MERCEDES
Procede del latín Mercedem,
que significa merced, premio, precio; es de la raíz merc- en
la que domina Mercurio, el dios del comercio, que comprende todo lo
que tiene que ver con comprar y vender. El origen de este nombre propio va
mucho más allá del comercio; viene del gran movimiento de solidaridad de
los cristianos para rescatar a cualquier precioa los cristianos cautivos
de los sarracenos.
La Virgen de la Merced está
vinculada a la fundación de la Orden militar del mismo nombre, cuyo
objetivo era la redención de los cautivos. Arranca la historia el año
1218, cuando la Virgen se apareció a san Pedro Nolasco para convencerle
de que en vez de retirarse a la vida eremítica, como pretendía, fundase
una orden religiosa. Cuando fue a comunicárselo al rey y al canónigo de
Barcelona Ramón de Peñafort, resultó que también a ellos se les había
aparecido la Virgen proponiéndoles lo mismo. Así pues, el 10 de agosto
fundaron con gran solemnidad, en la catedral de Barcelona, la Orden de
la Virgen María de la Merced de los cautivos cristianos. A partir de
la fundación de la Orden, se inició el culto a la Virgen de la Merced,
bajo cuya protección se pusieron los cautivos. Hasta el 1317 se mantuvo
el carácter militar de la Orden de los Mercedarios, que se convirtió en
exclusivamente clerical, renunciando por tanto los frailes a las
soluciones militares y a la violencia para arrancar a los cautivos de las
manos de los sarracenos. La negociación, las transacciones, el
intercambio, el rescate y la protección de Santa María de la
Misericordia o Merced de los Cautivos (que este fue inicialmente su
nombre) vino a ser el nuevo bagaje para cumplir su misión, y a fe que
fueron espléndidos los resultados. Hasta finales del siglo XVIII, la
Orden consiguió la liberación de medio millón de cautivos, con una
inversión de 2.000 millones de pesetas. Un esfuerzo extraordinario. El más
importante centro de culto de esta advocación de la Virgen fue y sigue
siendo la basílica de la Merced de Barcelona.
El nombre nació en
Barcelona; fue tal el prestigio de la acción que llevaron a cabo los
mercedarios bajo la protección de la Virgen de la Merced y el
agradecimiento que suscitó, que se forjó el nombre de Mercedes para
recordar la liberación de los cautivos y pronto se extendió por toda
España. María de las Mercedes (1860-78), reina de España, primera
esposa de Alfonso XII, murió a los 18 años y se convirtió en leyenda.
La hija del siguiente matrimonio del rey se llamó también María de las
Mercedes (1880-1904). Pero es el "Mercedes", la prestigiosísima
marca alemana de coches, lo que más ha contribuído a difundir y
prestigiar este nombre. Fue el señor Benz, un enamorado de España, quien
se enamoró también de este nombre y se lo puso a su hija. Y en su honor
bautizó así el mejor modelo que fue capaz de construir. Tan
extraordinario fue, que eclipsó todos los otros modelos, y a la misma
firma, que el público rebautizó con el nombre de "Mercedes".
Todo un prodigio de amor paterno.He aquí un nombre que habla de libertad
en su origen, una libertad laboriosamente conquistada y compartida con los
tuyos; un nombre vinculado hoy a la potencia más bella y espléndida, la
de la prestigiosa estrella de tres puntas. Y arriba en el cielo, Mercurio
velando por los intereses materiales, y la Virgen de la Merced guiando el
espíritu de las Mercedes.Nada más y nada menos. ¡Felicidades!