Dos amigos platicaban sobre el viaje de bodas de uno de ellos.
-¿Cómo te fue en la noche de bodas?
-¡Huuuy!, que te cuento. El primer día aguante 3.
-Hombre, pues apenas si lo de ley.
-No hombre, el segundo día, ya con más calmita, me aventé 7.
-¡Oyéme, la traias atrazada!
-Eso no es nada, el tercer día fueron ya 15.
-Eso si que no te creo, pues como los estas contando.
El hombre moviendo la cadera continuamente de atrás para adelante cuenta:
-Así... 1.. 2.. 3..

En la alcoba matrimonial:
-Bien, ya que estamos los dos solos, quiero decirte amor mío que nunca esperes milagros de mí.
-Ya lo se vidita, pero ¿por qué me lo dices?
Responde muy seria la muchacha:
-Porque milagros sólo las virgenes los hacen.

Tan pronto el matrimonio se encuentra consumado, la recién casada le dice al ahora esposo:
-Mi amor, vamos a tener tres hijas.
-¿Y tú cómo lo sabes?
-Porque están viviendo en casa de mi mamá.