra los
corsarios ingleses de la que se celebra una representación anual
de gran tradición y en cuyo casco antiguo se aprecia la
distribución y el estilo arquitectónico bereber, producto del
asentamiento de esclavos moriscos en la zona.
En nuestro imagen se
nos quedó muy grabada que a ambas partes de la carretera vimos
los célebres Molino (macho) por su tamaño y la Molina (hembra)
de menor tamaño, que son un símbolo en Fuerteventura. |
Hicimos
parada en La Lajita para disfrutar de su entorno marinero y al
mismo tiempo acercarnos al parque temático más importante de la
isla “La Lajita Oasis Park”, donde el visitante podrá dar
paseos en camello, ver el jardín-parque de cactus, aves, monos,
cocodrilos, así como el show de papagayos, etc., en un recinto
extraordinario, que cuenta también con un restaurante de gran
calidad y en donde se puede pasar un día inolvidable a nivel
familiar.
También
estuvimos en “La Rosita”, un Museo Agrícola, en Villaverde,
un complejo ideal para pasar un gran día , paseando en camello a
través de una auténtica finca majorera de 250.000 m2, con su
museo, artesanía, cerámica, productos tradicionales,
plantaciones de gavias, jardín autóctono canario, jardín de
cactus, variedad de animales autóctonos, exhibición de camellos
trabajando en el campo, etc.
El
municipio de Pájara nos permitió ver las condiciones naturales
de el que hacen que sea un lugar idóneo para disfrutar de
cualquier actividad al aire libre durante todos los días del año.
Actividades diversas como deportes náuticos, excursiones a pie o
en bicicleta por cualquiera de los hermosos y diversos parajes
naturales que se puede encontrar en esta zona de la isla, así
como románticos paseos al atardecer por sus infinitas playas de
arenas blancas.
Su
paisaje de una singular y mágica belleza, es el mejor espectáculo
que se puede ofrecer a quienes lo visitan. Y para conocer de cerca
sus apreciados tesoros, les sugerimos se adentren en ellos por los
innumerables senderos trazados por el paso continuado del hombre,
hasta llegar a lugares tan impresionantes como el Pico de la Zarza
(la montaña más alta de la isla y desde lo alto en días claros,
se pueden ver las otras islas), el Barranco de Ajuy y Madre del
Agua, la degollada del Barranco de los Canarios (desde aquí se
observa la playa de Cofete y Barlovento).
Hay
dos deportes tradicionales en el municipio de Pájara, la lucha
canaria y el juego del palo, este último como exhibición.
A
la mitad de nuestro itinerario en Fuerteventura, participamos en
una Sesión de Trabajo (conferencia y mesa redonda) en Puerto del
Rosario, y en la que asistieron Dª Ovidia Benitez, Consejera
Turismo del Cabildo de Fuerteventura, Dª Ibiza Melián, Concejala Turismo del Ayuntamiento de Antigua
y Dº Faustino Castilla, Presidente de la Asociación Canaria de
Periodistas y Escritores (A.C.P.E.T), los cuales expusieron sus
criterios y proyectos acerca del turismo en Fuerteventura.
Nuestro
próximo destino sería uno de los más atrayentes y esperados por
nosotros, el municipio de Santa María de Betancuria, que acaba de
cumplirse VI Centenario (1404-2004) desde su fundación y que lo
está celebrando este año con infinidad de actos sociales,
culturales, etc., como así no lo explicó su Alcalde Dº Ignacio
Gordillo en el almuerzo que nos ofreció en el Restaurante Casa
Santa María de ese municipio, un local que ha recibido la Medalla
de Oro de la Gastronomía Española por su alta cocina.
La
villa de Santa María de Betancuria fue fundada por los
conquistadores normandos hacia el año 1404 y que fue la primera
ciudad fundada por los europeos en Canarias y tomó su nombre del
propio conquistador, Jean de Bethencourt.
Su
emplazamiento en un valle interior, alejado de la costa y rodeado
de montañas se debe a razones militares y estratégicas, ya que
esta ubicación ofrecía cierta seguridad y permitía una mejor
defensa ante posibles ataques pirácticos.
En
este precioso municipio, destaca la iglesia de Santa María de
Betancuria, la cual se comenzó a construir en 1410 por orden de
su conquistador.
En
el siglo XVIII Betancuria comenzó a perder su carácter de centro
rector de la isla. Con las reformas administrativas del siglo XIX
Betancuria pasó a ser el municipio de menor extensión
territorial de la isla. Pero su dilatada trayectoria histórica
dejó su impronta en la pervivencia de un rico patrimonio cultural
y artístico, que ha determinado la declaración de Betancuria
como Conjunto Histórico en el año 1979 y visita obligada por su
cultura creada a través de los tiempos.
Dentro
de la comarca del municipio de Betancuria, nos acercamos a una fábrica
del célebre queso majorero, hecho a base de leche de cabra y que
se fabrica en esta zona artesanalmente, siendo muy reconocido por
su sabor y calidad.
Otra
de las visitas obligadas era Antigua, situada en el Centro-Este de
la isla, recuerda a la Mancha Castellana, su suave llanura se ve
interrumpida por los molinos de viento. Sus pueblos salpicados de
manchas de verdor, como queriéndose aislar de tanta sequedad:
Agua de Bueyes, Casillas de Morales, Valles de Ortega, La Corte,
Antigua, Las Pocetas, Los Alares, Pozo Negro, Las Salinas del
Carmen, Caleta de Fuste, Costa de Antigua, Los Llanos del dinero y
Triquivijate.
En
Caleta de Fuste disfrutamos de diversas actividades acuáticas en
el Oceanarium, donde observamos en unas cestas-tanque sumergidas
en agua del mar, ejemplares de la fauna marina, como morenas,
gallos morunos, viejas, etc. Desde el Oceanarium parten dos
submarinos-sumergibles que recorren los alrededores del puerto.
También
se puede participar en un viaje en Catamarán, donde en ocasiones
se pueden ver delfines, tortugas e incluso ballenas piloto. Los niños
también se divertirán visitando la reproducción de un “barco
pirata” anclado en el muelle.
En
las zonas de costa como Caleta Fuste y Pozo Negro, sobre todo, se
pueden practicar todo tipo de deportes náuticos como: kayak,
motos de agua, windsurf, banana boat, esquí acuático, etc. Los
aficionados al buceo cuentan con varios centros especializados y
que les ofrecerán la posibilidad de ver: restos de barcos
hundidos, coral negro, esponjas, anémonas, …además de pulpos,
calamares, meros, morenas, rayas, etc.
Otro
deporte con muchos adeptos en la actualidad y que se practica
mucho en Antigua, es el Senderismo. Se pueden practicar por libre
o en grupos organizados, como en:
Ruta
de los Peregrinos de Antigua a Betancuria (dificultad-media)
(duración aproximada 3,5 horas-7 km de ida). El punto de partida
es la iglesia de Antigua, tomamos el camino de los peregrinos que
nos conduce a través de la montaña a Vega del Rio Palmas, después
de un largo recorrido y atravesando el parque natural de
Betancuria, llegaremos al municipio de Betancuria.
Desde
el municipio de Corralero nos decidimos acercarnos a la Isla de
Lobos, que se encuentra justamente enfrente de este municipio y prácticamente
entre las isla de Fuerteventura y Lanzarote. Para ello embarcamos
en un Catamarán tripulado por Hugo un experto en este tipo de
actividades, el cual nos preparó todo, es decir, pasar la mañana
en alta mar navegando alrededor de la isla, almorzando a bordo. A
continuación desembarcamos en la Isla de Lobos por medio de
motoras pequeñas.
Isla
de Lobos de 15 km2, es una pequeña isla volcánica que debe su
nombre a los lobos marinos que la poblaron hace años. Se puede
hacer una caminata fácil alrededor de la isla. Después de pasar
por las “hornitas” y la playa de la Concha, subimos a la cima
de la Caldera, de 122 metros, donde nidifican las gaviotas y las
pardelas cenicientas, para continuar hasta el faro. Pasamos por el
saladar de Las Lagunillas, y nos encontramos con el horno de Cal,
aljibes, un pequeño núcleo de casas, un embarcadero utilizado
por los pescadores y dos restaurantes. Existe la posibilidad de
acampada, con la autorización de Medio Ambiente.
A
última hora de la tarde nos pasamos a visitar en Corralejo, BAKU,
el nuevo Centro de Ocio y Cultura que ha sido inaugurado el pasado
5 de noviembre del 2004, y donde se puede subir al Kamikaze o al Río
Rápido y sentir la adrenalina al máximo.
Pasatelo
en grande con las olas, en la piscina de actividades, en los Zig-Zags
o en las pistas blandas. Donde quieras te divertirás como nunca y
mientras tanto, mamá podrá descansar en el Solarium y papá
estará relajado con los Big Yacuzzi y tú hermano será feliz en
la zona infantil. Y más tarde os esperará un Self-Service
excelente
Por
la noche en la cena de clausura a la que asistieron diversas
personalidades de estos municipios de Fuerteventura y que gracias
a ellos hemos podido conocer esta maravillosa isla, nos explicaron
que están muy ilusionados y esperanzados en que el turismo “no
de playa” en Fuerteventura se consolide en un futuro muy próximo.
Al
terminar nuestra aventura en estas islas, nos gustaría agradecer
por sus esmerados servicios Ricardo
de Global, nuestro conductor en Gran Canaria y a Isidro, nuestro
guía en la misma isla. A nuestro guía Jesús de Norte y Solana
en Fuerteventura.
También
quiero dar mis más expresivas gracias a todas las Instituciones
tanto de Gran Canaria y de Fuerteventura por su apoyo y colaboración
en la realización de este viaje, y sobretodo a D. Faustino
Castilla, Presidente de la Asociación Canaria de Periodistas y
Escritores de Turismo (A.C.P.E.T) por su profesionalidad e
invitación a este viaje.
Cuando
dejamos estas islas encantadoras, prometimos volver de nuevo para
seguir descubriendo muchas más cosas que se nos quedaron
pendientes.
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