Leyendas
urbanas
Los microondas
esconden un lado muy peligroso
a.. La leyenda urbana que quiero compartir ocurrió
en Cuzco. Me la contó mi mejor amigo y el tipo es
digno de credibilidad. Le ocurrió a una vecina de
la compañera de habitación que tuvo su su prima
una vez que la
operaron de apendicitis
La muchacha en cuestión estudiaba medicina y vivía
una vida agitada repartida entre sus estudios y
cuidar a la hermanita de 6 años. Un día se pegó
la gran borrachera con sus amigos de clase y terminó
acostándose con un tipo de su agrado.
Al día siguiente, entre las nubes de la resaca, la
muchacha recordó de repente que su madre estaba a
punto de regresar de su guardia en el hospital,
donde trabajaba en el turno de noche hasta las 8 de
la mañana, por
lo cual la pobre apenas sí tuvo tiempo de
despedirse del sujeto y volar a su casa para que
cuando la madre llegara encontrara todo sin novedad,
la casa ordenada, la nena desayunándose a tiempo, y
ella lista para ir a clases.
El problema fue la ducha... Faltaban ya sólo unos
minutos para que la madre regresara y la chica, que
gozaba de una abundante cabellera, la tenía toda
mojada. Para variar, el secador se había
averiado...
No sé si se debió a los efectos tardíos del
alcohol o al nerviosismo que le causaba la madre,
muy histérica para estas cosas, el caso es que a la
chica no se le ocurrió mejor manera de secar su
cabello que meter su hermosa melena al microondas.
Con un poco de esfuerzo lo consiguió y programó al
máximo el aparato. En cuestión de minutos, se secó
completamente el cabello justo cuando la madre entró
saludando a todo el mundo sin darse cuenta de nada.
Cuando nuestra amiga llegó a la facultad, estaba
medio demacrada, con cara de no haber dormido nada,
y tambaleándose de un lado para otro.
Demasiado incluso para la resaca que podía provocar
botella y media de whisky con hielo
Mi amigo estaba presente. Me contó que apenas subió
las escaleras para entrar al edificio, se desplomó
como un saco de patatas. Estaba muerta...
Los doctores, al realizar la autopsia,no le
encontraron nada malo en el cuerpo, ni enfermedad ni
razón alguna para tal muerte súbita; y hubiese
quedado así de no ser porque la hermanita le contó
a mamá que antes de que ella llegara se había
secado el pelo en el microondas. Los doctores,
preacticando entonces una la autopsia craneal,
encontraron su cerebro totalmente abrasado
Origen de la leyenda: Los fabricantes de hornos
tradicionales ya no sabían qué inventar para
intentar disminuir las ventas de los modernos hornos
microondas
Víctima: Cualquiera con una inteligencia inferior o
igual a la de una tostada con mantequilla
Credibilidad: Nula, ¿Cómo es posible meter la
cabeza en el microondas y luego cerrar la puerta?¿Se
quemó el cerebro si introdujo sólo la punta del
cabello? A lo mejor se cortó la cabeza para poder
secarla entera, pero en
ese caso hubiera muerto mucho antes de salir
Posibles mutaciones: Se han oido versiones de
muertes acaecidas al secarse el pelo con una plancha
de la ropa y al meter la cabeza en un horno clásico
de gas
Objetivo: Conseguir que los más crédulos tengan un
miedo atroz al microondas y a la cocina en general |