LAS COSAS Y SUS NOMBRES  NOMINA RERUM                                    Mariano Arnal

COMÚN 1 

Ésta parece una de esas palabras irrelevantes sobre cuyo valor no hay duda alguna, y que por tanto no da lugar a discordias y debates. Pero qué va, dentro de tan exigua corteza hay mucha miga. Por empezar tiene doble valor: adjetivo y sustantivo. Como adjetivo significa que aquello a que se refiere, es tenido o poseído por todas las personas o cosas de que se trata. Decimos por ejemplo que el español es la lengua común de todos los pueblos que han compartido historia y cultura con España o que han formado parte de España en algún momento de su historia. (Obsérvese que no es ninguna simpleza la asignación de este adjetivo cuando se habla de cosas serias). Común es también aquello que pertenece a varios: en una comunidad de vecinos, éstos tienen bienes e intereses comunes. 

La gramática establece la oposición entre común y propio para hacer una primera distinción de los nombres. Común es el que se da a todos los que caben bajo una determinada denominación: si ciudad es toda población que cumple ciertos requisitos, ese será el nombre común de todas las poblaciones que tienen ese carácter. Y Barcelona, San Adrián, Nueva York, etcétera, serán cada uno de los nombres propios. 

Se emplea también común como sinónimo de corriente, ordinario, frecuente, vulgar, bajo, y de ahí pasa a calificar aquello o aquel que no se distingue. En Inglaterra la House of Commons es la cámara de los ciudadanos comunes (s. nob., sine nobilitate, sin títulos de nobleza) en oposición a los distinguidísimos lores, cargados de privilegios (¡leyes privadas!). En algún momento nuestra lengua empleó común (y también comuna) como sustantivo con el significado de retrete. Cuando se creó este servicio público, con altas miras comunitarias se creó. 

En la utilización política de este término hay que señalar que a partir de él se formaron en primer lugar “el común”, nombre que se dio tanto a la totalidad de cada población, como a la asamblea primero, y luego al órgano representativo de ésta y a los bienes comunales.

 El Común de las Trece Villas es la comunidad de pastos y derecho a roturar formado por 13 villas de Guadalajara. De este sustantivo se formó el adjetivo comunal, que no tuvo únicamente este significado colectivo, sino que se usó como sinónimo del adjetivo común en el sentido de corriente, ordinario, normal; de ahí que descomunal signifique fuera de lo común, exagerado, enorme, de grandes proporciones. La institución política del común tuvo un gran arraigo: de ello dan testimonio los refranes “Lo que es del común es de ningún”, “Quien sirve al común sirve a ningún”, “No hay asno peor albardado que el del común”

Para acabar de dar cuenta del valor de uso de este término, hay que consignar las expresiones que a partir de él se han formado: por lo común, en común, sentido común (se suele decir de él que es el menos común de todos los sentidos), lugar común (en literatura o en oratoria, el recurso a expresiones, argumentos, ideas, etc. que emplea todo el mundo). Igualmente en historia natural se llama común a la especie o variedad más extendida o conocida: roble común, canario común. 

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