El Cartógrafo o más que
un homenaje al teatro

Por Ferran Martínez-Aira
El Cartógrafo, más que un homenaje al teatro, se estrenó ayer
oficialmente en un Goya abarrotado de actores conocidos, que aplaudieron
de corazón a sus compañeros Blanca Portillo y José Luis García-Pérez,
inconmensurable ambos metiéndose en la piel de doce personajes para
recorrer frenéticamente durante dos horas un escenario convertido en la
Varsovia actual donde se desarrolla esta genuina obra, traducida a
veinte lenguas y que firma Juan Mayorga, profesor de Dramaturgia y de
Filosofía en la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid.
Antes de presentar El Cartógrafo en Varsovia el próximo 25 de agosto,
tanto Blanca como José Luis pretendían dejar huella en la Ciudad Condal.
Y vaya si lo están consiguiendo hasta el próximo 21 de julio en el
Teatre del carrer Joaquin Costa.
Como apunta Mayorga “el teatro es cartografía. Como en el mapa, en el
escenario todo debe responder a una pregunta que alguien se ha hecho.
Como en el mapa, en el escenario lo más importante es decir qué se
quiere hacer visible, y, por tanto, qué se deja fuera. En el escenario,
como en el mapa, siempre se toma partido”.
Curiosamente, el texto de Juan Mayorga se gestó hace nueve años cuando
el autor descubrió una sinagoga en Varsovia en la cual estaban montando
una exposición de fotografías del gueto. El dramaturgo sintió la
necesidad de ubicar todos estos espacios en un mapa y salir a buscarlos
pero ya no estaban. Poco tiempo después Mayorga escribió El Cartógrafo,
el subtítulo del cual es Varsovia, 1: 400.000. Tal vez entre los
interrogantes que se planteó Juan, el más significativo y que logra
plasmar bellísimamente sobre el escenario fue ¿cómo comunicar aquello
que parece incomprensible?