Paso a completar el artículo
(también éste es de la familia) artritis con este de
artritismo, que definen los diccionarios como la
disposición orgánica individual congénita o
hereditaria a contraer un grupo de enfermedades que
o tienen su origen, o se manifiestan especialmente
en las articulaciones: entre ellas la gota, la
diabetes, la obesidad, el asma, la calculosis, la
artritis crónica, la dermatosis, etc. Del mismo modo
que inspiran poca confianza las medicinas que todo
lo curan, recela uno de los trastornos tanto físicos
como psíquicos que explican innumerables patologías.
Pero está en los libros, así que habrá que creerlo.
Por otra parte es coherente que cualquier mecanismo
vea alterado todo género de funciones cuando están
afectadas sus articulaciones a causa del mal
engrase. Es aquí, en la lubricación y el lubricante
donde quiero detenerme. Parece que el elemento
crítico de toda articulación es el tejido sinovial o
las membranas sinoviales que se encuentran en el
fondo de toda cápsula articular. Su función es
producir sinovia, un líquido de consistencia viscosa
y naturaleza proteica (mucoproteína), indispensable
para la lubricación de las superficies de
frotamiento de las articulaciones y las vainas
tendinosas. Se produce en pequeñas cantidades en
todas las zonas articulares. El exceso de producción
de sinovia es el preludio de muchas artritis. En
algunos estados patológicos se produce en tal
cantidad que puede llegar a la hidrartrosis, más
conocida como hidropesía. La sinovial (forma
sustantiva) es un pequeño saco membranoso localizado
en la cara profunda de las superficies articulares,
en las vainas tendinosas y entre la piel y algunas
partes óseas prominentes, como la rodilla y el codo.
A la inflamación de esta membrana se la llama
sinovitis. Se da también este nombre a la
inflamación de los tendones, llamada asimismo
tendinitis. Esta es la información que se obtiene
revolviendo diccionarios y enciclopedias (la más
clara en este caso, la Larousse). Espero que le
sirvan de algo estas explicaciones a quien, como yo,
se tropieza por primera vez con estos términos. Pero
es la etimología lo que andaba buscando: he
intentado, como siempre, entender el significado de
la palabra a partir de su composición, y ahí me he
perdido del todo.
La Larousse no se moja, la Británica tampoco; el
Diccionario Terminológico de Ciencias Médicas de
Salvat, se despacha con que procede del latín
moderno (¡sic!) synovia. La Espasa, en
cambio, propone una etimología: "Sinovia. Del
griego syn, con, y óon, huevo. Y
la define como Secreción de la pared interna de
la cápsula articular, que hace resbalar las
superficies óseas. Tal como suena, parece que
esa secreción tendría como característica distintiva
la abundancia de cuerpos ovalados o redondos, cuya
misión sería hacer funcionar las articulaciones como
en los mejores sistemas mecánicos: mediante
rodamientos a bolas. A falta de mayor información
sobre la naturaleza de esta sustancia, no puedo
hacer más que indicar la posibilidad de que sea
buena la etimología, y precisamente en ese sentido.
Ante la duda, sugiero alternativamente que quien
puso en circulación este grupo léxico, pudo estar
pensando en la palabra latina sinus (cfr.
sinusitis), el nombre genérico de cualquier cavidad.
En cuanto al singular concepto de artritismo, es
obvio que en especial el exceso de producción
sinovial ha de afectar a todo el organismo, como
afecta a un motor que el aceite se pierda o pase a
otros circuitos. |