RUTAS EN LAS CAPITALES
El espíritu
donostiarra
La señorial
Donostia-San Sebastián se pierde entre las callejuelas de su
Parte Vieja. El innegable glamour de la ciudad se ve seducido por
el tipismo de su pequeño puerto pesquero. En las faldas del monte
Urgull se asienta esta zona de ensueño fuente de inspiración de
innumerables cuentos y leyendas que nos acerca más al auténtico
espíritu de la ciudad. La vieja Donostia-San Sebastián se
conforma alrededor del Monte Urgull. En su cima se hallan los
restos del castillo de Santa Cruz de la Mota y la Capilla del
Cristo de la Mota. La totalidad del monte ha sido declarada zona
peatonal y es recorrida por diversos caminos que conducen hasta el
Monumento al Sagrado Corazón.
Tomaremos como punto de partida
para nuestra ruta por el casco viejo de Donostia la neoclásica
plaza de la Constitución. De esta plaza, a parte de su singular
arquitectura, destaca la numeración de sus balcones como si de
palcos se tratara. Y es que antiguamente esta plaza, hoy de carácter
urbano y cosmopolita, fue una plaza de toros. Salimos de la
plaza por la calle posterior a la Biblioteca Municipal, lo que fue
el antiguo Ayuntamiento, en dirección a la calle 31 de agosto.
Aquí encontraremos la pequeña plaza de la Trinidad, con su
característico frontón. Frente a él está la Basílica de Santa
María. Es éste un templo de portada barroca que cuenta con dos
altas torres gemelas. En su interior se encuentra la Virgen del
Coro, patrona de la ciudad. Por la calle del Ángel se desciende
hasta el Puerto atravesando la llamada Puerta del Muelle o
Portaletas. El pequeño puerto donostiarra ofrece gran cantidad de
rincones llenos de tipismo pesquero de enorme interés. A medida
que nos acercamos al final del muelle vemos el Aquarium y el Museo
Naval, al pie del Monte Urgull y en una zona especialmente batida
por el mar. Es el Paseo Nuevo, que corre desde el Aquarium hasta
el puente de la Zurriola, a las puertas del barrio de Gros. Para
continuar nuestra ruta por la Parte Vieja deberemos regresar a
Portaletas. Por la calle Campanario se llega a la plaza de la Sala
y de aquí a la calle Mayor donde se encuentra el edificio del
Teatro Principal, en el que cada año se celebra el Festival
Internacional de Cine de Terror. La inmediata calle, Fermín
Calbetón, es una de las arterias de la Parte Vieja donostiarra.
Si las seguimos hasta llegar a San Jerónimo y Embeltrán
llegaremos a la plaza de Sarriegui, famoso compositor de la
'Marcha de San Sebastián'. Atravesando la plaza llegamos a 'La
Brecha' donde se levanta el popular mercado del mismo nombre.
Muy
cerca se halla la Iglesia de San Vicente, con su imponente aspecto
de fortaleza gótica. Junto a ella está la sede de la Unión
artesana, la decana de todas las sociedades festivo gastronómicas
de la ciudad. Desde la pequeña plaza de Cañoetan se puede
acceder al Museo de San Telmo, antiguo Convento de Dominicos que
alberga unos interesantes frescos del pintor catalán Sert en los
muros de la Iglesia, así como diversas colecciones de etnografía,
arte, antropología y cultura vasca.
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